Cuando al despertar notes tu cuerpo grávido,
tu alma esté triste y el dolor lacere tu corazón,
remonta el vuelo y escapa. Escucha el silencio,
explora la mente y oirás el quejido del viento,
verás la Aurora Boreal, llorar al mar y volar al aire,
despliega las alas del pensamiento y si no pudieras,
ve en busca de los versos de un poeta,
porque en ellos verás a través de sus ojos,
sentirás que tienen alma y que palpitan,
porque un día al amanecer sintió la llamada de la vida
y porque al crepúsculo al fundirse la luna y el sol
en el beso eterno, el poeta vela y escribe en su cuaderno
se sumerge en la noche de los sueños y los sentimientos.
Al leer su verbo comprenderás que la vida cobra otro sentido. |