Libro completo en PDF 376 kb

Radiografía de una civilización perversa
(376 kb)


LA TROIKA FANTÁSTICA
(Zoológico en Tres Jaulas)
Preludio


CONTENIDO

Presentación

Autosemblanza

Prólogo


(I) El Drama Teatral
La Troika Fantástica
- Elenco
- Preludio
- Jaula Prima
- Jaula Seconda
- Jaula Terza

Parte I en PDF 57 kb

Descarga la
Parte I (57 kb)


(II) Relatos Iconoclastas y Corrosivos
Tríptico con tres Dedicatorias
i- El Horóscopo
ii- Cómo Volvió a Hablar Zaratustra
iii- Otra vez Dante en Tierra de Tlatoanis

Realidad Bichera
i- Usos y Costumbres de Animales Inferiores
ii- Otras Realidades Bicheras
Parte II en PDF 47 kb

Descarga la
Parte II (47 kb)


(III) Ensayos Sobre una Civilización Perversa
Sobre Malentendidos y Farsas
i- Malaventurados los Mansos
ii- Abominable Falsificación del Humanismo
iii- ¿Francis Bacon o Víctor Frankenstein?
iv- Lo que Hubiera Dicho Dante

Pasado, Presente y Futuro
i- Fariseísmo Pragmático
ii- Se Necesita a Jano
iii- Lo que Jano Explicó del Pasado
iv- Jano Sigue Buceando en el Pasado
v- Tres Intentos de Asaltar el Cielo
vi- Característica de la Decadencia Social
vii- Decadencia y Corrupción
viii- La Razón Decadente se Vuelve Demente
ix- Jano Imagina Porvenires

Parte III en PDF 134 kb

Descarga la
Parte III
(134 kb)



"EL AMANECER DE LOS MIYOYOS"

Se levanta el telón. Hay oscuridad total, sólo se oyen ruidos mezclados, sin ritmo ni armonía, se diría que en lucha mutua. Unos graves, otros agudos y estridentes, todos de diferente intensidad. Se antoja el caos, esas dispersiones y negruras que anteceden al alba, a algo más organizado y visible. Algo empieza a cambiar, en lo sonoro. El caos acústico, sin desaparecer del todo, se va apaciguando como, en contrapartida, dando a luz a dos sonidos que van in crescendo, aumentado e imponiéndose. Uno parece como producido por un violín, es agudo y vibrante, la sensación se tiene de que grita: "¡¡¡Mi... mi... mi!!!" El otro es grave, casi gutural, tonante, como generado por trombón, se antoja dice: "¡Yoyo... yoyo... yoyo!" En un inicio ambos sonidos están algo separados en el tiempo pero se van más y más acercando hasta volverse un estrecho dúo, ¡agudo, grave, agudo, grave!, que exclama: "¡Miyoyo... miyoyo... miyoyo!"... Sí, 'miyoyo'. Y es que, como dice la Biblia, en el principio fue el Verbo, en último análisis el sonido, eso creó todo. Y, aquí, creando está a los 'miyoyos'. Pero tal parece que allí hay algún UNO, INCREADO, CREADOR, pues, no sólo en el escenario sino también en techo, piso y paredes de la sala del teatro, surge la voz tonante, firme, llena de autoridad. Exclama: "¡Qué se acabe el caos libertario, venga el orden y la disciplina! ¡Qué surjan los miyoyos!... A mi imagen y semejanza, ¡Mí y para Yo!"

Se hace entonces en el escenario una paulatina claridad. Los sonidos caóticos de fondo no desaparecidos totalmente, cambian de curiosa manera, se acompasan como obedeciendo diligentemente a otros, algo así como "lo que hace la mano hace la trás" de nuestros juegos infantiles. Como si allí hubiera llegado la obediencia y a los obedientes se les atenuara, como pisándolos. El gran sonido dual, 'miyoyo', se impone, en cambio, totalmente y de repente, cesa. Cesa porque se ha transformado en algo visual, ahí está en el centro del escenario. ¿Qué es ese "algo visual"? Parece un artilugio de juguetería. ¡Gepetto jugando, no a crear a Pinocho, sino a construir esos juguetes raros de aquel país en donde Strómboli, el titiritero, llevaba a niños desviados para volverlos pollinos! Ya decían los griegos que los seres vivos son juguetes de los dioses. En fin, el caso es que del techo del escenario cuelga una gran pirinola que, de tanto en tanto, gira sobre sí misma, como queriendo decir: "no me importa más que ser mi ser, girar en torno a Mí".

De esa curiosa pirinola, aún cuelga otro juguete, actual pero tan antiguo como la historia, un yoyo, que sube, baja y vuelve a subir, siempre a lo mismo, "a YO", retornando incesantemente. Pero, ¿qué es lo hay en el piso del escenario?... ¡Ah!, claro, era de suponerse cuando hay juguetes así: canicas, esferitas de cerámica, de vidrio, de lo que sea, que ahí yacen dispersas, modestas, como no queriendo estorbar. ¡Es natural!, ¿por qué?... Porque es lo que queda en la vida, aplastado y disperso, cuando en las alturas reina el gran y redondo pirinolo que sólo gira para él, sustentado abajo en su ser íntimo por un desaforado yoyo, el culto al yo personal.

El caso es que la Gran Voz, tonante, avasallante, se vuelve a escuchar: "Tú Pirinola, mitad de un miyoyo, impondrás La Ley, a todos obligarás a defender 'lo mío', caiga quien caiga de los demás. Tú, Yoyo, la otra mitad de un miyoyo, serás La Ley. ¡Todos tienen que pensar en su Yo, nunca en los demás! Ustedes, Canicas, ¡hierba, polvo, arena, lo que se apisona para edificar!, han de obedecer al miyoyo... pero, ¡seré generoso!, algo os concederé: aun siendo canicas, siempre buscaréis 'lo mío y ser yo, yo, todo para mí', ¡lucharéis también por ser miyoyos!, aun si por ello otras canicas dolientes bien se quejaran". La Voz cesa.

Ha quedado todo quieto. Pero algo cambia, se empiezan a mover las cosas. Y es que empieza a hablar la Pirinola. Se inicia el preludio de la farsa teatral humana.


PIRINOLA. ¡Qué bien giro en torno a MÍ, a lo MÍO, vueltas, movimientos, estoy creando, sí, recreándome! ¡Ah!... ¿estás ahí abajo, conciencia mía, Yoyo?

YOYO. Sí, soy tu yo... ¡Yoyo... Yoyo!, ¡lo mío para Yoyo y Yoyo para Mí! Soy tu ego. El mundo, al menos el que importa para que haya iniciativas y progreso, tiene que ser un cultivar el YO y un defender a ultranza lo MÍO. Vamos pues bien tú y yo, Pirinola.

PIRINOLA. ¿Sabes una cosa conciencia mía? Me preocupan esas canicas de allá abajo... parecen irrelevantes, pero, ¿no saltarán alguna vez y daño nos harán? Los pequeñajos son imprevisibles, ladinos peligrosos.

YOYO. ¡No Pirinola mía! Son carne de cogote, mayoría silenciosa, ¡hasta creen, en su pequeñez, ser como nosotros y eso ya las contenta!... "yo tengo, este frijol es mío, ¿qué me importas tú?, sólo yo", se dicen entre sí. ¡Es patético, lastimoso! Nada, Pirinola, tranquila, a esos hasta con un frijol los tenemos controlados. ¡Este mundo es nuestro, MÍO, de Yoyo!

[Calla Yoyo, Pirinola no dice nada. Pero se oye entonces una voz, La Voz, que, como proclama, manda algo.]

LA VOZ. ¡En tres jaulas os quiero a todos, que este mundo por mí creado quiero que sea como zoológico, una Troika Fantástica! En la primera han de exhibirse los miyoyos y sus vasallos, las canicas, que quieren imitarlos. En las otras dos jaulas, ya veremos después. Pero, por ahora, ¡que se exhiba la primera jaula! ¡Andando que es gerundio!

[Se apaga la escena, el telón baja, es un respiro para el público al que, de entrada, le han recetado lo que no esperaba, un preludio digno del 'Teatro del Absurdo', como suele ser la vida cuando campean los miyoyos. Pero, ¿qué fue aquello de "en las otras dos jaulas, ya veremos después". Bueno, ya se verá. Por lo pronto hay intermedio, antes de que comience a exhibirse la primera jaula, la de los miyoyos.]

[ << anterior - - siguiente >>]



oximoron, enero 2005
seminario autónomo
[teoría de redes y sistemas complejos]

http://www.geocities.com/diesonne_2k/index.html

1
Hosted by www.Geocities.ws