LA COMUNICACIÓN.   

Desde 1986

Hombre-Hombre: las palabras y símbolos.

En muchos aspectos, la información es la llave de entrada a la civilización contemporánea; sin ella, seria imposible llevar a cabo múltiples tareas en cualquier aspecto de vida. Sin embargo, aun cuando nos quejamos de usos no adecuados de la misma y de malas noticias,  estaríamos perdidos como individuos si no contamos con la información constante, precisa y en tiempo acerca del estado del mundo. 

Así pues, la transmisión de información entre individuos desempeña un papel extremadamente importante, en la vida y el trabajo cotidianos; sin embargo, antes de analizar con más detalle la comunicación hombre-hombre se debe estudiar el concepto de transmisión de información en su contexto más simple en términos de la palabra hablada y escrita. 

Puesto es sus términos más simples, cualquier sistema de comunicación puede idearse como constituido por un transmisor que comunica información a través de algún medio a un receptor; sin embargo, se puede decir que la comunicación realmente ha tomado lugar sólo cuando el receptor interpreta la información como lo intentó el transmisor. 

Éste punto tal vez se puede aclarar con un ejemplo: Dos personas hablan distintos idiomas y tratan de conversar. La dificultad que ambos experimentan surge grandemente de que el receptor no es capaz de traducir de modo correcto las ideas que le envía el transmisor. En estos casos, posiblemente ayude usar el “lenguaje a señas” en el proceso de comunicación, ya sea que el mensaje se ponga en un medio diferente, pero que puedan entenderlo ambos. 

Sin embargo, los problemas pueden aumentar si alguna de estas personas tiene un conocimiento superficial del lenguaje del otro, e interpreta su mensaje de manera incorrecta. En este caso, es posible que se rompa el sistema comunicacional, porque ocurre una falta de comprensión. 

Dado que la comunicación eficaz es tan importante para el mejor desempeño en el trabajo, y dado que la comunicación ineficaz puede crear problemas en el sistema hombre-hombre, hombre-máquina o máquina-máquina, una función principal es diseñar sistemas que amplíen la oportunidad de que o los mensajes enviados se entiendan de manera correcta. 

¿Cómo es posible que tanto el hombre como la máquina se desempeñen como trasmisores y como receptores? Se pueden establecer cuatro combinaciones de transmisor-receptor:

a)     Un hombre que comunica a otro hombre.

b)     Una máquina que comunica a un hombre.

c)     Un hombre que comunica a una máquina, y

d)     Una máquina que comunica con otra máquina. 

Dado que en las tres primeras opciones se incluye el papel que desempeña el operario en el ambiente, entran en ámbito industrial, por lo cual se tocarán en esta serie de artículos. 

La cuarta opción (la comunicación máquina-máquina) pertenece más bien al campo de la cibernética o de la ingeniería, por lo que no se analizará.

En ese orden de ideas en este artículo se examinará el problema presentado por la comunicación hombre a hombre, primordialmente aquella que implica la comunicación escrita de información y de instrucciones. 

Significado, comunicación y mensaje. 

El proceso en que se funda la comunicación se puede entender, tal vez, cuando se conoce el origen lingüístico de la palabra latina communis, que significa común. Por lo tanto, una clara característica del significado de comunicación humana , es lo “común”: un requisito previo esencial es la comprensión común de aquellos que participan en el proceso de la comunicación. 

Sin embargo, la cualidad de la “comunidad” no significa necesariamente que todos los participantes en el proceso de la comunicación deban tener comprensiones idénticas de los símbolos y de los pensamientos que se transmiten, sino simplemente en cuanto algo de la comprensión sea común a todos ellos. Esto implica que la comunicación puede tener lugar aun si tanto el trasmisor como el receptor no “hablan la misma lengua”, en tanto la idea básica sea recibida de manera precisa. 

Así pues, el papel que desempeña la ergonomía es arreglar una situación que amplíe la posibilidad de que el trasmisor y  el receptor tengan una comprensión común máxima; sin embargo, antes de examinar las formas de llevar a cabo ese estado de cosas, es interesante analizar brevemente algunas de las razones por las cuales dos de ellas no pueden compartir un canal común de comunicación, es decir, ¿por qué los significados y los mensajes se interpretan mal? 

Primero, entran en juego las diferencias personales: Si al receptor no le cae bien el transmisor o no confía en él, puede mostrarse reacio a comprender el mensaje. De hecho, la comprensión que tenga del mensaje puede estar distorsionada por la opinión que tenga del transmisor, o por lo que él cree que lo motiva. 

Segundo, aun si el receptor es receptivo al mensaje, éste puede distorsionarse por las propias concepciones previas personales. Una de las funciones  principales de la mente activa es “llenar los huecos”, o sea, tratar constantemente de vincular el nuevo material con el existente para hacerlo más significativo. Así, es posible que un mensaje se distorsione porque el receptor lo ubica en un contexto que no es el adecuado, simplemente por su predisposición al mensaje. 

Tercero, existe el problema del interés y la atención, pues si el receptor no pone atención en el mensaje, tal vez por aburrimiento, parte de él puede no ser recibido o mal interpretado. 

Cuarto, Finalmente los mensajes pueden distorsionarse por la capacidad limitada del ser humano para procesar la información que se le trasmite. Éste concepto para almacenar estímulos diferentes, también se aplica al almacenamiento de ideas y conceptos complejos que es el material significativo. Si el mensaje es demasiado detallado o demasiado extenso, puede sobrecargar la memoria y distorsionarse, perderse o simplemente ser incapaz de recuperarse. 

En resumen, el canal común de comunicación puede distorsionarse por influencias sociales, por actitudes y expectativas personales, por aburrimiento y falta de interés, o por sobrecargo de información. 

Los mensajes que se transmiten del hombre a hombre pueden tomar muchas formas y los cuales se dividen en tres grupos de acuerdo con la apariencia física de los estímulos. A éstos los denomina:

Estímulos verbales, incluye la palabra escrita y los dignos.

Estímulos vocales incluye la palabra hablada y las variaciones de voz.

Y estímulos físicos incluye gestos y movimientos. 

La ergonomía puede tener influencia en la facilitación de la transmisión de los estímulos “verbales” -incluyendo la comunicación escrita-. Como ya se habrá dado cuenta el lector, muchos de los principios implicados en los estímulos verbales se pueden aplicar también a los estímulos vocales, pero, debido a que otros aspectos del ambiente probablemente son importantes por ejemplo, el ruido ambiental, o los factores sociales u organizacionales, el problema específico de la comunicación -señales corporales, gestos, etc.- es, sin embargo, de alguna manera, demasiado amplia para las dimensiones de este artículo 

Aspectos tipográficos en la comunicación escrita. 

Para que se comunique eficientemente una información escrita, se necesita no sólo que el mensaje se lea y se interprete de modo correcto, sino que se entienda en el menor tiempo posible. 

La lectura rápida es importante desde el punto de vista de la economía del tiempo y, tal vez más importante es asegurar que la capacidad del ser humano para almacenar la memoria a largo plazo no se sobrecargue. 

Por ejemplo, cuanto más tiempo tarde un lector en descifrar una palabra o un símbolo en una página (tal vez por una mala letra o porque es la quinta copia al carbón o porque es una fotocopia borrosa), más lenta será su tasa de comprensión. Más aún, parece que estos factores desempeñan un papel importante en la determinación de si el material se leerá o no. 

Recientemente se puede ver que quienes se dedican a presentar el material escrito han empezado a estudiar, de manera sistemática, la cuestión de los factores tipográficos, como el tipo o calidad de la impresión, y la distribución de la página, a pesar de que precisamente estos aspectos trasmiten el mensaje. 

Una industria que parece tener un registro bastante bueno de esto es la del periódico, probablemente porque de las personas que toman un periódico en sus manos no lo leen de manera sistemática de principio a fin, como lo harán con un libro, sino probablemente sólo ojean los encabezados y leen los párrafos de noticias debajo de los encabezados que le parecieron interesantes. 

Aún estos párrafos probablemente no los lee de manera sistemática el lector si tiene prisa o si no está muy interesado, es decir, quizá sólo recorre la vista a lo largo de un párrafo, en busca de noticias que llamaron su atención. 

De lo anterior se infiere que una de las preguntas que debe contestar el diseñador de tipografía es cómo se puede llamar la atención del lector, ya que en la mayoría de la comunicación escrita esto se hace por medio de los encabezados y mediante los subtítulos. 

En 1964, Paterson y Tinker investigaron los valores relativos del tamaño de las letras mayúsculas en los encabezados de los periódicos. Presentaron a sus sujetos líneas de encabezados una por una durante un tiempo límite y midieron el número de palabras leídas durante el tiempo disponible. A una distancia de lectura normal, sus resultados indicaron que, en promedio, se leían más palabras en tipos de letra minúscula que cuando se usaban encabezados impresos en letra mayúscula, del mismo tipo y con los mismos tamaños de puntos, en este caso, el tipo de letra usado fue Cheltenham Extra condensado de 24 puntos. 

Estos resultados fueron obtenidos de nuevo por Poulton (1967), quien demostró, que las letras pequeñas aventajaban en 9% a las letras grandes de los encabezados respecto de la habilidad para la lectura. Se obtuvo una ventaja similar cuando se combinaron las letras mayúsculas con las minúsculas; sin embargo, éstas no se pudieron leer bastante mejor de lo que se leían los encabezados escritos completamente con minúsculas. 

Por su parte, Poulton (1969ª) sugiere que una de las razones por las cuales las letras mezcladas son más fáciles de leer que las letras mayúsculas radica en la forma y en la “envoltura” que rodea a la palabra en su totalidad cuando así se presenta, más que en las letras individuales. 

Las palabras presentadas con letras mayúsculas tienen la misma altura; sin embargo, las formas de las palabras escritas con minúsculas tienen más probabilidad de ser distintas por los rasgos ascendentes y descendentes de cada letra; por ejemplo, la forma de la envoltura inherente a la palabra perro es diferente de la forma de la envoltura inherente de la palabra gato, debido a la extensión de la p en perro y a la extensión de la g y de la t en gato

Sin embargo, la envoltura de las palabras PERRO y GATO no es muy distinta, y esta falta de distintividad de forma entre las diferentes palabras de las letras intermedias para identificar las palabras aumenta el tiempo de lectura. 

Además de la forma de las letras que conforman una palabra impresa, su tamaño también requiere un estudio minucioso. El tamaño del tipo queda convencionalmente especificado en términos de la altura de la línea de impresión, y su unidad es el “punto”, que tiene 0.0139 pulgadas de alto (cerca de 1/3 de mmm). 

La prosa escrita en 10 puntos es más legible, mientras que las personas mayores lo hacen mejor con letras de 11 o 12 puntos. 

Sin embargo, decidir el tamaño de las letras apropiado es sólo una parte de la batalla para diseñar la página impresa que sea de fácil lectura y comprensión. La distribución de la página, el uso de las sangrías del párrafo, el número de columnas, etc., desempañan un papel importante en la producción de un escrito legible, al mismo tiempo que estético. Un resumen interesante de los puntos apropiados, se detallan a continuación. 

Encabezados. 

Los encabezados sirven para múltiples propósitos. Uno de los más obvios es que ayudan al lector que busca las secciones particulares (y su inclusión en un índice) a encontrarlas. Tal vez, de manera menos obvia, los encabezados también son extremadamente valiosos para aquel que lee un informe en su totalidad, pues le dan cierta estructura que le ayudará a integrar la información a medida que lea. 

Cada encabezado puede ayudar al lector a incrementar su comprensión y su memoria de lo leído, conforme lo haga. Desafortunadamente, no se han llevado a cabo investigaciones específicas que sugieran el tipo de texto que resultaría más útil para los encabezados o la forma que deberían tomar estos encabezados. 

Todavía no se pueden contestar las preguntas formuladas con respecto a “¿Qué tipo de propósitos de lectura son más dependientes de encabezados?”, o “¿Qué tipo de textos necesitan encabezados?” o ¿Cuáles son las características de un buen encabezado?”. 

Numerar los encabezados. 

Numerar los encabezados puede servir a dos propósitos:

a)                Ayudar a aclarar al lector cómo están construidas las secciones (y, por tanto, reemplazar el uso de los subtítulos).

b)                Permitir al lector referirse al índice para buscar una sección específica que sea menor que una página. 

A este respecto se sugiere que los números arábigos son preferibles a los romanos, aun cuando esto sea así porque los números se hacen cada vez mayores y se usan menos frecuentemente, por ejemplo, compárese la fácil interpretación de un 4 y un 28 con un IV y un XXVII. 

Además el uso de los números en la elaboración de índices probablemente es más útil que el de las letras del alfabeto, y cuando más larga sea la secuencia, mayor será la ventaja de los números; por ejemplo, las personas están más seguras de que el 8 se halla antes que el 10, a que, la H se encuentra antes que la J en el orden del alfabeto. 

Seccionar la prosa. 

El uso de las secciones tiene dos ventajas para el lector:

a)                 Le da la estructura que tiene esa prosa por medio de la información de cuándo empieza y cuándo termina un conjunto de ideas y cuándo comienza un nuevo conjunto.

b)                 Le da la oportunidad de ir “coleccionando o integrando sus pensamientos”.  

Por lo que se refiere a los aspectos del diseño, dejar una línea vacía entre párrafos es más eficaz como pistas para el lector, que simplemente dejar una sangría en la línea del párrafo que empieza. 

Otra posibilidad es colorear la letra o el fondo del papel. El color puede proporcionar, a veces una información clasificatoria complementaria como en un apéndice; además, permite al lector ir rápidamente del texto al índice, de un párrafo a otro  y regresar al texto sin tener que buscar el número de las páginas.

Indicadores (claves). 

En muchos casos, se pueden destacar algunas palabras, frases o pasajes significativos de un texto por medio del subrayado, o mediante el uso de letras itálicas, cambio de tipo de letra o asteriscos en los márgenes. Esto se llama indicadores tipográficos los cuales ayudan al lector a destacar los puntos sobresalientes de la prosa. Si los indicadores tipográficos no son hechos por el autor, los puede efectuar el lector. 

Muchas veces el lector al usar los libros de texto, inserta alguna forma de indicadores o claves, como el uso del subrayado o de los asteriscos en casi el 92% de los libros. 

Para el impresor, existen varias formas de hacer este trabajo de indicadores, no obstante que lo más común son las letras itálicas; sin embargo, la poca evidencia disponible en esta área sugiere que el uso ocasional de las itálicas para destacar los puntos significativos puede no ser mejor que un texto simple para facilitar la comprensión, y un sistema complejo de claves que de dificultar el estudio. 

La investigación acerca del subrayado como un medio de clave para el estudio no es concluyente por entero; por ejemplo, los estudiantes que habían recibido impresiones con los pasajes importantes subrayados en rojo, contestaron mejor diversas preguntas tanto de los puntos subrayados como los adyacentes, que no tenían ninguna clave; sin embargo, la ventaja del subrayado es sólo aparente si el lector no está bajo estrés de tiempo para completar el pasaje. 

Por ejemplo, en un estudio en el que todos los sujetos tuvieron el mismo tiempo para leer el material, el poner indicadores o claves conjunto a puntuaciones más altas solamente cuando se daba a los alumnos un tiempo de 25 minutos, para estudiar un texto de 600 palabras, pero no cuando se les daba un tiempo mucho más corto (de 2.5 a 5 minutos) para estudiar un texto más corto (de 200 palabras). 

Más aún, el uso del subrayado es una técnica de claves que probablemente hace las partes subrayadas del texto más difíciles, en ves de más fáciles de leer, debido a que causa que los espacios entre las líneas se llenen. 

Otra forma de establecer claves o indicadores es colorear el fondo del texto, ponerlas en relieve, o trazar una línea en particular o parte de una línea. Mediante el empleo de esta técnica, se encuentra que los sujetos a quienes se les preguntaba una semana después de haber leído el material tenían más probabilidades de contestar correctamente las preguntas relacionadas con las partes coloreadas del texto que las que no se habían echo resaltar. 

Finalmente, la ventaja relativa de usar letras mayúsculas y de tipo “bold” como indicadores dan como resultado en el uso de técnica que es mucho mejor que poner indicadores. No obstante que las letras mayúsculas conducen a puntuaciones más altas sobre el material sin indicadores se desempeñan peor que aquellos que no tienen ningún tipo de indicadores. 

Cuando el lector usa las letras mayúsculas como técnica de claves, se obstruyen su desempeño de la lectura, tal vez por que afecta la conducta de la lectura y, por tanto, tiene menos tiempo disponible para tomar la porción sin indicadores del texto. 

En resumen. 

En algunos casos, poner indicadores puede incrementar el desempeño en la lectura, probablemente por que los puntos sobresalientes se destacan y reducen el tiempo necesario para buscar el material y la cantidad de información que debe quedar almacenada en la memoria; sin embargo, en otros casos, poner indicadores parece que no beneficia al lector y, en ciertos casos, quizá cause un desempeño de lectura reducida, debido a la interferencia con los patrones normales de lectura. 

Referencia: Ámbito industrial (actualidad). 

En el trabajo, es posible que un operario necesite información acerca del funcionamiento de las máquinas, cómo operan de manera segura, qué hacer cuando se descomponen, etc. 

Obviamente, mucho de esto lo recibe de parte de sus colegas, de su supervisor o de un manual; no obstante, la información también le llega a través de la máquina por medio de sus tableros, que revelan, por ejemplo, qué tan atinado está, qué tan rápido se mueve o qué partes del proceso se han logrado ya. 

Además, el operario imparte información a la máquina, por medio de sus controles, al “decirle” lo que quiere que haga, que vaya hacia arriba o hacia abajo, que dé vuelta a la derecha, que aumente la velocidad, etc. 

Dado que la información es tan importante en el ambiente laboral debería ser obvio que la forma de transmitir esta información resulta crucial como el mensaje que se transmite. Por tanto, esto sugiere que la comunicación eficaz de información adicional a la simple información es también fundamental en la situación de trabajo. 

Maneras alternativas de presentar la información y la instrucción. 

La gran cantidad de libros, revistas, periódicos, manuales y diarios disponibles parecen apuntar al hecho de que se desea la palabra escrita. Cada vez que se lanza al mercado un nuevo producto necesita ser anunciado con letras, palabras y frases que se usan para dale un presentación mejor. 

En el ámbito industrial, una máquina normalmente lleva consigo un manual de instrucciones que indica al operario como funciona, además de contener un manual de mantenimiento en el que se incluyen los detalles de lo que debe hacerse si se descompone. Además la máquina misma lleva una información simbólica para ayudar al operario a hacerla funcionar. 

Así en la producción de un nuevo torno, por ejemplo, existe un instructivo completo que puede ser de interés para el comprador, el operario tiene todas las posibilidades de recibir un manual de instrucciones integrado, la máquina misma puede tener ciertas etiquetas informativas punteadas encima que digan, peligro en funcionamiento / fuera de funcionamiento o posición de control, y el obrero de mantenimiento también tendrá su manual de mantenimiento. 

Con cada uno de estos medios de comunicación se busca llegar a distintos tipos de auditorio, pues proporcionan diferente tipo de información en niveles diversos. Por tanto, cada uno tiene sus propios problemas de presentación de información, pero algunos puntos generales son aplicables a todos, sin embargo, al igual que con la mayoría de las recomendaciones para el diseño, se debe tenerse en cuenta que los medios de comunicación más apropiados para una situación pueden no serlo  para otra. 

La primera pregunta que debe contestarse es ¿cómo ha de presentarse la información? por ejemplo, las personas que guardan la información para referirse a ella cuando sea necesario, (como cuando utiliza manuales de referencia), puede tener exigencias distintas de las de aquellos que, habiendo estudiado la información y a la vez incrementando su habilidad por el uso cotidiano de la máquina, recurren solo a su memoria. 

Quienes han leído un informe de principio a fin usarán este material de manera muy diferente de aquellos lectores que sólo desean información de ciertas partes específicas, o que deben contestar preguntas particulares y no intentan leer el documento, a veces pueden leerlo para tomar una decisión pero una vez que la tomaron, ya no les interesan los detalles técnicos. 

Una manera alternativa de presentar los temas complejos, es usar formatos sin prosa, y pueden incrementar la habilidad del lector para usar la información. Por ejemplo, dar información acerca de la estructura de una pieza da magníficos resultados si se utiliza un esquemático. —Sin embargo, si se requiere de la comprensión y funcionamiento de la pieza, la presentación oral es más eficaz–. 

Así pues, la información simple da mejores resultados si su uso es solo para un control visual, pero cuando se va a tomar acción es mejor presentarla de forma oral, con los diferentes énfasis que puede tener la voz. 

La información para comunicar es importante también cuando se decide el modo apropiado de transmisión, por ejemplo, basta con una información estática si se le informa al operario acerca de la localización de los controles de la máquina, y es mejor presentarla en una serie de dibujos. Por otro lado, la información dinámica se utiliza si se desea instruir al operador acerca de que botón operar para hacer funcionar la máquina, y se presenta mucho mejor con dibujos y palabras. 

Resumen. De lo anterior se infiere que el problema que afronta el diseñador del sistema de comunicación, es decidir la forma más apropiada de presentar la información, captura de datos, o las instrucciones al auditorio esperado o en lo individual. Para esto, su primer decisión es escoger el medio, visual o auditivo para las diferentes instancias, sin embargo aún esta selección puede quedar limitada, por ejemplo, por las restricciones del medio ambiente. 

En este caso, el escritor probablemente escogerá entre prosa o alguna presentación gráfica, como dibujos, fotografía, diagrama de barras, gráficas y diagrama de flujo, como sus canales de comunicación. 

Gráficas y diagramas de barras (histogramas) 

Las gráficas se emplean en diversas situaciones para presentar información numérica. Tiene distintas ventajas, entre otras mostrar tanto los datos como la indicación de las características de los mismos. Más aún, si se grafican juntas dos o más funciones, las diferencias y las similitudes de estas características se podrán ver con facilidad. 

Algunos datos permiten dibujar gráficas con el máximo beneficio y ventaja; por ejemplo si se dibuja más de una curva en la misma gráfica y cada una de ellas tienen descripción, será mejor que esa descripción se haga curva, en vez de poner pie  es probable que dé como resultado mejores lecturas y más rápidas sin perder precisión, además que es más fácil de memorizar. 

El número de curvas que pueden incluirse, dependerá del grado de traslape de las mismas, en una sugerencia muy simple, tres curvas deben ser lo máximo para la claridad de ellas, pero si hay demasiado traslape, ya no se entenderá, si este fuera el caso resulta ventajoso fraccionar las gráficas en unidades menores, más que tener demasiada información amontonada sobre una sola gráfica. 

Una de las ventajas de los diagramas y gráficas es la facilidad con que se usan para presentar variables diferentes, relacionadas todas ellas, sin embargo, las comparaciones pueden quedar propensas al error. 

Diagramas de flujo. 

Los diagramas de flujo, también llamados algunas veces algoritmos o árboles lógicos presentan la información al lector como una serie de conjuntos de elección y de caminos. Por lo menos en la superficie parecen ofrecer la información de una manera fácil y digerible, ilustrando las diversas relaciones entre cada aspecto de la información. 

         Sin embargo, más que ayudar al lector y en ciertas circunstancias, los diagramas de flujo pueden ser muy útiles si la información es complicada y si se requiere afrontar rápidamente lo relacionado en ella, pero tienen poco o ningún valor si la información es menos complicada. 

Dibujos y fotografía. 

Las ilustraciones se utilizan ampliamente en los sistemas de comunicación modernos, sobre todo cuando se refieren a los términos técnicos, la información gráfica se usa cada vez más con el fin de comunicar instrucciones para el uso de ciertos equipos. 

         Esto es particularmente cierto cuando el equipo lo emplearan personas diferentes o cuando existen bajos niveles de alfabetismo. Los dibujos también se pueden utilizar para la resolución de problemas, o para contestar preguntas específicas que puedan tener influencia en el tipo de estrategia que se use en la solución de problemas. (Formatos). 

         Sin embargo, cabe destacar que los dibujos también tienen sus limitaciones ya que las personas requieren de un entrenamiento especial para entender los diagramas y dales un uso apropiado. 

         Cada observador debe ser capaz de ver y distinguir los diferentes símbolos y darse cuenta de, a qué cosa se refiere el símbolo, el escritor debe tomar en cuenta los siguientes principios. 

·         Un límite definido de la figura. Una figura que no tiene limites claros carece de contraste y de forma, y no atraerá la atención.

·         Simplicidad. Una forma simple se percibe más rápidamente que una que contiene demasiados detalles.

·         Cierre de la figura. En muchos aspectos, nuestro sistema perceptual tiende a integrar la información derivada de los sentidos para producir una figura total, por lo tanto crear una figura irreal.

·         Estabilidad. Dado que el sistema perceptual del ser humano intenta imponer una forma sobre la información sensorial entrante, algunos tipos de figuras son inherentemente inestables. Según el conjunto que atraiga al observador, éste vera las caras de perfil o en otro plano.

·         Simetría. Para hacer más fácil el reconocimiento los elementos de la figura tienen que ser tan simétricos como sea posible de manera que evite la producción de una figura irreal. 

No obstante que los símbolos discretos se pueden utilizar para representar una gran cantidad de información, su utilidad queda restringida principalmente a la denotación de varias características del ambiente; sin embargo, algunas veces las ilustraciones sirven para dar instrucciones, de modo que aquí se requiere de información más compleja que debe trasmitirse. 

  Por ello, los dibujos que describen acciones que deben llevar a cabo el usuario necesitan estructurarse de manera que muestren un mensaje secuencial. Así, las instrucciones gráficas deben cumplir muchas funciones del lenguaje natural, de modo que las formas de arreglar las figuras y de conformarlas deben trasmitir su significado de manera similar a como se hace con las palabras y estructuras geométricas, las cuales determinan el significado de oraciones sencillas. El diseñador debe de arreglar las figuras para trasmitir la información y cumplir con lo siguiente. 

a)                       Las representaciones de equipo parcial en oposición al total; ya sea que cada dibujo en la secuencia debe mostrar sólo la parte importante a considerar (por ejemplo, un interruptor o un cuadrante) o representar todo el aparato con la parte importante destacada.

b)                       El orden de la representación del estado y las acciones; si tuviera que unirse a los dibujos individuales o no, es decir, el primero mostraba la acción que debe tomarse (por ejemplo, presionar el interruptor) y el segundo, la consecuencia de dicha acción. (por ejemplo mostrar la luz iluminada).

c)                       El uso de inserciones para ilustrar los aspectos importantes de las acciones. 

Las instrucciones que muestran diferente conjuntos de dibujos para realizar acciones, es necesario incluirles detalles de las partes relevantes de la máquina en cada dibujo en otras palabras la representación “total”; sin embargo, sorprendentemente el uso de inserciones (detalles) da como resultado que se comprendan menos los dibujos. En resumen, las representaciones acción-estado rinden mejores resultados. 

Tablas. 

Probablemente, las tablas constituyan el medio más usual de representar información, en realidad son un arreglo sistemático de diferentes elementos informativos, que pueden ser numéricos o no numéricos. 

         El escritor dispone de varias formas para arreglar la información; por ejemplo, los temas o puntos por tratar se pueden listar de manera alfabética o en orden numérico, o se les puede agrupar con referencia a un rasgo común. Más aun, siempre es posible contar con ayudas (como claves especiales para alinear los temas de manera vertical o en hileras) o incluir ayudas tipográficas como la variación en el tamaño, el estilo o el color de la letra. 

         En la actualidad pueden usarse diversas formas y ayudas en los distintos software existentes. Para el escritor, la ventaja máxima de las tablas implícitas sobre las explícitas radica en el espacio que se ahorra; sin embargo, existen desventajas en las que el lector debe calcular para obtener la información que necesita, de modo que al hacerlo probablemente obtenga una información equivocada. 

         Respecto a las tablas explícitas, existen dos variantes principales; la lineal y la bidimensional o multidimensional (esta última a veces se le llama matriz). En la versión lineal el lector busca a través de lo que es efectivamente una larga lista, para encontrar la información que requiere. 

         Por otro lado, con la versión de matrices, el lector primero tiene que hacer una o dos búsquedas para encontrar las diferentes partes de la información que requiere, y después coordinar los resultados de estas búsquedas de manera particular; por ejemplo; cuando un pasajero lee un itinerario para determinar el tiempo en que llegara a una estación en particular el tren en que viajará. 

Prosa. 

El uso de la prosa para la instrucción y la  información se ha dejado hasta el final, para dar al lector la oportunidad de considerar el valor de las alternativas de las tablas y de los diagramas de flujo; sin embargo, la mayoría de la información que se trasmite de hombre a hombre se lleva a cabo mediante la combinación de palabras (ya sean verbales o visuales) en enunciados significativos. 

         En muchos casos, malinterpretar las palabras puede interrumpir la comunicación, ya sea total o parcialmente, pero en ambos casos es indeseable. Si hay una interrupción total, no se llevará a cabo el trabajo necesario; pero si es parcial, puede ser que el trabajo se haga de manera incorrecta. Por lo tanto, la mala interpretación y la no comprensión pueden ser costosas y aun peligrosas. 

         Sin embargo, existen problemas de las palabras y de su significado en el idioma, por lo tanto se deben considerar cuatro formas en que el mensaje que intenta enviar el trasmisor puede no recibirse adecuadamente: la ambigüedad, la información incompleta, la información que conduce a errores y la información verborreica. Por supuesto, estas formas no son mutuamente excluyentes, pues, por ejemplo, la información puede ser ambigua por estar incompleta, o conducir a error por tener demasiadas palabras. 

Ambigüedad. 

El significado del mensaje puede quedar abierto o más de una interpretación sensata, este problema puede surgir por la necesidad de conservar espacio mediante la supervisión de las palabras aparentemente redundantes; por ejemplo, el autor ha visto que algunas personas, aparentemente, dudan cerca de un elevador que tiene un letrero con la leyenda: “En caso de incendio no use elevador”. La mayoría de la gente no tiene problemas para entender qué quiere decir que el elevador no debe usarse cuando haya un incendio, pero, no cuesta trabajo imaginar que el significado puede ser “¿habrá incendio si se usa el elevador?”, si se añade la palabra el para que la instrucción diga “ En el caso de incendio, no use el elevador”, la ambigüedad desaparecerá. 

         La ambigüedad surge no sólo porque se retiran las palabras aparentemente redundantes, sino también cuando la prosa está escrita en un idioma y se tradujo a otro, pues se dan ligeros cambios de significado en el arreglo de las palabras traducidas o pueden alterar por completo el significado o la comprensibilidad del mensaje. 

Comprender las características de otras culturas es cada vez más importante a medida que se desarrolla el comercio entre países, pues esto significa que se debe tener capacidad para comunicase adecuadamente también con las personas de tierras extrañas. 

Información incompleta. 

Evidentemente, un sistema de comunicación corre el riesgo de interrumpirse si no se dan los aspectos importantes de la información al receptor. En muchos casos, esta carencia de información es retenida no por intención, sino accidentalmente, lo cual puede suceder que en medios de comunicación como los manuales de instrucción, porque el autor puede dejar fuera lo que le parece intranscendente o que son datos innecesarios. 

         Omitir al operario que la máquina primero debe conectarse y dónde puede encontrar el interruptor es un ejemplo típico de la información incompleta accidental. 

         La información trasmitida puede ser también incompleta si se usan palabras poco conocidas que no se explican, en cuyo caso la información no servirá, como cuando las instrucciones contienen términos poco conocidos, lo cual le irrita y hace que tenga un desempeño deficiente, sin embargo, este problema se puede resolver con un uso generoso de ejemplos. 

Información que conduce a errores. 

La información que está deliberadamente incorrecta o que conduce a errores puede implicar dificultades en la comunicación; es decir, si se dice al operario que haga las cosas con equivocación, será poco probable que lleve a cabo su tarea de manera eficaz. 

Sin embargo, también debe darse cuenta de que la información que conduce a errores puede no hacerse deliberadamente, sino ser ambigua, incompleta o surgir de los rumores. Aun el mensaje más simple puede distorsionarse debido a las pequeñas adicciones u omisiones que lo alteran, a medida que pasa de persona a persona. 

Información verborreica. 

Éste es, quizá, el problema opuesto a la ambigüedad que surge de los mensajes incompletos o la información abreviada. En este caso, el simplificado del mensaje no queda bien claro en la primera leída (o en la segunda), porque puede tener demasiadas palabras, o ser muy largo o contener demasiadas palabras técnicas o inusuales. 

Este problema parece ser común en los círculos gubernamentales, legales y aun militares, como en los ejemplos siguientes: “Este radio usa una lámpara piloto de larga vida, que puede quedar encendida por corto tiempo si el radio se apaga antes que el radio se caliente y empiece a tocar”. Este enunciado de 31 palabras podría ser más explícito de la manera siguiente: “La lámpara piloto se queda encendida un tiempo después que se apague el radio”.           

Reglas para la comunicación. 

La siguiente guía es útil para la elaboración de instrucciones eficaces y para trasmitir la información. Dado que se refieren principalmente al diseño de las formas, muchos de estos puntos ya se tocaron con anterioridad (por ejemplo, los aspectos tipográficos), pero algunos de ellos son importantes en el contexto presente. 

Uso de oraciones cortas. 

         El propósito de una oración es permitir al lector tomar una pausa corta antes de recibir más información. Dado que sólo se tiene una capacidad limitada para procesar la información, sí la oración es demasiado larga, el lector quizá olvidará la primera parte de la información en la oración o la que le imponga su propia estructura. 

         En este caso, descompondrá la oración larga, tal vez en las partes incorrectas, y obtendrá una información ligeramente distinta de la que se intentaba. Para que la idea se entienda rápidamente, cada oración debe contener sólo una cláusula. 

         Para ejecutar esto, se sugiere que los escritores hagan un escrutinio con el fin de que las oraciones no contengan maneras alternas de expresar esa información. 

Uso de oraciones activas. 

         A menudo es posible expresar una oración, particularmente una instrucción, ya sea en una oración activa o en una pasiva; por ejemplo la orden “cierra la escotilla” implica un enunciado más activo que la instrucción pasiva correspondiente “hay que cerrar la escotilla”. Las oraciones activas se entienden y recuerdan más fácilmente que sus equivalentes pasivas. 

Uso de oraciones afirmativas. 

         Así como una oración puede estar escrita en forma activa o pasiva, también puede estarlo de manera negativa o afirmativa. Las oraciones con elementos negativos son más difíciles de comprender que sus alternativos afirmativos. 

         Palabras como no, excepto, a menos que, tienen elementos negativos, de tal modo que las instrucciones del tipo de “Los votantes no pueden votar por más de un candidato” pueden ser más inteligibles en su forma activa y afirmativa, que “vote solamente por un candidato”. 

Uso de palabras conocidas. 

Si el lector no está familiarizado con los regionalismos (jerga) que se usan quizá no entienda la información. 

Organización de secuencias temporales 

Si se describe o se pretende llevar a cabo una serie de acciones, es mejor escribirlas o hablarlas en el orden en que se ejecutarán. Ejemplo; si va a trabajar de manera que primero se accione el control del carburador y después se encienda la máquina, es mejor escribir la instrucción “accione la palanca del carburador antes de encender la máquina”, en vez de indicar “antes de encender la maquina, accione la palanca del carburador”. 

En el primer caso, las palabras van aparejadas a la acción; de manera similar en la filosofía ergonómica, que se refiere al ambiente se ajusta al hombre. 

Legibilidad. 

Después de haber decidido cuáles son las palabras adecuadas para la información y las instrucciones, un escritor desearía verificar que su prosa fuera lo más legible posible. En muchos aspectos la legibilidad es muy subjetiva, de modo que los estilos individuales de escritura se pueden discernir dentro de diferentes piezas de trabajo; no obstante que existen reglas para desarrollar una escritura eficaz, el apego estricto a ellas no garantiza una buena escritura. 

         Escribir es un arte, no una ciencia, sin embargo tome en cuenta tres principios generales. 

·       Primero, saber algo a cerca del tipo de lector que leerá su literatura o a quien va dirigido.

·       Segundo, debe considerar su propio propósito para escribir algo; o sea, lo que realmente quiere decir; tal vez quiera ayudar al lector a leer con más eficiencia; o ayudarle a estimar qué material es el más aceptable; o leer para comprender, aprender y retener; o entender oralmente el material presentado, o lograr una combinación de estos propósitos.

·       Tercero, como ya se destacó debe seleccionar con cuidado sus palabras, pues el modo de usarlas y su construcción en oraciones hace que la prosa sea legible. 

Resumen. 

Hemos tratado de informar acerca de la comunicación en su forma básica es decir, la trasmisión de información y significado de una persona a otra. Después de examinar el significado del significado y cómo puede alterarse este sistema de comunicación, en el resto se señalaron los diferentes procesos que participan en la trasmisión de información mediante el empleo de la página impresa ; los aspectos tipográficos y el uso de distintos medios de comunicación, como las tablas, las graficas y los dibujos. Finalmente, se tocaron algunos de los problemas implicados en la comunicación eficaz de la prosa. 

 

  Próximamente publicaremos:                    La comunicación,                 Hombre-Máquina, Máquina-Hombre, tableros.

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