TERAPIA    CRÁNEO-SACRAL
   
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LA RELACIÓN ENTRE TERAPEUTA Y PACIENTE

 

El terapeuta no cura sino que  ayuda a que el cuerpo proceda a su auto-curación. Es asombrosa la actuación del cuerpo para su regeneración frente a la pequeña intervención que realiza el terapeuta.

El terapeuta cráneo-sacral hace la función de facilitador de la salud holística del paciente.

El terapeuta usa su cuerpo, su mente, su espíritu para ayudar al paciente a restablecer su salud.

Nuestros tratamientos serán más eficaces si utilizamos todo nuestro potencial como seres humanos con cuerpo, alma y espíritu, hechos a imagen y semejanza de Dios.

Recordando siempre el carácter no intrusivo de esta terapia, aplicaremos un contacto suave para obtener una máxima respuesta. Ya no es cuanto más duro mejor, cuanto más dolor mejor, sino todo lo contrario.

Otro aspecto importante en este tipo de terapia es que el terapeuta hace que el paciente se haga responsable de su propio proceso sanador estableciendo un plan de curación.

El paciente va a sintonizar con su sabiduría interna y con su inteligencia corporal y el terapeuta mediará únicamente como facilitador de este proceso. De esta manera el terapeuta intentará tener un pacto laboral con el paciente, en donde el terapeuta tendrá unas cláusulas y el paciente otras, y si alguno de sus miembros falla en el cumplimiento de sus cláusulas el contrato podrá ser clausurado.

Si realizamos un buen tratamiento facilitador, el paciente puede ver cómo se solucionan sus problemas físicos, emocionales, mentales e incluso espirituales.

Este tipo de relación entre paciente y terapeuta crea un vínculo de confianza y amor entre ambos que generalmente conlleva una resolución de los problemas y sus causas.

En la medicina tradicional occidental el paciente (pasivo) espera del médico curación.

En la terapia cráneo-sacral se produce un cambio fundamental en el enfoque de la curación ya que el paciente debe adoptar un papel activo y comprometido en su propio proceso de auto-curación y acudir al terapeuta principalmente para pedir orientación y ayuda para realizar este proceso.

Después de estos tratamientos él paciente ve reforzado su sistema inmunológico, su estabilidad emocional y mental y en muchos casos realiza una profundización en su mundo espiritual.

Sin apenas darse cuenta el paciente recupera su equilibrio y salud mental, se encuentra sutil pero eficazmente mejor, con paz y seguridad. Esto nos sugiere que esta técnica de curación cráneo-sacral acerca  la ciencia objetiva a la sanación espiritual.  Confío en que en futuros estudios se pueda explicar esta proximidad.

Es fascinante pensar que todo este trabajo se realiza dentro de los confines de un sistema fisiológico anatómicamente definido: el movimiento pulsátil del líquido cefalorraquídeo.

Nuestro cuerpo, mente y espíritu están en íntima relación, de aquí que la verdadera salud deba ser comprendida en términos de globalidad holística.

Motricidad, sensibilidad y química son los tres pilares de nuestra salud que encontramos en el tejido sanguíneo y el tejido nervioso, es decir, donde se regulan el sistema sensorial y sistema motor.

La relación del terapeuta y el paciente cambia.

Con la terapia cráneo-sacral vamos a ser facilitadores, para que con la mínima expresión posible  consigamos los mejores resultados. Nunca la fuerza tiene que suplir a la técnica. Aquí se da el principio de “pequeño estímulo, máxima respuesta”. Se trata de una terapia no intrusiva, y sí comprensiva.

Parece que las terapias manuales pasan progresivamente de técnicas más densas a más sutiles.

Vamos a un punto donde ni el paciente ni el terapeuta sabemos sobre el dolor, sino que es el propio organismo el que se regula: homeostasis.

El terapeuta en las sesiones de cráneo-sacral  induce a un estado de relajación inmediata en el paciente y así este puede ser consciente de los problemas o circunstancias  emocionales o mentales, así como sus escenarios, que  han producido un bloqueo físico y como consecuencia se ha  perturbado la  libre circulación de los fluidos en su cuerpo. Al realizar la terapia cráneo-sacral  se puede desencadenar en algunos casos una liberación somato-emocional, (técnica que influyen recíprocamente los procesos fisiológicos con los psicológicos).

Estamos ante una técnica psicosomática, real y autentica.

 

LIBERACION DE QUISTES EMOCIONALES

 

Es posible que sucedan casos de liberación de emociones reprimidas en una sesión de terapia cráneo-sacral. Tenemos que estar preparados para estos casos y preguntar y escuchar al paciente que es lo que quiere hacer, si seguir en el proceso de liberación emocional o parar. Si el paciente nos pide que le abracemos o le estrujemos podremos hacerlo con cariño y poco más. Hay que aprender a pedirle permiso al paciente para todo.

Si el paciente es agresivo pararemos la sesión le dejaremos reposar unos minutos y que se levante para poder continuar en otro momento.

 Si el paciente entra en el proceso de liberación de quistes emocionales le pediremos permiso al paciente si él desea seguir en ese camino de liberación. Nosotros le apoyaremos y estaremos ahí para ayudarle a ayudarse a él mismo. Nosotros tendremos bien presente que ese proceso que el paciente ha entrado es del paciente y sólo de él, nosotros estaremos para ayudarle sin llegar a implicarnos demasiado en su proceso, pues nosotros tendremos los nuestros. Nosotros sólo estaremos par escucharle y ayudarle con el proceso del movimiento respiratorio primario, pues lo demás lo hará él sólo.

Ocurra lo que ocurra sólo hay que tener seguridad en uno mismo y nunca entrar en el miedo. No hay que tener miedo a nada ni a èl mismo. Tenemos que funcionar bajo emociones y sentimientos de seguridad, de tranquilidad, de paz, de amor, de respeto y de desapego. Dar paz y tranquilidad y saber que todo volverá a su lugar de perfección, todo esta bien.

 

 

¿COMO HACER UNA SESION DE TERAPIA CRÁNEO-SACRAL?

 

Después de estos cuidados podemos prepararnos para hacer una terapia cráneo-sacral.

Estando en un estado de tranquilidad y paz, nos ponemos cómodos al lado del paciente y nos predisponemos a abrir nuestra percepción sutil, para escuchar el impulso craneal rítmico del paciente.

También podemos pedir en silencio  permiso al cuerpo del paciente para trabajar con él en ese mismo momento, No todos los cuerpos son compatibles con uno. Hay un ejercicio de coger el pulso del paciente y luego el tuyo, hasta el momento de que los dos se juntan en un latido unido y en armonía, produciendo una unión afectiva por lo menos durante 24 horas. Esto es una manera de pedir permiso al cuerpo.

Podemos hacer un anclaje en la tierra y en el cielo. Nos visualizamos con raíces energéticas en nuestros pies y un rayo láser de luz desde nuestro sacro hasta bien profundo en el suelo. Con el cielo nos podemos conectar visualizando un tubo de luz desde la cabeza hasta unos metros por encima de nosotros.

Cada vez que hacemos la escucha nos preguntaremos si podemos hacerlo con aún menos presión. Si es así, lo haremos. La vía Lemniscal nos dará de esta forma mayor información.

La vía Lemniscal del paciente se comunicará con la nuestra y a esto le llamaremos comunicación no verbal.

Recordemos que para notar la circulación del líquido cefalorraquídeo tenemos que ejercer un máximo de 1gr. de presión por dedo, para el ritmo cardiaco serian 4gr. de presión por dedo y para el respiratorio de 5gr. por dedo.

Podemos frotar nuestras manos, para reactivar los censores digitales y también mirar y magnetizar nuestras manos para aumentar su nivel Áurico y poder llegar a las partes profundas de los tejidos.

La mano se tiene que fundir con los tejidos del paciente energéticamente hablando. Al principio es útil utilizar los mecanismos propioceptores de las muñecas, de los brazos o codos como instrumentos sensitivos. Esto nos ayuda a desconectar los corpúsculos de Meissner de nuestras manos, tan usados en los masajes.

Colocando ambas manos en la cara superior y en los laterales del cráneo y esperando un periodo de tiempo suficiente, notaremos que existe un movimiento de expansión y estrechamiento del cráneo. La falta de este movimiento se traduce en trastornos.

Nos preparamos para hacer la escucha general, colocaremos nuestras manos como se observa en la imagen y escuchamos el IRC

 

DIBUJO             ESCUCHA GENERAL

 

Este movimiento no lo perdemos en toda nuestra vida, sólo variará su calidad.

Cada persona tiene su propio ritmo. Estadísticamente hablando se ha encontrado un ritmo óptimo que tiene un ciclo de entre 6 y 12 ritmos por minuto. Este ritmo esta formado por unos 3 seg. De expansión, mantenimiento de 3 seg. Y un vaciado de otros 3 seg.

Las manos no agarran el cráneo, pues estaremos en vía espino-talámica. La mano que palpa, coge una actitud pasiva y se funde con el sujeto, consiguiendo sobrepasar sus receptores táctiles.

Cuando se aprende a palpar propioceptivamente es útil evitar concentrarse en las manos. Nos puede ser de ayuda si nos concentramos en las muñecas, en los codos, en los brazos o antebrazos y los usamos como mecanismos propioceptores. Focalizar nuestra mente en el trabajo es nuestra mejor herramienta.

La palpación es todo un arte subjetivo y cuanto menos hablemos y más nos concentremos mejor será nuestra efectividad palpatoria.

Podemos depositar  las manos en los pies, en los muslos, en las caderas, en el sacro o en cualquier parte del cuerpo que escucharemos ese mismo ritmo, pues existe en todo nuestro cuerpo.

Cuando nuestras manos estén escuchando propioceptivamente nuestra atención viajará y penetrará en el interior del cuerpo, a través de la piel, los músculos, los huesos, etc. hasta notar con el ojo de la mente la tensión del tejido interno y la presión del fluido interno.

Después podemos hacer un punto de parada un Still Point, con sólo nuestra intención. Aparece un borboteo una especie de lucha o movimiento descontrolado y a continuación hay una parada de ritmo, pues el cuerpo esta pensando y reajustándose. Después de unos segundos o minutos aparece de nuevo el ritmo con mejor frecuencia, amplitud y ritmo.

Lo que se mueve no es el hueso, sino la dirección del líquido.

Lo que nos interesa es el ritmo del líquido cefalorraquídeo que es de 6 a 12 pulsos por minuto. Si nuestra presión fuera un poco excesiva notaríamos el ritmo respiratorio o el ritmo cardiovascular.

En la extensión el cráneo se vacía de líquido cefalorraquídeo alargándose de manera antero-posterior y acortándose en los laterales.

 

VER DIBUJO 15 FLEXION Y EXTENSIÓN CRANEAL EN PÁGINAS ANTERIORES

 

Esto es un sistema de hidromecánica y sus ligeros movimientos son de micras de milímetros.

En la flexión el sacro también se llena y se flexiona. La extensión en el cráneo supone la extensión en el sacro. Ambos se abren y descienden o se cierran y ascienden.

El ritmo cráneo sacral se mueve en  la "sincondrosis esfeno-basilar” (eje del movimiento de flexo-extensión del cráneo), diástole/sístole craneal. Funciona más como arcología que como flexión. Esto es el corazón del cerebro. Esta articulación es una articulación con una unión por cartílagos y la membrana tentórium o tienda del cerebelo hace de diafragma de este movimiento.

Al ritmo cráneo sacral se le suele aplicar un punto de parada o STILL POINT, a menudo. Esta es la herramienta más poderosa de esta terapia cráneo sacral.

Cuando el ritmo no está bien, tenemos que reorganizarlo.

Cuando hay una distorsión de la dirección del líquido, tenemos que pararlo.

En este momento el cuerpo se rebela ante esto porque no quiere parar. Habrá una lucha entre la ayuda a dar y la reorganización del propio cuerpo del paciente, esto al nivel de fibras y de membranas.

Entre la percepción del ritmo y la parada habrá mucha oscilación llamada borborismo, que viene a ser un borboteo donde la distorsión aumentará mucho más antes de pararse totalmente.

Este aquietamiento puede tardar segundos o minutos. Posteriormente el ritmo reaparecerá reorganizado y con mayor fuerza y vitalidad.

Se producirá un incremento del flujo energético antes de la parada neurológica. Puede haber un aumento del parpadeo, rechinar de dientes, o cualquier otro movimiento compulsivo o espontáneo como la necesidad de girar o temblequear alguna parte del cuerpo  etc.

Cuando hagamos el protocolo craneal, haremos siempre en primer lugar el Still Point en el occipital una, dos o tres veces, hasta que observemos una simetría perfecta. Cada vez que lo hagamos estaremos reorganizando las fibras fasciales y el sistema nervioso. Así conseguimos relajar los músculos u órganos internos.

(Hay una técnica de las pelotas de tenis puestas en el occipital para  mejorar algo acerca del Acueducto de Silvio y que en el cuarto ventrículo percibiremos mayor ritmo del impulso rítmico craneal.)

Cualquier Still Point mejorará la presión hidrodinámica del cráneo.

 

 

 

LA EXTENSIÓN EN V

 

Es una técnica antiálgica que de momento no tiene explicación científica aunque si tiene hipótesis. El V spread es una técnica antiálgica local. Se puede hacer en cualquier parte del cuerpo.

Primero tendremos que sentir el movimiento flexo-extensión en cualquier parte del cuerpo y localizar la zona donde no exista dicho movimiento y seguramente sea dolorosa.

Se trata de poner las manos en V y trazar un vector opuesto que pase por el eje medial y en la zona opuesta del dolor colocamos un dedo y escuchar lo que llamamos un pulso terapéutico similar a un pulso cardiaco. En la otra zona colocaremos el dedo índice y el dedo medio a ambos lados del sitio dolorido, por eso se llama en V spread, que  en ingles se traduce como extenderse.

Estaremos ahí hasta que el pulso de la otra mano desaparezca y por tanto el dolor haya disminuido. La mano se tiene que fundir con los tejidos del paciente energéticamente hablando.

Procuraremos que el paciente nos dé una escala de valoración del dolor, por ejemplo entre el uno y el diez.

Podemos aplicar un poco de separación en el tejido fascial del paciente con la mano colocada en V. También  podemos poner la mano opuesta en la parte superior del cráneo y la otra V en cualquier parte del cuerpo. Procuraremos que nuestra imaginación conecte ambos pulsos marcados por nuestros dedos, como una línea que atraviesa esos puntos. Va ha llegar un momento en que el punto de dolor va ha ir desapareciendo.

La extensión en V es una técnica directa de la mente sobre la materia. Colocamos las dos manos juntas como indica el dibujo en cualquier tejido duro, en cualquier sutura o articulación u órgano. Después de unos momentos sentiremos una pulsación que crece o disminuye en intensidad o ritmo, después esto cederá y notaremos un ablandecimiento palpable del tejido o una mejoría en la articulación. También se pueden notar resultados muy satisfactorios aplicándolo a las zonas dolorosas o puntos gatillo.

Nosotros procuraremos notar una corriente de energía fluyendo a través de nuestras manos.

 

 

 

LAS TECNICAS PARA REGULAR EL IMPULSO RÍTMICO CRANEAL

 

El terapeuta lo primero que tiene que hacer es escuchar el movimiento respiratorio primario, entrar en sintonía con esta pulsación. Este proceso tal vez es el más complicado por su sutilidad y por no estar acostumbrados a escucharlo.

Sin embargo la práctica, la constancia y la sensibilidad que poco a poco vamos adquiriendo, nos traerán la percepción fácil y rápida de este movimiento respiratorio primario.

Nosotros después de escuchar y seguir el movimiento respiratorio primario de la zona que estamos tratando por varias respiraciones, tendremos que saber el tipo de lesión que existe y la parte de la zona que no respira, o que no lo hace correctamente.

Después de este proceso de escucha vendrá por el sólo, o nosotros podemos inducir un proceso de punto de parada. Esto se hace al tratar de evitar con nuestra intención el siguiente llenado del líquido cefalorraquídeo.

 

 

 

PUNTO DE PARADA O STILL POINT

 

Casi que el pilar fundamental de esta terapia es la técnica de forzar el punto fijo o Still Point.

Para forzar este punto gentilmente impediremos la fase del llenado o expansión del ritmo cráneo-sacral. El punto de parada lo realizaremos con la intención, con nuestra voluntad e intento de que el líquido cefalorraquídeo no pulse, impidamos que respire.

Esta técnica se puede aplicar en cualquier parte del cuerpo, desde el dedo del pie hasta en los parietales, en una sutura o en un músculo pequeño, en un órgano, en una vértebra, da igual, sus beneficios van ha ser muy importantes allá donde lo hagamos.

Con esta técnica ayudamos a que el LCR circule por todo el organismo con un buen ritmo y simetría, o sea que respire correctamente.

El LCR se ve muy influenciado con nuestra mente. Este líquido tan especializado circula en un campo semi-cerrado y sé vera obligado a no pulsar, si así se lo pedimos, lo que creará una presión extra en su circuito, que tras su liberación servirá para mejorar su circulación, y por tanto el tejido fascial se relajara.

El punto fijo se percibe como un apagón del ritmo cráneo-sacral y puede ser interpretado como una oportunidad neurológica para procesar cambios neurológicos en la zona.

O sea el propio IRC del paciente al contacto con nuestras manos y evitando el siguiente llenado del IRC entrará en su proceso de borboteo o desenroscamiento.

Lo mejor de esto es que el LCR es muy influenciable por nuestro pensamiento y por nuestro intento. Así que cuando queramos podemos poner nuestra intención mental y forzar un Still Point. Así que con nuestra mente viajaremos por los tejidos y mantendremos la parada del impulso rítmico craneal.

En la mayoría de los casos puede venir un borboteo y a los minutos el LCR volverá a circular con mayor fuerza. Es como retener el agua de un arroyo durante un rato y después volver a liberarla, en este momento el agua saldrá con mayor fuerza y debido a su presión  podrá limpiar de residuos el arroyo y así poder abrir y ensanchar las parte que estaban bloqueadas o atascadas.

Practicar el punto de parada neurológica fortalece las fascias y por tanto el órgano o sistema en el que se encuentra.

Si practicamos esta técnica en cualquier parte del cuerpo que sintamos dolor o exista alguna enfermedad, ayudaremos a que el líquido cefalorraquídeo circule por su interior y por tanto todo el sistema nervioso central pueda conectarse con la zona y realizar todos los ajustes necesarios para su auto-curación.

 

 

 

EL UNWINDING O DESENROSCAMIENTO

 

Después de la escucha del movimiento respiratorio craneal y de inducir el punto de parada o Still Point, vendrá casi con total seguridad y de una manera espontánea un proceso de desenroscamiento llamado también  unwinding.

El unwinding es un movimiento fisiológico inherente correctivo que puede ser inducido desde el sistema nervioso, desde nuestra voluntad o intento.

Esta es una técnica muy importante de esta terapia.

O sea después del punto de parada o Still Point vendrá y sentiremos como el sistema empieza a desorganizarse rítmicamente, empieza un borboteo o temblor en la zona.

Nosotros con nuestras manos tenemos que seguir o acompañar este desenroscamiento natural que el tejido efectúa. Nuestras manos girarán en todas las direcciones, subirán, bajarán, darán vueltas en un sentido y en otro, harán zigzag, se separarán del cuerpo, volverán a aproximarse, se moverán más rápido, luego más lento, hasta que el tejido se encuentre libre de esa tensión que estamos liberando en este proceso de Unwinding o desenroscamiento.

En este momento es cuando las fibrillas minúsculas del tejido fascial van encontrando una mejor alineación y se orientan en una nueva dirección, idónea para que el tejido fascial se relaje y por tanto permita que el IRC entre en sus fibrillas o forme parte del proceso de expansión y contracción.

El desenroscamiento es un proceso que cuando colocamos nuestras manos en el cuerpo el sólo viene. Aunque este proceso se ve mejorado y potenciado cuando viajamos con nuestra mente al interior de los tejidos, cuando ponemos toda nuestra energía y atención al interior de las partes que estamos tratando, e incluso cuando le pedimos al tejido que se relaje o le enviamos algún tipo de color de luz que le pueda favorecer.

Este momento es de vital importancia para esta terapia, por ello dependerá de la energía que en ese momento tenga el terapeuta, de su nivel de conciencia y de su poder de curación.

Estamos llenos de pequeñas y grandes tensiones físicas, musculares, ligamentosas, tendinosas, fasciales o de cualquier otra índole.

Es el momento de deshacer todas las líneas energéticas que envuelven esa tensión, y cuanto más vueltas o movimientos tengamos que hacer alrededor de la zona de tensión será indicativo del nivel o tamaño de la lesión. Si el nudo fascial es grande el desenroscamiento o diarrea quinética será mayor.

Nuestras manos seguirán las líneas de tensión marcando la velocidad y la forma que el tipo de lesión nos indique. Es muy probable que al disolver una forma de tensión redonda nos aparezca otra elíptica y luego una línea que nos lleve a otra parte del cuerpo del paciente para desenroscar otra forma elíptica o lineal o cualquier tipo de línea de tensión.

Las líneas energéticas que rodean nuestro cuerpo en forma de tensión pueden ser de muchas maneras o clases, redondas, elípticas, en espiral, con diferentes tamaños, diámetros y número de vueltas, en forma cuadrada o triangular, unas se entrelazan con otras, etc. casi en cualquier parte del cuerpo podemos tener un tejido contraído que mejoraremos su estado descargándolo de energía mediante la técnica de disolver todas las líneas energéticas de su alrededor. Este hecho se puede hacer simplemente acariciando y masajeando dicha zona contraída. Si tenemos habilidades sanadoras este proceso de desenroscamiento será muy efectivo y salutífero.

Este proceso es cuando el terapeuta y el trauma o la tensión del paciente se convierten en uno y el terapeuta tiene que absorber dicha tensión a través suya y hacerla trascender, elevarla o hacerla desaparecer. Por tanto es posible que el terapeuta realice pequeños movimientos o giros sobre si, a la vez que mueve las manos para hacer el efecto de espiral y conseguir eliminar dicha tensión con mayor rapidez y efectividad.

Existe un profundo intercambio de energía en este momento que puede que genere al terapeuta o al paciente algún pequeño espasmo, eructo, temblor, respiración acelerada, o cualquier otro movimiento involuntario que permitiremos que suceda, para favorecer el desenroscamiento. Todo esto es muy buena señal de que algo sé esta moviendo en ambas personas y que la transferencia y liberación de energía está sucediendo.

A veces el unwinding no es apreciable y otras veces es dramático, con borboteos en los tejidos y diarreas quinestésicas,  o sea de movimientos involuntarios y violentos.

Tenemos que aprender a escuchar la tendencia del cuerpo a moverse, doblarse o rotar y seguir ese movimiento terapéutico espontáneo, para liberar las tensiones.

Tenemos que sentir la energía en nuestras manos y allí donde notemos la energía con más fuerza, allí donde esté el bloqueo nos quedaremos ahí un rato.

Si continuamos descargando energía el bloqueo se reducirá y se restablecerá la corriente energética. Mantendremos el contacto con este punto de energía bloqueada hasta que no sintamos ninguna diferencia con el área que lo rodea o hasta que vuelva el impulso rítmico craneal. Luego moveremos las manos hasta que encontremos otro punto de tensión o bloqueo energético.

Este desenroscamiento es una de las técnicas más efectivas para aliviar las tensiones o bloqueos energéticos.

El caso es que el desenroscamiento sobreviene en todos los procesos de esta terapia, desde el cráneo hasta el diafragma pélvico.

El desenroscamiento viene siempre después de colocar nuestras manos en el tejido, hueso o sutura y después de impedir con nuestra intención el siguiente proceso de expansión o llenado del LCR. El tejido va ha dejar de respirar y entonces casi de inmediato viene un proceso de borboteo o desenroscamiento del tejido fascial

En muchas ocasiones hemos querido doblarnos o hacer girar los brazos o las piernas, para encontrarnos mejor y ajustar nuestro cuerpo. Este desenroscamiento espontáneo es un acto natural que si aprendemos a utilizarlo nos será de gran ayuda en el intento de liberar las tensiones internas del tejido fascial.

Hasta el bostezo o el desperezamiento típico de las mañanas los podemos considerar como un desenroscamiento del tejido fascial.

También se realiza un ajuste de este tejido en los momentos de llanto o risa, en los eructos o aires estomacales o anales, en el castañeo por un nerviosismo o por el frío, en los espasmos o tetanias, hay muchas reacciones naturales del cuerpo que conllevan inevitablemente a una liberación de una tensión corporal y por tanto a un nuevo y mejor ajuste del tejido fascial.

Hoy en día hay varias escuelas de expresión corporal, danza libre y otras que usan principios parecidos a este unwinding.

Nosotros si nos dejamos llevar por la espontaneidad y naturalidad del cuerpo, tras un golpe o lesión nuestro instinto es el de colocar nuestras manos en la zona afectada e incluso de acariciarla o hacer círculos alrededor de la zona traumatizada.

De igual manera si nos duele el estomago o cualquier otro órgano o articulación nuestro instinto será el de colocar nuestras manos en su proximidad y moverlas para aliviar el dolor, damos vueltas alrededor de la zona lesionada con nuestras manos, acariciamos la zona de muchas maneras y al final las manos se deben de quedar quietas en la zona dolorida, durante un buen rato.

También se puede usar la técnica de poner la mano izquierda para absorber la tensión o energía psíquica y purificarla a través del amor en nuestro corazón. La mano derecha es la que dará energía nueva y salutífera.

Esto también  lo podemos considerar como un desenroscamiento del tejido fascial que nos ayudará a que la tensión interna mejore y se convierta en tejido fascial relajado, abierto a que circule por su interior el impulso rítmico craneal.

En la parada neurológica que se realiza por sí sola después del proceso del desenroscamiento y que tras esta parada, el movimiento respiratorio vendrá con mayor fuerza y equilibrio. Se percibe como un apagón del IRC y una oportunidad para procesar cambios neurológicos.

Si hacemos esta técnica en todos los tejidos que nos duelan o estén tensos, nuestra salud y vitalidad general mejorarán indudablemente.

Todo el cuerpo es una fascia en perfecta comunicación entre ella y el sistema nervioso central y periférico. Tenemos que procurar que todas nuestras fascias estén relajadas y pueda circular por ella el IRC. Este va ha ser nuestro trabajo en esta terapia.

Lo que suele pasarnos es que nos cansamos antes de poder ver y observar los resultados.

Si le hacemos el desenroscamiento  a una parte del cuerpo, ésta mejorará, pero seguro que tenemos más fibras o tejidos internos que requieren que le hagamos esta técnica, el caso es que todo el cuerpo es una fascia y muchas de éstas están esclerotizadas y necesitan de nuestro cuidado.

Si sanamos una pequeña parte del tejido fascial nuestro Ser total no notará casi el cambio a escala general, aunque si que podremos percibirlo mediante el tacto.

La mejoría general la notaremos si estamos perceptibles a nuestro Ser o nuestra salud general y al cabo de varias sesiones terapéuticas.

Si el LCR pulsa  con normalidad por el interior de las fascias es casi imposible que este tejido y sus alrededores se encuentren tensos o con problemas. El problema está en que el LCR no circula, debido a que las fascias se tensan con mucha facilidad, principalmente por motivos psicológicos o psíquicos, como el estrés, los trastornos emocionales o mentales, los sobresaltos emocionales como el miedo, los golpes o lesiones, etc.

En muchos momentos del día nuestro cuerpo reacciona y se tensa por diversas circunstancias emocionales, mentales, o de cualquier otra índole. Nuestro trabajo personal reside en saber soltar la tensión a su debido tiempo y asimilar correctamente todas las situaciones.

Un refrán que nos puede ayudar es que no nos preocupen los problemas, si no que simplemente nos ocupemos de ellos. También tenemos que tener en cuenta las situaciones que nos están estresando y procurar evitarlas.

 

 

 

PARADA NEUROLOGICA

 

Después del borboteo o desenroscamiento vendrá una parada neurológica, una parada del impulso rítmico craneal, un silencio, una tranquilidad después del estrés del unwinding.

Esto se puede interpretar como un momento de paz para que el sistema nervioso central y el tejido fascial se reorganicen y equilibren para el nuevo y mejorado IRC.

Al cabo de unos segundos o pocos minutos vendrá el impulso rítmico craneal con mayor amplitud, simetría y mejor ritmo. Nosotros seguiremos con nuestro ligero contacto en la zona hasta que vuelva el impulso rítmico craneal. De nuevo, si tardara en volver el impulso rítmico craneal sería indicativo de la importancia de la lesión.

Al volver el impulso rítmico craneal en todo el cuerpo conseguiremos que el micro articulaciones del cuerpo, las suturas craneales, el sacro con la pelvis, etc., recobren su movimiento de flexo-extensión.

Este es un bello momento en donde podemos observar la curación sutil de la zona, la vuelta a la normalidad del IRC en la zona que estamos tratando.

El cuerpo, una vez establecido este movimiento respiratorio y por tanto pulsando su campo energético, el sistema nervioso central y periférico están de nuevo mejor conectados y ellos se encargarán de llevar toda la sanación y la salud a la zona. La comunicación neurológica y eléctrica de la zona funcionará mucho mejor y el cuerpo sabrá llevar toda la actividad química, motora o fisiológica a la zona, para su recuperación.

Por supuesto gracias a los movimientos de flexión y extensión cráneo-sacral la circulación sanguínea del cerebro, y de todo el organismo se mejorará considerablemente, sobre todo en las uniones de los huesos, tendones y ligamentos. Por ejemplo entre las suturas craneales existen micro venillas y tejido fascial que recobrarán su salud si desbloqueamos las suturas craneales.

El cuerpo es suficientemente sabio para reencontrar su homeostasis.

 

 

 

¿CÓMO TRATAR AL PACIENTE?

 

Cuando recibimos un paciente en la consulta lo primero que haremos es sentarnos y charlar con el paciente a ver cuales son sus necesidades y hacerle un pequeño historial.

Le preguntaremos que es lo que espera de nosotros, para procurar que el paciente tenga más protagonismo que el terapeuta, esto es importante.

Entonces le diremos al paciente que le queremos ayudar, pero que el debe de poner mucho más de su parte que yo. Intentamos hacer un contrato laboral en donde yo tengo un compromiso y el paciente otro. Como en cualquier contrato  si una de las partes no responde el contrato se rompe.

En realidad no es mi problema si no es el del paciente, por tanto, éste debe de poner de su parte. Ponerse de acuerdo en el porcentaje de protagonismo que cada uno tiene que tener y es el paciente el que tiene la mayor de las responsabilidades. El paciente me ayuda a mí a yo ayudarle a él. Ahora ya tenemos el 50% del éxito en los tratamientos.

Después de tener el historial yo le propondré el hacer esta terapia cráneo-sacral. Aquí estamos pidiendo su consentimiento, y él puede decir sí o no. Si es positivo ya tenemos el otro 50% del éxito del tratamiento, si dice que no podemos hablar de hacer otros tratamientos.

Esta terapia es una terapia no agresiva, no invasiva, y es muy respetuosa con la circulación de los tejidos y con la inteligencia que emana de esos fluidos.

Es una terapia que nos lleva a la auto-escucha del paciente y a la auto-escucha nuestra.

Sucede que según como esté nuestro nivel de receptividad, tendremos una calidad en nuestro trabajo de escucha del paciente. Entonces tendremos que poner en práctica un buen posicionamiento, un buen estado de ánimo y de receptividad y un buen estado mental y de concentración.

Escuchar el ritmo cráneo-sacral es como sintonizar un dial de la radio, nosotros nos focalizamos en el movimiento rítmico del líquido cefalorraquídeo. Nosotros somos el dial. Puede ser que haya días que no sintamos bien el ritmo y entonces nos haremos unos masajes en los puntos neurolinfáticos nuestros, entre las costillas y la parrilla costal y también masajear el labio superior e inferior.

Le podemos explicar al paciente que la vitalidad es la expresión de la cualidad de la vida y que vamos a procurar conseguir un sistema corporal completo estructurado y dinámico.

Haremos un diagnostico sobre el estado del paciente. Observaremos como camina, como se agacha, el color de la piel, los rasgos de su cara, los ojos, etc. y en función de las conclusiones obtenidas del examen seleccionaremos un tratamiento curativo.

Le comunicaremos al paciente lo que vamos a hacer en esta terapia y le explicaremos brevemente el funcionamiento del sistema cráneo-sacral.

Le explicaremos al paciente que necesitaremos varias sesiones para reequilibrar su sistema cráneo-sacral.

Nosotros como terapeutas vamos a ayudar al paciente a re-encontrar su estado de perfecto equilibrio energético.

Pasamos a la camilla y empezamos a hacer el tratamiento.

 

 

 

LAS POSICIONES DE LAS MANOS DEL TERAPEUTA

 

Aquí analizaremos las posiciones de las manos y todos los pasos que debemos seguir para hacer una sesión de terapia cráneo-sacral. Como los pasos a seguir son muchos, así como los huesos y zonas a tratar, no podremos hacer todos los pasos en una sola sesión si no que necesitaremos de tres a cinco sesiones para hacer todos los pasos.

Haremos unos protocolos cortos para cada sesión que nos vendrá a ocupar entre 40 minutos y 90 minutos.

 

 

EL CV4

 

Esta manipulación tiene su gran importancia y la realizaremos dos o tres veces en una sesión de terapia cráneo-sacral, pues será la primera manipulación a realizar y la última en cada sesión. Nos sirve para activar el movimiento de la sincondrosis esfeno-basilar y por tanto de todo el sistema cráneo-sacral y también nos es de utilidad para al acabar la sesión dar un mensaje de guardar todos los nuevos datos fisiológicos ocurridos en la sesión en la memoria central del cerebro.

Vamos ha hacer el CV4  craneal.

El occipital caerá sobre el triángulo que forman los pulgares con las eminencias tenares de nuestras dos manos juntas como indica en el dibujo. Es importante que el occipital caiga perfectamente en su sitio. Si apoyamos un poco más hacia arriba podremos pillar las dos suturas del occipital con los parietales y no podremos hacer correctamente el CV4.

Tampoco podremos tener las manos muy abiertas, porque si no podremos coger los huesos temporales. Hay que ser muy preciso y el occipital se queda en dos puntos de apoyo en las eminencias tenares de los pulgares, lo demás está en el aire. La mano se tiene que fundir con los tejidos del paciente energéticamente hablando.

También podemos escuchar el ritmo craneal en los mastoides. Aquí tengo que sentir el movimiento de descenso, de ascenso (flexo-extensión), pero también tiene un movimiento de apertura lateral de ensanchamiento, en donde los mastoides se acercan y se separan. Podemos sentir estos movimientos en nuestros codos o tríceps. 

En la flexión la cabeza se llena y crece por los lados y el occipital se estira lateralmente.

Después cuando está en la fase de vaciado al final de esta fase hacemos el bloqueo, evitando el llenado. Es con la intención y la concentración, como realizamos el bloqueo de la fase de llenado. El occipital al no poder llenarse va ha empezar el borboteo y luego vendrá el punto de parada o punto de quietud, o Still Point. Después de realizar estos pasos volverá el ritmo con toda  su belleza y amplitud. Estos pasos nos pueden costar varios minutos entre dos o tres hasta diez o veinte dependiendo del tipo de lesión. También podemos decir que según vamos progresando con el paciente las sesiones serán más cortas y más efectivas.

 

DIBUJO  20    COLOCAR LAS MANOS EN V

DIBUJO  21    POSICION  CV4

 

 LA TECNICA PARA DESBLOQUEAR EL HUESO PARIETAL

 

Sabemos que el levantamiento del frontal, del parietal y la compresión y descompresión del esfenoides actúan sobre la membrana vertical, o sea, la hoz del cerebro y la hoz del cerebelo. A través del levantamiento del frontal estamos levantando la hoz del cerebro frontalmente o en su zona anterior. Levantando los parietales levantamos la hoz en sentido ascendente. O al hacer el CV4 también afectamos a esta membrana sagital.

Los parietales tienen dos tiempos en su movimiento: primero elevación y después separación.

Colocamos los tres dedos, el índice, medio y anular en las prominencias de los parietales. Los pulgares cruzados colocados a ambos lados de la sutura sagital. El movimiento es: sube, luego sé abre la sutura sagital, luego cierra la sutura sagital y luego baja. Este es su ritmo funcional, dos ritmos subir y abrir y cerrar y bajar.

Nuestro trabajo será el de igualar simetrías entre ambos parietales, tanto en el ritmo, como en la intensidad y en la apertura.

Puede ser que nos cuesten varios intentos, varios Still Point y unwinding, pero estaremos ahí hasta que lo consigamos.

De nuevo tendremos que realizar los ocho pasos que anteriormente hemos descrito en el ajuste del parietal.

 

El contacto es suave y tenemos que notar la sensación de que el hueso se imanta y se pega a los dedos en la parte más prominente del parietal. Siguiendo la línea central de la nariz estaremos en la sutura sagital, y nunca taparemos con los dedos esta sutura, para permitir su apertura y cierre.

De nuevo también podemos aplicar una ligera fuerza física de separación de los parietales sobre su sutura sagital si la lesión es muy fuerte y persistente. En cualquier caso en que usemos el trabajo osteopático sobre una sutura lo haremos suave, progresivo y mantenido por unos minutos. Mas vale poca fuerza pero mantenida cinco minutos que mucha fuerza en pocos segundos. También pondremos la intención para que  el líquido cefalorraquídeo vaya hacia la sutura que estamos separando con un tacto suave pero efectivo.  Este trabajo es seguro y efectivo. Se trata de enviar con la voluntad al líquido cefalorraquídeo para que vaya hacia el lado de la sutura que estamos abriendo ligeramente con nuestras manos. Al hacerlo así evitamos que se pueda lastimar la fascia que se encuentre en el interior de las suturas. Es una fina membrana de fascia, por donde circula el líquido cefalorraquídeo.

 

DIBUJO   28  Y  29    EL HUESO PARIETAL

VAMOS A AJUSTAR Y EQUILIBRAR EL HUESO TEMPORAL

 

El diseño de los temporales y de las suturas biseladas como las agallas de un pez, le proporciono a William G. Sutherland la idea original del concepto del movimiento óseo craneal.

Entre las membranas, tanto la vertical como la horizontal y el líquido cefalorraquídeo el cerebro está en constante estado de flotación. Esto sirve para que cualquier impacto traumático pueda absorber el impacto sin dañarse el mismo cerebro, debido al estar acolchado en un medio acuático.

Todo lo que hagamos en los temporales y en el ATM va a repercutir en la membrana horizontal, en el tentórium, sobre la tienda del cerebro, donde el cerebro se asienta.

Entramos en la membrana horizontal a través del temporal.

Los temporales tienen un movimiento complejo. Tiene un movimiento de rotación antero-posterior y después un movimiento de separación, todo muy unido. Parece que los temporales se abren primero en su parte inferior, en los mastoides y luego en su parte superior. Es como un bamboleo que hará que se vaya cerrando en su parte inferior a la vez que se abre en su parte superior. Es como la abertura de las escamas de los peces pero con rotación, rotación anterior y posterior. Todo acompañado de su movimiento de expansión y contracción.

 

Colocamos al paciente en decúbito supino y nosotros detrás de su cabeza.

Para escuchar el movimiento respiratorio de los temporales colocaremos el dedo medio en el oído, el índice en la temporo-mandibular y el anular en la mastoides. La parte tenar de mis manos hace contacto con la cabeza por detrás de las orejas.

Aquí mantendremos una calma y un silencio interior para sentir y percibir durante varios ciclos el movimiento respiratorio primario de los temporales.

La escucha del movimiento respiratorio primario en cualquier parte del cuerpo, podemos usar la forma o técnica que mejor nos convenza. Ya que es algo que muy sutil y particular de cada uno.  Yo utilizo mi habilidad cinestésica para percibir el movimiento respiratorio primario como una pulsación energética que dirige mis manos, sin contacto con el cuerpo marcándome en movimiento existente en dicha zona.

Para ayudar en el movimiento respiratorio de este hueso tenemos tres técnicas: una técnica de balanceo, una de mecanismo de rotación antero-posterior y la última de descompresión del temporal o tirón de orejas.

Técnica del balanceo.

Aquí es cuando los temporales se empiezan a ajustar.

Lo hacemos a través de las apófisis mastoides.

Primero la escucha.

Segundo seguir el movimiento. Las apófisis mastoides se van a mover en una especie de ocho. Observaremos cual de ellas tiene más movimiento, para irnos a la de menos movimiento para devolverle el movimiento del bamboleo. Para ello freno el bamboleo a la que tiene más movimiento, lo freno con la intención en un lado y acelero el otro. Luego suelto de los dos y se recuperara el sólo.

Una vez tengo el movimiento de los dos por igual los freno a los dos por igual en el momento del vaciado y obtendremos la parada o Still Point. Luego vendrá un borboteo o desenroscamiento que acompañaremos dure el tiempo que dure. Después tendremos la parada neurológica, momento que el organismo usa para reorganizar su pulso. Y ya al final  reaparecerá de nuevo el ritmo de flexo-extensión, con mucha mejor calidad y ritmo.

Al abrirse la mastoides el cuarto ventrículo del cráneo se llena de líquido cefalorraquídeo.

Tercero rotación de los temporales.

El temporal hace apertura lateral y movimiento antero-posterior de flexión y extensión. Flexión, apertura de mastoides, cierre y extensión.

Para que los mastoides se puedan abrir tiene que haber un eje de rotación. Se trabaja con el dedo medio que actúa de eje de pivote de rotación dentro del oído. El índice va a la parte superior del temporal y el anular a la altura del mastoides.

Primero notamos el movimiento, luego exageramos la lesión, primero para un lado, luego para el otro, en sentido de la lesión. Luego del borboteo se frena y vuelve a funcionar en flexo-extensión. Como en casi toda la terapia es un trabajo con la intención, con nuestra energía, voluntad y amor.

Tercero el tirón de orejas.

Es la tercera técnica para ajustar los temporales.

Cogemos las orejas en horizontal muy suave y estiramos. Sentiremos que las agallas, las suturas, cederán. O muy posible es que una ceda y la otra se quede fija. Pediremos con la intención a la que se queda fija que se libere. Haremos una tracción horizontal y ligeramente oblicua hacia abajo, hacia los hombros. Aquí estiramos la tienda del cerebro.

Nuestra conciencia viajará por el interior de las suturas del temporal desenroscando el posible nudo fascial y visualizando su correcta apertura. Este tirón de orejas es para abrir la escama anterior.

Alrededor del oído externo existen muchas líneas de acupuntura o meridianos de energía. El oído es uno de los sentidos más importantes, pues en su interior está el sistema del equilibrio.

Nosotros,  podemos usar alguna otra técnica osteopática o energética para poder liberar cualquier sutura, ligamento, articulación o músculo. Nuestra práctica y corroboración de las diferentes técnicas que podamos usar, nos dirán lo efectivas y saludables que pueden ser.

El camino a la investigación esta abierto y la experiencia adquirida hasta hoy en día, así como las investigaciones científicas realizadas son escasas.

 

 

 LA TÉCNICA DE COMPRESIÓN Y DESCOMPRESIÓN DEL ESFENOIDES.

 

Cogemos el occipital con los dedos de ambas manos y con los pulgares las alas del esfenoides.

Lo primero que hacemos es la escucha durante varias respiraciones. Localizaremos el tipo de lesión, a ver que ala del esfenoides tiene mayor restricción o mayor movimiento distorsionado. Podemos tener un ala mayor más anteriorizada, o más alta que la otra, etc. Averiguaremos el lado que es el patológico.

Lo segundo es que seguiremos el movimiento de distorsión, el patológico, llevaremos el esfenoides un poco más hacia el lado de la lesión, con nuestra intención vamos a empujar el esfenoides hacia el lado patológico, para después hacer el unwinding.

Aquí acompañaremos a nuestras manos en todas las direcciones que el desenroscamiento nos lleve. A ver donde quiere ir, hacia arriba, hacia abajo, de lado, da igual la mano va a moverse en su libertad de distorsión. De repente el esfenoides volverá a su posición idónea.

Lo tercero que hacemos es relajar y permitir de nuevo el movimiento respiratorio normal del esfenoides. Cuando sentimos que el esfenoides está en extensión, aquí es donde vamos a fijar las alas del esfenoides y las vamos a llevar a más extensión o compresión todavía, este es el momento del vaciado del LCR.

Aquí impediremos que el esfenoides realice el llenado, evitaremos con nuestra intención que el esfenoides siga respirando, para hacer un Still Point y un Unwinding.  Ahora hemos realizado el proceso de compresión del esfenoides.

También haremos lo mismo en el proceso de descompresión del esfenoides, por eso lo llamamos compresión y descompresión.

Recordemos los movimientos que el occipital y el esfenoides realizan, si el occipital hace flexión posterior el esfenoides hace flexión anterior. Los movimientos de flexión lo están dando el llenado y los de extensión el vaciado. Cuando ambos huesos llegan a su máximo vaciado, fijamos las alas, nuestra intención es fijar las alas. Después tendremos el balanceo multidireccional, lo mantendremos. Luego nos dará una parada, para después darnos un movimiento de más flexión y de más extensión.

Total que el tercer punto es compresión en extensión y dará comienzo su rebeldía o borboteo.

El cuarto punto es descompresión en flexión. Se realiza en máximo llenado y entonces nosotros le empujamos más en llenado, más hacia abajo, más en flexión o llenado y mantenerlo ahí. Luego regresaré con él y observaré los cambios sucedidos entre el extremo de la flexión y el extremo de la extensión todo lo que hemos ganado en el movimiento del esfenoides. De eso se trata, de liberar todo lo posible el movimiento del esfenoides.

Es muy importante y complejo el movimiento del esfenoides.

Este hueso craneal es de vital importancia, ya que  el quiasma óptico se apoya en las alas del esfenoides y éste controla parte de la tensión de las membranas del cerebro y, por tanto, una torsión en su movimiento afectará en una torsión en las membranas del cerebro. A su vez las membranas torsionarán los senos vasculares, tanto el seno sagital, como el seno recto que es el que alimenta los nervios ópticos. Si liberamos el esfenoides de su torsión estaremos inervando los vasos vasculares de la cabeza, o sea, mejorando el riego circulatorio. Cualquier distorsión del esfenoides es una distorsión de la membrana vertical y de la membrana horizontal.

 

En resumen:

1-  ESCUCHA DEL IRC, SEGUIMOS SU MOVIMIENTO.

2-  EN LA FASE DE EXTENSIÓN HACEMOS LA COMPRESION LO         SUJETAMOS  E  IMPEDIMOS  QUE  SIGA  RESPIRANDO.

3-  BORBOTEO,  DESENROSCAMIENTO Y PARADA.

4-  AHORA EN LA FASE DE FLEXION HACEMOS LA DESCOMPRESION.

5-  MANTENEMOS AHÍ. BORBOTEO.PARADA

6-  VUELTA DEL RITMO CON MAYOR AMPLITUD

 

 

Paras seguir el movimiento del ritmo tendremos un contacto con la piel de gramos con nuestro pulgar y en dirección ocular hacia los ojos.

Podemos frotar fuertemente los pulgares para aumentar la temperatura de los receptores y mejorar la sensibilidad de nuestros dedos, Pues el movimiento del esfenoides es más sutil que el de los demás huesos del cráneo.

Las alas del esfenoides están fuera de los puntos de acupuntura. Cuando nos duele la cabeza solemos masajear ahí en las sienes, donde están las alas del esfenoides, encontrando un alivio temporal.

Pero al no poner la técnica y la intención no liberamos el movimiento del esfenoides en toda su perfección.

Como anécdota algunos filósofos antiguos decían que la parte de ángel que tiene el ser humano es a través de las alas que tiene escondidas en el interior de la cabeza. Es de vital trascendencia el movimiento de este hueso que se conecta con el hueso frontal, con los temporales, los zigomáticos, con los parietales y el occipital y con los huesos del rostro.

Cualquier modificación del esfenoides por impactación en el cráneo en cualquier sitio provocará diferentes adaptaciones membranosas que ocasionarán restricciones de movilidad por algún sitio y aumento de movilidad por otros, para compensar el traumatismo. Esto es lo que llamamos tensiones reciprocas.

Hemos visto que el hueso frontal y el hueso parietal y la compresión y descompresión del esfenoides trabajan en la membrana vertical, la hoz del cerebro.

 

 

TÉCNICA T.D.O.A.A. O DESCOMPRESION OCCIPITO-ATLA-AXIOIDEA.

 

Aquí se trata de dejar que el peso de la cabeza se hunda en nuestros dedos, entonces sentiremos el arco posterior del atlas. Con el meñique palparemos la cresta externa del occipital y suavemente y con la intención procuraremos fraccionar el occipital y separarlo del cuello. Tracción del atlas y tracción del occipital. En cualquier trastorno craneal como un dolor de cabeza, etc. se aconseja la T.D.O.A.A.

Descompresión O.A.A.

Con la cabeza en el aire, dejaremos descansar los seis dedos encima de las protuberancias occipitales y la dirección de los dedos irá hacia las órbitas oculares. La cabeza se quedará en el aire, sobre los punteos de los dedos. La cabeza se va hundiendo poco a poco y el efecto es visco elástico. Desde aquí podemos llegar hasta el arco posterior del atlas cuando los dedos se van hundiendo. Es fácil tocar la transversa del atlas pero es muy difícil tocar el arco posterior del atlas. Cuando esto pasa, los dos meñiques comienzan a trabajar con una pequeña tracción y el occipital se va separando del atlas. La sensación es de profundidad y tracción visco elástico y poco a poco las fibras van cediendo y el occipital poco a poco se va separando del arco del atlas.

Nosotros aquí hacemos una inducción mental buscando la vértebra o segmento que queremos trabajar, lo demás el desenroscamiento del tubo dural, el cuerpo  sólo lo hará. Aquí se trata de un sentido de profundidad y de tracción.

Si pretendemos que el líquido  baje del tercero al cuarto ventrículo y de aquí a la médula, entonces tenemos que reblandecer esta zona.

 

DIBUJO  25  Y  26

 

DESCOMPRESION  O.A.A.

TRACCION TUBO DURAL.

DESCOMPRESION S1 ESPINOSA L5.

 

 

 

TECNICA DEL RECORRIDO MÉDULAR O TRACCION TUBO DURAL

 

Hay que hacerla con la imaginación.

Con la cabeza aplomada y los dedos hundidos en la región occipital notaremos una sensación viscosa elástica en nuestros dedos, como de mantequilla. A continuación arrastramos el occipital un poco hacia nosotros, cerramos los ojos y  cada vez producimos un poco más de tracción de la médula espinal y con la mente imaginamos éste recorrido a  través de las vértebras cervicales, de ahí a las dorsales, lumbares, hasta terminar en el sacro.

Percibiremos qué parte de la médula está atascada mediante una sensación  viscosa. Aquí haremos una parada, regresaremos un poco atrás y haremos que se libere. Es en este momento que sentimos un borboteo o temblequeo en la médula y paramos esperando a que se ajuste. Una vez logrado esto, seguiremos nuestro viaje por el tubo medular fraccionando cada vez un poco más. Si volviésemos a sentir una resistencia en esta tracción, volveríamos a realizar la operación antes descrita.

Con esta manipulación también liberamos la tensión en el  occipucio, atlas y axis.

A partir de aquí hacemos el viaje imaginativo en donde se produce la descompresión del tubo dural hasta llegar al sacro, o lo que es lo mismo realizamos el viaje por la médula hacia abajo, segmento a segmento. La sensación es como la de una goma que se va estirando poco a poco. Cuando se para, es que hay un bloqueo.

Nosotros sólo hacemos una inducción espacial, el cuerpo hace el desenroscamiento del tubo dural, él sólo.

Las yemas de los dedos van a arder, a quemar, que es sinónimo de la descarga de los músculos extensores cervicales.

Las hernias postero-laterales son tratables. Sin embargo, en los derrames craneales esta técnica está desestimada.

La médula espinal siempre está en movimiento de subida y bajada y con ella  los pares raquídeos, por ello los agujeros de conjunción son tan grandes.

 

 

 

LA ESCUCHA EN LOS PIES Y EN LAS PIERNAS

 

Colocamos suavemente nuestras manos en el dorso de los pies y nos disponemos a escuchar el ritmo fluídico del LCR en los pies. El movimiento es de expansión y contracción, así como también  hay una componente de rotación interna en la contracción y externa en la expansión.

Es muy probable que no sintamos ningún impulso rítmico craneal en las piernas y que por tanto tengamos que desenroscar y eliminar un gran número de tensiones o bloqueos energéticos en toda la pierna e incluso en las caderas y en el sacro. Iremos desatando las líneas de tensión a lo largo de las piernas parando en las zonas que así lo requieran para mantenernos ahí en una transmisión de energía que libere el bloqueo.

Después notaremos que el impulso rítmico craneal vuelve en esa zona.

Si la zona es problemática y nos interesa profundizar en ella induciremos una parada del impulso rítmico craneal para volver a encontrarnos con un desenroscamiento de las líneas de tensión efectuando una sanación en los tejidos más profundos.

Nuestra intención o el ojo de la mente, son los que se proyectan hacia el interior del cuerpo del paciente.

Cuando hayamos conseguido que pulse las piernas un poco, podremos notar como entre la pierna derecha o izquierda existe desequilibrio. Podemos notar como una pierna pulsa y la otra no pulsa. En este caso induciremos una parada a la pierna que pulsa llevando con nuestra intención el líquido cefalorraquídeo hacia la pierna que no pulsa.

Cuando consigamos que la pierna con más debilidad pulse, mantendremos y acompañaremos esta pulsación durante varios ciclos. Después dejaremos de inducir el punto de parada a la otra pierna permitiendo que ambas piernas efectúen el movimiento respiratorio primario.

Ahora muy seguramente nos encontremos con que cada pierna pulsa a un ritmo distinto a la otra. Ahora será el momento en que forzaremos una parada o Still Point a una pierna y de seguido a la otra.

Mantendremos esta parada con su desenroscamiento o unwinding durante el tiempo que sea necesario hasta que venga el silencio neurológico y retorne el movimiento respiratorio primario.

Ahora prestaremos mucha atención a percibir la simetría de ritmo en ambas piernas, si no fuera así será el momento de repetir de nuevo todo el proceso o técnica cráneo-sacral.

Este ritmo existe en cualquier parte del cuerpo. Lo escucharemos también  en las rodillas, los muslos y los iliacos.

 

DIBUJO       ESCUCHA EN LOS PIES

 

 

 

 

PALPACION DEL SACRO

 

El sacro lo podemos palpar con el paciente en decúbito prono, supino o lateral.

En decúbito supino el peso del cuerpo puede no dejar que podamos percibir bien el movimiento del sacro. Si el paciente se pone en decúbito prono, o lateral el sacro queda libre y flotando. Ahora podremos sentir la relación del sacro con el cóccix.

Repetimos los pasos a seguir:

Lo primero que tenemos que hacer es escuchar el ritmo cráneo-sacral y seguirlo por varias respiraciones. Averiguar  el tipo de lesión que tiene, ¿qué zona es la que peor respira?

Lo segundo es  el llamado STILL POINT o parada del IRC impidiendo el proceso del llenado o expansión.

Después de aquí la tensión nos marcara una dirección que tendremos que seguir. Hacia arriba, hacia abajo, izquierda, rápido, lento, en ocho, en zigzag, etc. según la necesidad de la fascia interna, este movimiento será de una manera o de otra. Procuraremos que el tejido se resblandezca.

Lo tercero es el desenroscamiento o unwinding.

El FCE junto con las fascias provoca el desequilibrio o el borboteo de los tejidos. Aquí se está desenroscando el nudo facial.

Movemos nuestras manos en todas las direcciones necesarias, nos dejamos llevar por la tensión del tejido y nuestro ojo de la mente visualizará los tejidos internos y pedirá su perfecta salud y relajación. Mantenemos ahí hasta que se produzca por él sólo una parada o una interrupción neurológica.

Lo cuarto es que aquí no sentiremos nada, hay un descanso de la actividad, a los segundos o pocos minutos volverá el ritmo del líquido cefalorraquídeo, con una mejor amplitud, simetría y ritmo.  El fuelle de expansión y contracción volverá el solo después de unos segundos.

Podría ser que hayamos conseguido tener un mejor ritmo respiratorio en la zona, pero que necesitemos de nuevo volver a hacer los pasos anteriores, para dejar la zona con una mayor amplitud y equilibrio.

Hacer lo mismo en todos los diafragmas.

 

PROTOCOLO

Escucha de los pies.

Escucha de los muslos.

Escucha de los sacros.

Diafragma 1 Pélvico.

Diafragma 2 Torácico.

Diafragma 3 Clavicular.

 

En todos estos puntos hay que escuchar las fascias y sus movimientos, desatar el nudo, parar y esperar un nuevo equilibrio. El punto muerto o de parada se busca en el momento del vaciado o rotación interna o extensión, punto Still. Luego viene un borboteo o punto de locura, para luego regularizarse.

Si un paciente tuviera mucho dolor en una zona determinada ir directamente a tratar ese diafragma y profundizar en los tejidos internos. Hay que procurar solucionar al principio la zona dolorida y luego hacer un ajuste cráneo-sacral completo.

 

 

 

DESCOMPRESION   S1 Y L5

 

Esta fase es muy aconsejada para cuando hay dolores lumbares.

El sacro realiza un movimiento de nutación y contranutación. Durante la flexión cráneo-sacral el sacro se abre y se separa de la quinta lumbar, movimiento de apertura como el que está realizando el occipital sobre el cráneo.

La quinta lumbar con respecto al sacro realiza un movimiento igual de nutación y contranutación como el sacro.

Lo primero que hacemos es la escucha del ritmo del sacro, la flexión y la extensión, el movimiento de nutación y contranutación.

Ahora ponemos el punto fijo en la lumbar 5, bloqueamos con un ligero tacto pero principalmente con nuestra atención. La dejamos bloqueada y ampliamos con nuestra intención el movimiento del sacro, ayudamos a que el movimiento del balancín del sacro coja más amplitud.

Cuando notamos que la cinética del sacro es mayor lo paramos y tomamos como punto fijo el sacro y buscamos la separación y la amplitud, entre el sacro y la quinta lumbar empujando la L5 hacia el cráneo.

Tengo que sentir la misma sensación que la sincondrosis esfeno-basilar, flexión y extensión entre la quinta lumbar y el sacro. Es una sincronía de separación y acercamiento entre el sacro y la 5 lumbar.

El ritmo de flexión y extensión estable me dará la seguridad de que el desbloqueo o descompresión del sacro y la 5 lumbar se ha realizado.

La escucha del ritmo del sacro

Con el punto fijo de L5 mejoramos la amplitud del movimiento del sacro.

Fijamos el sacro y mejoramos la movilidad de L5 con nuestra intención.

Liberamos y los dos se integrarán en un sólo ritmo.

Esta fase de descompresión de L5 con S1 tiene una segunda técnica, recomendable cuando la persona es de compresión delgada y pesa poco.

Cuando el sacro esta en extensión colocamos el dedo índice por debajo de la  espinosa L5 y S1  acompañando el movimiento occipito-craneal.

Lo primero que harán los dedos es seguir el balanceo del sacro y poco a poco los dedos se van abriendo cual tijera, siguiendo el movimiento extensión-flexión, acompañando el ritmo y liberando las fascias lumbares.

Los tejidos profundos están produciendo un estrés excéntrico. La separación la hacemos con la intención y conseguimos un resultado de desenroscamiento elástico profundo muy saludable.

Para cuadros de depresión y angustia, debido a cargas de responsabilidad, conflictividad de pareja, insomnio, inseguridad, miedo, problemas de identificación o sexuales o problemas de padres e hijos.

Por tanto, tenemos:

DESCOMPRESION DEL OCCIPITAL

DESCOMPRESION ATLAS AXIS

TRACCION DEL TUBO DURAL

DESCOMPRESION L5 CON S1

 

 

LA LIBERACION DE LA VIA DE LA EXPRESION

 

Tenemos diez pasos para realizar un buen trabajo para abrir la vía de la expresión.

  1. Liberación de Sacro Y L5
  2. Liberación de la entrada torácica.
  3. Liberación de los músculos y fascias infrahioideo.
  4. Liberación del hioides.
  5. Liberación de los músculos y fascias suprahioideo
  6. Liberación de la parte inferior del suelo de la boca, Dcha. e Izqda., dos veces.
  7. Desenrollar “Unwinding” la lengua y el frenillo.
  8. Desenrollar los dientes y las encías.
  9. Equilibrar la mandíbula.
  10. Terminar con CV4.

 

Al final tendremos que volver al sacro, pues es la raíz del sistema nervioso donde los filamentos nerviosos o hilo terminal acaban ahí. De la raíz iremos hacia el tallo y del tallo a la flor de loto. En los plexos ciáticos al igual que hay raíces nerviosas hay emociones que también  se enraízan ahí abajo.

La vía de la liberación no se la haremos a individuos con hipotonía.

 

 

 

TRATAMIENTO COMPLETO CON TODOS SUS PASOS

 

Una buena manera de hacer las sesiones terapéuticas puede ser el hacer un par de sesiones de terapia exocraneal antes de iniciar las sesiones de endocraneal, las cuales nos pueden ocupar dos o más sesiones.

Hacemos el agarre de escucha general, que no es terapéutico, sino de valoración. Pone el índice en el esfenoides, el dedo medio en el ATM, los anulares en la mastoides, el meñique en el occipital y los pulgares en el fronto-parietal.

Escuchamos los tres grandes parámetros que nos interesan, la amplitud, ritmo y simetría. Los tres parámetros vitales para lo que es el ritmo cráneo-sacral. Esto nos da una valoración de cómo esta el sujeto, de cómo está el movimiento respiratorio de todos los sistemas articulares del cráneo. Esto es una manera global de ver como están todos los sistemas articulares del cráneo. Si notamos una asimetría craneal vamos a tener un mecanismo de torsión en el sacro. El eje flexo-extensión del sacro va ha estar distorsionado.

Otra técnica consiste en testar únicamente el sistema esfeno-basilar. Vamos ha hacer el CV4  craneal. El occipital caerá sobre el triángulo que forman los pulgares con las eminencias tenares. Es importante que el occipital caiga perfectamente en su sitio. Si apoyamos un poco más hacia arriba podremos pillar las dos suturas del occipital con los parietales y no podremos hacer el CV4. Tampoco podremos tener las manos muy abiertas, porque si no podremos coger los huesos temporales. Hay que ser muy preciso y el occipital se queda en dos puntos de apoyo en las eminencias tenares de los pulgares, lo demás esta en el aire. Aquí tengo que sentir el movimiento de descenso, de ascenso (flexo-extensión), pero también tiene un movimiento de apertura lateral de ensanchamiento. En la flexión la cabeza se llena y crece por los lados y el occipital se estira lateralmente. La otra técnica consiste en testar únicamente el esfenoides, colocando los pulgares en las alas mayores del esfenoides. En esta fase de testar podremos estar observando el rostro entero su equilibrio o posible deformación.

Después cuando está en la fase de vaciado al final de esta fase hacemos él bloqueo, evitando el llenado. Es con la intención y el occipital al no poder llenarse va ha empezar el borboteo y luego viene el punto de parada o punto de quietud, o Still Point. Después de aquí volverá el ritmo con toda su belleza y amplitud.

De aquí nos vamos a escuchar los pies a ver que calidad de ritmo tienen. Si es necesario hacemos una parada de ritmo al final de la rotación interna, con su consecuente Unwinding y Still Point.

Tenemos que darnos cuenta de la importancia del pie, que es el sistema estéreo receptor del sistema del equilibrio. Hay una relación importante entre el quiasma óptico y el cuboides del pie. Un problema del pie afecta a los ojos.

Ahora que ya tenemos la receptividad del equilibrio con el cráneo y los pies nos podemos ir a los diafragmas.

Podemos hacer un Still Point en el sacro también si el sujeto esta muy mal.

Podemos hacer los diafragmas. Notaremos ritmos multidireccionales o unidireccionales. Notaremos el estado de los diferentes tejidos que encontramos entre nuestras manos.

Podemos hacer según de la necesidad las técnicas de liberación entre la 5L y la S1.

Si no hay problemas de lumbar pasamos a la descompresión O.A.A.

Realizaremos la tracción del tubo dural.

Levantamiento frontal

Levantamiento parietal, de elevación y de separación.

Compresión y descompresión del esfenoides

Técnicas temporales, balanceo, oído. Que afecta a la membrana horizontal

Descompresión temporales tirón de oreja. Que afecta a la membrana horizontal.

Compresión y descompresión de ATM

Balanceo cráneo-sacral (rocking).

Hacer el CV4.

 

 

 

TRATAMIENTO CORTO

 

Podemos compaginar esta técnica con cualquier otra terapia manual. Será recomendable ir de lo físico a lo sutil.

Después de tratar al paciente por ejemplo después de un masaje podemos hacer esta versión corta de la técnica.

Un CV4 craneal.

Un esfenoides.

Un temporal de descompresión, o tirón de orejas.

Un balanceo cráneo-sacral.

Un CV4.

Si hay problema lumbar hacer descompresión L5 y S1.

Esto nos puede llevar unos 10 o 15 minutos.

Las personas con problemas de salud podemos observar como sus fascias no respiran se endurecen, se esclerotiza, ya no se mueven. Esto es posible mejorarlo con esta terapia. Si fuera necesario podemos poner un poco de presión, llevar a una dirección y observar, llevar a otra dirección con un poco de presión y observar si la mano quisiera ir a otro lugar y seguir la mano. Notar si encontramos alguna resistencia en esos movimientos, para por supuesto ir a desatar el nudo en el lugar donde no encontremos resistencia. Procurar desatar el apelmazamiento fibridal que se encuentra en el interior. Esta presión es para intentar excitar un poco a estas fascias que tan bloqueadas están.

 

 

BALANCEO CRÁNEO-SACRAL

 

Le pedimos al paciente que se ponga decúbito lateral y una mano buscará el occipital y la otra se pondrá en el sacro. Aquí tenemos que regular, igualar y devolver el ritmo natural general del cráneo y de todo el  sistema dural, hasta el sacro.

Nos ponemos en escucha en el cráneo y en el sacro. Sentimos los movimientos de flexión y extensión en ambas partes.

Tanto el sacro como el occipital deben de subir en la extensión y bajar en la flexión, esto es un buen ritmo.

Puede ser que un paciente tenga un movimiento de flexión en el sacro y otro de extensión en el occipital. O sea, el occipital baja y el sacro sube, en este caso tendremos una distorsión del saco dural.

Será el sacro el que normalmente esté lesionado, ya que el occipital es el que mandará  el movimiento al sacro a través de la comunicación fibridal de las fascias o meninges, del canal medular.

Para ajustar el sacro lo bloqueamos en el momento de la flexión, del vaciado del IRC  y le dejamos que borbotee y se desenrosque. Después viene el silencio y tras éste el sacro iniciará el ritmo en el mismo sentido direccional que el cráneo.

Si sentimos el ritmo en el cráneo y en el sacro, seguro que estará en todo el tubo dural.

Cuando el occipital hace el llenado, en el momento en que el occipital se abre, el sacro hará el movimiento de retroversión o nutación, es en este instante cuando la punta inferior del cóccix sube un pelín hacia arriba por delante y la base del sacro baja hacia atrás, a este es el momento del llenado del líquido cefalorraquídeo o extensión cráneo-sacral. Este movimiento de retroversión o nutación de la pelvis es el típico que recomiendan algunos ejercicios de yoga, o en los estiramientos de cadenas musculares incluso hay muchos osteópatas y quiroprácticos que lo recomiendan para aliviar la exagerada presión que a veces existe en la zona lumbar.

Y a la inversa sucederá lo contrario, cuando el occipital se cierra, el cóccix se inclina hacia atrás a la vez que sube un poquito y la base del sacro se inclina hacia delante a la vez que baja un pelín, este es el movimiento de contranutación o contraversión. Este es el momento de la flexión del sistema cráneo-sacral. Esta es la posición del cuerpo que hace que saquemos el culo hacia atrás, tan típica en algunas mujeres y que fuerza y pellizca algunos nervios de la zona lumbar, provocando en muchos casos la ciática y los dolores lumbares y problemas en las piernas, en el sistema reproductor, excretor y digestivo.

 

 

 

VOLVER HA HACER EL CV4

 

Después de hacer los huesos craneales y la mandíbula deberemos de volver a hacer un CV4, o sea volver a hacer una parada y ajuste del occipital.

Paramos el ritmo del occipital en el momento del vaciado, e impedimos el llenado y entonces va ha venir un borboteo mayor todavía que los anteriores. Vendrá una parada y volverá el nuevo ritmo con más amplitud y simetría.

El realizar el CV4 al final de la sesión es como hacer una copia de seguridad a un ordenador. Le pedimos al cuerpo que no se olvide del trabajo que hemos hecho. Realizamos de nuevo esta técnica para después de haber realizado los diferentes ajustes de las membranas craneales, o sea después de haber relajado las tensiones craneales o del ATM, al final de la sesión tendremos una nueva estabilidad craneal y por tanto tendremos que volver a la sincondrosis esfeno-basilar para volver ha realizar un nuevo ajuste basado en el nuevo acople general de toda la cabeza. Por tanto realizaremos un CV4, aunque tenga un buen ritmo en el CV4 deberemos hacer una parada para que entre en memoria un nuevo programa.

Seguramente ahora notemos un buen ritmo en el occipital y en el mastoides inclusive.

 

 

 

LOS DIAFRAGMÁS

 

Existen tres diafragmas en el cuerpo humano, el de la pelvis, el torácico y el clavicular o torácico alto.

Primero tenemos que escuchar el movimiento de las fascias que en estos tres diafragmas y como siempre es de expansión y contracción. Si en esta escucha se encuentra un nudo, la mano debe seguir la intención del cuerpo para desatar el nudo manteniéndose en ese punto un tiempo hasta percibir el “borboteo” o desequilibrio de todo el diafragma.

Es muy probable que nuestras manos tengan que moverse hacia todos los lados que la tensión o nudo fascial requiera. Al principio nuestras manos siempre se dirigirán hacia la zona donde se encuentra el bloqueo energético. Nos dirigimos hacia en centro de la tensión para desde ahí empezar a desatar las líneas de tensión ahí generadas.

Luego viene una parada o desconexión neurológica y posteriormente tenemos la vuelta  del ritmo cráneo sacral en equilibrio. Para disolver con precisión y rapidez los nudos fasciales, debemos de magnetizar nuestras manos, ponernos cómodos y estar relajados. Nuestra inducción mental a través de los tejidos lesionados es muy necesaria también.

La tensión es una función neurológica y podemos comunicarnos mentalmente con ese patrón de tensión y pedir que se disuelva o conectarnos con él y hacer que se disuelva a través nuestro. En este caso es posible que nos aparezcan movimientos involuntarios, castañeos en los dientes, u otras sensaciones corporales. Seguramente si nos dejamos llevar por estos movimientos la tensión desaparecerá antes y con mayor eficacia.

 

 

Diafragma de la pelvis.

Poner la mano derecha arriba y la izquierda en el sacro, notar y escuchar las fascias y sus movimientos. En las piernas también notaremos este movimiento de expansión y contracción, pero con un movimiento de rotación interna y rotación externa. Tenemos que encontrar un movimiento rítmico estable y equilibrado. Este diafragma gobernara todos los órganos que haya a su alrededor.

Levantamos la cadera y colocamos la otra mano en el sacro para percibir su ritmo, como lo representa en el dibujo. Aquí en el sacro debemos de pedir permiso al paciente, para ponerles las manos, pues es una zona muy delicada. Con el sólo peso ya tenemos el contacto necesario para la escucha.

Partimos con un tacto suave, lo más ligero posible y nuestra atención viajará hacia los tejidos internos buscando el nudo o tensión interna.

Viajaremos todo lo profundo que nos lleve la intención, hasta encontrar el nudo fascial. Nuestras manos podrán moverse hacia el lugar de la lesión y empezaran a moverse solas, tratando de desatar el nudo del tejido fascial. Permitiremos este movimiento espontáneo hasta que él sólo se pare. Este es el punto del unwinding o desenroscamiento.

Luego vendrá un momento de calma o Still Point. Después de unos segundos o minutos volverá el ritmo del LCR con mayor fuerza y simetría. Hemos relajado unas fibras internas, pero pueden haber más y tendremos que repetir la secuencia tantas veces sean necesario.

También  tenemos los huesos ilíacos que respiran haciendo un micro movimiento de eversión e inversión. Aquí pondremos nuestras manos a cada lado de la cadera permitiéndonos percibir el movimiento respiratorio primario en los huesos ilíacos. Si uno de ellos no respira, tendremos que bloquear el que si respira para llevar con nuestra intención el LCR hacia el lado que no respira. También  tendremos que hacer después de la parada un desenroscamiento y dejar que suceda el nuevo ajuste. Muy probablemente percibamos que ahora cada hueso ilíaco respira a diferente ritmo como en el caso de las piernas.

De nuevo tendremos que inducir las paradas del impulso rítmico craneal las veces que hagan falta, hasta que percibamos movimiento respiratorio primario en perfecto equilibrio y simetría en los huesos ilíacos.

 

DIBUJO  22  DIAFRAGMA PELVICO

 

 

Diafragma torácico.

Colocaremos la mano izquierda detrás de la vértebra torácica 12 y la derecha encima del cuerpo, en la misma dirección. Este diafragma gobernará todos los órganos que se encuentren en sus inmediaciones. Gracias a la liberación fascial podemos ayudar enormemente a estos órganos, cosa que mediante el masaje por no poder acceder al interior no podríamos hacer.

Colocamos nuestras manos en el paciente y nos concentraremos todo lo más posible para hacer un viaje mental por el interior del organismo disolviendo las tensiones fasciales internas.

Seguramente sea necesario mantenernos más cantidad de tiempo y de concentración en algunas partes del cuerpo, es ahí donde está la mayor concentración del nudo fascial. Seguramente estas partes tan dañadas necesiten de varias sesiones por parte del terapeuta y necesite de un cuidado especial por parte del paciente.

De nuevo repetiremos todos los pasos de la terapia cráneo-sacral, hasta devolver el impulso rítmico craneal en todo este diafragma.

Otra posición de nuestras manos será en ambos lados del diafragma torácico, tanto en la parte anterior como posterior. La técnica es como en los casos anteriores, percibir el movimiento respiratorio primario, conectarse a este impulso rítmico craneal y realizar los ajustes necesarios. Si hay un lado que no pulsa, induciremos la parada al lado que si pulsa hasta conseguir que el lado patológico pulse. Acompañamos varios ciclos de esta manera y luego permitiremos que ambas partes pulsen libremente. Si no existiera un perfecto equilibrio en ambos lados haremos las paradas necesarias hasta percibir la perfecta simetría de ritmo tanto en el lado derecho como el izquierdo.

 

DIBUJO  23  DIAFRAGMA TORACICO

 

 

Diafragma clavicular.

La mano izquierda por debajo de las clavículas y la mano derecha en las cervicales bajas o dorsales altas. Aquí podemos notar la respiración de la pleura, pero no es de nuestro interés, pues correspondería a la osteopatía visceral.

Tenemos que escuchar las fascias y su movimiento, notar el nudo o la restricción del movimiento. Acompañar la mano hacia donde te guíe, suele ser hacia donde esta el nudo para desatarlo, ahí es donde la corriente líquida es perturbada, lentificada o desviada. El osteópata acompaña el movimiento hacia esa zona, acentuando el desequilibrio, para permitir por reacciones sucesivas, un real equilibrio de las tensiones y una libre circulación de los líquidos.

Acompañamos nuestras manos hacia donde ellas quieran ir, que suele ser al lugar donde el impulso rítmico craneal no se produce, hay falta de movimiento o movimiento desajustado. Es aquí donde podemos poner toda nuestra atención, nuestra energía mental y sentimental, para reactivar el ritmo del FCE.

Es de gran ayuda el poder hacer un viaje mental y visualizar los tejidos internos. Quedarnos un poco más de tiempo en aquellos tejidos que requieran de más ayuda o atención.

Las hojas fasciales son como hojas o láminas que se meten por todos los lados, sujetan las vísceras, los órganos internos, todo está envuelto por las fascias. La técnica es potenciada por el ojo de nuestra mente que se focaliza en el interior del paciente visualizando los tejidos y órganos en su perfecta salud.

 

DIBUJO  24   DIAFRAGMA TORACICO

 

Para desatar ese nudo podemos apretar un poco más, y estimular esa zona o desplazarnos hacia arriba, hacia abajo, a derecha y a izquierda, para reactivar la fascia y ver de nuevo hacia donde quiere llevarte para deshacer el nudo.

Tenemos que tener claro que para desatar el nudo fascial tenemos que ir en el sentido del bloqueo, de la restricción, del nudo. Nunca ir en sentido contrario, pues podríamos aumentar el nudo

Es como el cordón de un zapato, para desatar el nudo tenemos que hacer el camino inverso de cómo se hizo el nudo. Estamos llevando la fascia en la misma dirección del nudo para que, entre lo que yo hago y ella puede hacer, intentar desatar el nudo o tensión interna.

Igual que en los casos anteriores también podemos poner nuestras manos en cada clavícula y percibir aquí el movimiento respiratorio primario. Realizaremos los mismos pasos que en los casos anteriores.

 

 

 

TRATAMIENTO DEL PALADAR DURO Y BLANDO

 

El rostro contiene muchos huesos pequeños, todos ellos orquestados también  por el movimiento del hueso esfenoides.

Un tratamiento completo tendrá que hacerse en varias sesiones en ambos sentidos, por fuera del cráneo y por dentro, o sea exocraneal e endocraneal.

En la terapia exocraneal el cuerpo es capaz de absorber los traumatismos pequeños a través de su estructura. Un golpe en el frontal puede ser absorbido por las membranas internas y podría volver a su posición de origen.

En la terapia endocraneal, dentro de la boca un impacto o traumatismo es difícil que sea absorbido por la estructura, sin embargo se forman compensaciones.  

Una repercusión en los tabiques nasales, en la mandíbula, en los dientes, todo esto deja huella incapaz de ser absorbido por la estructura por el exocraneal. Un golpe frontal en el zigomático o en los huesos nasales producirá una impactación incapaz de ser absorbida por las membranas.

 

 

 

TERAPIA ENDOCRANEAL

 

Se divide en el paladar duro y en el paladar blando, como maxilar superior y maxilar inferior.

El paladar duro está en relación con la actividad mental, cognitiva como la lógica, la comprensión, asociación y el paladar blando esta en relación con la actividad emocional, sobre todo de la expresión.

Por tanto los niños que tienen dificultad en aprender, habrá que trabajar la zona del paladar duro. Un niño con dificultad respiratoria por alteración de los tabiques nasales les creara una dificultad de aprendizaje, ya que hay ciertas áreas del cortex cerebral que no van ha tener suficiente oxígeno, ya que los ángulos de entrada del aire estarán modificados por lateralizaciones del tabique nasal. Esto implicará que hay zonas que maduran antes que otras y en el momento del aprendizaje de un niño esto es muy importante.

En la terapia endocraneal haremos un trabajo sobre el maxilar superior, el vómer, los palatinos, los huesos nasales y sobre el etmoides. Todo esto trabajando en forma simétrica sobre el esfenoides. El punto de referencia siempre será sobre el esfenoides.

Testaremos el esfenoides con una mano y con la otra en el interior de la boca. Estaremos sintiendo el movimiento de flexo-extensión del esfenoides, a la vez que percibimos los diferentes movimientos del interior del rostro.

Por tanto el movimiento del esfenoides tiene que estar totalmente libre y regulado, en toda su magnitud de movimiento.

A partir de aquí introduciremos los dedos en el interior de la boca y observaremos los diferentes movimientos del vómer, los palatinos, el maxilar superior siempre en relación con la flexo-extensión del esfenoides.

Después de hacer el paladar duro y blando volveremos ha realizar el ajuste del esfenoides, de los temporales y del ATM. Ya que hemos dejado más espacio en el sistema endocraneal el ATM puede trabajar de forma diferente, debido a su expansión que le hemos dejado. Es bueno que hagamos un nuevo ajuste del ATM para facilitar el trabajo de su cápsula sinovial. También  haremos las tres técnicas de los temporales.

 

 

 

PALADAR DURO

 

Este paladar es el sistema mecánico por excelencia, es el sistema cognitivo, el de las funciones cerebrales motoras centrales, pertenece a la organización del sistema vegetativo central.

Está formado por el maxilar superior, el vómer y los palatinos. El hueso esfenoides, los temporales y el ATM están directamente relacionados con el paladar duro.

Recordemos que cuando tenemos un eje vertical que atraviesa el esfenoides y otro eje vertical que atraviesa el paladar duro, tenemos el efecto de que cuando el esfenoides gira en un sentido, el paladar duro puede girar en sentido contrario. Esto es debido a que la tensión reciproca de membranas es lo que después se trasmite en tensión intradural, dentro de la médula espinal.

Ya que la tensión que es provocada entre el esfenoides y el paladar duro es recogido por la hoz del cerebro y por la tienda del cerebelo. Por tanto la existencia de tensión entre la hoz vertical del cerebro y la tienda horizontal del cerebro es la que se trasmite después mediante el foramen mágnum a todo el complejo medular. Es como escurrir una toalla desde una punta y enseguida se estarán marcando la tensión de rotación en la otra punta de la toalla, a través de sus fibras.

En el maxilar superior tenemos una sutura sagital llamada sutura intermaxilar, justo en medio de la bóveda de la boca. En esta sutura existe tejido elástico, como el colágeno y la elastina y capilaridad para su nutrición.

Tenemos una sutura interna y otra sutura externa que divide el paladar duro en dos secciones que tendrán un movimiento de separación y vuelta a juntarse. Por tanto dividimos el maxilar en derecho e izquierdo. También  tenemos la sutura crucífera, como punto muy importante, pues la interconexión entre los maxilares y los palatinos.

Después tenemos la sutura ínter palatinas que es el fondo de la boca.

Haremos trabajo sobre el maxilar superior de percepción del movimiento de flexión y extensión. Nuestros dedos se colocaran debajo de los dientes superiores. Por ejemplo el dedo índice en la línea de los dientes derechos y el dedo medio en la línea de los dientes izquierdos. Se trata de percibir la separación del maxilar sobre su sutura crucífera y después su unión o contracción.

El trabajo sobre los palatinos lo haremos colocando los dedos en la región postero-superior, al final de la sutura crucífera, para percibir los movimientos de los palatinos.

El trabajo del vómer lo haremos encima de la sutura sagital entre la sutura crucífera palatina e intermaxilar.

Por tanto tenemos tres accesos al paladar duro: en el maxilar, en los palatinos y en el vómer y todo esto relacionado con el movimiento del esfenoides.

Existe un mudra o posición de la lengua en la sutura crucífera, empujando un poco esta sutura hacia arriba, cerca del vómer, para estimular el movimiento del esfenoides y por tanto de la silla turca. O sea aumentaremos el nivel del balanceo de la silla turca, con lo que obtendremos más estimulación en la hipófisis y más funciones inmune-endocrinas. Esto se acompaña con técnica de respiración y de concentración. Esto produce una sobre estimulación de la glándula hipófisis, mejorando el sistema inmunológico y excitando al individuo en un estado de hipertonía. Es una técnica ideal para superar estados de depresión o para individuos con vagotonía, aunque también  se usa para expandir la conciencia y para mejorar la comprensión.

 

 

 

PERCEPCION DEL DESBLOQUEO DE LAS FASCIAS

 

Al liberar las fascias podemos notar como una burbuja que se libera, pues las fascias cuando están atascadas acumulan muchos gases, y están fermentados, pues no tienen salida, toda la fascia se encuentra tensa, bloqueada. Estos gases pueden crear molestias de todo tipo, de ahí que la liberación de la fascia la podamos sentir como una burbuja que se libera.

También podemos notar un chasquido que se produce tras la liberación de un bloqueo en los huesos craneales o debido a una superposición de estos en algún punto de una sutura.

Al liberar la tensión o el estrés de la fascia el desbloqueo nos puede llevar nuestras manos a otros puntos del cuerpo, que también requieren de nuestra atención para ayudar a liberar el estrés de esa nueva fascia, que tan íntimamente ligado estaba a la anterior. Todo el circuito facial esta interrelacionado y tiene memoria.

Ese es el gran trabajo del terapeuta, el despertar esas memorias en forma de bloqueo físico. Este tejido facial es muy fácil de ser bloqueado por traumas emocionales, que todavía perduran en la memoria del tejido facial. El cuerpo se va a defender de estas emociones traumáticas formando auténticos cápsulas alrededor de dichas emociones. Los practicantes de las terapias somato-emocionales lo llaman quistes emocionales.

Aunque nosotros no sintamos o sepamos que estamos ayudando a recuperar la salud, esto está sucediendo. Por el simple hecho de poner nuestras manos o nuestro campo energético cerca del paciente, los campos energéticos están interactuando y la información se está reciclando y organizando todas sus funciones químicas, eléctricas, fisiológicas, etc. para volver a la mejoría, pues es éste el estado natural del cuerpo. El paciente puede tener tos, hipo o cualquier otra reacción fisiológica que le sirva de ayuda, para liberar esa tensión facial, acompañada de liberación emocional. Son reflejos que usa el cuerpo para producir la propia descarga emocional, como la tos que usa una gran cantidad de músculos. Si tienes un empacho te viene la diarrea, como mecanismo de defensa. Cualquier crisis convulsiva de la persona como el llanto, la risa, la tos, el escalofrío, etc. son crisis curativa, sistemas de descarga o de desintoxicación. Durante muchos años las fascias han acumulado la tensión o intentado proteger otras zonas del cuerpo más importantes, quitándoles las tensiones. Llega un momento que las fascias ya no aguantan más y se elimina la tensión a través del sistema neurológico y estos a través de los músculos mediante una diarrea quinética o de movimiento. Esto es una actividad muy terapéutica, de liberación de energía psíquica condensada.

 

 

 

LA TECNICA EFICAZ Y BREVE PARA AJUSTAR CUADROS DE DEPRESION

 

TECNICA DEL ESFENOIDES

DESCOMPRESION L5 Y S1

TECNICA  O.A.A.

Estas tres técnicas ayudarán en gran medida a solucionar los problemas como la depresión. En caso de tener un paciente con estos síntomas de depresión, tendremos que usar esta formula, que la podemos llamar el triángulo de la depresión. También es recomendable usar esta técnica para el insomnio o para personas con mucha angustia como: personas con mucha responsabilidad laboral, social, familiar, etc.

En los casos de depresiones o conflictos de pareja o de relación de padres a hijos u otros es muy recomendable hacer la técnica cráneo-sacral.

En caso de esquizofrenia si realizamos con frecuencia y constancia la técnica cráneo-sacral el paciente puede mejorar muchísimo.

Reorganizar las fascias es también reorganizar las emociones y los pensamientos.

No está indicada la terapia cráneo sacral, en concreto la técnica del cuarto ventrículo o Still Point en sujetos con:

- Derrame cerebral o hemiplejia.

- Infarto de miocardio (hay que esperar 6 meses).

- Los que sufren de neurisma o dilatación de las paredes arteriales.

- Demasiados dolores de cabeza.

- Marcapasos.

- Hernia discal posterior ya que invade el canal medular.

 

Está indicada en todos los demás sujetos especialmente en los:

Pies: flexión (rotación exterior) extensión (rotación interior)

Muslos o iliacos. Movimiento de eversión e inversión

Diferentes diafragmas (expansión y contracción).

Cuarto ventrículo.

Sacro (flexión, extensión, movimiento de nutación y contranutación).

Cualquier alteración de los temporales afectará a los ilíacos, pues funcionan con el mismo movimiento.

Al principio es muy recomendable practicar a menudo esta terapia para afianzar la sensibilidad de las manos y de la percepción del IRC.

Cuanto más sesiones nos demos o nos den, mejor aprenderemos y sentiremos el funcionamiento de esta terapia.

Si asimilamos bien podremos recibir más alimento del profesor.

Cuando nos adentremos en el paladar blando, veremos cuantos traumas tenemos metido en el paladar, cuanta rabia y falta de expresión tenemos en el paladar. Cuantas cosas que hemos querido decir y que nos hemos tragado en el interior del paladar.

 

 

 

 

FRECUENCIA DE LOS TRATAMIENTOS

 

Daremos una secuencia prototipo, como base. Pero nosotros tenemos que analizar y sentir en nuestra intuición la mejor secuencia para el paciente.

Si el paciente tiene problemas muy agudos, las sesiones tienen que ser más seguidas, entre tres y cinco en una semana. Cuando el problema tiende a desaparecer podemos hacer dos sesiones semanales, hasta que reaparezca el movimiento respiratorio primario a toda la zona o a todo el cuerpo entero.

Si los problemas son crónicos, o sea, antiguo, podemos hacer dos o tres sesiones en dos o tres días. Después una a la semana, después una cada quince días y después una al mes durante mínimo seis meses a doce meses.

Podemos tardar de 30 a 90 minutos en un tratamiento. Podemos saltarnos el protocolo y estar los 30 minutos en un sólo hueso. Según la necesidad del paciente podemos hacer una u otra cosa.

Si el paciente no tiene una lesión aguda le haremos una sesión cada diez días, para que el cerebro tenga el tiempo necesario para absorber la información nueva y poder hacer los ajustes necesarios.

A veces es posible que necesitemos hacer un poco de tracción y separación de los huesos craneales con mayor contacto y fuerza. Entonces tendremos cuenta que cuando se trata de osteopatía craneal en las suturas una pequeña fuerza durante un tiempo largo puede hacer mayor y mejor efecto que una fuerza mayor durante menos tiempo. Por ejemplo podremos estar unos cinco minutos separando la sutura Coronal o sagital con una presión de varios gramos, en aquellos casos que veamos necesario, por ejemplo al observar una ligera superposición del hueso frontal con el parietal.

Si un paciente viene con un dolor en la ciática, le atenderemos lo primero la zona del dolor, con todos los medios de choque que tengamos, terapia cráneo-sacral, masajes, flores de Bach, martillo, color, manipulaciones articulares, etc. luego de aliviar la zona podremos hacer el exocraneal y después el endocraneal. Después de hacer el endocraneal siempre lo acabaremos con el exocraneal, por lo menos tendremos que hacer el esfenoides, los temporales, el ATM y acabar con el CV4.

Lo que esta claro es que el dolor es el dolor y es lo primero que habrá que aliviar al paciente.

No hacerles la terapia a mujeres que tengan propensión a abortar, hasta después de los tres meses, que el feto estará más anclado.

 

 

OTROS TRATAMIENTOS CRÁNEO-SACRALES

 

Cuando después de haber hecho un buen trabajo de terapia cráneo-sacral la lesión vuelve a su lugar patológico, entonces podemos hacer un trabajo de osteopatía craneal, ejerciendo presión y separación mecánica. A esto le llamamos trabajo directo sobre las suturas mediante presiones disociadas. También  podemos hacer un pinzado rodado de la fascia craneal sobre todo el trayecto de la sutura. Otro método indicado aquí sería aplicar la técnica de elongación de la sutura sobre punto fijo. Imaginemos por ejemplo la sutura de la lambdoidea: colocamos una mano a punto fijo sobre el parietal y la otra mano en punto móvil sobre el occipital imprimiendo mecanismos de elongación. Después hacemos lo contrario, dejamos como punto fijo el occipital y como punto móvil el parietal. Como esto es un trabajo de Sutherland, es muy mecánico.

Otro trabajo interesante aquí sería el de percusión, con los dedos o con el aparato.

Otra manera de trabajar sobre la sutura es a través de los diapasones. La frecuencia del diapasón consigue penetrar en los tejidos, en la sutura, con diferentes niveles de penetración, según el diapasón utilizado. Cada diapasón tiene una frecuencia de penetración en el cráneo. Después de hacer vibrar el diapasón, lo colocamos en un extremo de la sutura y los dedos de nuestra mano en forma de V en el otro extremo. Si percibimos la frecuencia del diapasón  en la mano es que la vía está libre, si no es que hay bloqueo membranoso en el interior.

Otra forma más sofisticada de hacer terapia cráneo-sacral es mediante sonidos ultrasónicos. Este es el caso de los cursos de terapia cráneo-sacral con delfines. Los ultrasonidos que emiten los delfines regulan el cráneo de los enfermos. Hay sesiones para niños enfermos de parálisis cerebral, autistas, etc., que proporcionan un nivel de relajación en estas personas muy elevado. El delfín emite ultrasonidos o sonidos de alta frecuencia que modifican el comportamiento del sistema sutura craneal.

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