TERAPIA    CRÁNEO-SACRAL
   
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LA GRAN IMPORTANCIA DE UNA BUENA OCLUSION DENTAL

 

Es muy importante el controlar la oclusión dental del paciente, como cierra la boca al masticar y como oclusiona cada diente.

Una mala oclusión dental puede afectar al esfenoides y provocarle una lesión en torsión. Por ejemplo si tengo una oclusión más lateralizada que otra, o sea que tengo una fuerza agonista y antagonista dental de un sólo lado del maxilar, aprieto de un lado más que del otro y el ala mayor del esfenoides del lado de la fuerza puede elevarse y crear la lesión de torsión.

Muchas veces es un problema de que el diente se sujeta en la encía a través de un tejido fascial de sujeción. Esta fascia puede ceder su elasticidad y el diente cede hacia abajo creando una mala oclusión. Es un efecto de la palanca, sobre un punto de apoyo y todo tenderá a girar sobre ese punto de apoyo y más a sabiendo que tenemos la musculatura del masetero que es la más poderoso del cuerpo en cuanto a tensión. Es mucho más fuerte que un cuádriceps. Es una palanca de primer grado de corto recorrido pero de muchísima fuerza de descarga.

Es interesante el poder hacer todos estos pasos sintiendo a la vez el movimiento del esfenoides. El principio de la acción es el mismo en cualquier caso patológico del maxilar, primero llevarlo al sentido de la lesión, pararlo ahí y luego acompañando hacia su correcto sitio.

Puede ser que necesitemos una sola sesión para ajustar los maxilares, si tienen una gran lesión.

 

 

 

LOS DIENTES:

 

 Forman parte de la estructura cráneo-sacral y pueden influir en el sistema cráneo-sacral de manera considerable.

Los dientes también respiran como todo el organismo, en su  movimiento de expansión y contracción, movimiento respiratorio de flexión y extensión. Por tanto cada uno de los dientes puede ser palpado para comprobar su movilidad y se le puede devolver su movilidad inherente

En muchas personas notaremos que algunas piezas dentales emiten una gran cantidad de calor. Los dientes que emitan una gran temperatura tendremos que tratar, ya que son focos tensionales. Podemos notar como una zona de la boca está más caliente que la otra.

Pueden ser tensiones físicas debido a la oclusión o tensiones emocionales como la ira, el miedo, la rabia, la impotencia, etc., emociones que han sido mal expresadas o digeridas y que se han encapsulado debajo de los dientes.

A esto le llamamos el quiste emocional que se ha almacenado en el diente y su encía. También  puede ser que tenga una infección en el diente o en la encía.

Esto es típico en los empastes de los dientes de mucho tiempo que de por si tienden a encogerse y provocar pequeñas hendiduras donde las micro partículas de comida pueden entrar e infectar el diente o la encía, se está fabricando un proceso infeccioso inflamatorio y  además no se está absorbiendo, no se está drenando por vía linfática y esto desprende calor. Una infección es sinónimo de calor. Esto es como un bursismo tensional.

Es importante recordar y sensibilizar nuestros dedos al calor, a la temperatura.

En el diente que hayamos percibido más calor lo cogeremos con los dedos con un agarre muy suave y sentiremos su movimiento de expansión y contracción. Le aplicaremos un agarre de un gramo de presión, con nuestros dedos pulgar e índice o pulgar y corazón.

En el momento de la expansión notaremos como el diente se quiere salir y es en este momento de salida donde procuraremos desenroscarlo, rotarlo en todas las direcciones que él quiera moverse. Nos dejamos llevar por la sensibilidad quinestésica y desenroscamos el nudo fascial creado en la encía, bailamos con el diente en todas las direcciones, incluso lo comprimimos y lo descomprimimos. Esto es el unwinding local, que se realiza únicamente con la intención. Una vez desenroscado el diente entrará en una parada neurológica, para que de nuevo vuelva a su movimiento de expansión y contracción natural.  En la fase de contracción notaremos como el diente tiende a entrar en su encía y en la de expansión el diente sale hacia fuera. El diente sano sale y entra, como una bomba hidráulica.

Todo este trabajo es muy sano e importante para toda la boca, para los dientes y las encías. Todos los dientes tienen su movimiento de flexo-extensión y si no lo percibimos es señal de que sus tejidos de sujeción, las encías están en un estrés, en una tensión, que si no tratamos podemos crearnos un bursismo o tensión bucal que nos hará mucho daño. Hay que relajar todos los tejidos.

El diente tiene un mecanismo de sujeción que es una fascia y luego viene la encía. Es posible que el diente se desplace hacia fuera por la pérdida de sujeción de este tejido. Esto hará que se encuentre con su diente antagonista y exista una mala oclusión. Esto podría acarrear problemas más serios como una torsión del esfenoides, debido al efecto de la palanca.

También  tenemos que saber que el músculo masetero es el músculo más fuerte que tenemos en el cuerpo, por ello si realiza una mala oclusión y se realiza un efecto de palanca en la boca puede hacer rotar algunos huesos del cráneo, en especial el esfenoides. Usar unos algodones para testar la posible mala oclusión y si existiera mandar pasar por el dentista.

La muela del juicio a veces es necesario quitarla si impide el movimiento de apertura y cierre del maxilar. En personas con propensión a lumbalgias es muy posible que sea por la enorme tensión provocada por la muela del juicio que comprime a todos los demás dientes hacia la línea media de la boca. La relación existente entre dientes y vértebras provocará tensiones de membranas que repercutirán en el cuello, en el sistema escapular, hasta en la zona lumbar y los pies. Se puede notar que la mandíbula empieza a salir hacia delante.

Hay muelas de juicio que son muy patológicas a veces consecuencia de un ATM desequilibrado o por hábitos insanos de masticar más de un lado que del otro. Si la oclusión no es simétrica del lado que no se aprieta bien, del lado que no hay una acción de los músculos antagonistas del lado superior e inferior, la  muela del juicio no tiene noción de que tiene que salir vertical, ya que la verticalidad se la da la musculatura del cierre de la presión. Si esto no existe puede salir oblicuo, de lado o de cualquier manera. Si hay una buena oclusión con una presión simétrica en la musculatura antagonista el cuerpo dejara el espacio para la muela del juicio. VOLVER

 

 

 
   
         
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