El desarrollo de las ideas socialistas en Chile.  Sebastián Jans

1.2. EL PROLETARIADO EN FORMACIÓN.

 

 

Diego Portales. Padre de la República Pelucona. 

Desde su cargo de Ministro, influyó de  modo decisivo para instaurar el régimen conservador que respondió a los intereses de la aristocracia terrateniente.

 

Prólogo

Capítulo Primero. LAS PRIMERAS DÉCADAS DE LA REPÚBLICA.

La Independencia.  

El proletariado en formación.   

Las ideas en pugna.

 

Capítulo Segundo. ARCOS Y LA SOCIEDAD DE LA IGUALDAD.

Santiago Arcos, su orígen e influencias

Chile a la llegada de Arcos

La Sociedad de la Igualdad.

El Club Reformista de la calle de las Monjitas. 

  La carta desde la cárcel.

 

Capítulo Tercero. FORMACION CAPITALISTA Y MUTUALISMO.

Montt, el último gobierno pelucón.  

La revolución burguesa de 1859

La expansión capitalista mundial.

El mutualismo de Vivaceta

  Factores que influyen en la proletarización

  La guerra del salitre

  La guerra civil de 1891.

 

Capítulo Cuarto. LA CLASE OBRERA A FINES DEL SIGLO XIX.

Las grandes huelgas de 1890.  

El Partido Democrático

  El régimen que reemplazó a Balmaceda

Alejandro Escobar y Ricardo Guerrero.   

Las organizaciones socialistas precursoras.

 

Capítulo Quinto.RECABARREN Y EL PARTIDO OBRERO SOCIALISTA.

Los hechos sociales de principios del siglo XX.  

La "cuestión social".  

Dos años de sangrienta lucha de clases.

La masacre en la Escuela Santa María de Iquique

El democrático Recabarren

La Federación Obrera de Chile.

Recabarren, el socialista.  

El Partido Obrero Socialista. 

La crisis imperialista y la situación internacional

La Asamblea Obrera de Almentación Nacional.

La mesocracia y el populismo de Alessandri

Recabarren y el leninismo.

 

Capítulo Sexto. LA GRAN CRISIS DE LOS TREINTA.

La dictadura de Ibañez.  

La crisis y la caída de la tiranía.  

  La sublevación de la Armada

La República Socialista.

 

Capítulo Séptimo. LAS DOS VERTIENTES SOCIALISTAS EN CHILE.

Fundación del Partido Socialista de Chile.  

Ranquil y Lonquimay.   

El Frente Popular

La represión de González Videla.

 

Capítulo Octavo. ALLENDE Y EL MOVIMIENTO POPULAR.

El Frente del Pueblo.  

El 2 de abril de 1957

El Frente de Acción Popular.  

El gobierno reformista de Frei

La Unidad Popular.  

Los mil días de Gobierno Popular.

 

Capítulo Noveno. LA RENOVACION SOCIALISTA.

El fin de la República Mesocrática. La dictadura de Pinochet.  

La crisis del Partido Socialista y el movimiento de renovación.

  La opción de los comunistas.  

El liderazgo de Ricardo Lagos

El derrumbe de los "socialismos reales".

La Concertación de Partidos por la Democracia.

 

Conclusión.

 

 

 

La abolición de la esclavitud, en los primeros años de la República, permitió que las clases inferiores cumplieran nominalmente con el requisito previo para constituir relaciones sociales pre-capitalistas: ser hombres libres que ofrecían su fuerza de trabajo, su fuerza física, a cambio de un salario, en las pequeñas ciudades del país y, fundamentalmente, en los yacimientos mineros. Artesanos especializados o jornaleros con oficio, fueron contribuyendo a una muy incipiente economía mercantil pre-industrial.

En los campos, las características seguían siendo eminentemente feudales, donde el inquilino y el peón seguían siendo verdaderos siervos de la gleba, debiendo permanecer bajo la voluntad de un señor feudal, que imponía su arbitrio: el terrateniente. El fundo, su feudo, tenía su centro neurálgico en torno a su casa patronal, en torno a la cual se ubicaban la casa del capataz, la de los inquilinos más fieles, las bodegas, las pesebreras, y una capilla para realizar misas. Desde ese lugar, el patrón de fundo otorgaba el derecho a trabajar a los peones de su tenencia, los que pasaban a ser sus protegidos, algo propio, al igual que sus caballos, sus tierras, sus cosechas. Era el mismo cuadro que se veía en las haciendas mexicanas, en las estancias argentinas, en las sierras peruanas, en los llanos venezolanos. El terrateniente decidía sobre la vida, el trabajo, la habitación y la familia de sus siervos.

Segall (1) sostiene que el proletariado chileno surgió igual que el inglés, como consecuencia de la emigración campesina hacia las ciudades, que, ante la posibilidad de romper con las ataduras del sistema terrateniente, buscan lograr su derecho a ser "hombres libres", ejerciendo algún oficio manual en las ciudades, o tratando de encontrar alguna veta desconocida en los alrededores de Copiapó.

Después de 1830, es cuando la estructura económica chilena comienza a sentir los primeros efectos de un cambio. Aparece una actividad minera mayor a la conocida en la época colonial, la metalurgia, la navegación, y, desde luego, mayor actividad comercial y mercantil. El torrente de plata que emerge desde Chañarcillo, en Copiapó, da un impulso que crea otras actividades en otras zonas del país y echa las bases del sistema financiero, donde los habilitadores y usureros de poca monta de Copiapó, llegarán a Valparaíso convertidos en prestamistas, y luego, en banqueros.

El cobre, que en El Tamaya, cerca de Tongoy, aumentó su producción, obligó a construir una fundición que, para su tiempo, fue la más grande del país, sobre la base de la introducción del horno de reverbero por parte del francés Lambert, lo que transformó a su dueño José Tomás Urmeneta, en uno de los potentados del país. Un poco mas al sur, en Guamalata. Sotaquí y Maitencillo, nuevas minas venían a sumarse a una ascendente producción cuprífera. El cabotaje debió incrementarse, así como la navegación hacia los mercados del exterior.

En 1835, el transporte marítimo nacional fue reservado a naves nacionales, que, hacia California y Australia, llevaban los productos que esos lugares del Océano Pacífico requerían para su sobrevivencia. Para abastecer las fundiciones y las calderas de los barcos, especialmente de la Pacific Steam Navegation Company, se abrieron las explotaciones carboníferas en Andalién, Coronel y Lebu, que fueron reemplazando al carbón inglés de Cardiff. Ello sería la causa del enriquecimiento de la familia Cousiño.

La privilegiada ubicación de Valparaíso, primer puerto importante del Océano Pacífico, después del cruce del Estrecho de Magallanes, lo colocó a un mismo nivel con los grandes puertos del Atlántico, permitiendo que junto a los barcos ingleses y chilenos, creciera también el capital de la banca. Los antiguos habilitadores mineros y los prestamistas de Atacama y Coquimbo comienzan a influir decisivamente en la economía y en política nacional. Los Edwards, los Escobar, y otros, enriquecieron con la usura en Copiapó y con la especulación en Valparaíso, surgiendo como una nueva clase social dominante, cuyos lazos se mantendrán estrechamente vinculados a los de la clase terrateniente.

Aparecen, en ese mismo periodo, las primeras formas de monopolio, que se implementa con la entrega del estanco del tabaco y otros productos, a la empresa Portales, Cea y Cía., a partir de lo cual adquiere gravitación en la política chilena la figura de Diego Portales, que se convertiría en el articulador del poder de la aristocracia, mediante la alianza entre los pelucones (conservadores) y los estanqueros, que instauró un régimen autoritario que sucumbiría con la revolución liberal de 1859.

En el carbón, en la extracción de la plata y del cobre, en la construcción de caminos y vías de transporte, va surgiendo un proletariado pre-industrial, que no expresa aún ninguna manifestación de pugna con los intereses de las clases poseedoras. Solo en Atacama se advierten algunos brotes de descontento, más cercanos al bandolerismo, de similares connotaciones a las de Joaquín Murieta en California. Es descontento se expresa de tal modo, en la práctica del saqueo, en el sabotaje individual, en la violencia cantinera.

Notas.

"Las luchas de clases en las primeras décadas de la República de Chile"

El desarrollo de las ideas socialistas en Chile.

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