TERAPIA    CRÁNEO-SACRAL
   
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TRATAMIENTO DEL PALADAR DURO Y BLANDO

 

El rostro contiene muchos huesos pequeños, todos ellos orquestados también  por el movimiento del hueso esfenoides.

Un tratamiento completo tendrá que hacerse en varias sesiones en ambos sentidos, por fuera del cráneo y por dentro, o sea exocraneal e endocraneal.

En la terapia exocraneal el cuerpo es capaz de absorber los traumatismos pequeños a través de su estructura. Un golpe en el frontal puede ser absorbido por las membranas internas y podría volver a su posición de origen.

En la terapia endocraneal, dentro de la boca un impacto o traumatismo es difícil que sea absorbido por la estructura, sin embargo se forman compensaciones.  

Una repercusión en los tabiques nasales, en la mandíbula, en los dientes, todo esto deja huella incapaz de ser absorbido por la estructura por el exocraneal. Un golpe frontal en el zigomático o en los huesos nasales producirá una impactación incapaz de ser absorbida por las membranas.

 

 

 

TERAPIA ENDOCRANEAL

 

Se divide en el paladar duro y en el paladar blando, como maxilar superior y maxilar inferior.

El paladar duro está en relación con la actividad mental, cognitiva como la lógica, la comprensión, asociación y el paladar blando esta en relación con la actividad emocional, sobre todo de la expresión.

Por tanto los niños que tienen dificultad en aprender, habrá que trabajar la zona del paladar duro. Un niño con dificultad respiratoria por alteración de los tabiques nasales les creara una dificultad de aprendizaje, ya que hay ciertas áreas del cortex cerebral que no van ha tener suficiente oxígeno, ya que los ángulos de entrada del aire estarán modificados por lateralizaciones del tabique nasal. Esto implicará que hay zonas que maduran antes que otras y en el momento del aprendizaje de un niño esto es muy importante.

En la terapia endocraneal haremos un trabajo sobre el maxilar superior, el vómer, los palatinos, los huesos nasales y sobre el etmoides. Todo esto trabajando en forma simétrica sobre el esfenoides. El punto de referencia siempre será sobre el esfenoides.

Testaremos el esfenoides con una mano y con la otra en el interior de la boca. Estaremos sintiendo el movimiento de flexo-extensión del esfenoides, a la vez que percibimos los diferentes movimientos del interior del rostro.

Por tanto el movimiento del esfenoides tiene que estar totalmente libre y regulado, en toda su magnitud de movimiento.

A partir de aquí introduciremos los dedos en el interior de la boca y observaremos los diferentes movimientos del vómer, los palatinos, el maxilar superior siempre en relación con la flexo-extensión del esfenoides.

Después de hacer el paladar duro y blando volveremos ha realizar el ajuste del esfenoides, de los temporales y del ATM. Ya que hemos dejado más espacio en el sistema endocraneal el ATM puede trabajar de forma diferente, debido a su expansión que le hemos dejado. Es bueno que hagamos un nuevo ajuste del ATM para facilitar el trabajo de su cápsula sinovial. También  haremos las tres técnicas de los temporales.

 

 

 

PALADAR DURO

 

Este paladar es el sistema mecánico por excelencia, es el sistema cognitivo, el de las funciones cerebrales motoras centrales, pertenece a la organización del sistema vegetativo central.

Está formado por el maxilar superior, el vómer y los palatinos. El hueso esfenoides, los temporales y el ATM están directamente relacionados con el paladar duro.

Recordemos que cuando tenemos un eje vertical que atraviesa el esfenoides y otro eje vertical que atraviesa el paladar duro, tenemos el efecto de que cuando el esfenoides gira en un sentido, el paladar duro puede girar en sentido contrario. Esto es debido a que la tensión reciproca de membranas es lo que después se trasmite en tensión intradural, dentro de la médula espinal.

Ya que la tensión que es provocada entre el esfenoides y el paladar duro es recogido por la hoz del cerebro y por la tienda del cerebelo. Por tanto la existencia de tensión entre la hoz vertical del cerebro y la tienda horizontal del cerebro es la que se trasmite después mediante el foramen mágnum a todo el complejo medular. Es como escurrir una toalla desde una punta y enseguida se estarán marcando la tensión de rotación en la otra punta de la toalla, a través de sus fibras.

En el maxilar superior tenemos una sutura sagital llamada sutura intermaxilar, justo en medio de la bóveda de la boca. En esta sutura existe tejido elástico, como el colágeno y la elastina y capilaridad para su nutrición.

Tenemos una sutura interna y otra sutura externa que divide el paladar duro en dos secciones que tendrán un movimiento de separación y vuelta a juntarse. Por tanto dividimos el maxilar en derecho e izquierdo. También  tenemos la sutura crucífera, como punto muy importante, pues la interconexión entre los maxilares y los palatinos.

Después tenemos la sutura ínter palatinas que es el fondo de la boca.

Haremos trabajo sobre el maxilar superior de percepción del movimiento de flexión y extensión. Nuestros dedos se colocaran debajo de los dientes superiores. Por ejemplo el dedo índice en la línea de los dientes derechos y el dedo medio en la línea de los dientes izquierdos. Se trata de percibir la separación del maxilar sobre su sutura crucífera y después su unión o contracción.

El trabajo sobre los palatinos lo haremos colocando los dedos en la región postero-superior, al final de la sutura crucífera, para percibir los movimientos de los palatinos.

El trabajo del vómer lo haremos encima de la sutura sagital entre la sutura crucífera palatina e intermaxilar.

Por tanto tenemos tres accesos al paladar duro: en el maxilar, en los palatinos y en el vómer y todo esto relacionado con el movimiento del esfenoides.

Existe un mudra o posición de la lengua en la sutura crucífera, empujando un poco esta sutura hacia arriba, cerca del vómer, para estimular el movimiento del esfenoides y por tanto de la silla turca. O sea aumentaremos el nivel del balanceo de la silla turca, con lo que obtendremos más estimulación en la hipófisis y más funciones inmune-endocrinas. Esto se acompaña con técnica de respiración y de concentración. Esto produce una sobre estimulación de la glándula hipófisis, mejorando el sistema inmunológico y excitando al individuo en un estado de hipertonía. Es una técnica ideal para superar estados de depresión o para individuos con vagotonía, aunque también  se usa para expandir la conciencia y para mejorar la comprensión.

 

 

 

EL MAXILAR SUPERIOR:

 

Los dos maxilares se unen para formar la parte superior de la boca, y se articulan con todos los huesos de la cara, menos con la mandíbula. Forma parte del suelo y de las paredes  de la órbita ocular y del suelo de la cavidad nasal. El maxilar superior constituye la mayor parte del paladar duro y soporta los dientes superiores.

El maxilar superior se compone de cinco partes: el cuerpo y cuatro prolongaciones.

 EL CUERPO

Tiene forma piramidal, como base la cara nasal y el vértice la apófisis cigomática.

La cara anterior lateral consta de:

  • fosa canina.
  • Eminencia canina.
  • Agujero suborbitario.
  • Borde medial de la escotadura nasal.
  • La cresta del primer molar.

La superficie del temporal inferior consta de:

  • Agujeros de los canales alveolares.
  • Tuberosidad mandibular, o ángulo posteroinferior.

La superficie orbitaria consta de:

  • Lisas medialmente, canales suborbitarios y alveolares.
  • Rugosa lateralmente, para la articulación malar.
  • Bordes, anterior, medial y posterior. Resaltar la fisura orbitaria inferior, que separa las alas mayores del esfenoides de los maxilares.

La superficie nasal consta de:

  • Surco lagrimal.
  • Cresta inferior del maxilar.
  • Agujero para el hiato del seno maxilar.
  • Detrás de este agujero, tenemos las rugosidades para el hueso palatino, con el surco pterigopalatino.

 

LAS CUATRO PROLONGACIONES DE LOS MAXILARES

Tenemos la apófisis cigomática que consta de:

  • se articula con el hueso cigomático.
  • Protuberancia que separa las superficies anteriores y temporal inferior.

Tenemos la apófisis ascendente que consta de:

  • borde superior que articula con el hueso frontal.
  • Borde anterior que articula con los nasales.
  • Borde posterior con surcos para los lagrimales.
  • Superficie lateral, prolongada en la parte anterior del cuerpo.
  • Superficie medial o nasal.

Tenemos la apófisis palatina que consta de:

  • Superficie superior, lisa y cóncava que forma el suelo de la nariz.
  • Protuberancia transversa, que junto con su homologo constituye las tres cuartas partes del paladar óseo.
  • Superficie inferior, abovedada y rugosa y perforada por los vasos nutricios. Con fosa palatina, incisiva y hueso incisivo.
  • Borde posterior, con indentación para el palatino y sutura transversa palatina.
  • Borde medial, articula con su homologo, la sutura medial palatina. Tiene la cresta nasal, área elevada para el vómer y espina nasal.

Tenemos la apófisis alveolar:

  • Semilunar y esponjosa, con los alvéolos para los dientes superiores.

LOS SENOS MAXILARES

Cada maxilar contiene un seno maxilar, que se vacía en la cavidad nasal.

Existen tres agujeros irregulares ocupados por:

  • Apófisis del cornete lagrimal.
  • Apófisis unciforme del etmoides.
  • Placa perpendicular del palatino.
  • Apófisis media o maxilar del cornete inferior.

 

LOS MAXILARES SE ARTICULAN CON:

  • con el frontal, en la parte nasal lateral, a través del borde superior de la apófisis frontal.
  • Con el nasal en el borde lateral y en el borde inferior.
  • Con el etmoides, en la masa lateral, a través de la apófisis orbitaria.
  • Con el vómer en el borde inferior a través de la cresta nasal.
  • Con la parte perpendicular de los palatinos a través de la parte posterior de la superficie nasal.
  • Con el zigomático en la apófisis maxilar, a través de la superficie nasal y de la cresta inferior del maxilar.
  • Con el otro maxilar a través de la apófisis palatina de la sutura intermaxilar.

 

 

MOVIMIENTO FISIOLOGICO DE LOS MAXILARES

 

Aquí como en el hueso frontal destacamos dos maxilares, el derecho y el izquierdo, separados por la sutura intermaxilar. En el momento que el esfenoides desciende a través de un juego de palancas o de engranajes el maxilar se abre. Es como un juego de poleas, como en el mecanismo de un reloj suizo.

En la flexión esfeno-basilar el esfenoides articula con el vómer, el etmoides y los palatinos y hace que el maxilar descienda y casi al final se habrá. Este es su movimiento, desciende, se abre y luego se cierra y asciende. Este es su movimiento respiratorio primario, aunque en muchos casos notaremos como un lado del maxilar respira y el otro no.

 

 

TRATAMIENTO CRÁNEO-SACRAL DE LOS MAXILARES

 

Colocamos nuestros dos dedos en los dientes superiores para percibir el movimiento de apertura y cierre de los maxilares. Cuando el esfenoides desciende notaremos como los dientes se separan a través de la sutura intermaxilar. No importa si hay implantaciones dentales, pues el movimiento es del tejido blando, incluso lo podemos percibir encima de la encía si no hay diente.

En la fase de flexión craneal los dedos notarán la sensación de que se abren y en la extensión notaremos que los dedos se cierran. Este es el movimiento fisiológico normal.

A veces notaremos como ambos maxilar el derecho e izquierdo se van hacia un lado y luego hacia el otro. Esto es porque existe en el esfenoides una lateralización de su articulación esfeno-basilar, un posible impacto lateral del esfenoides o del occipital.

A veces notaremos un mecanismo de torsión o rotación donde un maxilar se anterioriza y el otro se posterioriza. Esto es porque el esfenoides también  está en torsión.

Si nos encontramos estos casos patológicos lo tendremos que tratar de esta manera:

Primero escucharemos el movimiento respiratorio del maxilar superior y localizamos el tipo de lesión.

Segundo acompañamos el movimiento respiratorio hacia la lesión, aún más pronunciada la lesión. Si rota hacia la derecha lo llevaremos aún más hacia la derecha, acompañando varios ciclos el movimiento respiratorio pronunciando aún más el sentido de la lesión. Es la técnica del nudo o del picaporte de la puerta que tienes que apretar un poco más el nudo o la puerta para que después se desate el nudo o se abra la puerta con mayor facilidad. Se trata de apretar un poco más los tejidos, empujarlos un poco más hacia la lesión, para que después se reajusten mejor y se puedan abrir los tejidos de la sutura.

Tercero le haremos una parada, lo sujetaremos primero en el sentido de la lesión y aquí empezaremos a tener un unwinding o un borboteo, toda una rebeldía de los tejidos que se están reajustando. Forzaremos la parada del IRC en el sentido de la lesión para que los tejidos ellos solos se reajusten. Si el borboteo es muy fuerte necesitará mucho tiempo para reajustarse. Hay que darle su tiempo, cuanto más tiempo necesite quiere decir que la lesión es más crónica, que lleva mucho tiempo lesionada y los tejidos se han esclerotizado. Los tejidos tienen que ajustarse de nuevo a su componente elástico y mecánico.

Cuarto vendrá una parada neurológica un silencio de los tejidos y del IRC. En unos segundos o pocos minutos volverá el IRC y el maxilar se abrirá y cerrara acorde con el esfenoides. VOLVER

 

 

 

 
 
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