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Club de Planeadores Los Caranchos

Aer�dromo:  Ruta Provincial C-45  -  ALTA GRACIA  -  Departamento Santa Mar�a  -  Provincia de C�rdoba  - Rep�blica Argentina


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Manual del Vuelo a Vela
Wolf Hirth
1942

Instrumentos de a bordo para veleros
por HERMANN RUTHARDT y THEO ERB

Los primeros grandes �xitos del vuelo a vela fueron alcanzados con aparatos sencill�simos y sin disponer de todos los instrumentos por hombres que no s�lo pusieron en su obra todo su valor y su �nimo, sino que tambi�n hicieron incansable trabajo de detalle, reuniendo siempre los resultados de sus ensayos y tentativas para afinar su sentimiento del vuelo. Sin embargo, estos tiempos pasaron ya. Ciertamente que el sentimiento del vuelo no estorba nunca, pero ya no basta.
Si se considera la evoluci�n del equipo del avi�n, se puede ver que, al principio, como en todo lo relativo al vuelo a vela, se perd�a el tiempo lastimosamente, y que, por espacio de cinco anos, s�lo a duras penas se avanzaba; no solamente en lo relativo a fijar las ideas fundamentales que deb�an seguirse, sino hasta en los menores detalles. Siempre se me�joraban las marcas de vuelo en un dos por ciento, pero no hubo franca elevaci�n de estas marcas ni se esperaba para los a�os inmediatos.
� C�mo estaba la cuesti�n entre los pilotos ? Cuando en 1931 hizo Groenhoff su vuelo de 272 km., todo el mundo cre�a que este resultado s�lo pod�a alcanzarse con ayuda de un frente tormentoso extraordinariamente favorable. Pero en 1935, en el concurso del Rh�n, cuatro pilotos, en d�a de hermoso sol, hicieron el vuelo de marca de distancia Wasser�kuppe-Br�nn (502 km.) y esto con los antiguos aparatos de entonces, como, por ejemplo, un �DB-10� del a�o 1931.
La causa de esto no estaba en la mejora de las caracter�sticas de los aviones, sino en los pilotos; hoy cualquier piloto, desde el principio de su carrera, conoce la t�cnica del vuelo t�rmico que hace cinco a�os era s�lo conocida por los grandes maestros que trabajosamente la hab�an aprendido.
Pero jam�s habr�a llegado el vuelo t�rmico a su actual importancia, si no hubiese sido por el empleo del vari�metro, el cual puede decirse que es el instrumento m�s importante del piloto de velero.
Es cierto que un piloto ejercitado advierte inmediatamente el momento en que atraviesa una ascendencia t�rmica, pero el saber que, aunque la situaci�n meteorol�gica no sea francamente favorable, puede todav�a sostenerse all�, y que en otro sitio perder�a quiz� su altura, alcanzada con muchos trabajos, eso s�lo se lo pueden decir sus instrumentos.
Cualquier piloto de velero puede tener bastante con su sentimiento para garantirse contra el peligro de resbalar, a consecuencia de volar con velocidad demasiado peque�a pero sacar de su aparato todo el partido que pueda, s�lo lo puede hacer con instrumentos precisos. A este prop�sito se puede citar, por ejemplo, que, dada cierta velocidad de vuelo, la mejor velocidad de descenso (que no necesita ser la m�nima, como muchos creen) corresponde al mejor �ngulo de planeo, referido al suelo; con otra velocidad, en caso de viento de proa o de popa, ser� diferente, etc. Por tanto, quien quiera � volar � efectivamente en su aparato, exige al constructor que le facilite esos datos y con ellos sabe si va bien o no su indicador de velocidad.
Muchos problemas de navegaci�n no pueden resolverse sin instrumentos; por ejemplo, el vuelo en nube es casi siempre imposible sin taqu�metro y sin indicador de viraje y hasta es extraordinariamente peligroso en todos los casos sin esas ayudas. A nadie se le ocurrir� hacer un vuelo de altura sin ir provisto de alt�metro, y puede decirse que un vuelo con objetivo fijado, no llevando br�jula, aunque el piloto conozca casualmente la comarca, no dejar�a de ser, por lo menos, muy dif�cil. Estos ejemplos se pueden multiplicar cuanto se quiera.
Naturalmente que lo dicho no debe hacer creer que s�lo se ha de volar con la gu�a de los instrumentos. Sobre todo, en el vuelo sobre una ladera, hay que tener la vista fija en el terreno y en los otros aparatos que vuelen. Tampoco se debe despreciar la sensaci�n de inseguridad, si se presenta, porque puede fallar el taqu�metro o cualquier otro instru�mento. Los instrumentos, en estos casos, no sustituyen a la sensaci�n, sino que la completan.

Disposici�n de los instrumentos

Es imposible dar una f�rmula general para la colocaci�n de los instrumentos en el tablero; son muchas las circunstancias que intervienen en ello. Desde luego, el espacio dispo�nible, el n�mero de instrumentos y principalmente la clase de empleo que va a darse al avi�n y tambi�n la vista del piloto, cosa que no debe dejarse de tener en cuenta y, finalmente, la seguridad para casos de aterrizajes violentos. Deben evitarse a toda costa los bordes y cantos agudos, etc., sobre todo a la altura de la cabeza, porque podr�an causar heridas peligrosas. 

Fig. 74. Tablero de instrumentos de un velero moderno

1. Alt�metro. - 2. Vari�metros. - 3. Indicador de virada. - 4. Br�jula. - 5. Indicador el�ctrico de virada. - 6. Indicador de velocidad. - 7. Vari�metro. - 8. Tobera eclipsable del indicador de virada

Puesto que todos los instrumentos se venden en grandes cajas, no ofrece dificultad el cambiar unas por otras, aunque sean de distinto fabricante.
En general, los instrumentos que se necesitan en el vuelo sin visibilidad deben ir juntos en el centro del tablero y en zona bien visible. Estos son: indicador de viraje, indicador de velocidad o taqu�metro y br�jula; de esta �ltima puede prescindirse muchas veces, pero su necesidad se hace cada vez mayor con el vuelo de objetivo fijado. A los lados se instalan el alt�metro, vari�metro y dem�s instrumentos. En caso de que no se lleven instrumentos para el vuelo sin visibilidad, lo mejor es poner el vari�metro en el centro (fig. 74).
Como ejemplo, se da un esquema del tablero de instrumentos empleado en los concursos por Wolf Hirth, desde 1933 (fig. 75). El indicador de viraje y el vari�metro son dobles para mayor seguri�dad. Uno de los indicadores de viraje es el�ctrico, con el que no puede temerse el peligro de la helada. Los vari�metros - instrumentos basados en diferentes principios de indicaci�n - van a derecha e izquierda hacia el exterior, para que al virar no sea necesario separar la vista del lado de dentro de la curva.

Fig. 75. Tablero de instrumentos para velero de concurso

Causas de error para un alt�metro muy sensible, y especialmente para el vari�metro, son las variaciones de presi�n que pueden producirse en la cabina del piloto, a consecuencia de formaci�n de torbellinos, depresi�n, etc. Tales errores pueden evitarse haciendo que las entradas de aire para la compensaci�n est�tica de la presi�n se tomen, por medio de conductos tubulares, de una zona en donde no est� perturbada la presi�n, siendo lo m�s sencillo hacerlo en el empalme de la tobera del tubo de Pitot.
No es necesario decir que algunos instrumentos deben montarse en el tablero, de modo que aunque est� inclinado resulten verticales en el vuelo normal de planeo, cosa ne�cesaria en el indicador de pilotaje y, con grandes inclinaciones, tambi�n en la br�jula y en el indicador de viraje; adem�s, en todos aquellos instrumentos en que el fabricante lo indique de modo expl�cito en las instrucciones que les acompa�an, las cuales, naturalmente, hay que seguir exactamente.

Indicador de velocidad o taqu�metro

 Los abuelos de nuestros veleros actuales de concurso, y eso si eran muy distinguidos, llevaban orgullosamente un anem�metro de cazoletas. Tenia la ventaja de no ser sensible a las corrientes laterales, pero ofrec�a gran resistencia al aire y, sobre todo, ten�a mucha inercia en sus indicaciones. Hoy se usa el anem�metro solamente como instrumento de tierra para medir el viento, y como indicador de velocidad se emplean s�lo instrumentos basados en los efectos de presi�n.
En los aviones de motor se usa principalmente el tubo de Pitot (v�ase El hombre vuela, EDITORIAL LABOR, S. A. Barcelona.- N. del T.), en el que se produce una sobrepresi�n, teniendo un campo de medida que va desde los 50 a los 300 km/hora y m�s. Para las menores velocidades de los veleros, que exigen s�lo un campo de medida de 30 a 150 km/hora, se emplea, por el contrario, el llamado tubo de Venturi, en el que se produce una aspiraci�n dependiente de la presi�n din�mica del aire. En ambos casos se miden las diferencias de presi�n del aire en un instrumento dispuesto an�loga�mente a un bar�metro. Para m�s facilidad, los instrumentos est�n graduados, no en kg/m2., sino en velocidades de km.�/hora. La tobera de toma de aire se instala en la zona en que la presi�n est� menos perturbada, poni�ndose casi siempre en el extremo de proa del fuselaje. En los aviones de motor se usa, generalmente, este instrumento con calefacci�n para evitar la helada en los vuelos en nube, pero en los veleros suele prescindirse de este complemento por razones de econom�a de peso.
Tambi�n este g�nero de instrumentos tiene peque�a inercia de indicaci�n, que en los veleros es de muy poca importancia, por la peque�a longitud de los conductos de aire. En las grandes alturas, la velocidad real es algo mayor que la indicada por el instrumento, pero como la presi�n din�mica del aire en la que deb�a estar graduado el instrumento sigue siendo correctamente indicada, este fen�meno no tiene importancia alguna y no debe ocuparse de �l el piloto, puesto que las condiciones del aparato dependen, en sentido es�tricto, no de la velocidad, sino de la presi�n din�mica.
Para terminar, daremos una indicaci�n referente al vuelo sin visibilidad hecho con taqu�metro; si por alguna causa se nota aumento de velocidad y el indicador de viraje marca un giro o bien est� normal, el principiante intenta llevar r�pidamente a su valor normal la indicaci�n del taqu�metro tirando de la palanca, y resulta que cuando, efectivamente, el indicador de velocidad se ha normalizado, el aparato est� casi tan encabritado como cuando se est� haciendo � el hombrecito � (se alude a la figura acrob�tica de este nombre, de la que se habla des�pu�s. - N. del T.) en el aire y la � p�rdida � est� al empezar.
Lo que se debe hacer en este caso es ir enga�ando al ins�trumento hasta que se calme, con suaves tirones de palanca, y as� se llega a la velocidad normal. Tambi�n puede servir de ayuda, en este caso, un clin�metro longitudinal y poner atenci�n al silbido de la marcha.

Vari�metro

Como el vari�metro es el instrumento m�s importante para el piloto de velero (v�ase el vuelo t�rmico y el vuelo de distancia), se debe dedicar especial atenci�n para elegirle. Muchos pilotos llegan hasta usar, para m�s seguridad, dos vari�metros de distinto tipo (fig. 75).
La medici�n de la velocidad ascensional se apoya, como la de la altura, en que la presi�n disminuye con la altitud. Se emplean dos tipos de vari�metro:

1.�   El vari�metro de c�psula

Mi profesor de vuelo a vela se cuidaba de aclarar el asunto diciendo: � Si se quiere medir la relaci�n de la primera dife�rencia de altura a la del tiempo, es decir, la velocidad ascen�sional, hay que hacer un orificio en la c�psula de un alt��metro. � El modo de funcionar un vari�metro de esta clase se apoya en el hecho de que la c�psula de un bar�metro muy sensible est� en comunicaci�n con el aire exterior. Si la presi�n permanece constante, es decir, no var�a la altura de vuelo, la presi�n interior de la c�psula se equilibra con la del aire exterior y el indicador marca 0. Al subir, la pre�si�n del aire exterior disminuye m�s r�pidamente que la de la c�psula, que s�lo puede equilibrarse por un conducto ca�pilar. La sobrepresi�n que resulta es tanto mayor cuanto mayor es la velocidad ascensional: la c�psula se dilata y la dilataci�n se transmite a una aguja, como en el caso de un bar�metro.
Cuando se pierde altura los fen�menos ocurren en sentido contrario (fig. 76).
En los instrumentos modernos, para aumentar la sensi�bilidad, la c�psula del vari�metro est� en comunicaci�n con una botella aislada t�rmicamente y de este modo es mayor la cantidad de aire que est� separada del exterior, y como por este medio la mayor parte del aire separado est� protegida contra los cambios de calor, el instrumento resulta insensible a la influencia de la tem�peratura.Se comprende que un instrumento tan sensible como el des�crito requiere ser tra�tado con mucho cui�dado. Nunca se debe soplar en el tubo de comunicaci�n para probar su estado de servicio; para provocar una desviaci�n de la aguja del instrumento basta con cerrar la salida del tubo y entonces comprimir un poco el neum�tico.

Fig. 76. Vari�metro de c�psula (izquierda) y vari�metro de presi�n din�mica (derecha)

Un inconveniente del vari�metro de c�psula es la inercia de sus indicaciones; el instrumento � es perezoso �; a veces se retrasa varios segundos. Por consiguiente, hay que elegir un instrumento que marque m�s de prisa.

2.�   Vari�metro de disco de presi�n

Los instrumentos basados en el efecto de la presi�n del aire sobre un disco son m�s convenientes, desde el punto de vista de la rapidez de indicaciones.
El principio en que se basan est� indicado en la figura 76: al disminuir la presi�n exterior, el aire del termo sale por estrecho conducto, con lo cual obra sobre el disco ejerciendo una presi�n que le obliga a separarse de la posici�n 0, y esto seg�n sea la velocidad de salida del aire; el disco est� sostenido en la posici�n del 0 por un d�bil muelle y el mo�vimiento que toma se marca por medio de una aguja. Al descender, es al contrario: el aire fluye hacia la botella y produce as� una desviaci�n contraria del disco.
Otra ventaja del instrumento es la de que no importa que la subida o el descenso sean muy r�pidos, pues siempre tiene la misma sensibilidad.

Br�jula

Con el aumento del n�mero de vuelos llevados a cabo libremente sobre cualquier terreno y de los vuelos con obje�tivo fijado, la br�jula fue tomando, cada vez, mayor impor�tancia. En los veleros s�lo se usan las br�julas magn�ticas.
Antes se usaban br�julas con el limbo horizontal para ser observado desde arriba ; pero hoy, por el contrario, se tiende cada vez m�s al empleo de br�julas con el limbo cil�ndrico vertical para ser observado lateralmente ; tiene la ventaja de que as� es un instrumento que, como los dem�s que han de montarse en el tablero, presenta vertical su cuadro de observaci�n.
La direcci�n del vuelo se lee ahora en el cuadro con un �ndice v no como en los limbos horizontales, en los que la lectura se hace por la desviaci�n contraria que marca la aguja. Adem�s de las direcciones de los puntos cardinales, est�n marcados los grados (no los rumbos como en la br��jula para buques) y muchas veces est�n las indicaciones di�vididas por 10, de modo que en vez de 30� figura s�lo un 3, y en lugar de 360� s�lo 36. As� se comprende que algunos alumnos a quienes se les ordenaba volar con el rumbo de 270�,   despu�s de algunos titubeos aterrizaban, porque � su br�jula s�lo ten�a 36 � Despu�s de montar el instrumento en el avi�n hay que cerciorarse de que sus indicaciones coinci�den realmente con las direcciones cardinales.
En los veleros las desviaciones de esas direcciones son peque�as. Los pilotos de velero muestran cierta aversi�n a la compensaci�n de la br�jula (hacer desaparecer los errores en las marcaciones por la influencia de las masas met�li�cas pr�ximas;  declinaci�n o �ngulo entre el norte magn�tico y el verdadero) y dem�s �peque�eces�. Muchos de los tipos de br�jula destinados a veleros no son susceptibles de compensaci�n ; si se puede hacer, basta seguir las indica�ciones de la casa constructora.
Tambi�n favorece la exactitud de las indicaciones de la br�jula el empleo, cada vez m�s frecuente, de aleaciones ligeras, en lugar de acero, para la palanca de mando y dem�s �rganos, cosa que se hace con el fin de economizar peso.
Desde luego, se evita el empleo del hierro en todo lo que va en el tablero de instrumentos.
Lo conveniente es que la br�jula tenga buen amortigua�miento; en tiempo de rachas o en los vuelos en nube, la br��jula se pone f�cilmente a � bailar �. Los pilotos dicen, por tanto: � No hay que fiarse de la br�jula en tanto no gire m�s de prisa que el avi�n �.
En los tipos corrientes de br�jula el limbo flota en al�cohol o en otro l�quido para el amortiguamiento; por ejem�plo, en petr�leo adecuado.
M�s tarde la br�jula electr�nica, desprovista de inercia y que se basa en la desviaci�n de los rayos cat�dicos por el campo magn�tico terrestre, sustituir� sin duda a la actual br�jula magn�tica.

Alt�metro

El alt�metro es siempre un instrumento aprovechable; pero en el vuelo en nube y en los problemas que se presentan en los concursos es indispensable.
Seg�n la extensi�n de su campo de medida, as� se dis�tinguen los alt�metros en corrientes y de precisi�n. El campo de medida corriente es 3000 m.; sin embargo, los vuelos de los tiempos futuros exigir�n los 5000 m. Con esto habr� bastante, as� como ser� suficientemente exacta su lectura. Alt�metros de precisi�n que den la altitud con error de 5 m., solamente son necesarios en los veleros en casos especiales, como, por ejemplo, si se trata de vuelos de estudio. En esos alt�metros el campo de medida llega, en general, s�lo a los 1000 m.
Modernamente hay tambi�n alt�metros muy pr�cticos de doble aguja, en los cuales los movimientos de una aguja est�n amplificados diez veces con relaci�n a los de la otra, de modo que cada divisi�n es para una aguja 10 m. y para la otra 100 m., resultando que este instrumento sirve a la vez de alt�metro ordinario y de alt�metro de precisi�n. El �nico inconveniente de este tipo es su elevado precio.
Los alt�metros para veleros est�n construidos como un bar�metro: indican la diferencia de presi�n en distintas alturas y est�n graduados en metros y en kil�metros. El �rgano principal consiste en una c�psula el�stica, que resulta comprimida m�s o menos por la presi�n exterior, seg�n su valor, y estas variaciones de forma se transmiten a una aguja. Los buenos instrumentos est�n compensados respecto a las influencias de temperatura.
Como la presi�n atmosf�rica no solamente var�a con la altura, sino tambi�n seg�n la situaci�n meteorol�gica, es necesario hacer que la aguja marque 0 cada vez que se des�pega. Cuando se vuela sobre aer�dromo o para no salir del terreno de la escuela, se ajusta el alt�metro de modo que marque 0 en el suelo o sea con la altitud del punto de salida: muchos alt�metros no tienen escala lineal, es decir, la dis�tancia entre las rayas de una divisi�n que corresponda a 100 m. es distinta para altitudes diferentes respecto al nivel del mar; en este caso pueden resultar peque�os errores con ese modo de proceder (Pues en efecto, no es el mismo el recorrido de la aguja, para la misma diferencia de alturas, a partir de alturas diferentes. Si se pone el alt�metro en 0 al nivel del mar, cuando marque 100 m. se tendr�n los 100 m. sobre el suelo. Pero si se pone el 0 a 700 de altitud, cuando marque 100 m. se tendr� en general mas de los 100 m. de altura sobre el suelo. - N. del T.). Lo mejor es ajustar el alt�metro de modo que la aguja marque, en el momento de despegar, la altitud de salida o sea la altura del lugar respecto al nivel del mar. Esto es desde luego recomendable en los vuelos de distancia, puesto que en ellos lo interesante es saber la altura sobre el suelo en cada momento y �sta puede deducirse de la carta del terreno, que contendr� la altitud del mismo, y la altura sobre el suelo ser� conocida restando de la altitud marcada por el alt�metro la que indique la carta.
Con los instrumentos en los que la colocaci�n del 0 de la escala sea por medio de otra graduaci�n de presi�n, puede tambi�n deducirse, de una parte, la presi�n que existir� en una altitud dada, y de otra parte, si se conoce la presi�n por los avisos meteorol�gicos, se puede deducir la altura de un terreno, por ejemplo, la de un lugar desde el que se vaya a despegar y del que no se conozca ese dato.

Alt�metro registrador

Si se hace que la aguja de un bar�metro marque sobre un tambor movido por un aparato de relojer�a, se obtiene lo que se llama un bar�metro registrador o bar�grafo. Si est� graduado en metros, resulta un alt�metro registrador, que es el instrumento que se lleva indispensablemente en los vuelos de estudio y como comprobante en los vuelos de altura y de duraci�n y en los vuelos de prueba. Los alt�me�tros registradores, que tambi�n suelen llamarse bar�grafos, se construyen para diferentes campos de medida y con dife�rentes duraciones de la cuerda del aparato de relojer�a. La inscripci�n se hace en un papel de coordenadas (La horizontal, el tiempo y la vertical, la presi�n o la altitud. Estas coordenadas no son rectas, sino curvas, adecuadas a los arcos descritos por la aguja marcadora. - N. del T.) con tinta especial o sobre una hoja met�lica ahumada. El empleo de esta �ltima exige m�s tiempo, pero resulta m�s exacta y, sobre todo, m�s seguro, pues la tinta puede secarse, con�gelarse o salpicar. Una vez obtenida la curva en la hoja ahumada, se fija por medio de barniz.
Para interpretar el barograma es necesario emplear una curva de calibraci�n, la cual la facilita la casa que suminis�tra el instrumento o bien se solicita del DFS en Darmstadt�-Grisheim.
Estos instrumentos van pendientes de resortes o cordones de goma, y atirantados por igual medio o bien se instalan en alojamientos adecuados, que lleva el velero, con buen almohadillado. Muchos alumnos de pilotaje se enteran tar�d�amente, despu�s del vuelo, de que el bar�grafo s�lo marca y se pone en marcha cuando se le da cuerda y se suelta la u�a que para ello lleva.

Registrador compuesto

Para el reconocimiento oficial de las marcas est� prescrito llevar a bordo instrumentos que, adem�s de registrar la altura, registren la temperatura, puesto que con este dato se pueden corregir los errores que resultar�an si s�lo se in�terpreta la altura por medio de la presi�n. Para llenar esta necesidad, el establecimiento alem�n de experimentaci�n para el vuelo a vela (DFS) ha hecho construir un instru�mento muy �til que registra, en una sola curva, la altura y la temperatura, design�ndose este instrumento con el nombre de baroterm�grafo. El term�metro consiste en una l�mina bimet�lica arqueada, cuya curvatura cambia cuando var�a la temperatura, y estos cambios son los que se trans�miten a la aguja marcadora.
El baroterm�grafo debe disponerse de modo que la l�mina termom�trica reciba aire no perturbado por la marcha.
En los vuelos de experimentaci�n o de estudio se registran tambi�n otros elementos; especialmente, es frecuente obtener el registro de la presi�n din�mica del aire y el estado higrom�trico. Para estos casos se emplean los llamados me�teor�grafos u otros registradores compuestos.

Indicador de viraje

En el cap�tulo � Vuelo sin visibilidad �, se describir� de�talladamente el empleo del indicador de viraje, que es indis�pensable para el vuelo en nube u otros casos de vuelo sin visibilidad.
Existen indicadores de viraje neum�ticos o el�ctricos, los cuales s�lo se diferencian fundamentalmente en la clase del mecanismo que los mueve.

a)  Indicador de viraje neum�tico

Consta de dos partes:

1.� El gir�scopo que est� destinado a marcar la veloci�dad angular alrededor del eje vertical, y 2.�, un nivel para indicar la inclinaci�n transversal.
El gir�scopo est�, en general, constituido como una pe�que�a turbina de aire. Dentro de la cubierta del instrumento se produce una depresi�n por medio de una tobera a pro�p�sito y, por consiguiente, el aire entra a trav�s de otra to�bera adecuada y pone en acci�n la turbina. Si el avi�n gira alrededor del eje Z (fig. 77), el gir�scopo responde, como recordar� el lector por los estudios de F�sica, con una rota�ci�n alrededor del eje Y; rotaci�n que se hace visible por medio de una aguja, y al cesar la rotaci�n, un resorte lleva el gir�scopo otra vez a su situaci�n normal.
El nivel est� sometido a la aceleraci�n resultante de com�poner la de la gravedad con la de la fuerza centr�fuga; por lo tanto, no indica la inclinaci�n transversal absoluta, sino solamente la relativa respecto a la inclinaci�n correcta que deb�a tener el avi�n al describir la curva, la cual es la m�s importante para el piloto. Si la esferilla del nivel (Este elemento, con la aplicaci�n descrita, se designa en la terminolog�a espa�ola con el nombre de inclin�metro o clin�metro. - N. del T.) no est� en el centro, es que el avi�n � resbala � o bien que � derrapa �, seg�n que la esferilla est� del lado interior o del exterior de la curva descrita. Hay el peligro de que la tobera, que pro�duce la depresi�n dentro de la cubierta del indicador, se cubra de hielo cuando se vuela dentro de una nube, que es precisamente cuando m�s necesario es el instrumento. Para seguir volando, en caso semejante, nada mejor que tirar del tubo de goma que lleva el aire de la tobera de aspiraci�n y rom�perle para se�guir dando aire aspirando direc�tamente el piloto. En todo caso, debe procurarse que el tubo sea suficientemente largo para que, si ocurre esto, pueda llegar a la boca.

Fig. 77. Indicador de virada neum�tico. Arriba, a la derecha, un corte del instru�mento: 1. Gir�scopo. - 2. Bastidor del gir�scopo. - 3. Resorte de recuperaci�n. -4. Amortiguador. -5. Cero del instrumento. - 6. �ndice.-7. Nivel.-8. Esferilla. - 9. Tobera.- 10. Enchufe para la tobera de aspiraci�n.-

Durante algunos minutos se puede salir del paso de este modo, aunque claro es que no resulta agradable.

b)  Indicador de viraje el�ctrico

El gir�scopo recibe el movimiento por medio de un pe�que�o motor de corriente continua, el que, a su vez, es puesto en acci�n por la corriente de una bater�a ordinaria de l�m�paras de bolsillo. Para conservar la bater�a se puede poner a tierra el indicador por medio de un interruptor mientras no sea necesario usar el instrumento. Tambi�n debe llevarse una bater�a de repuesto para poder cambiarla, si el piloto advierte que la que va montada esta ya muy gastada. EI empleo de estas bater�as de bolsillo normales tiene la ventaja de que pueden adquirirse f�cilmente.
El indicador el�ctrico tiene dos ventajas que se ven in�mediatamente:
1.� No hay peligro de helada.
2.� No se necesita tobera de aspiraci�n, que da lugar a resistencia perjudicial.

Clin�metro longitudinal

Como todos los clin�metros usados est�n fundados en la acci�n de la gravedad, estar�n sometidos tambi�n a la in�fluencia de todas las dem�s causas de aceleraci�n; por esto, sus indicaciones son s�lo exactas cuando el estado de vuelo no tiene aceleraci�n.

 Fig. 78. Inclin�metro longitu�dinal

 En tanto que se vuele viendo el terreno, no es necesario un clin�metro longitudinal, exceptuando los vuelos de es�tudio u otros casos especiales. Por el contrario, es util�simo en el vuelo sin visibilidad como complemento del taqu�metro, al que, hasta cierto grado, puede sustituir, si llegase a fa�llar �ste a consecuencia de dep�sitos de hielo, y como por otra parte es econ�mico, debe llevarse siempre en los aviones cuando se espere o intente un vuelo en nube.
Las dos clases principales de clin�metro son: un p�ndulo con amortiguamiento por aire cuyos movimientos se transmiten a una aguja indicadora, y un nivel de l�quido, siendo este �ltimo tipo el m�s usado en los veleros (fig. 78).
Consiste esencialmente en un tubo en U de vidrio, lleno hasta su mitad con un liquido coloreado y montado en el tablero de instrumentos de modo que su plano coincida con el de la direcci�n del vuelo: una rama del tubo es visible en el tablero y lleva una escala di�vidida en grados.

Horizonte artificial

El horizonte artificial tipo Sperry, de la casa Askania, ha resultado ser un instrumento perfecto como complemento del indicador de viraje, seg�n se vio en los vuelos de distancia con objetivo marcado y en el concurso del Rh�n de 1938.
Lo mismo que el indicador de viraje, es tambi�n �ste un instrumento girosc�pico en el que en lugar de indicarse como en aqu�l la rotaci�n y la inclinaci�n transversal correcta del avi�n, se marca la inclinaci�n real alrededor de los ejes transversal y longitudinal (fig. 79).
Hasta ahora s�lo se ha construido el horizonte ar�tificial como instrumento de acci�n neum�tica.
El movimiento se consi�gue, lo mismo que en el in�dicador de viraje, mediante una tobera de aspiraci�n y una turbina de aire, consti�tuida como gir�scopo: so�lamente que el gir�scopo est� montado con suspen�si�n card�nica completa, as� que las desviaciones pueden tener efecto en dos direcciones.
En el c�rculo de obser�vaci�n del instrumento est� visible un avi�n mirado des�de popa, y la inclinaci�n transversal y longitudinal del avi�n resulta marcada por el movimiento de una l�nea que representa el horizonte y cuya posici�n depende de la posici�n del avi�n.

Fig. 79. Horizonte artificial, marca Sperry.

1. El velero vira a la izquierda encabritado. -2. El velero vuela horizontal y encabritado. - 3. El velero vira a la derecha encabritado. -4. El velero vira normalmente a la izquierda. - 5. El velero en vuelo normal; la proa apunta al horizonte. -6. El velero vira nor�malmente a la derecha. - 7. El velero vira a la izquierda en picado. - 8. El velero vuela horizontal y picado. -9. El velero vira a la derecha en picado.-

Para hacer aun m�s patente el efecto, detr�s de la recta del horizonte hay una placa que debajo del peque�o avi�n es negra y por encima de color azul claro; esa placa solamente tiene movimientos de inclinaci�n pero no verticales aunque se incline el avi�n; de este modo se representa, con ilusi�n completa, el cielo y la tierra. Desgraciadamente, este instrumento tiene el inconveniente de que su tama�o y peso son demasiado grandes para un velero, as� que solamente se usa en los aviones ordinarios de motor. Para los veleros ser�a de desear un instrumento an�logo m�s peque�o, a ser posible con acci�n el�ctrica.

Reloj de a bordo

Es recomendable llevar un buen reloj de lectura clara en los vuelos de prueba, de duraci�n y de distancia; y, na�turalmente, en �ltimo extremo, basta el reloj corriente de pulsera.
Si se llevan dos relojes es lo mejor poner uno de ellos en 0 al empezar el vuelo y, de este modo, su lectura da directa�mente la duraci�n del vuelo.
Para determinados casos, como trat�ndose de medicio�nes o temas an�logos, es tambi�n conveniente proveerse de un cron�grafo.

Term�metro

Los term�metros, fuera de los casos citados antes de regis�tradores compuestos, apenas se emplean en los veleros; si se trata de un piloto muy experimentado en el vuelo t�rmico puede obtener de un term�metro de precisi�n buenos servi�cios para buscar las ascendencias, que son siempre de aire caliente, llevando ese instrumento como complemento del vari�metro.
Hay term�metros basados en los efectos de la variaci�n de resistencia el�ctrica por la temperatura, los cuales indican la presencia de una corriente de aire caliente varios segundos antes que el vari�metro. Sin embargo, estos instrumentos se encuentran actualmente m�s o menos en per�odo de in�vestigaci�n y hasta ahora no se ha generalizado su empleo.
En los �ltimos a�os han aparecido, adem�s del horizonte artificial, otros instrumentos compuestos, tambi�n de gran�des dimensiones, que son apropiados para instalarlos en el tablero de los veleros (fig. 81).

Alumbrado

Con la enorme elevaci�n de las posibilidades del vuelo a vela no es raro hoy tener que aterrizar en el crep�sculo o hasta de noche, despu�s de un vuelo de distancia o de dura�ci�n. Adem�s, tambi�n se hacen vuelos nocturnos de experi�mentaci�n. Para tales casos hay que contar con medios de alumbrado.
Para iluminar el tablero de instrumentos basta con una lamparilla el�ctrica, de la que se puede prescindir si las gra�duaciones est�n hechas con pintura visible en la oscuridad; pero puede ser mejor llevar una buena l�mpara de bolsillo. Tambi�n puede ser �til llevar una pistola de iluminaci�n con luces de paraca�das, que puede servir, al mismo tiempo, como se�al de aterrizaje en terrenos poco poblados, como por ejemplo, en la monta�a.
Asimismo un proyector de motocicleta en el extremo de proa del fuselaje no dejar� de ser muy �til en los aterrizajes nocturnos, as� como para disminuir el peligro de un choque en los vuelos de nube.

Tel�fono para vuelo remolcado

Las se�ales que corrientemente se emplean para entender�se los pilotos del avi�n y el velero, adem�s de que son inc�modas e inseguras, fallan a veces en circunstancias impre�vistas. Por consiguiente, es aconsejable emplear comunicaci�n telef�nica tanto en la ense�anza como en los vuelos largos. Auriculares y micr�fono van en el casco del aviador. El pi�loto del avi�n de motor va provisto de un laring�fono (se llama as� un micr�fono que se aplica contra la laringe a uno de los lados del cuello: como la voz humana se produce en la laringe, el micr�fono as� aplicado recoge la voz lo mismo que e! que se aplica delante de la boca: esta idea del laring�fono en aviaci�n ha nacido en Espa�a. - N. del T.) para evitar las perturbaciones producidas por el ruido del motor. La comunicaci�n entre los dos aparatos se establece por medio del alma telef�nica que lleva el cable de remol�que (fig. 80).

Fig. 80. cable de remolque con tel�fono

En la pr�ctica esta uni�n telef�nica ha dado muy buenos resultados. Naturalmente que se requiere mayor cuidado en la conservaci�n y manejo del cable de alma telef�nica que con el cable normal de remolque.

Equipo de radio

Puede decirse que hasta la fecha no ha sido empleada la radiocomunicaci�n en los aparatos de vuelo a vela, y la raz�n de ello se comprende que es principalmente la falta de equipos de esa clase apropiados para este caso, y as� hay que contar s�lo con lo que pueda hacerse por s� mismo cada piloto. Sin embargo, la mayor parte de los pilotos de velero est�n conformes en que el equipo de radio ser�a de gran valor para los vuelos, y tambi�n los ensayos hechos hasta ahora en ese sentido han sido muy alentadores.
Y como el asunto ofrece ancho campo de ensayos a pilotos y aficionados, nos detendremos algo en su consideraci�n, empezando por decir, naturalmente, que los equipos deber�n ser apropiados al fin que con ellos se persiga.
Su empleo podr�a ser con las finalidades siguientes:

1.�  Ense�anza

El profesor puede dar indicaciones al alumno o hacerle notar defectos, mientras el alumno est� volando en la ascen�dencia de ladera o en el terreno de vuelo. Lo que se necesita en este caso es que el profesor hable al alumno; por lo tanto, como la emisora puede ser todo lo potente que sea necesario, sin inconveniente, puesto que est� en tierra, bastar� en el aparato un receptor peque�o y ligero y casi siempre para distancias que est�n dentro del alcance de la vista.

2.�   Vuelo combinado

Cada vez se va empleando m�s, especialmente en los concursos, el vuelo combinado, es decir: varios aparatos se proponen realizar el vuelo en una direcci�n determinada o alcanzar el mismo objetivo. Entonces se comprende cu�n conveniente ser�a una inteligencia entre los pilotos para poder cambiar impresiones sobre los pormenores del vuelo. Si se vuela sin visibilidad, por ejemplo, dentro de una nube, y no hay comunicaci�n por radio, se comprende que existe un gran peligro, que se evitar�a naturalmente si todos los pilotos estuviesen debidamente informados sobre la altura de vuelo que ten�an los dem�s aparatos en cada momento. En este caso se requerir�a equipo doble de emisi�n-recepci�n para poder sostener conversaci�n a peque�as distancias.
Actualmente se est�n realizando ensayos pr�cticos en este sentido.

3.�  Orientaci�n

Un receptor de radio con antena de cuadro puede servir de instrumento de orientaci�n, es decir, para fijar la direc�ci�n en la que se encuentra el emisor. Wolf Hirth, que ha hecho por s� mismo experiencias con tales receptores, est� convencido de que en su conocido vuelo con G�nther Groen�hoff, realizado con apoyo en un frente tormentoso (concurso del Rh�n 1931), habr�a podido llegar a Berl�n-Tempelhof si hubiese llevado a bordo un equipo de esa naturaleza, con lo que habr�a seguido volando de noche.

4.�  Distracci�n

Naturalmente, el equipo de radio podr�a servir en ciertos casos, por ejemplo, en los largos y cansados vuelos de dura�ci�n, como distracci�n para el piloto, as� como para recibir los avisos meteorol�gicos.

5.�  Aviso a los transportes

Se podr�a ganar mucho tiempo si el auto para remolcar el aparato se pusiese ya en camino mientras se va realizando el vuelo. Esta necesidad se nota m�s en los concursos, porque entonces ocurre, muchas veces, que el aviso del aterri�zaje llega tan tarde que el aparato necesita todo el d�a si�guiente para volver, con lo que resulta perdido todo un d�a de concurso.
En el concurso del Rh�n de 1934 ocurri� que precisa�mente en el d�a de mejor tiempo para el vuelo a vela, Wolf Hirth, Hakenjos, Ludw Hofmann y otros estaban en camino de regreso remolcando sus aparatos. Por esta raz�n el grupo de los t�cnicos de aviaci�n de Stuttgart construy� un emisor y receptor de avi�n, as� como un emi�sor y receptor de auto�m�vil.

 Fig. 81. Instrumento compuesto conte�niendo: indicador de virada, vari�metro, br�jula, indicador de velocidad y alt�metro (Foto de los talleres Horn).

 El primer equipo servia s�lo para radiote�legraf�a, y se emple� en el concurso del Rh�n de 1938 con �xito completo. Se puede decir que, por primera vez en la historia del vuelo a vela, tuvo efecto el enlace radiotele�gr�fico entre velero v ca�miones. Por dos veces ocurri� que los autos de remolque llegar�n al lugar necesario antes que el velero. En los aterrizajes cerca de la Wasserkuppe, los camiones de transporte se hallaban en seguida en el punto necesario. Las ventajas que de esto se deducen son evidentes, pues de este modo se puede hacer un segundo despegue en el mismo d�a. La m�xima distancia eficaz de empleo de esta radiocomunicaci�n fue de 120 km. El peso total del equipo de avi�n, todo comprendido, era aproximadamente 4,5 kg., peso verdaderamente peque�o.
Se ha seguido perfeccionando el equipo y ahora tiene un radio de acci�n triple del que ten�a en un principio; adem�s, se ha organizado para usarle en telefon�a, con un alcance de 80 km. De noche, en telegraf�a se han alcanzado los 500 km.
Dentro de poco aparecer� un peque�o equipo de radio�telefon�a que tendr� un alcance m�nimo de 5 km. y, por consiguiente, ser� apropiado para el vuelo combinado. Su peso, comprendido auriculares y pilas, es de unos 2 kg.
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