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POLIVALENCIA LA ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO EN LA ÉPOCA DE LA GLOBALIZACIÓN |
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Nuevas Tecnología y
el trabajo
El
mundo entero vive un
momento histórico donde las nuevas tecnologías están revolucionando
los ámbitos social, político y económico. En este vertiginoso
proceso, las empresas, el sistema educativo, y la sociedad en su
conjunto, deben tener la capacidad de aceptar y adaptarse a los nuevos métodos
de trabajo. De
este intrincado entramado que se llama globalización, está surgiendo
un nuevo ordenamiento macroeconómico que viene alterando en forma de
cascada las economías de los países, las regiones y
las empresas. La revolución tecnológica ha tenido un efecto de
fundamental importancia en ello, afectando el mundo del trabajo. En
las ultimas décadas, se han introducido -a los procesos de manufactura-
servicios, educación, gobierno y oficinas publicas, nuevos métodos de
trabajo, donde un trabajador realiza diferentes acciones en distintos
tiempos en un día de labor. La
habilidad de desempeñar diversas tareas, empleando diferentes métodos
y procesando información en tiempo real, se le llama POLIVALENCIA. Esta manera de trabajar permite
a los empleadores, obtener una alta productividad en tiempo de máxima
producción. En el caso que el mercado decreciera, afectando la
programación de producción hacia la baja, el trabajador polivalente
producirá a porcentajes inferiores sin afectar el costo de fabricación.
El
trabajador polivalente es la herramienta de soporte del avance
vertiginoso de la industria en la búsqueda del progreso. Por lo tanto,
el trabajador actual debe entrar a un proceso de cambio permanente. |
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Articulación
entre cambios tecnológicos y organización del trabajo
Para
entender el rumbo hacia
donde se dirigen las nuevas formaciones económicas, echaremos un
vistazo a los cambios tecnológicos y la organización del trabajo. La
incorporación de las primeras tecnologías, las localizamos desde la
Revolución Industrial Sin
embargo, se obtenían incrementos de productividad a costa de malas
condiciones de trabajo. En los Estados Unidos de Norte América (1908-1927), surge la forma de organizar la producción en serie en la fabricación de autos FORD, método de trabajo que mejora la productividad y baja el costo de fabricación, actualmente muchos países lo emplean. Mas
tarde la llegada de las computadoras a las fábricas, como sistema de
recolección, análisis y preparación de información para la toma de
decisiones, proporcionaron mayor control. Sin embargo, su aplicación a
los procesos fue mucho más lento debido a los paradigmas, ya que
obligaba a tener personal técnico especializado en programación y
hardware. Por
otra parte, se aplica la estadística al sistema de producción Ford,
introduciendo una nueva perspectiva de análisis acerca de los Controles
Estadísticos de Calidad y se incorpora este estudio como materia
curricular en las universidades. En la década de los 80’s se introduce la automatización flexible y programable, es decir; se automatizan los procesos y las operaciones conducen a un método de proceso de información y seguimiento, dando como resultado, niveles de productividad muy elevados y el uso de herramientas muy poderosas: Información y Automatización. Pero
tiene sus limites: son muy onerosas, la confiabilidad es dificultosa y
se producen una gran cantidad de impredecibles porque exige el
seguimiento de la maquinaria y prever sus desperfectos. El
trabajo con tecnología es muy diferente al de mecanización, requiere
del trabajador la responsabilidad en la participación del proceso. El
paso del Fordismo a un nuevo modelo de producción se encuentra en
proceso de desarrollo en varios países, éste no limita al trabajador a
hacer solo lo que se le pide (forma tradicional de trabajo) sino que lo
hace participe del propio sistema. En
Japón se introduce el involucramiento del personal en los sistemas de
calidad y procesos haciendo de la producción en serie un sistema de muy
alta productividad. Procesos que siguen vigentes en muchos países del
mundo. Sin
embargo, este fue el detonante para el diseño de los Sistemas de
Producción y dio píe al: Sistema de Producción Toyota. Podemos
considerar entonces la existencia de dos sistemas productivos: el
Sistema de Producción en Serie de Ford y el Sistema de Producción
Toyota. En
la actualidad el sistema de producción en serie sigue empleándose y el
sistema de Toyota que no termina por imponerse. En
muchos casos coexisten ambos sistemas de una manera híbrida, dando como
resultado que la organización del trabajo y el concepto de
productividad se limitan a la idea "hombre-maquina", donde el
hombre en forma aislada en su puesto produce el máximo. Comúnmente
conocido como: Sistema Híbrido de Producción Masiva - Consumo Masivo. Evidentemente,
el sistema híbrido proporciona al momento de implantación alguna
mejora en la productividad pero como falta definición entre uno y otro
sistema, los resultados finales no son tan buenos como se esperan. La
adopción de uno u otro sistema, produce cambios estructurales que
tienen que ver con la competitividad, calidad, diferenciación, pronta
entrega, y mercados, elementos determinantes de la productividad que están
obligando a realizar cambios en el Sistema de Producción. Hace
algunos años, empresas bien consolidadas estaban perfectamente
adaptadas a la producción masiva, pero fueron justamente las que más
dificultades encontraron para adaptarse a un nuevo sistema. Lo
que estas empresas estaban introduciendo como concepto base, era
plantear la productividad como un proceso, apuntaba fundamentalmente a
optimizar los procesos y no las tareas. |
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Competitividad
En
las condiciones en que operan los mercados actualmente, -para que una
empresa sobreviva a la ferocidad en que se desenvuelven las
transacciones comerciales-, debe ser total y absolutamente competitiva.
En otras palabras, una empresa tendrá que mantener y aún aumentar su
participación en los mercados nacionales e internacionales. Hasta
hace algunos años, una empresa era competitiva si adquiría nueva
tecnología, bajaba sus costos, y ofrecía productos de determinada
calidad, hoy, las empresas para prevalecer en los mercados deben
diferenciarse, no tanto en sus recursos materiales, sino en el
desarrollo de sus recursos humanos. Ya
no es el capital financiero, la estructura física, los recursos
materiales o la posición geográfica lo que hace a la capacidad
competitiva de una empresa sino el conocimiento, la formación, la
capacidad de innovación, la motivación y participación. En otras
palabras, la estrategia de competitividad para diferenciarse en el
mercado hoy, está dada por la competencia laboral y el desarrollo de
los recursos humanos. Los
empleadores deben poner especial atención en el trabajador potencial
que es aquél que ingresara en un futuro a su empresa, visualizamos dos
formas de hacerlo: El
trabajador de nuevo ingreso se le capacitará como becario en las
instalaciones de la empresa, en otro orden de ideas, el empleador debe
de colaborar con las instituciones de enseñanza en la preparación del
nuevo trabajador, tanto con el trabajador técnico como el
profesionista. Esta
situación hace que las empresas demanden de todos los trabajadores,
tanto activos como potenciales, una actitud predispuesta al cambio
permanente y a su constante actualización. Esto
ha planteado la necesidad de un enfoque integrado que asocie la
introducción de nuevas tecnologías con la educación, el aprendizaje y
los cambios organizacionales en las empresas. Un
importante desafío para este nuevo desarrollo será la implantación de
un sistema de enseñanza y aprendizaje a lo largo de todo el ciclo
productivo y evite la obsolescencia de habilidades y mejore la capacidad
productiva. Por
un lado los trabajadores que adquieran la capacidad de adaptarse a los
cambios tecnológicos y a la redefinición de los perfiles profesionales
serán los que dispongan de más oportunidades en el mercado laboral.
(El punto de vista debe cubrir a los dos tipos de trabajadores
existentes en la fuente de trabajo, Profesionistas y Obreros). Las
empresas que orienten sus esfuerzos a capacitar su personal tendrán más
oportunidades de permanecer en el mercado, esto implica que, para
adaptarse a esta nueva situación se debe prestar una especial atención
a la formación. No
se trata de conseguir titulaciones académicas, sino de mantener una
actitud de aprendizaje continuo que posibilite la adaptación a las
necesidades cambiantes del entorno laboral. |
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Perfil del nuevo trabajador
Ya
a partir de los años 60 y 70 se percibe que la articulación entre la
productividad y trabajador individual estaba siendo afectada por cambios
coyunturales. Hoy pleno siglo XXI ya tenemos sobre nosotros la urgencia
de aceptar que la productividad necesita de una adecuación no solo
formal sino estructural de la forma de trabajo. Es
aquí el punto donde debemos analizar con detenimiento el papel del
trabajador en el proceso de producción, donde no es un apéndice de la
máquina, no es un mero ejecutante de órdenes sistematizadas, tampoco
está aislado y ajeno al proceso global, sino que es un activo productor
de un trabajo significativo porque es pensante, inteligente y si está
preparado podrá afrontar las situaciones de cambio que se avecinan. Tal
trabajador, es el que se requiere para la nueva ola que se adviene en
materia productiva. Un trabajador que está inmerso en una organización
productiva competente, con capacidad de establecer líneas de trabajo y
de enfrentar las condiciones cambiantes del entorno. Y
finalmente, antes de centrarnos en el perfil del trabajador, queremos
mencionar que el resultado final de las innovaciones en materia
productiva, tienen como consecuencia concomitante la calidad del
trabajo, y una nueva calidad de relaciones humanas en la empresa y entre
las empresas. Tres
son las formas características en que podemos dividir al trabajador según
su desempeño que realiza en el proceso productivo. En
primer lugar encontramos a aquél que está ubicado en la periferia de
la fábrica, el trabajador marginado a quien no se le explica nada y se
lo inserta o se lo descarta según se le necesite. En
segundo término, el trabajador sensor quien reconoce ciertas señales y
ejerce funciones de control y vigilancia, ante ciertas señales avisa al
supervisor quien sabe lo que debe hacerse. |
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El
trabajador que comienza a proyectarse es completamente nuevo. Ha
llegado la hora en que se necesita, porque la evolución lo exige, de un
trabajador inteligente, que no esta asignado a tareas especificas, sino
que es un trabajador polivalente. Es
la reunión de dos habilidades del ser humano, el trabajo manual y el
intelectual. El
operador debe estar capacitado para controlar los procesos globales con
una actitud y disposición para enfrentar cualquier cambio que se
produzca dentro del ámbito de trabajo, así como los cambios producidos
por el mercado. Indudablemente
tendrá que contar con una capacidad creativa y ser capaz de ubicarse en
la totalidad de la producción con una actitud de equipo y cooperación. En
definitiva, un trabajador polivalente, puede cumplir con todas las
actividades que se requieran dentro del proceso de producción en el
cual esta inserto para presentar la producción con la mejor calidad
posible, y ésta es una condición ineludible de la competitividad que
exigen los nuevos mercados. El
perfil en lugar de ser determinado por las habilidades que posee, está
determinado por las habilidades para moverse en diferentes ámbitos
laborales, desempeñarse en distintos procesos y para interactuar en las
distintas áreas. No
basta con un trabajador dedicado al control de los procesos de
automatización, sino un trabajador cooperador de todo el proceso donde
deberá enfrentar la variedad y diferenciación de los equipos y sus
rutinas, así ya no controla la calidad sino que la administra, es decir
todo su hacer apunta a eliminar los controles. Es
importante considerar que una persona puede requerir utilizar más de
una estación de trabajo para realizar su actividad, o que más de una
persona utilice un mismo espacio de trabajo
en
diferentes períodos de tiempo, por lo que es necesario tener en cuenta
las diferencias de tamaño, distancias de
alcance, fuerza y capacidad visual, de los operadores en la línea de
producción y así puedan efectuar su trabajo en forma segura y
eficiente. La
Ingeniería en el área de diseño y evaluación, utiliza conceptos y
datos obtenidos en mediciones antropométricas, evaluaciones biomecánicas,
características sociológicas y costumbres de la población a la que
está dirigida el diseño. De
esta manera
se aumenta la eficiencia y productividad del
trabajador evitando
lesiones, micro-traumatismos repetitivos u otro tipo de problema de
salud al trabajador polivalente. El
trabajador que se requiere debe ser capaz de obtener al mismo tiempo
productividad y calidad. No solamente calidad o solamente productividad.
Debe ser participativo en la producción. Ningún modelo que busque
calidad y productividad puede tener éxito si no existe un medio de
lograr la asunción de responsabilidad por parte de los trabajadores. Como
se dice en calidad, hacer las cosas bien al primer intento, y esto
requiere, volvemos a remarcar, de un trabajador calificado que comprenda
el proceso y asegure la calidad y que aún cuando deba detener la línea
de montaje en procura de la calidad del producto, lo sepa y lo pueda
hacer. |
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Encontramos
tres figuras positivas del nuevo trabajador: El
trabajador que sabe hacer las cosas porque se las han explicado y avanza
en su conocimiento, progresa manipulando maquinarias más complejas, lo
caracteriza su polivalencia para un conjunto de tareas en el trabajo. En
segundo término el que además de hacer lo anterior, tiene capacidad
para el mantenimiento y diagnóstico de las máquinas y aún puede
mejorarlas, mejorías simples pero no por ello menos importantes. (Los
japoneses lo llaman mejora continua KAIZEN). Por
ultimo, el trabajador que tiene capacidad técnica, es aquel que realiza
las tareas de optimización económica, de esta manera se sube en
calidad y cantidad. En
la práctica, es verdad que coexisten mezclas de todos ellos, pero lo
que cuenta es la tendencia general al cambio. ¿Hacia
dónde nos estamos orientando?, hacia el aumento de la calidad, formación,
y organización tratando de
revitalizar las antiguas formas de obtención de productividad... o
seguimos con los paradigmas antiguos. |
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Formación del trabajador
Polivalente
Como
ya mencionamos, las nuevas tecnologías han ido introduciéndose
paulatinamente produciendo una compleja sociedad donde cambian
constantemente los requisitos para la esfera ocupacional. A
lo largo del ciclo productivo una persona tal vez deba modificar sus
habilidades varias veces, ampliando y diversificando sus conocimientos. Así
encontramos mano de obra calificada, pero que en poco tiempo no es válida
a causa de lo vertiginoso de las innovaciones, también se requiere de
un nivel cada vez mas alto de especificidad, y por ultimo, se han
gestado nuevos perfiles profesionales. Todo
indica una sola cosa: la incorporación de las nuevas tecnologías en el
mundo laboral nos introduce en la necesidad de adquirir conocimientos
constantemente para desarrollar nuevas habilidades. Mientras
en el pasado no se requería saber mucho de pocas cosas, en el presente
las demandas son de un trabajador que conozca muchas cosas aunque con
menor profundidad, que posea gran capacidad de razonamiento y de análisis,
de adaptación tecnológica, y de solución de problemas de manera autónoma
ya que participará de todo el proceso de producción. Para
el desempeño de un cargo en una empresa también se están produciendo
modificaciones ya que se exige mas que un “Profesional” de un área
específica, una gran capacidad de adaptación al cambio, capacidad de
trabajo en equipo, capaz de manejar situaciones en todas las áreas y
departamentos de la empresa. La
distancia entre los trabajadores de las bases que ejecutaban órdenes y
los profesionales que tenían el saber, tiende a desaparecer y ser
sustituida por un modelo de responsabilidades compartidas. |
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Educación - trabajo
Pero
la realidad latinoamericana en el plano educativo-laboral es la
siguiente: Amplios
sectores de la población no tienen oportunidad de acceder a la educación
formal, y los que si adquieren conocimientos, desde los técnicos hasta
los grados más altos de la educación, a la hora de buscar empleo
encuentran que existe un desencuentro entre la instrucción formal que
han recibido (sistema educativo) y la realidad laboral (sistema de
producción) que permanentemente está cambiando. Existe un
distanciamiento entre lo que se imparte en los establecimientos y lo que
realmente se requiere en el campo laboral. Tanto
es así que los sistemas educativos
tendrán que anticiparse al futuro que ya está entre nosotros y
enfrentar la situación rompiendo los paradigmas conservadores que los
han caracterizado. Dentro
de los conceptos clásicos de la instrucción, se pensaba que el sistema
educativo formaba a la gente para el trabajo, lo que ya no es tan
cierto. El
ámbito educativo debe trascender los límites de la escuela e
instituirla en los diversos ámbitos donde se desempeña el hombre. |
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Educación en el puesto de trabajo
Las
empresas deben invertir tiempo y dinero en preparar a sus trabajadores
para un sistema polivalente. Con
capacitación se logran trabajadores
multi-funcionales, competentes, inteligentes, con capacidad de crear,
cooperativos, capaces de adaptarse a innovaciones en materia técnica y
tecnológica, garantizando calidad, variedad y diferenciación. Obviamente
todo el dinero que la empresa empleó en preparar a la gente para la
polivalencia no ha sido un gasto, sino una inversión que le permitirá
mantenerse dentro de los niveles de competitividad de los mercados. Las
capacitaciones tienen un beneficio bilateral. El trabajador al ser
capacitado, adquiere conocimientos y provoca un mercado interno donde
puede realizar una carrera salarial y carreras profesionales a la vez
que la empresa se beneficia con trabajadores autónomos y responsables
de su trabajo y decisiones. Se
debe considerar que el aspecto de la capacitación en los puestos de
trabajo es un proceso continuo y dinámico, es un: Sistema
de Superación Laboral Permanente.
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