TERAPIA    CRÁNEO-SACRAL
   
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EL MOVIMIENTO FISIOLOGICO DE FLEXION Y EXTENSIÓN DEL IRC

 

Este movimiento de flexo-extensión es generado por el impulso rítmico craneal.

La bóveda craneal y las estructura fasciales y así como todo el cuerpo se expanden y contraen en respuesta a la fluctuación de la presión del líquido cefalorraquídeo, por el interior de las fascias. El movimiento es sutil y se puede entender también como una pulsación, más que como un movimiento.

El impulso rítmico cráneo-sacral está formado por la flexión y extensión que son términos utilizados para designar las dos fases de la respiración cráneo-sacral. Representan las fases sistólicas y diastólicas de la producción del fluido cerebro espinal (FCE) y por tanto no tienen nada que ver con los movimientos de flexión o extensión del tronco o extremidades. Incluso parecen a veces contradictorios.

En la flexión craneal (sístoles coroides) el cráneo se ensancha por los lados y se acorta longitudinalmente.

En la extensión craneal (diástoles coroides) el cráneo aumenta longitudinalmente y se estrecha por los lados.

Un ciclo completo incluye una fase de flexión y de extensión. Según la persona  los ciclos del IRC suelen ser entre 6 ó 12 ciclos por minuto.

Este movimiento es percibido más como un impulso que, como un movimiento en sí.

En el ámbito energético esta pulsación del LCR se convierte en una potente bomba transmisora de energía, que mantiene nuestro cuerpo y nuestro campo de energía o aura en perfecto estado.

Si el ritmo y la pulsación del LCR son buenos en todo nuestro cuerpo, nuestro Ser en cuerpo, emociones y pensamientos se encontrará en perfecto estado de salud.

Nuestra calidad de vida esta directamente relacionada con la libre circulación del líquido cefalorraquídeo por el interior de las fascias y por tanto del libre movimiento de todas las articulaciones craneales.

Si actuamos y mejoramos la libre circulación de este fluido, mejoraremos el movimiento de flexión y extensión. Entonces ya no nos veremos influenciado por las energías de otras personas, ya que nuestra energía está pulsando, pues es nuestro ritmo cráneo-sacral el que está pulsando y haciendo que su aura esté bien formada y por tanto bien protegida.

En el ámbito energético cada vez que pulsa el LCR manda una onda de energía hacia el aura  que la recarga y le da forma y vida. Esta onda áurica, o sea esta onda energética se proyecta alrededor del cuerpo entre  unos centímetros hasta cerca de un metro del cuerpo físico.

Es imprescindible hacer que nuestro cuerpo, que nuestra aura pulse por todos y cada uno de sus rincones. La perfección de este sistema nos lleva indudablemente a la salud holística de la persona.

Seguro que muchos de los problemas mentales, emocionales, de conducta o cualquier patología que venga de la psique, se pueden tratar con éxito desde el nivel cráneo-sacral.

Muchos de estos problemas psicológicos nosotros somos los que le hemos permitido que entren y no los hemos asimilado bien, se están somatizando en el tejido fascial, en forma de bloqueo o trauma.

Si nosotros ponemos de nuevo a pulsar todo el cráneo y el cuerpo entero, dichos problemas no entrarán con tanta facilidad ni se somatizarán en el cuerpo, ya que la pulsación del líquido cefalorraquídeo, por tanto el impulso rítmico craneal, nunca permitirá que  absorbamos ningún tipo de energía negativa, es como estar conectado con Dios con la fuente universal que solo permitirá que únicamente entre en nosotros la perfección. O sea que todos los psicólogos y psiquiatras deberían apoyarse en técnicas cráneo-sacrales, para ayudar en el origen de la mayoría de los problemas psicológicos.

Para una vida sana y equilibrada en todos sus niveles es necesario que el ritmo del LCR vaya fluidamente por todo el organismo y que por tanto se realice el movimiento de flexo-extensión por todo el cuerpo, en especial por el cráneo. .

 

 

EL IMPULSO CRANEAL RITMICO Y EL MECANISMO RESPIRATORIO PRIMARIO

 

El cuerpo humano como muchas partes del universo posee una actividad rítmica. Por ejemplo recordemos los ritmos del electroencefalograma o del electrocardiograma o simplemente de la actividad vascular o respiratoria, o el peristaltismo. También tenemos otros ritmos en diferentes tejidos y a diferentes niveles.

Toda la naturaleza esta basada en ritmos o flujos y reflujos, las mareas alta y baja, el sol, la luna, las plantas hasta las piedras y cristales disponen de una pulsación rítmica, como el pulso del cristal de cuarzo. Desde lo más microscópico hasta lo más macroscópico, o sea desde lo microcósmico hasta lo microcósmico, esta regido por ritmos mas o menos sutiles.

En especial vamos a estudiar el movimiento rítmico craneal, llamado también movimiento respiratorio primario. Todos estos movimientos fisiológicos forman parte del movimiento inherente a la vida. Todos los organismos vivos presentan movimientos inherentes que llamaremos movimiento fisiológico, como es el ritmo cardiovascular, el de la respiración, el peristaltismo entre otros y el ritmo cráneo-sacral que es el que nos ocupa.

Esta sensación llamada impulso craneal rítmico, es el resultado del mecanismo respiratorio primario. Sutherland postuló la existencia de este mecanismo respiratorio primario, formado por los siguientes cinco puntos:

Movilidad inherente del cerebro y de la médula espinal.

El cerebro parece tener un movimiento inherente, observable mediante una craneotomía. Esta movilidad ha sido descrita como un enrollamiento y desenrollamiento de los hemisferios cerebrales, a la vez que el movimiento respiratorio primario activa  la articulación esfeno-basilar.

Durante el proceso de desenrollamiento los hemisferios cerebrales parecen oscilar hacia arriba, al tiempo que los huesos impares se mueven hacia la flexión y los pares hacia la rotación externa. Durante el proceso de enrollamiento los hemisferios cerebrales descienden, los huesos impares hacen extensión y los pares hacen rotación interna.

Fluctuación del líquido cefalorraquídeo (LCR).

El LCR se forma en las vesículas de los ventrículos laterales y fluye a través del tercer y del cuarto ventrículos, hasta las cisternas del cráneo y a lo largo de todo el canal medular. Este líquido es de vital importancia y aparece en pequeñas proporciones en muchas fascias a lo largo y ancho del cuerpo.

Este líquido circula en el interior de la aracnoides, capa hueca que se encuentra en la parte intermedia del tejido fascial y por supuesto en los nervios espinales. La fabricación de este líquido por los plexos coroideos esta bien organizada para que se realice de una manera pulsátil y rítmica.

Movilidad de las membranas intracraneales e intraespinales.

La hoz del cerebro, la hoz del cerebelo y la tienda del cerebelo son apéndices de la dura madre intracraneal. Las fibras de estas membranas presentan un patrón peculiar e intrincado, que sugiere bandas de tensión.

Las membranas intracraneales se encuentran permanentemente sometidas a tensiones dinámicas, de forma que el cambio en una de ellas exige algún tipo de adaptación en otra.

Durante la flexión esfeno-basilar, la tienda del cerebelo desciende y se aplana y la hoz del cerebro se acorta de delante hacia detrás. En la extensión esfeno-basilar ocurre todo lo contrario.

Las membranas intracraneales conectan con las membranas intraespinales debido a su continuidad desde el agujero occipital hasta el sacro. El movimiento del agujero occipital altera la tensión en las superficies anterior y posterior de la dura madre espinal, provocando la movilidad del sacro entre los iliacos.

Los huesos craneales y  las suturas están íntimamente unidos a la dura madre y ambos contienen elementos vasculares y nerviosos.

La amplitud de movilidad de una sutura parece imperceptible, pero la amplitud de movimiento de varias suturas es fácilmente palpable.

La frecuencia normal del ritmo craneal oscilara entre 6 y 12 pulsos por minuto.

El ritmo cardiaco es de 60-70 pulsaciones por minuto y el respiratorio puede estar entre 10 y 20 respiraciones por minuto.

Algunos senos vasculares de la cabeza pueden darnos pulsaciones en la mano y no hay que confundirlos con el ritmo cráneo sacral.

En cuanto a  la presión de desarrollo es muy parecida a la de la linfa que es de unos 8 Mm. de mercurio de presión.

La flexión y la extensión esfeno-basilar pueden verse influidas por la actividad respiratoria.

Pues parece que están directamente relacionadas. La inspiración aumenta la flexión esfeno-basilar y la espiración favorece la extensión.

La tienda del cerebelo puede ser considerada el diafragma del mecanismo cráneo-sacro. La tienda del cerebelo desciende y se aplana durante la inspiración. Parece que el diafragma pélvico y toraco-abdominal hace movimientos parecidos.

La salud de estos diafragmas esta relacionado con la extensión y flexión del movimiento cráneo-sacro.

El ajuste del ritmo cráneo sacral también estará basado principalmente en la intención, en unas técnicas de sensibilidad y de voluntad mental que mediante nuestra concentración haremos que el IRC recobre su movimiento fluido.

En las fases del ritmo cráneo-sacral se produce una suave tracción intermitente de la dura espinal, generando una oscilación en el sacro.

Trataremos de que el movimiento del occipital este en armonía con el movimiento del sacro. Ambos están sincronizados y cuando el occipital hace flexión craneal, o sea el llenado, la apertura o ligera bajada, el sacro también ara el llenado, la apertura y bajara la parte superior un poco, haciendo el movimiento de retroversión de la pelvis.

 

 

CADENAS MUSCULARES  Y TEJIDO FASCIAL

 

Hubo un médico francés en 1975 que se puso a investigar el tejido fascial, observó que el alineamiento de las fibras de las fascias provocaba que tras un golpe se produjera un acortamiento de las fascias que llegaba hasta la otra punta del cuerpo, produciendo dolores en estas zonas más dístales.

Si una persona tiene un dolor en el hombro y nosotros le masajeamos ahí, este notará un alivio momentáneo y superficial, pero al día siguiente cuando exista la isquemia nocturna y el enfriamiento, el tejido muscular y tendinoso volverá a su posición y el dolor de nuevo sobrevendrá.

Esto es porque en las zonas profundas el tejido fascial sigue retorcido, guarda la memoria de la retracción del impacto tirando hacia zonas más dístales. El sujeto estará otra vez igual y tendrá que ir a otro terapeuta.

Es como las técnicas de cadenas musculares de Messier (1780) y otros autores, que no son más que las cadenas longitudinales de fascias, de tendón, de músculo, de túnicas, que cuando tiras de una punta se produce efecto en la otra punta.

Simplemente le han puesto diferentes nombres a este hecho de cadenas musculares, que no es mas que la maravillosa unidad y entrelazado de todas las fascias que actúan y son una misma pieza.

Hasta que no hemos llegado a la época de la electrónica, gracias a los microscopios digitales, no hemos podido ver la estructura interna de las fascias, que es muy parecida a la muscular.

Todas las fascias como todo el músculo están huecos en su interior y esto quiere decir que algo está circulando por su interior.

Algunos conductos llevan sangre, otros llevan linfa y un descubrimiento reciente nos dice que en algunos de los conductos se ha encontrado líquido cefalorraquídeo. Anteriormente se creía que este líquido sólo se encontraba en la cabeza y en la columna vertebral, funcionando como una bomba hidrostática.

Este líquido es un material muy especializado, pues está en contacto con el sistema nervioso y tiene la función de alimentar a todo el organismo. Se encuentra en todas las partes del cuerpo, en menor cantidad en las partes más dístales del cuerpo.

Dependiendo del PH de este líquido van a depender las funciones motoras y sensitivas de la persona.

Cualquier desequilibrio de éste líquido que está en contacto con el cerebro y el sistema nervioso periférico, puede provocar muchas patologías.

Cuando tuvimos la oportunidad de observar que las fascias interconectan con todo el cuerpo, hubo osteópatas y quiroprácticos que observaron que estas fascias dan forma al cuerpo humano. Empezaron a estudiar como daban forma al perímetro humano y observaron los diferentes diafragmas que existían: diafragma pélvico, torácico bajo, torácico alto, cervical y craneal.

Estos diafragmas están hechos para mantener la estructura morfológica externa del cuerpo. Es como tener muchos hilos longitudinales y según ponemos y apretamos uno hilos transversales dan forma al perímetro del cuerpo, en la cintura más estrecho y en el tórax más ancho.

La calidad de transmisión de la información del tejido fascial longitudinal depende de ¿cómo? están las tensiones reciprocas del tejido fascial transversal que forman los diafragmas del cuerpo humano. Por lo tanto una de las técnicas cráneo-sacrales es devolver la movilidad a estos diafragmas.

Si queremos que la transmisión de la información por vía fascial y neurológica sea correcta desde la cabeza hasta los pies y desde los pies a la cabeza, tenemos que devolver la total movilidad a estos diafragmas.

En muchos casos esto no sucede y suele haber fallos en alguno de estos diafragmas y las respuestas neuro-vegetativas están atascadas. Muchas personas tienen algún trauma psíquico o físico en algunos de estos diafragmas.

Esto afecta a toda la funcionalidad y fisiología de los órganos que se encuentran en ese diafragma.

Si es el diafragma de la pelvis, estará afectando a todo el aparato reproductor, con sus consecuentes patologías.

Si afecta al diafragma torácico estará afectando a las funciones respiratorias, la respiración correcta debe de ser el perfecto equilibrio entre oxígeno y anhídrido carbónico.

Si fallara el diafragma torácico alto estaría afectando a todas las patologías de origen circulatorio cefálico, una mala circulación hacia la cabeza, una mala nutrición cerebral.

Si se ve afectado el diafragma cervical las patologías tendrán que ver con la deglución, comunicación y expresión.

Si se ve afectado el diafragma craneal es la suma de todas las anteriores más  las relacionadas con la central que es el cerebro. Un cortocircuito aquí en el cerebro es de lo más importante, pues de aquí se gobierna todo el organismo.

Si una persona muy sensible se conecta mentalmente con todo su sistema de fascias, con sus cadenas musculares, con la globalidad de su cuerpo desde la cabeza hasta los pies, descubrirá la perfecta interrelación tensional de membranas que  hay por todo su  cuerpo.

Yo mismo en pequeños estados de meditación me he dado cuenta de esta sensación. Me he concentrado en alguna parte de mi cuerpo para aliviar la tensión de sus tejidos y enseguida he notado como en partes más distales, por ejemplo los pies, se iba realizando un nuevo ajuste, se iba relajando otros tejidos bastante separados de la zona donde estaba realizando la curación o transmisión de energía. La impresión o sensación es maravillosa. Es como tratarte con energía el cuello y ajustarte automáticamente el estómago o las caderas, a la vez que percibes un cosquilleo en el pie.

Todo esta unido por el tejido fascial y todo tiene una inevitable interrelación en el ámbito de tensiones reciprocas y de canales de energía.

Ahora a veces noto como se  desajusta el esfenoides, se anterioriza el lado derecho y percibo como todo mi lado derecho del cuerpo se anterioriza también, hasta las caderas. Esto simplemente puede ser un ajuste que el cuerpo necesita hacer para re-encontrar un mejor equilibrio o punto medio. Pongo mis manos en mis caderas y percibo las membranas de mi cadera y de mi pierna derecha mas baja que la otra.

Esto al principio me pareció impresionante, mágico y sorprendente. Me preguntaba por que notaba y sentía una pierna más larga que otra, ponía mis manos en las piernas y notaba la membrana derecha más baja que la otra, yo me decía que no podía ser. Fui siguiendo la tensión de las membranas hasta llegar al esfenoides, que por algún motivo lo tenía anteriorizada derecha.

Como ya sabéis, yo sigo la tensión de las membranas con una percepción algo extrasensorial, llamado percepción quinestésica. Es una percepción elevada a través del tacto, por eso me resulta tan fácil percibir los aspectos sutiles de los tejidos y su componente energético. VOLVER

 
 
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