TERAPIA    CRÁNEO-SACRAL
   
   
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ANATOMIA DEL HUESO OCCIPITAL

 

Este hueso es muy importante en la terapia cráneo-sacral, gracias a su fácil localización y acceso, ya que forma parte directa de la articulación esfeno-basilar. La manipulación CV4 repercute en este hueso y con ella podemos acceder y ajustar la articulación esfeno-basilar.

El hueso occipital forma la parte posterior del cráneo y la mayor parte de su base. Aquí tenemos el agujero magno que es un gran orificio situado en la parte inferior del hueso. A través de este agujero pasa parte del encéfalo y el bulbo raquídeo o médula espinal, así como las arterias vertebral y espinal. Es el agujero donde el sistema nervioso central se proyecta y continúa con la médula espinal.

La vértebra cervical I, II y a veces la III son las únicas inserciones de la meninge o fascia craneal, antes de descender en canal libre hasta el sacro.

Justo encima del agujero magno en su parte posterior  tenemos la protuberancia occipital externa. Se palpa como un abombamiento en la parte posterior de la cabeza justo encima de las vértebras cervicales. Un gran filamento fibroso y elástico se extiende desde este punto hasta la séptima vértebra cervical los lados de la protuberancia existen unas líneas nucales, la inferior y la superior que es zona de inserción muscular.

El occipital esta compuesto de cuatro partes: una basilar, dos cóndilos laterales y una escamosa.

  • La parte basilar es la que esta en contacto con el esfenoides formando la mágica e interesante articulación esfeno-basilar.

-    A los lados del agujero magno, tenemos dos cóndilos occipitales que son dos apófisis ovoideas de superficie convexa exteriormente situadas a cada lado del agujero magno, justo encima de las vértebras cervicales y que forman una articulación con la primera vértebra cervical.

  • La parte escamosa, es la mayor de todas y tenemos la sutura lambdoidea en contacto con los parietales y la sutura mastoidea en contacto con los temporales.

En este hueso tenemos tres ángulos, uno superior y los dos laterales.

La superficie interior tiene el surco del seno transverso y el surco del seno petroso inferior. Ambos se cruzan y forman cuatro fositas. Esta superficie es la que alberga el vermis del cerebelo.

La superficie externa contiene marcas para las inserciones de músculos y ligamentos.

 

EL OCCIPITAL SE ARTICULA CON

  • Con los parietales, a través de la sutura lambdoidea. Esta biselado el occipital con un cambio de bisel en su recorrido.
  • Con los temporales a través de la sutura mastoidea. Aquí de nuevo también esta biselado y es cóncavo en la apófisis yugular y pivota en el surco yugular o cóndilo escamoso. Punto de apoyo para la torsión, rotación y deformación lateral.
  • Con los cóndilos del Atlas.

 

EL MOVIMIENTO FISIOLOGICO DEL OCCIPITAL

El occipital tiene un movimiento respiratorio primario abriéndose desde la sutura lambdoidea y pivotando básicamente desde la articulación esfeno basilar. La apertura comienza desde la zona superior de la sutura lambdoidea hacia abajo y justo un poco antes de llegar al final se abre lateralmente. O sea primero desciende, luego se abre lateralmente, luego se cierra lateralmente y luego sube. Todo según un eje transversal que atraviesa la articulación esfeno basilar.

 

 

 

 

 ANATOMIA DEL HUESO FRONTAL

 

Situado en la parte anterior del cráneo y se apoya en el esqueleto del rostro. Es un hueso de gran tamaño relativo.

El hueso frontal forma la frente, los techos de las órbitas  y gran parte de la zona anterior de la base del cráneo.

Se compone de tres partes: la escama del frontal o placa vertical, la porción orbitaria y la porción nasal.

 

ESCAMA DEL FRONTAL.

Esta placa escamosa que corresponde a la frente, se inclina desde la sutura coronal hacia abajo, al principio gradualmente y después se angula bruscamente hacia abajo. Está dividida en tres porciones principales:

  • Superficie externa del frontal,  formada por:

Sutura metópica o frontal media.

Eminencia frontal.

Arco superciliar

Glabela o protuberancia frontal media.

Línea parietal.

Línea temporal.

Borde supraorbitario.

  • Superficie interna o cerebral, formada por:

Surco sagital.

Cresta frontal.

Agujero ciego.

Hendiduras para los vasos cerebrales y el cerebro.

Depresiones para las granulaciones aracnoideas de Pacchini.

  • Los márgenes formados por:

El margen parietal o posterior, es semicircular endentado y biselado.

El margen inferior es en forma de L, para la articulación con el esfenoides.

 

PORCION ORBITARIA

Por encima de las órbitas oculares el hueso frontal aumenta de espesor formando el borde supraorbitario. Desde este borde el hueso frontal se extiende hacia atrás para formar el techo de la órbita y parte del suelo de la cavidad craneal.

Se compone de dos láminas triangulares puestas en ángulo recto con la escama del frontal y colocadas en cada órbita ocular. En el borde supraorbitario existe en su parte medial el agujero supraorbitario.

 Esta formado por

  • Hendidura etmoidal o bordes:

Celdillas etmoidales.

Anteriormente con el lagrimal.

Canales y agujeros etmoideos, anteriormente y posteriormente.

Senos frontales.

  • Superficie orbitaria:

Fosa lagrimal.

Fosa o espina troclear.

  • Superficie cerebral:

Se adapta al cerebro con la calota.

 

PORCION NASAL

Esta formada por cuatro partes:

  • Proyección desde la escama anterior hacia la hendidura etmoidal.
  • Borde nasal, articulado con los huesos nasales y la apófisis nasal con el maxilar.
  • Espina frontal.
  • Dos caras nasales.

 

El hueso frontal se conecta con:

  • Se conecta en su parte posterior y superior con los parietales,  a través de su sutura coronal y teniendo una gran superficie de contacto.
  • Se conecta en su parte inferior-posterior con las alas mayores del esfenoides y con estas mismas alas en su parte orbitaria.
  • Se conecta con las alas menores del esfenoides.
  • Se conecta en su parte inferior  con la apófisis frontal de los maxilares mediante  un mínimo contacto, al lado de la parte nasal, en su zona posterior y lateral.
  • Se conecta y  penetra en la parte superior de la órbita ocular.
  • Se conecta con las  fosas nasales, con el hueso nasal, en su zona antero medial.
  • Se conecta con los huesos lagrimales, en los bordes de la escotadura.
  • Se conecta con los huesos zigomáticos, en la parte del frontal lateral, o sea en la apófisis frontal y en la zona exterior de la órbita ocular.
  • Se conecta con la parte antero-superior del etmoides y en su lamina cribiforme en los laterales y en la lamina orbitaria del etmoides.

 

El hueso frontal en su parte antero-inferior forman unas cavidades cerradas y huecas llamadas los senos frontales, justo delante de la apófisis crista galli del etmoides y detrás de la glabela del frontal. Estas cavidades recubiertas de mucosa actúan como cámaras de sonido que dan resonancia a la voz.

 

 

MOVIMIENTO FISIOLÓGICO DE LOS HUESOS FRONTALES

 

En el cráneo neonatal, en el bebe existen dos huesos frontales separados por la sutura metópica central, la cual en todas las personas se calcifica en la niñez o adolescencia. Aún así en terapia cráneo-sacral hablamos de dos frontales que respiran de delante hacia atrás, de manera simétrica. El punto fijo del frontal es arriba del tabique nasal en la sutura frontonasal. La sutura coronal es la que se abre hacia delante pivotando sobre el entrecejo, y casi al final del recorrido se abre hacia el exterior un poco.

A efectos de diagnostico y tratamiento el frontal consiste en dos huesos separados por su zona medial en su sutura metópica. Esta sutura aún en los adultos está funcionable en un diez por ciento.

El eje que se observa en el movimiento respiratorio primario del frontal es un eje de rotación que incide en ángulo recto  y atraviesa la eminencia frontal. El hueso frontal se desplaza de manera siguiente:

  • La glabela o protuberancia frontal media se desplaza muy ligeramente posteriormente y con una ligera inclinación ascendente.
  • El borde supraorbitario se desplaza ligeramente anterior descendente.
  • Los ángulos anteriomediales de la órbita ocular se desplazan como la glabela, ligeramente posterior y superior.
  • Los ángulos laterales de la órbita se desplazan un poco anterior y descendente.
  • La línea de la sutura coronal y en especial la zona alta se desplaza con un gran movimiento relativo hacia la zona anterior y descendentemente. Casi hacia el final de su recorrido hace una gran separación exterior, a través de su línea media o sutura metópica.
  • El área en forma de L del ala mayor del esfenoides, sigue el movimiento del ala y se desplaza en sentido anterolateral, con una ligera inclinación descendente.

Todas las partes vuelven a su posición de partida en la fase de contracción o extensión esfeno-basilar.

 

 

TECNICA PARA AJUSTAR Y EQUILIBRAR EL FRONTAL

 

Si percibo que el hueso frontal tiene un eje de rotación, entonces habrá una fijación en donde el movimiento es menor. Notaremos entonces que un lado del frontal se eleva mucho más que el otro lado. Nuestras manos irán hacia la parte que no se mueve, hacia donde parece que hay un nudo aquí la mantendremos hasta que podamos reblandecer ese nudo. Mi intención será la de liberar, por lo tanto mis censores notarán esta reacción y mis dedos tocarán y absorberán las tensiones en la sutura bloqueada.

Dicho de otra manera  y usando la técnica cráneo-sacral haremos lo siguiente:

  • Escuchar el impulso rítmico craneal y sentirlo durante varios ciclos. Sentir la tensión reciproca de la membrana dura madre en todo el cráneo.
  • Localizar el tipo de lesión craneal, comprender la tensión reciproca existente y prepararse mentalmente para hacer el tratamiento.
  • Empuja la energía hacia la lesión o lado patológico para aumentar aun más la lesión, efecto que ayudará a que de inmediato se coloque el hueso en su posición. Ahora también podemos parar el lado de más movimiento para ayudar al lado de menos movimiento y hacer que pulse, que respire.
  • Comprobar  de nuevo el movimiento respiratorio primario del frontal. Y observar su mejoría.
  • Ahora muy posiblemente encontraremos asimetría en el movimiento respiratorio primario de ambos lados del frontal.
  • Hacer una parada en el vaciado y mantener ahí el desenroscamiento.
  • Guiar las manos para desatar el nudo fascial y permitir que los tejidos internos borboteen o pulsen. Mantener ahí hasta que se termine el nuevo ajuste fibridal.
  • Ahora vendrá un silencio para que a su debido tiempo se restablezca en impulso rítmico craneal con mayor amplitud y mejor simetría.

 

En la mayoría de los casos patológicos siempre hay un lado del frontal que no se mueve, luego conseguiremos que se muevan pero estarán asimétricos y al tercer tratamiento de la técnica conseguiremos que se abran de forma simétrica y armoniosa.

 

Para mejorar y potenciar la técnica haremos lo mismo que siempre, viajaremos hacia dentro de los tejidos y visualizaremos las suturas craneales para favorecer con nuestra intención el que se abran las suturas que necesitemos en cada momento. Se trata de ver con el ojo de la mente como las suturas y las membranas hacen el ajuste como nosotros deseamos, por supuesto para la mejoría del paciente. Por eso un correcto diagnostico es de vital importancia.

Es importante la liberación de las fijaciones suturales de todo el cráneo, por tanto si notamos alguna región craneal mucho más bloqueada vamos a usar la liberación funcional que la osteopatía nos ha heredado.  Podremos hacer una ligera tracción mecánica sostenida y ayudar a que todas las suturas craneales se encuentren libres de cargas y dejar que el LCR y la tensión de las membranas internas trabajen sobre la presión hidrodinámica del cerebro y sobre las suturas.

Tras la liberación de este hueso frontal la hoz del cerebelo se verá más relajado y a su vez la gran vena que circula por su parte inferior podrá transportar mucha más cantidad de sangre y todas las áreas circundantes se beneficiarán.

 

DIBUJO   27  EL HUESO FRONTAL

 

 

ANATOMIA DEL HUESO PARIETAL

 

Hay dos huesos parietales situados entre el frontal y el occipital, que forman los lados de la bóveda craneal. La superficie interna de estos dos grandes huesos craneales esta formada por ligeras depresiones por donde se acomodan los vasos sanguíneos que irrigan la meninge o fascia más externa del encéfalo llamada duramadre.

El hueso parietal es como una placa cuadrada que se acopla en los laterales del cráneo de gran tamaño y peso, casi tanto como el frontal.

El parietal se divide en dos superficies, cuatro bordes y cuatro ángulos.

 

 SUPERCICIES:

 Externa. Esta formada por:

  • Agujero parietal.
  • Eminencia parietal.
  • Líneas temporales, superior e inferior.

Interna. Esta formada por:

  • Concavidad para las granulaciones meníngeas, como son los cuerpos o eminencias de Pacchioni.
  • Cavidad para el cerebro, para las venas meníngeas y para el seno sagital superior.
  • Uniones para la hoz del cerebro.

 

BORDES:

Aquí tenemos cuatro bordes o lados por cada parietal bien formado y definido.

  • Lado sagital o medial. Aquí tenemos la sutura sagital. Con indentaciones profundas. Anchas en el lado posterior y estrecho en el lado anterior.
  • Lado frontal o anterior. Aquí esta la sutura coronal, con indentaciones profundas y biseladas. En la zona externa las indentaciones están medialmente y en la zona interna están lateralmente.
  • Lado occipital o posterior. Aquí tenemos a la sutura lambdoidea. Con indentaciones profundas y biseladas. En el lado externo medialmente y en el lado interno lateralmente.
  • Escamosas o laterales. Aquí podemos distinguir a tres lados:

                                            Anterior: delgado y biselado exteriormente para él

                                            Ala del esfenoides.

                                             Medio. Delgado, incurvado y biselado

                                             Externamente para el seno del temporal.

                                             Posterior, grueso e endentado con pliegues

                                             Para el temporal mastoideo.

 

ANGULOS

Aquí  tenemos cuatro ángulos de gran importancia para el sistema cráneo-sacral debido a la congruencia de suturas craneales.

  • Angulo frontal. Localizado en su arte antero superior. Fontanela anterior.
  • Angulo esfenoidal. Localizado en su parte antero inferior. Aquí están los surcos interiores para las venas meníngeas. Se le llama fontanela esfenoidal.
  • Angulo occipital. Localizado en la zona postero superior. Se le llama la fontanela posterior.
  • Angulo mastoides, en el lado postero inferior. Aquí tenemos el surco transverso para el seno transverso de la duramadre. Fontanela mastoidea.

 

En el hueso parietal tenemos que distinguir la fosa temporal, la línea temporal superior y la línea temporal inferior. En la parte superior y un poco posterior tenemos un agujero en cada temporal para la vena emisaria. Se llama agujero parietal. En la parte interior de los parietales tenemos varias fositas o pequeñas depresiones para las granulaciones aracnoideas, así como surcos para los vasos meníngeos medios.

El punto bregma y el punto lambda, son dos zonas de especial interés por la congruencia de suturas, formando tres ángulos suturales.

Aquí la tensión mental, produce tensión en la hoz del cerebro y esto provoca que se bloquee alguna o varias de las tres suturas, la coronal, la sagital, o la lambdoidea. El punto bregma y lambda se verán seriamente afectados. Tenemos que ayudar a que respiren lo mejor posible estos tres puntos.

Enviando atención y energía a esta zona podemos hacer que se liberen de posibles tensiones. Casi siempre es posible liberar y mejorar el movimiento respiratorio primario de cualquier articulación. Si queremos podremos hacer presión con nuestros dedos en las suturas y visualizar que se abren y que el líquido cefalorraquídeo se mete y circula por las suturas.

 

 

LAS ARTICULACIONES DEL PARIETAL.

 

Definimos cinco articulaciones en cada parietal. Es importante fijarse en el solapamiento de los biseles.

  • Articula con el occipital en su sutura lambdoidea. En la zona lateral el parietal recubre al occipital y en su zona medial es al revés.
  • Articula con el frontal por su sutura coronal. Lateralmente el parietal recubre al frontal y medialmente es al revés.
  • Articula con el esfenoides por su ángulo postero inferior. La punta del ala mayor esta biselada.
  • Articula con el temporal. Por el borde inferior de la escama, biselada.
  • Articula con el hueso parietal contrario, por la sutura sagital, con diferentes pliegues.

 

MOVIMIENTO FISIOLOGICO DEL PARIETAL

 

Cada parietal puede expresar su movimiento independiente del otro. Su correcto movimiento respiratorio primario es el que ambos suben y justo antes de llegar a su final de subida hacen una separación externa. O sea suben y se abren, y descienden y se cierran. Este es el movimiento correcto y junto con un buen ritmo y simetría nos encontraremos con un perfecto movimiento fisiológico de los parietales.

Definiremos ejes de movimiento a cada uno de los huesos parietales. El movimiento de los temporales se adapta a los restantes movimiento de los huesos esfenoides especialmente, a los temporales, al occipital y al frontal. Si algunos de estos huesos tienen un movimiento distorsionado o inexistente, puede influir al correcto movimiento de los parietales.

En muchos de nosotros podremos encontrar movimientos patológicos en los parietales, debido a traumatismos craneales como en los provocados en los nacimientos complicados y con fórceps, o en golpes debido a un accidente o simplemente por enormes bloqueos mentales repetitivos.

Una desviación en algunos de estos grandes huesos provocara en una gran tensión de la membrana meníngea craneal. La duramadre, el aracnoides y la pía madre se encuentran forzadas en una especie de arrastre fascial.

Esto es debido simplemente por tensiones mentales o problemas mentales mal asimilados que han reprimido las fascias craneales. Ya no hay una total fluidez mental, ya que los pensamientos están agarrotados, atascados, esclerotizados.

Tanto sucede en una dirección, como en otra. Un traumatismo físico provoca rigidez y problemas mentales como a la inversa, los problemas mentales mal digeridos provocan traumatismo craneal.

 

 

 

LA TECNICA PARA DESBLOQUEAR EL HUESO PARIETAL

 

Sabemos que el levantamiento del frontal, del parietal y la compresión y descompresión del esfenoides actúan sobre la membrana vertical, o sea, la hoz del cerebro y la hoz del cerebelo. A través del levantamiento del frontal estamos levantando la hoz del cerebro frontalmente o en su zona anterior. Levantando los parietales levantamos la hoz en sentido ascendente. O al hacer el CV4 también afectamos a esta membrana sagital.

Los parietales tienen dos tiempos en su movimiento: primero elevación y después separación.

Colocamos los tres dedos, el índice, medio y anular en las prominencias de los parietales. Los pulgares cruzados colocados a ambos lados de la sutura sagital. El movimiento es: sube, luego sé abre la sutura sagital, luego cierra la sutura sagital y luego baja. Este es su ritmo funcional, dos ritmos subir y abrir y cerrar y bajar.

Nuestro trabajo será el de igualar simetrías entre ambos parietales, tanto en el ritmo, como en la intensidad y en la apertura.

Puede ser que nos cuesten varios intentos, varios Still Point y unwinding, pero estaremos ahí hasta que lo consigamos.

De nuevo tendremos que realizar los ocho pasos que anteriormente hemos descrito en el ajuste del parietal.

 

El contacto es suave y tenemos que notar la sensación de que el hueso se imanta y se pega a los dedos en la parte más prominente del parietal. Siguiendo la línea central de la nariz estaremos en la sutura sagital, y nunca taparemos con los dedos esta sutura, para permitir su apertura y cierre.

De nuevo también podemos aplicar una ligera fuerza física de separación de los parietales sobre su sutura sagital si la lesión es muy fuerte y persistente. En cualquier caso en que usemos el trabajo osteopático sobre una sutura lo haremos suave, progresivo y mantenido por unos minutos. Mas vale poca fuerza pero mantenida cinco minutos que mucha fuerza en pocos segundos. También pondremos la intención para que  el líquido cefalorraquídeo vaya hacia la sutura que estamos separando con un tacto suave pero efectivo.  Este trabajo es seguro y efectivo. Se trata de enviar con la voluntad al líquido cefalorraquídeo para que vaya hacia el lado de la sutura que estamos abriendo ligeramente con nuestras manos. Al hacerlo así evitamos que se pueda lastimar la fascia que se encuentre en el interior de las suturas. Es una fina membrana de fascia, por donde circula el líquido cefalorraquídeo.

 

DIBUJO   28  Y  29    EL HUESO PARIETAL

 

 

 

 

 

 

ANATOMIA DE LOS HUESOS  TEMPORALES

 

Los temporales son dos huesos que se sitúan cada uno a cada lado del cráneo y en la parte baja.

Los temporales tienen su importancia ya que contienen los órganos de la audición, los órganos del equilibrio y las superficies articulares mandibulares.

Los temporales se componen de tres porciones cada uno:

  • Escama del temporal, una porción plana y fina de los huesos temporales que forma la parte antero superior de la sien.
  • Mastoidea, es la porción gruesa posterior cónica.
  • Petrosa, es una porción triangular y se localiza en la base del cráneo y alberga al oído interno y medio.

PORCION ESCAMOSA

Tiene aspecto escamoso y forma casi ángulo recto con la porción petrosa. Su superficie es lisa en la parte externa y un poco convexa en la pared interior. Es la zona con contacto con el parietal y el esfenoides.

Al lado del punto o sutura pterión.

Esta formada por:

  • La apófisis zigomática, que se articula con la apófisis temporal del hueso zigomático. Contiene tres raíces: la anterior para el tubérculo articular. Medial para la apófisis posterior glenoidea. Y la posterior que forma la cresta supramastoidea.
  • Un surco en su superficie exterior para la arteria media del temporal.
  • La fosa mandibular. Es una cavidad llamada también glenoidea que se encuentra entre las porciones escamosa y petrosa. Por delante de la fosa mandibular se encuentra el tubérculo articular, una prominencia redondeada.

En su superficie cerebral contiene unos surcos cerebrales para las arterias.

Los bordes de la escama del temporal son biselados.

 

PORCION MASTOIDEA

Se encuentra detrás y por debajo del conducto auditivo o meato auditivo externo.

El mastoides contiene tres bordes o límites: el superior, el anterior y el posterior.

El borde superior corresponde a la línea temporal y su sutura prieto-mastoidea.

El límite anterior está formado por el meato auditivo externo y la fisura tímpano-mastoidea.

El límite posterior coincide con la sutura occipito-mastoidea.

Aquí tenemos la apófisis mastoides que es una proyección redondeada del hueso temporal, situado justo detrás del conducto auditivo externo y sirve como inserción de varios músculos del cuello. Detrás de esta apófisis tenemos el agujero mastoideo. Aquí también tenemos el surco occipital, para la arteria occipital, también tenemos la escotadura mastoidea para el músculo di gástrico. También tenemos la apófisis estiloides que se proyecta hacia abajo a partir de la superficie inferior del hueso temporal y aquí se insertan ligamentos y músculos del cuello y de la lengua.

El meato auditivo externo es el agujero o canal que conduce hacia el oído medio. El meato auditivo interno se encuentra por encima del agujero yugular.

La porción mastoidea comprende:

  • La apófisis mastoidea, inclinada hacia abajo y proyectada hacia delante.
  • La fosita digástrica, o escotadura mastoidea.
  • El surco occipital.
  • El agujero mastoideo y así la vena puede dirigirse hacia el surco sigmoideo.
  • Las celdillas mastoideas y el antro mastoideo.
  • Bordes o lados. Tenemos dos bordes de especial importante para su estudio. El superior o parietal, con rugosidades para el parietal. El posterior u occipital, convexo y ligeramente biselado internamente para el occipucio.

 

PORCION PETROSA

Se encuentra ya casi en el suelo de la cavidad craneal. Esta porción es triangular y se localiza entre el hueso occipital y el esfenoides. Alberga a los órganos que interviene en la audición y en el equilibrio. También contiene el conducto carro ideo, y detrás de éste y delante del occipital se encuentra el agujero yugular.

La porción petrosa tiene la apariencia de una pirámide con una base, tres lados, tres bordes y un ápice. La base de la porción petrosa tiene la finalidad de formar la porción mastoidea, sirve de pared medial de la cavidad el oído medio y proporciona salida al conducto de Eustaquio. El ápice de esta pirámide incluye el canal carotideo y el agujero rasgado anterior.

Las superficies o lados del petroso son: posterior, anterior e inferior.

  • Superficie posterior: forma la bóveda de la fosa craneal en forma triangular, con el acueducto del vestíbulo y el orificio acústico interno, dentro del meato.
  • Superficie anterior, presenta la fosa craneal media y contiene: dos surcos que empiezan en los agujeros, uno de ellos es el hiato de Falopio. Sigilación trigeminal.
  • Superficie inferior. Contiene la fosa yugular, el canal de carótida, implantación para el músculo tensor del tímpano y fascias faríngeas, apófisis estiloides, agujero estilomastoideo y la superficie yugular  para la articulación de la apófisis yugular del occipucio.

Los bordes de la porción petrosa son:

  • el superior con cuatro partes: surco para el seno petroso superior, implantación para la tienda del cerebelo, hendidura semilunar para el nervio trigémino o V par e inserción para el ligamento petroesfenoideo, para el revestimiento del VI par y seno petroso inferior.
  • Borde posterior. Completa el agujero rasgado posterior a través de la hendidura yugular y completa la hendidura del seno petroso inferior.
  • Borde exterior. Esta fusionado lateralmente por la porción escamosa y se articula  medialmente con el borde posterior del ala mayor.

 

 

LOS TEMPORALES ARTICULAN CON

Aquí tenemos las siguientes cinco articulaciones:

  • Con el occipital, a través de la sutura occipitomastoidea, sutura petrobasilar, y vía apófisis yugular.
  • Con el parietal, a trabes de los pliegues del borde mastoideo, con el ángulo inferoposterior, vía por el bisel interno del escamoso.
  • Con el esfenoides, en el margen lateral o dorso de la silla turca., con el borde posterior del ala mayor en la zona petrosa. El ala mayor se articula con la zona escamosa en su zona externa y el ala mayor se articula con el bisel interno del borde escamoso.
  • Con el zigomático. La apófisis zigomática del temporal se articula con la apófisis temporal del zigomático en el arco zigomático.
  • Con la mandíbula, a trabes de la fosa mandibular del temporal o cavidad glenopidea. Aquí es donde la mandíbula se articula y moviliza ampliamente todo el maxilar.

 

FISIOLOGIA DEL MOVIMIENTO DEL TEMPORAL

El movimiento respiratorio primario del temporal se realiza con un eje variable que va desde la superficie yugular, hasta el ápice. Durante la flexión esfeno-basilar la porción petrosa del temporal gira alrededor del eje, con el borde superior desplazándose hacia el exterior del cráneo. A la vez se producen estos otros movimientos:

  • El borde superior de la porción escamosa oscila anterior y lateralmente.
  • La porción mastoidea se desplaza anterior y lateralmente.
  • La apófisis mastoidea se desplaza posterior y medialmente.
  • El extremo anterior de la apófisis zigomática se desplaza inferiormente.
  • El borde occipital del porcino mastoideo se desliza en el borde mastoideo de la escama occipital.
  • El ápice petroso oscila lateralmente alejándose de la apófisis del occipucio mientras la apófisis mencionada se eleva.

La articulación o sutura temporal se parece a las branquias de los peces.

El temporal tiene dos ejes oblicuos contrarios.

Su movimiento es que primero se abre el mastoides y por tanto se abre la escama inferior, se cierra la escama inferior y se abre la escama superior. Es como las branquias de los peces que tienen un eje de rotación oblicuo.

Cuando la articulación esfeno-basilar vuelve a su posición de reposo el temporal regresa a su punto neutro.

 

 

 

VAMOS A AJUSTAR Y EQUILIBRAR EL HUESO TEMPORAL

 

El diseño de los temporales y de las suturas biseladas como las agallas de un pez, le proporciono a William G. Sutherland la idea original del concepto del movimiento óseo craneal.

Entre las membranas, tanto la vertical como la horizontal y el líquido cefalorraquídeo el cerebro está en constante estado de flotación. Esto sirve para que cualquier impacto traumático pueda absorber el impacto sin dañarse el mismo cerebro, debido al estar acolchado en un medio acuático.

Todo lo que hagamos en los temporales y en el ATM va a repercutir en la membrana horizontal, en el tentórium, sobre la tienda del cerebro, donde el cerebro se asienta.

Entramos en la membrana horizontal a través del temporal.

Los temporales tienen un movimiento complejo. Tiene un movimiento de rotación antero-posterior y después un movimiento de separación, todo muy unido. Parece que los temporales se abren primero en su parte inferior, en los mastoides y luego en su parte superior. Es como un bamboleo que hará que se vaya cerrando en su parte inferior a la vez que se abre en su parte superior. Es como la abertura de las escamas de los peces pero con rotación, rotación anterior y posterior. Todo acompañado de su movimiento de expansión y contracción.

 

Colocamos al paciente en decúbito supino y nosotros detrás de su cabeza.

Para escuchar el movimiento respiratorio de los temporales colocaremos el dedo medio en el oído, el índice en la temporo-mandibular y el anular en la mastoides. La parte tenar de mis manos hace contacto con la cabeza por detrás de las orejas.

Aquí mantendremos una calma y un silencio interior para sentir y percibir durante varios ciclos el movimiento respiratorio primario de los temporales.

La escucha del movimiento respiratorio primario en cualquier parte del cuerpo, podemos usar la forma o técnica que mejor nos convenza. Ya que es algo que muy sutil y particular de cada uno.  Yo utilizo mi habilidad cinestésica para percibir el movimiento respiratorio primario como una pulsación energética que dirige mis manos, sin contacto con el cuerpo marcándome en movimiento existente en dicha zona.

Para ayudar en el movimiento respiratorio de este hueso tenemos tres técnicas: una técnica de balanceo, una de mecanismo de rotación antero-posterior y la última de descompresión del temporal o tirón de orejas.

Técnica del balanceo.

Aquí es cuando los temporales se empiezan a ajustar.

Lo hacemos a través de las apófisis mastoides.

Primero la escucha.

Segundo seguir el movimiento. Las apófisis mastoides se van a mover en una especie de ocho. Observaremos cual de ellas tiene más movimiento, para irnos a la de menos movimiento para devolverle el movimiento del bamboleo. Para ello freno el bamboleo a la que tiene más movimiento, lo freno con la intención en un lado y acelero el otro. Luego suelto de los dos y se recuperara el sólo.

Una vez tengo el movimiento de los dos por igual los freno a los dos por igual en el momento del vaciado y obtendremos la parada o Still Point. Luego vendrá un borboteo o desenroscamiento que acompañaremos dure el tiempo que dure. Después tendremos la parada neurológica, momento que el organismo usa para reorganizar su pulso. Y ya al final  reaparecerá de nuevo el ritmo de flexo-extensión, con mucha mejor calidad y ritmo.

Al abrirse la mastoides el cuarto ventrículo del cráneo se llena de líquido cefalorraquídeo.

Tercero rotación de los temporales.

El temporal hace apertura lateral y movimiento antero-posterior de flexión y extensión. Flexión, apertura de mastoides, cierre y extensión.

Para que los mastoides se puedan abrir tiene que haber un eje de rotación. Se trabaja con el dedo medio que actúa de eje de pivote de rotación dentro del oído. El índice va a la parte superior del temporal y el anular a la altura del mastoides.

Primero notamos el movimiento, luego exageramos la lesión, primero para un lado, luego para el otro, en sentido de la lesión. Luego del borboteo se frena y vuelve a funcionar en flexo-extensión. Como en casi toda la terapia es un trabajo con la intención, con nuestra energía, voluntad y amor.

Tercero el tirón de orejas.

Es la tercera técnica para ajustar los temporales.

Cogemos las orejas en horizontal muy suave y estiramos. Sentiremos que las agallas, las suturas, cederán. O muy posible es que una ceda y la otra se quede fija. Pediremos con la intención a la que se queda fija que se libere. Haremos una tracción horizontal y ligeramente oblicua hacia abajo, hacia los hombros. Aquí estiramos la tienda del cerebro.

Nuestra conciencia viajará por el interior de las suturas del temporal desenroscando el posible nudo fascial y visualizando su correcta apertura. Este tirón de orejas es para abrir la escama anterior.

Alrededor del oído externo existen muchas líneas de acupuntura o meridianos de energía. El oído es uno de los sentidos más importantes, pues en su interior está el sistema del equilibrio.

Nosotros,  podemos usar alguna otra técnica osteopática o energética para poder liberar cualquier sutura, ligamento, articulación o músculo. Nuestra práctica y corroboración de las diferentes técnicas que podamos usar, nos dirán lo efectivas y saludables que pueden ser.

El camino a la investigación esta abierto y la experiencia adquirida hasta hoy en día, así como las investigaciones científicas realizadas son escasas.

 

 

 

ANATOMIA DEL HUESO DE LA  MANDIBULA

 

La mandíbula se trata del  más grande y fuerte de los huesos faciales y sirve de soporte a los dientes inferiores. La mandíbula es el hueso de mayor movilidad de todo el cráneo y rostro con diferencia.

Dividimos la mandíbula en tres porciones:

  • El cuerpo, tiene forma de herradura. La dividimos en cuatro porciones: La sínfisis, la eminencia y tubérculo mentoniano y las superficies. Podemos distinguir dos superficies, la externa con el agujero mentoniano y la protuberancia mentoniana, la línea oblicuo y la base. La superficie interna con la fosita digástrica, la línea oblicua interna o milohioidea, la apófisis geniana, la fosa sublingual y submandibular, la hendidura submaxilar, la porción alveolar y la porción basilar y la espina mentoniana.
  • Las ramas. Son dos porciones perpendiculares al cuerpo. Cada rama tiene una apófisis condilar que se articula con la fosa mandibular y una apófisis coronoides que se articula con el tubérculo articular del hueso temporal, para formar la articulación temporo-mandibular. Entre ambas apófisis tenemos la escotadura mandibular. En la parte interior de cada rama tenemos el agujero mandibular y la língula.
  • Los bordes. Distinguimos  cuatro bordes. El borde superior, inferior, anterior y el posterior.

 

LA MANDÍBULA ARTICULA CON

  • Con la escama temporal, vía cabeza una articulación diartrósica.
  • Con la apófisis petroestiloides del temporal, vía rama petrosa una sindesmosis.
  • Con la espina angular del esfenoides, vía língula del esfenoides, una sindesmosis.

 

 

 

MOVIMIENTO FISIOLOGICO DE LA MANDÍBULA

 

La articulación  temporo-mandibular, al igual que el frontal, hablamos de dos mandíbulas. La mandíbula derecha y la izquierda.

Depositaremos las manos suavemente en las ramas inferiores de las mandíbulas y lo que vamos a sentir es un ensanchamiento y seguido un descenso de las mandíbulas con una traslación anterior en el momento de flexión cuando la cabeza se llena del fluido cerebro espinal. Entonces la mandíbula al mismo tiempo  que realiza un movimiento de expansión baja en dirección caudal y anteriormente y al final de la flexión realiza un pequeño movimiento de elevación.

Por tanto, es bajar y al final sube un pelín de nada y regresa. Esta siguiendo su movimiento natural, el mismo ángulo inferior mandibular. VOLVER

 

 

 

 
   
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