TERAPIA    CRÁNEO-SACRAL
   
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EL HUESO ESFENOIDES, COMO LA LLAVE MAESTRA

 

Este hueso tiene la forma de un ala de mariposa.

Es la llave maestra, pues es el hueso que se conecta con todos los demás huesos. Tiene sus alas superiores y sus alas inferiores como en una mariposa.

Este es el hueso más importante en el tratamiento cráneo-sacral, ya que conecta directamente con todos los demás huesos.

Articulaciones del esfenoides:

- Se conecta con el frontal por sus alas superiores en una articulación en forma        de L y con sus alas menores.

- Se conecta con los parietales en su ángulo inferior anterior en el punto pterión.

- Se conecta por abajo con los temporales con sus alas inferiores y menores.

- Se conecta con el occipital con su sincondrosis o articulación esfeno-basilar.

- Se conecta con el zigomático en su borde anterior del ala mayor del esfenoides.

- Por delante se conecta con el etmoides, en su lámina cribiforme y en su lámina perpendicular.

- Se conecta con el hueso palatino.

- Se conecta en la zona alta  del vómer. 

  • A través de los temporales se conecta con la articulación temporo-mandibular.
  • Tenemos que prestar especial atención a la sutura pterión, ya que es la zona donde el esfenoides se une a otros tres huesos craneales mediante cuatro suturas. Es la zona postero-superior del esfenoides que se une al frontal, al parietal, y al temporal. Este punto lo consideramos muy importante por estar relacionado con la sutura coronal y temporo-parietal. Es un punto de congruencias, de ahí su importancia.

 

El esfenoides es el único hueso que recibe información de todos los demás huesos de la cabeza. Por eso se llama la llave maestra, y si ésta falla, fallarán todos los demás huesos, por tanto, fallará todo el cráneo.

Si el esfenoides se lesiona forzará a todo el resto del sistema craneal y membranoso a acoplarse de manera patológica.

Dependiendo del tipo de lesión del esfenoides, el movimiento respiratorio primario del cráneo se verá distorsionado de diferentes maneras, igualmente las membranas o fascias craneales tendrán una distorsión y tensión. Todo el sistema cráneo-sacral e incluso todo el cuerpo se vera afectado por la lesión del esfenoides.

Muchos de nosotros tenemos lesiones en el esfenoides, en muchos casos desde el nacimiento. Casi sin darnos cuenta vivimos con estas tensiones que repercuten en el equilibrio de nuestro cuerpo y de nuestra mente. Nuestra salud general  se encuentra seriamente afectada, desde problemas en los pies, las caderas, lumbares, etc.  Hasta problemas mentales, como las fobias, las inseguridades, o simplemente que nos convertimos muy influenciables por el psiquismo de los demás.

 

 

 

MOVIMIENTO FISIOLOGICO DEL ESFENOIDES

 

Principalmente nos dedicaremos a los ejes de flexión y de extensión, pues es el único movimiento fisiológico que se sustenta sobre la bisagra esfeno-basilar, una sincondrosis.

Esta es la bisagra articular que funciona a través de un eje horizontal que atraviesa el occipital y el esfenoides y dentro de estos dos ejes la  bisagra se va a abrir y cerrar, gracias al sistema de llenado y vaciado del líquido cefalorraquídeo. Aunque tienen otros ejes de movimiento como contra laterales, verticales, dos ejes oblicuos y, además, un eje de rotación, pero ya son movimientos patológicos.

En una flexión el eje se traslada en dirección caudal y en la extensión se desplaza en dirección craneal. Este es el movimiento natural que podemos observar en una cabeza perfecta, aunque muy pocos de nosotros lo tengamos.

Solemos tener movimientos arbitrarios, sin sentido, se nos moverá de abajo hacia arriba, en oblicuo, un ala en flexión y otra en extensión, no pasa nada, vamos a solucionar cualquier problema del hueso esfenoides.

En la flexión esfeno-basilar observaremos los desplazamientos siguientes:

  • Las puntas del ala mayor se desplazan anterior e inferiormente.
  • La silla turca se desplaza hacia arriba y hacia delante.
  • El extremo anterior del cuerpo del esfenoides se desplaza hacia abajo.
  • El extremo posterior del cuerpo del esfenoides se desplaza hacia arriba.
  • La apófisis pterigoidea se desplaza hacia la zona posterior y el gancho pterigoides por su forma se desplaza un poco lateralmente.

El esfenoides regresa a su posición neutra en el momento de la extensión esfeno basilar.

 

 

LA TÉCNICA DE COMPRESIÓN Y DESCOMPRESIÓN DEL ESFENOIDES.

 

Cogemos el occipital con los dedos de ambas manos y con los pulgares las alas del esfenoides.

Lo primero que hacemos es la escucha durante varias respiraciones. Localizaremos el tipo de lesión, a ver que ala del esfenoides tiene mayor restricción o mayor movimiento distorsionado. Podemos tener un ala mayor más anteriorizada, o más alta que la otra, etc. Averiguaremos el lado que es el patológico.

Lo segundo es que seguiremos el movimiento de distorsión, el patológico, llevaremos el esfenoides un poco más hacia el lado de la lesión, con nuestra intención vamos a empujar el esfenoides hacia el lado patológico, para después hacer el unwinding.

Aquí acompañaremos a nuestras manos en todas las direcciones que el desenroscamiento nos lleve. A ver donde quiere ir, hacia arriba, hacia abajo, de lado, da igual la mano va a moverse en su libertad de distorsión. De repente el esfenoides volverá a su posición idónea.

Lo tercero que hacemos es relajar y permitir de nuevo el movimiento respiratorio normal del esfenoides. Cuando sentimos que el esfenoides está en extensión, aquí es donde vamos a fijar las alas del esfenoides y las vamos a llevar a más extensión o compresión todavía, este es el momento del vaciado del LCR.

Aquí impediremos que el esfenoides realice el llenado, evitaremos con nuestra intención que el esfenoides siga respirando, para hacer un Still Point y un Unwinding.  Ahora hemos realizado el proceso de compresión del esfenoides.

También haremos lo mismo en el proceso de descompresión del esfenoides, por eso lo llamamos compresión y descompresión.

Recordemos los movimientos que el occipital y el esfenoides realizan, si el occipital hace flexión posterior el esfenoides hace flexión anterior. Los movimientos de flexión lo están dando el llenado y los de extensión el vaciado. Cuando ambos huesos llegan a su máximo vaciado, fijamos las alas, nuestra intención es fijar las alas. Después tendremos el balanceo multidireccional, lo mantendremos. Luego nos dará una parada, para después darnos un movimiento de más flexión y de más extensión.

Total que el tercer punto es compresión en extensión y dará comienzo su rebeldía o borboteo.

El cuarto punto es descompresión en flexión. Se realiza en máximo llenado y entonces nosotros le empujamos más en llenado, más hacia abajo, más en flexión o llenado y mantenerlo ahí. Luego regresaré con él y observaré los cambios sucedidos entre el extremo de la flexión y el extremo de la extensión todo lo que hemos ganado en el movimiento del esfenoides. De eso se trata, de liberar todo lo posible el movimiento del esfenoides.

Es muy importante y complejo el movimiento del esfenoides.

Este hueso craneal es de vital importancia, ya que  el quiasma óptico se apoya en las alas del esfenoides y éste controla parte de la tensión de las membranas del cerebro y, por tanto, una torsión en su movimiento afectará en una torsión en las membranas del cerebro. A su vez las membranas torsionarán los senos vasculares, tanto el seno sagital, como el seno recto que es el que alimenta los nervios ópticos. Si liberamos el esfenoides de su torsión estaremos inervando los vasos vasculares de la cabeza, o sea, mejorando el riego circulatorio. Cualquier distorsión del esfenoides es una distorsión de la membrana vertical y de la membrana horizontal.

 

En resumen:

1-  ESCUCHA DEL IRC, SEGUIMOS SU MOVIMIENTO.

2-  EN LA FASE DE EXTENSIÓN HACEMOS LA COMPRESION LO         SUJETAMOS  E  IMPEDIMOS  QUE  SIGA  RESPIRANDO.

3-  BORBOTEO,  DESENROSCAMIENTO Y PARADA.

4-  AHORA EN LA FASE DE FLEXION HACEMOS LA DESCOMPRESION.

5-  MANTENEMOS AHÍ. BORBOTEO.PARADA

6-  VUELTA DEL RITMO CON MAYOR AMPLITUD

 

 

Paras seguir el movimiento del ritmo tendremos un contacto con la piel de gramos con nuestro pulgar y en dirección ocular hacia los ojos.

Podemos frotar fuertemente los pulgares para aumentar la temperatura de los receptores y mejorar la sensibilidad de nuestros dedos, Pues el movimiento del esfenoides es más sutil que el de los demás huesos del cráneo.

Las alas del esfenoides están fuera de los puntos de acupuntura. Cuando nos duele la cabeza solemos masajear ahí en las sienes, donde están las alas del esfenoides, encontrando un alivio temporal.

Pero al no poner la técnica y la intención no liberamos el movimiento del esfenoides en toda su perfección.

Como anécdota algunos filósofos antiguos decían que la parte de ángel que tiene el ser humano es a través de las alas que tiene escondidas en el interior de la cabeza. Es de vital trascendencia el movimiento de este hueso que se conecta con el hueso frontal, con los temporales, los zigomáticos, con los parietales y el occipital y con los huesos del rostro.

Cualquier modificación del esfenoides por impactación en el cráneo en cualquier sitio provocará diferentes adaptaciones membranosas que ocasionarán restricciones de movilidad por algún sitio y aumento de movilidad por otros, para compensar el traumatismo. Esto es lo que llamamos tensiones reciprocas.

Hemos visto que el hueso frontal y el hueso parietal y la compresión y descompresión del esfenoides trabajan en la membrana vertical, la hoz del cerebro.

 

 

 

LAS DIFERENTES LESIONES DEL ESFENOIDES Y SUS EJES DE MOVILIDAD

 

Aquí analizaremos todas las lesiones posibles del esfenoides y del occipital, todo a través de su sincondrosis esfeno-basilar. Todas estas lesiones pueden ser por antiguos traumatismos, desde el nacimiento hasta un golpe o caída accidental actual.

Muchos problemas de dolores de cuello, de cabeza, de espalda, espasmos musculares, todo tipo de fibrosis, problemas de oído de ojos, etc. casi todo puede tener un origen en el defectuoso movimiento del esfenoides.

Un mal movimiento del esfenoides puede afectar patológicamente a cualquiera de los otros huesos craneales o intrabucales o mandibulares y por empatía repercute en todo el cuerpo.

A parte del movimiento de flexo-extensión con un eje horizontal, que es el único movimiento fisiológico podemos encontrar otros ejes patológicos como:

 

LA LESIÓN DE TORSIÓN:   aquí tenemos un eje antero-posterior un eje axial que atraviesa el cráneo dándonos un movimiento de torsión o rotación, donde tendremos un esfenoides con torsión derecha o izquierda.

Aquí tenemos un ala del esfenoides más baja y la otra más alta y entonces el occipital rota en sentido contrario. El ala patológica del esfenoides será siempre la más alta.

Una observación minuciosa al rasgo facial nos dará un ojo más bajo en un lado de la cara  y  más alto por el otro. Un ATM asimétrico se cierre por un lado y se abra por el otro y una apófisis mastoides que esté un poquito más baja que la otra. Podemos notar una oreja más alta que la otra. La comisura de los labios tampoco es simétrica, tendrá una más alta que la otra.

Todo el rostro se desfigura ligeramente. Todo presenta un cuadro de torsión con las consecuencias que esto tiene con la membrana horizontal y vertical del cráneo. Por supuesto toda la fascia o meninge craneal estará en una tensión reciproca constante, todas las membranas estarán torcidas o reviradas y por tanto todas las articulaciones craneales se encontrarán forzadas, bajo una presión incorrecta, bajo una fuerza torsional que impedirá que respiren correctamente.

Casi todos los huesos del cráneo se encontrarán seriamente afectados, casi ningún hueso podrá realizar su movimiento respiratorio correctamente.

Se designa la lesión con el ala del esfenoides más elevada. El lado con mayor amplitud de movimiento se le designa el lado lesionado. Por ejemplo lesión en torsión esfenoidal derecha, con el ala derecha más elevada.

Por supuesto a través de la comunicación fibridal el sacro imita al occipital y entrará también  en torsión en la misma dirección que el esfenoides. Es recomendable hacer la escucha occipito-sacral y hacer las correcciones del sacro y del diafragma pélvico. Tener una buena escucha es muy importante.

Como siempre tendremos que potenciar todavía más la lesión, para luego llevarlo hacia el lado de la corrección.

Si tenemos el ala derecha del esfenoides más elevada, tendremos una torsión del esfenoides derecha. Vamos a enumerar los pasos a seguir:

Lo primero que haremos es sintonizar con el movimiento respiratorio del esfenoides y localizar el tipo de lesión, en este caso es a la derecha.

Lo segundo con nuestra intención llevaremos el esfenoides aún más a la lesión, hacia arriba derecha. Aquí lo mantendremos un poco hasta que el solo volverá a su correcta posición.

Lo tercero es que vendrá o mejor forzaremos gentilmente una parada del IRC para reajustarse y aquí haremos un desenroscamiento  y permitiremos que suceda todo el borboteo necesario y después llevaremos el esfenoides o casi con total seguridad él solo se moverá a su movimiento respiratorio correcto.

Después de esto si todavía persiste un pequeño desequilibrio volveremos a hacer una nueva parada en el vaciado, impidiendo el llenado, sobre las dos alas mayores y visualizando y penetrando sobre los tejidos y sobre la articulación esfeno-basilar para enviar energía salutífera y relajar la posible tensión interna.

Tras esta técnica el esfenoides se abra reajustado y si no es así lo volveremos ha realizar desde el principio hasta que hayamos podido deshacer la tensión en las membranas o suturas implicadas.

 

 

LESIÓN EN LATEROFLEXION:   Hacemos la visión del cráneo desde arriba. Tenemos un eje vertical sobre el occipital y otro sobre el esfenoides. Estos ejes permiten el desplazamiento lateral del esfenoides.

Aquí tenemos un ala del esfenoides más anteriorizada que la otra, tendremos los movimientos de flexión lateral o sidebending en ingles.

Si tengo una flexión lateral derecha del ala del esfenoides me encontraré una flexión lateral izquierda del occipital. Aquí tendremos un ala del esfenoides más anterior y la otra más posterior.

En la articulación esfeno-basilar tendremos en un lado un buen contacto y en el otro una buena separación.

Por ejemplo, como se muestra en el dibujo el ala mayor del esfenoides derecha está anteriorizada y el lado derecho del occipital esta más posteriorizado, de manera que se crea una gran separación  en la articulación esfeno-basilar del lado derecho y al contrario en el lado izquierdo. En este caso tenemos una latero flexión con convexidad derecha.

Aquí tendremos el ala del esfenoides más anterior y siempre diremos que el lado que es más anterior es el más patológico. Podremos tener una lesión con convexidad izquierda o derecha. Tendremos un esfenoides en latero flexión derecha o izquierda dependiendo del lado de la  prominencia de la  convexidad.

En el rostro podremos notar una ligera asimetría, tendremos un temporal más abultado que el otro, una oreja más salida que la otra, tendremos un ojo desplazado más anterior que el otro. Tendremos un ligero componente de rotación cervical

Tendremos una expansión del temporal derecho y se verán afectados casi todos los huesos del cráneo. El lado patológico es siempre del lado de la máxima expansión del lado que más movilidad tenga, del lado más anteriorizado.

Esto nos puede generar problemas en el ATM, en el sacro y en la columna vertebral. Por supuesto todos o casi todos los huesos craneales se encontrarán seriamente afectados por la tensión del esfenoides y no podrán realizar su movimiento respiratorio primario correctamente. De nuevo es la dura craneal y el contacto del esfenoides sobre todos los huesos lo que hace que todo el cráneo se vea afectado por esta lesión esfenoidal.

Para devolver el correcto movimiento fisiológico del esfenoides tendremos que hacer como siempre:

Primero sintonizar con el movimiento respiratorio primario del esfenoides y localizar el lado más patológico y a continuación llevar aún más el esfenoides hacia la lesión. Desenroscar y desatar el nudo mientras empujamos si fuera necesario.

En la mayoría de los casos simplemente tendremos que acompañar al esfenoides a su correcta posición y seguirlo durante unas respiraciones. Casi con seguridad que ahora será asimétrico su movimiento.

Lo segundo en el momento del vaciado le forzamos gentilmente a que las dos alas del esfenoides hagan una parada y desenroscamiento en el máximo vaciado, impidiendo el movimiento de llenado o flexión.

Cuarto el organismo se reordenará el solo y volverá el IRC con mejor calidad.

Después de realizar estas técnicas cráneo-sacrales el esfenoides o cualquier hueso tenderá a volver a su posición correcta como en todos los casos anteriores que  hemos enumerado.

Tendremos que tener en cuenta que según la importancia o gravedad de la lesión, en su gran mayoría son lesiones que llevan mucho tiempo, que incluso desde el nacimiento están ahí y por tanto las suturas y las membranas están duramente esclerotizadas o agarradas a la posición patológica.

Esto nos quiere decir que deberemos de realizar tantas veces como sea necesario las técnicas cráneo-sacrales para devolver a todo el sistema cráneo-sacral su correcto y saludable ajuste membranoso y sutural.

O sea en una sesión de 1 hora es posible que necesitemos estar con un ajuste del esfenoides la mayoría del tiempo, e incluso el paciente deberá de volver asiduamente hasta que recupere la normalidad en su sistema cráneo-sacral. Hacer que un esfenoides recupere su normalidad funcional es de lo más gratificante para el terapeuta y saludable para el paciente.

 

 

LESIÓN EN TENSIÓN LATERAL:   Aquí es que el esfenoides sin hacer rotación ni torsión se ha desplazado horizontalmente, con referencia a la sincondrosis esfeno-basilar y al occipital. Seguramente no sea un desplazamiento puro sino con un ligero eje de rotación.

El sujeto representa una asimetría entre la rama mandibular y la frente. El sujeto estará descuadrado, la mandíbula va por un lado y la frente por el otro.

Según el dibujo el esfenoides se ha ido hacia la derecha mientras que el occipital se va hacia la izquierda, haciendo un cizallamiento.

El sujeto tendrá una frente ligeramente lateralizada y tendrá un ATM muy prominente y el otro ATM más hundido. La lesión será en el lado más dominante de mayor movilidad, en este caso en tensión lateral derecha. El esfenoides se desplaza en un sólo bloque en lesión lateral.

Esta lesión es muy de impactación un golpe al caer al suelo o en caída de moto lateralmente.

Una tensión lateral puede provocar desordenes de la personalidad, problemas de coordinación oculomotor sobre todo del recto ocular de un ojo y del recto ocular del otro ojo. Hay un asincronismo de la localización del sujeto. No encuentra su punto de equilibrio entre el cuello y la cabeza.

Para devolver a su sitio el esfenoides haremos lo mismo de siempre. Primero aumentamos el sentido de la lesión, luego lo llevaremos a su correcto sitio y de nuevo le aremos una nueva parada en el vaciado pero esta vez a ambas alas mayores.

El reajuste del esfenoides es siempre usando la misma técnica, los mismos principios. Además nosotros potenciamos los efectos con nuestra visualización interior de lo que está sucediendo en la articulación esfeno-basilar. Nos proyectamos hacia el interior del paciente, hacia la articulación esfeno-basilar para enviar energía salutífera y desatar el nudo tensional de tejidos que en ese punto tan importante está sucediendo.

Son claves muy importantes para potenciar y realizar más rápidamente la curación  el usar nuestro poder de concentración, de visualización y nuestro gran corazón y voluntad para que el nuevo ajuste se realice. Nosotros con nuestra introspección y nuestro conocimiento ayudamos a que el cuerpo del paciente realice él solo su ajuste craneal. Nosotros como terapeutas simplemente somos facilitadores del proceso que el paciente está deseando o intentando realizar.

 

 

LESIÓN EN TENSIÓN VERTICAL:   La sincondrosis esfeno-basilar puede lesionarse o bien subiendo el esfenoides o bajando. O también  subiendo o bajando el occipital. El caso es que la articulación esfeno-basilar no se encuentra centrada, sino que un lado está por encima que el otro o a la inversa.

Podemos tener una tensión vertical superior o inferior. Cuando las alas mayores están más arriba aquí el paciente puede tener una frente más elevada una barbilla más pequeña y a esto le llamaremos tensión vertical superior. La otra lesión las alas habrán descendido y la frente se reduce y hay un aumento del tamaño del zigomático y una mandíbula muy anteriorizada, a esto le llamamos tensión vertical inferior.

Típica lesión de impactación craneal, como al tirarse desde un trampolín a la piscina, o incluso jugando al fútbol en impactos del balón en una mala posición.

Aquí haremos lo mismo que en los casos anteriores, aumentaremos la lesión, haremos la corrección y aremos una parada a las dos alas del esfenoides.

O sea localizamos el tipo de lesión y seguimos el movimiento respiratorio primario del esfenoides.

En este caso parece que el esfenoides casi nunca hace una flexión anterior si no que la hace en menor medida posterior. O sea que cuando el occipital se abre y realiza el sistema fascial el llenado del líquido cefalorraquídeo, el esfenoides en vez de moverse y abrirse hacia delante lo hace hacia atrás. Realiza un movimiento forzado hacia atrás y esto hace que se conecten y se exciten otras partes del cerebro que de normal están adormecidas. Este movimiento patológico sucederá únicamente cuando la tensión vertical es superior, el esfenoides se encuentra por encima del occipital en su articulación esfeno-basilar. Este dato es muy importante percibirlo y así llegar al diagnostica correcto.

 

 

LESIÓN POR COMPRESIÓN: es cuando, tras una impactación traumática la sincondrosis pierde la movilidad y hay un aplastamiento del esfenoides y el occipital, sobre su articulación esfeno-basilar.

No hay movilidad alguna y es muy grave la lesión por la enorme presión craneal que se produce. El LCR al no encontrar un mecanismo de absorción de la presión a través de la articulación esfeno-basilar se produce una gran presión sobre todo en la región temporal.

Ya no existe el movimiento de flexo-extensión craneal. La articulación esfeno-basilar está en impactación, bloqueada o esclerotizada.

Aquí no hay  movilidad de los huesos craneales, cosa que en las otras lesiones del esfenoides si podía existir un movimiento, aunque distorsionado.

Tenemos que tratar de descomprimir la articulación esfeno-basilar.

Trataremos de traccionar la articulación esfeno-basilar verticalmente. Notaremos como los tejidos van cediendo a mi tracción y no la soltaré hasta que se halla liberado lo más posible. Luego volveré a sentir su movimiento fisiológico. Volveré a hacer varias paradas a ambas alas del esfenoides hasta que éste se haya desencastrado de su entalladura.

Nos costará varias sesiones y durante varios días el conseguir que su entalladura esfeno-basilar se descomprima. Tendremos que poner todo nuestra atención en la articulación esfeno-basilar para desatar el nudo y la presión allí existente.

Una vez hayamos conseguido liberar un poco esta lesión de compresión, nos encontraremos con otro tipo de lesión del esfenoides, tal vez hayamos conseguido desencastrar el lado derecho de la articulación esfeno-basilar y empiece a respirar dicha parte de la articulación.

Muy bien ya hemos conseguido liberar un poco el bloqueo esfeno-basilar y entonces tendremos que seguir con el proceso, para ahora liberar el lado izquierdo de la sincondrosis.

Con esto quiero decir que cualquier lesión del esfenoides y en especial la de compactación requiere de un trabajo lo mas constante y profundo posible. Conseguiremos avances en una sesión pero tenemos que ser frecuentes en el tratamiento, por lo menos una vez a la semana, para afianzar y ajustar el conjunto de las membranas craneales y de las suturas.

Como todas las suturas craneales se encuentran agarrotadas, tendremos que ir liberando una a una cada sutura y cada movimiento de cada hueso craneal.

Seguramente las personas con lesión de impactación serán pacientes con serios trastornos patológicos de cualquier clase. Enfermedades de todo tipo, por ejemplo las relacionadas con las articulaciones, con los huesos y músculos, enfermedades mentales, viscerales e incluso por patologías desconocidas. En estos casos la necesidad principal del paciente reside en devolver su movimiento respiratorio primario a todo el organismo, sobre todo a su sistema craneal.

Es típico en los niños autistas que a veces se dan golpes en la cabeza como alivio para ajustarse su articulación esfeno-basilar. En estos niños el tirón de orejas le puede aliviar mucho.

En estados Unidos existe un colegia de autistas en donde los profesores reciben enseñanza cráneo-sacral para aliviar los males de estos niños, teniendo gran éxito. Estos niños tienen una gran facilidad para asimilar conceptos difíciles, como los matemáticos y al contrario los fáciles les resultan muy dificultosos. Esto es por el exceso de presión en los temporales, por eso el desbloqueo del tirón de orejas es de gran ayuda.

En el proceso de unwinding o desenroscamiento es muy importante el escuchar el esfenoides, prestar atención a este proceso que nos dirá el eje de rotación del esfenoides, para después corregirlo.

 

 

 

COMO TRATAR LA ARTICULACIÓN ESFENO-BASILAR.

 

Para reequilibrar la zona esfeno-basilar tendremos que escuchar el impulso rítmico del LCR con mucha sensibilidad y localizar la zona de la lesión que siempre será la de más movilidad o de más separación de su sincondrosis.

Una vez localizado el tipo de lesión trataremos con nuestra intención de exagerar la lesión más todavía siguiendo varios ciclos y después lo pararemos ahí y notaremos como el esfenoides va a buscar nuevos parámetros de movilidad el sólo se intentará ajustar y de nuevo se parará para venir un ritmo natural y nosotros comprobaremos que en la otra lateralidad existe mayor movimiento. Observaremos que ya se mueve en las dos lateralidades con buena simetría.

Es la simetría lo que buscamos siempre en el movimiento del esfenoides, y en todos los demás huesos del cráneo, siendo el esfenoides la llave maestra. Un esfenoides con una gran lesión nos puede constar de una a tres sesiones casi únicamente con el esfenoides.

Regular todas estas lesiones y sus ejes es fundamental antes de aventurarnos en el sistema intracraneal. E incluso después de hacer la terapia intracraneal deberemos de volver ha testar y ajustar si es necesario el sistema exocraneal.

En un tratamiento craneal tenemos dos grandes trabajos el exocraneal que se especializa sobre las dos grande membranas la hoz vertical y la tienda del cerebelo, y se trata de la liberación de la tensión de estas dos membranas, a través del levantamiento de los huesos del cráneo.

La terapia endocraneal su trabajo es la interrelación del esfenoides mediante mecanismos de rotaciones en todo el rostro de la persona. La endocraneal también  tenemos otras características que es el trabajo de la simetría mimética o sea la simetría de la expresión, del rasgo del rostro.

También  trabajamos el contexto sensorial.

Recordemos la relación del esfenoides ATM y del esfenoides huesos nasales y del esfenoides vómer y palatinos y el esfenoides con todos los huesos craneales.

Una rotación en el esfenoides puede provocar perfectamente problemas en el sacro, en la ciática, en las rodillas o en los pies.

A través de un eje vertical que atraviesa el esfenoides, podemos tener un eje de rotación patológica del esfenoides en un sentido y tener otro eje de rotación distinto en el paladar duro. El esfenoides rota a la derecha y el paladar dura a la izquierda. Este mecanismo de tensión reciproca de membranas es lo que luego se traspasa en una tensión intradural en el interior de la médula espinal. Ya que la tensión provocada por un esfenoides patológico es recogida por la hoz del cerebro y por la tienda del cerebelo.

Por tanto la existencia de esta tensión entre la hoz del cerebro y la tienda del cerebelo es la que se trasmite después mediante el foramen mágnum a todo el complejo medular.

Es como escurrir una toalla y las fibras tensionales en rotación de una punta de la toalla aparecerán en el otro lugar extremo de la toalla.

Tenemos que saber que cualquiera de estas lesiones del esfenoides estará provocando una tensión de las meninges craneales que forzará a todos los demás huesos craneales.

Además el esfenoides tiene un contacto directo con todos los otros huesos craneales, por tanto por este motivo cualquier desviación de su posición simétrica y correcta provocará una desviación en los otros huesos craneales.

Por tanto para ajustar correctamente el esfenoides tendremos que hacer el ajuste pensando y ayudándose con una visión global del cráneo y sus suturas. VOLVER

 

 
 
 
 
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