Nota final 2  Consideraciones finales

NOTAS FINALES

NOTA III

PLASTICIDAD DEL LOESS PAMPEANO

Moisés Kantor en la reunión del 24, había expresado el por qué de su desconfianza con respecto a los hallazgos de Chapadmalal, considerados in-situ, a pesar de haber sido él, uno de los firmantes del acta de 1914. Este científico comienza a dudar después de las observaciones que realiza en Diamante (Entre Ríos), hecho que hemos recordado en otra parte de este trabajo. El autor expresa que su cambio de opinión se debió al comprobar que el limo pampeano en la zona de Entre Ríos guardaba en su seno objetos contemporáneos a una profundidad de 2.50 m. lo que le permitió observar la capacidad plástica del limo, que aunque removido, después de un cierto tiempo no muestra huellas del fenómeno, amoldándose los objetos incluidos en su masa en forma perfecta; Esta advertencia no fue tomada en consideración y recién en 1934 (72) Frenguelli, uno de los defensores de la antigüedad del hombre pampeano acepta que los depósitos loéssicos pueden removerse y reconstituirse, afirma que conoce la inclusión de rodados de ladrillo moderno en las terrazas del arroyo Antoñico en Paraná, agregando: "conozco también los botines y otros enseres sepultados en las barrancas de Córdoba". A continuación señala que la práctica en el terreno puede fácilmente evitar este tipo de sorpresas. Otro aspecto a tener en cuenta es el señalado por Aparicio en 1925 (73), al hablar de los paraderos arqueológicos de la costa atlántica, señala que algunos de los objetos tanto líticos como óseos, a veces no se encontraban "in-situ" que su nivel original se hallaba a mayor altura pero al excavarse los suelos por el viento, los materiales más pesados, en este caso las piezas arqueológicas, experimentaban un descenso vertical terminando por reposar en una formación geológica que no era la originaria, señalando a continuación que estos paraderos suelen hallarse sobre la superficie de terrenos más antiguos y hasta pueden penetrar objetos en su interior debido al reblandecimiento del suelo por las lluvias. La posición exacta de los restos arqueológicos puede comprobarse fácilmente observando los testigos del antiguo suelo escapados a la acción destructora de los agentes externos". Hay un testimonio de suma importancia respecto a este tema y es el que brinda uno de los científicos que más trabajó en defensa de la autenticidad y de la ubicación in-situ de los objetos arqueológicos de Miramar: nos referimos a Vignati quien en su trabajo publicado en Tucumán en 1963 (74) declara que todos aquellos que firmaron actas constatando la posición primaría de los instrumentos obraron de buena fe; "todo lo que visualmente se podía exigir fue satisfecho", pero un hecho nuevo contribuyó a que nuestro científico cambiara de opinión y esta prueba no proviene del campo geológico, ni arqueológico sino del técnico, lo que no permitiría la sombra de ninguna duda parcial afirmando Vignati: "El hecho al que asigno tan gran importancia es el que deriva del enorme poder de plasticidad del elemento pulverulento generalmente llamado "loess" y a su reestructuración capilar, fenómeno que aún mismo puede producirse en terrenos no removidos". Este dato proviene, como lo cita Vignati, de un trabajo presentado por Alejo Kashirski a la Segunda Reunión anual de caminos y publicado en La Plata en 1938, titulado "El loess pampeano y sus propiedades desde el punto de vista técnico caminero". "Tal condición compactiva —sigue diciendo Vignati— explica sobradamente la posibilidad de cualquier alteración del terreno, por circunscripta que sea, sin dejar rastros exteriores que delaten la remoción y, subsiguientemente, la índole intrusiva de cualquier material que llegue hasta ahí por razones fortuitas".

"Ante tan abrumadora posibilidad hay que reconocer que la objeción argüida una y otra vez de la similitud de la industria "chapadmalense" con la de la superficie,, asume de inmediato un valor que no puede disimularse y que es bastante prolífica en posibilidades". Vignati termina afirmando: "Ahora el comportamiento físico del limo pampeano suspende la acción y el valor testimonial de todas las actuaciones realizadas y hace posible la tesis de una acción premeditadamente dolosa".

Recordemos también la experiencia vivida por Guillermo Madrazo en Lobería, cuando descubrió que material lítico que se encontraba concentrado en la capa humífera superior, a veces se deslizaba por grietas naturales "filtrándose, junto con la tierra de color oscuro de la superficie, hasta 1,30 m. o más adentro". El mismo doctor Menghin en las clases del Seminario de Prehistoria Americana dictado durante el año 1963 al cual fui concurrente, al referirse a los hallazgos del chapadmalense expuso la idea de que si no se aceptaba que algunos de los objetos fueran adulteraciones, se tendría que pensar que se estaba en presencia de capas geológicas trastocadas o también podrían ser productos de grietas en el terreno como sucedía, afirmaba, con el lems europeo.

Dejando de lado la arqueología, nuevamente aparece la luz en investigaciones estrictamente geológicas y edafológicas. En primer lugar el Doctor Félix González Bonorino en un trabajo referente a la arcilla y limo del pampeano (75) afirma que: "Una peculiaridad de las areniscas y limos pospampeanos es su alto índice de plasticidad atribuible a la naturaleza montmorillonítica de la matriz arcillosa". Mario Teruggi en el apéndice aparecido al final de la obra de Frenguelli "Loess y Limos Pampeanos" (76) al referirse a la composición mineralógica de los sedimentos pampeanos, dice que estos guardan una constancia en la composición mineralógica. Los loess y limos pampeanos del cuaternario bonaerense están constituidos por minerales semejantes, aunque en algunos casos con pequeñas variaciones. Asimismo la mayor parte de la fracción limo, y la casi totalidad de la escasa arcilla, a diferencia de la fracción arena, están constituidas por un producto de alteración que se lo identifica como mineral proveniente del grupo de la montmorillonita, concluyendo que las fracciones de limo y arcilla se han formado por la acumulación de este material que proviene de depósitos piroclásticos alterados, posiblemente de las zonas situadas en el sudoeste, oeste y noroeste de la región bonaerense.

Norberto Hein en su trabajo presentado en la Quinta Reunión Argentina de la Ciencia del Suelo (77) dice refiriéndose a las características físicas de algunos de los suelos del Uruguay: "El mineral de arcilla (montmorillonítica) por su gran superficie y la estructura de retículo cristalino, tiene una gran capacidad de expansión y contracción según el contenido de humedad. En épocas secas hay grietas de hasta 3 cm. de ancho y más de 1 m. de profundidad. Estas grietas provocan un desecamiento rápido del suelo y cortaduras de raíces. Estos suelos tienen una alta capacidad de absorción de agua, pero una vez mojados, las grietas se cierran y la infiltración se hace casi nula. También Teruggi confirma en el trabajo mencionado anteriormente de que el mineral de que estamos hablando confiere a los loess y limos pampeanos gran poder de absorción. Vemos, pues que la idea expuesta por Madrazo que partió de una observación empírica de campo, se ve respaldada por la opinión de especialistas dedicados al estudio de los suelos. Esto confirmaría que más de una pieza arqueológica se filtre a profundidades de más de 1,30 m. Esta hipótesis no soluciona en su totalidad el problema, pues solo se podría explicar la filtración de objetos líticos medianamente pequeños, no así piedras de boleadoras u otros objetos de bulto.

Las ideas que exponemos tienen la intención de señalar la necesidad de que se inicien en el país nuevos estudios arqueológicos de pampa principalmente Provincia de Buenos Aires, con un criterio interdisciplinario como ya lo está exigiendo una arqueología sin tintes de omnipotencia o mera gloria personal.

Principal - Introducción - Industrias de la piedra - La labor de Ameghino y Torres - Viaje de Aparicio - Resumen cronológico - Hallazgos de Miramar - El fémur de Miramar - Crítica de Romero - Reunión de Tucumán - La industria arqueolítica - Nuevamente Romero - Los despropósitos de Romero - Los continuadores Frenguelli y Vignati - La polémica del 24 - Nota final 1 - Nota final 2 - Nota final 3 - Consideraciones finales - Bibliografía

1