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Radiografía de una civilización perversa
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REALIDAD BICHERA
II. Otras Realidades Bicheras


CONTENIDO

Presentación

Autosemblanza

Prólogo


(I) El Drama Teatral
La Troika Fantástica
- Elenco
- Preludio
- Jaula Prima
- Jaula Seconda
- Jaula Terza

Parte I en PDF 57 kb

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Parte I (57 kb)


(II) Relatos Iconoclastas y Corrosivos
Tríptico con tres Dedicatorias
i- El Horóscopo
ii- Cómo Volvió a Hablar Zaratustra
iii- Otra vez Dante en Tierra de Tlatoanis

Realidad Bichera
i- Usos y Costumbres de Animales Inferiores
ii- Otras Realidades Bicheras
Parte II en PDF 47 kb

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Parte II (47 kb)


(III) Ensayos Sobre una Civilización Perversa
Sobre Malentendidos y Farsas
i- Malaventurados los Mansos
ii- Abominable Falsificación del Humanismo
iii- ¿Francis Bacon o Víctor Frankenstein?
iv- Lo que Hubiera Dicho Dante

Pasado, Presente y Futuro
i- Fariseísmo Pragmático
ii- Se Necesita a Jano
iii- Lo que Jano Explicó del Pasado
iv- Jano Sigue Buceando en el Pasado
v- Tres Intentos de Asaltar el Cielo
vi- Característica de la Decadencia Social
vii- Decadencia y Corrupción
viii- La Razón Decadente se Vuelve Demente
ix- Jano Imagina Porvenires

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Parte III
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SEGUNDA REALIDAD BICHERA: LO INTERNO

En el silencio de la oscuridad vuelven a oírse, al unísono, las voces de Adonaí, Marduk, Thot y Brahma. Ahora con cierto tono mordaz y sarcástico, "¡Qué se haga la luz otra vez, a filosofar, bichejos!" Aparece una débil luz que crece y se hace tensa, ilumina el interior de una sala de forma piramidal. Tiene un letrero arriba, "Suprema Corte de Justicia Bichera". Sobre un estrado y frente a una mesa está un bicho con toga... como diciendo que la justicia se mide por togas y por poses supuestamente imponentes; el bicho tiene aire austero. Parece un juez. Frente a él hay bichos sentados. A un lado del bicho juez sentado está un bicho muy intranquilo, nervioso, el acusado.

[El Bicho Juez, mirando de reojo al acusado, empieza a hablar.]

BICHO JUEZ. Llevamos ya varias horas juzgando al acusado de disolución social. Quisiera pedirle al Bicho Fiscal resumiera ante la corte su punto de vista.

[Se levanta un bicho, patalea primero en círculo y pomposamente por toda la sala. Comienza su perorata final.]

BICHO FISCAL. No voy a ser largo, ¡es muy simple lo que se debe decir! Me parece que ha sido plenamente probado que el acusado incitó a bichos de poca importancia, a muchos, con sus conferencias y discursos... hasta que éstos, enajenados por el acusado, empezaron a destruir pirámides de bichos que gozan de toda la estimación de nuestra comunidad. Esos son los hechos. ¡Incitó con sus palabras e ideas a la destrucción de nuestro patrimonio urbano! Debe ser condenado por ello.

BICHO JUEZ. Es su turno, Bicho Defensor.

[Se levanta lentamente otro bicho y empieza a hablar pausadamente.]

BICHO DEFENSOR. En una corte se juzgan delitos concretos y no delitos de opinión, no las ideas personales, sean las del acusado o un bicho cualquiera. Cierto es que el bicho acusado, a lo largo de conferencias y discursos, dijo que muchas de nuestras más vistosas pirámides, ¡de bichos importantes!, son fruto de la explotación de muchos bichos, y que ello era injusto. Es cierto que el acusado afirmó que esas pirámides habían sido construidas incluso hasta con la intención callada de desafiar y burlarse de la miseria del resto de los bichos. ¡Dijo incluso más!... que el subconsciente maligno de los bichos importantes se había manifestado en la construcción provocadora de esas pirámides. ¿Pero la realidad cuál es? ¡Simple!: fueron otros bichos, ¡muchos, sí!, los que físicamente, concretamente, destruyeron las pirámides en cuestión. El acusado nunca indicó a nadie, ni abierta ni explícitamente, que tales hechos se realizaran... no se puede condenar un acto concreto responsabilizando de ello al "yo interno" y al "yo inconsciente" de alguien que no cometió dicho acto... los "delitos de intención no confesa", que influyen por vías metafísicas que desconoce nuestra ciencia sobre los actos de otros, no pueden ser admitidos en una corte que se precie de tal. Confundir la realidad con las ideas, con las intenciones internas conscientes o no, volvería ridícula la misma palabra de justicia... ¡el que al acusado bicho no le sean simpáticos los bichos importantes, lo cual nunca ocultó, es otra historia que no se juzga aquí!...

[Visiblemente molesto, con un pataleo que no puede contener, el Bicho Fiscal se dirige al juez.]

BICHO FISCAL. ¡Quisiera intervenir aún! ¡Hay imprecisiones y confusiones voluntarias en el discurso del Bicho Defensor!

BICHO JUEZ. Concedido, hable usted.

BICHO FISCAL. El Bicho Defensor distingue y diferencía entre "realidad concreta", los actos que llevaron a una multitud pataleante a destruir pirámides, y las ideas, calladas, no confesas, conscientes o inconscientes, ¡delitos de "intención", dice el Bicho Defensor!, que motivaron esos actos y que fueron inculcados por el acusado, abierta o no abiertamente. ¡Supone este buen Bicho Defensor que los actos volitivos, "quiero hacer algo y lo hago", son independientes de la idea de realizarlos... y que, en esa medida, tales ideas, intenciones, conciencia interna y subconsciente, ¡o como quiera llamársele!, por no ser "materialmente concretas" y por no "haberse expresado abierta y explícitamente" no existen. ¡Esto es un desacato a la razón bicheja!, ¡las ideas no serían parte de la realidad, "porque no se pueden tocar ni medir en actos físicamente concretos"!... De razonar así no existiría la justicia, ¡no la podemos "medir física y concretamente en piedra piramidal"!, ni por tanto existiría esta corte. Una justicia que se precie de serlo ha de juzgar tanto los actos como los motivos... ¡el Bicho Acusado es culpable!...

[Se levanta furibundo y pataleante el Bicho Defensor.]

BICHO DEFENSOR. ¡Deseo hacer un comentario!

BICHO JUEZ. Hágalo... no es intención de esta corte silenciar ningún argumento que nos aclare la verdad.

BICHO DEFENSOR. ¡Sea como dice el Bicho Fiscal! ¡Realidad concreta e ideas son todo parte de la realidad! y, en esa medida, en el juicio de un delito todo eso debe ser considerado y juzgado... pero, en ese caso, exijo comparezcan como verdaderos acusados los bichos importantes, constructores de esas ostentosas pirámides provocadoras de la miseria de nuestra comunidad ya que...

BICHO JUEZ [violentamente]. ¡Esta corte no puede permitir estos argumentos demagógicos e impalpables!... ¡Nadie juzga aquí a lo "ostentoso" o no de ciertas pirámides ni las supuestas "intenciones ocultas" en ello de sus constructores! Ajústese usted a lo mismo que ha hecho el Bicho Fiscal, ¡a la realidad!, a lo que concierne exclusiva y directamente a la destrucción de las pirámides, y a sus actores materiales o no... y no a aquello que no sabemos si ni siquiera existe, "las intenciones subconscientes de constructores urbanos de pirámides" que, además, no es el motivo de este juicio...

[En forma irónica interrumpe el Bicho Defensor al juez.]

BICHO DEFENSOR. ...yo quisiera saber en qué artículo del código penal se dice que "se considerarán como reales ideas o intenciones, conscientes o no, cuando se relacionen con destrucción de pirámides, pero no con su construcción"...

[Carcajadas en toda la sala, pataleo feroz y desorden. El Bicho Juez está furibundo.]

BICHO JUEZ. ¡Se suspende la sesión, desalojen la sala!

[Todo empieza a apagarse lentamente otra vez. Los bichejos se difuminan y desaparecen, volviendo la oscuridad total. Otra vez se oyen las voces de Adonaí, Marduk, Thot y Brahma.]

THOT. Esta segunda recapitulación sobre la noción de "realidad bichera" promete ser más interesante. Es contradictoria...

ADONAÍ. Sí, pero sólo es apariencia. Para estos bichejos las ideas, alojadas en el "yo consciente" o en el "subconsciente", expresadas abiertamente o no, forman parte de la realidad según convenga o no a sus intereses...

MARDUK. ...al extremo de que, como decía ese Bichejo Defensor, "construir materialmente" no implica ideas, en tanto que destruir sí, todo esto según a quién bicheramente le afectan intereses... ¡curiosa justicia basada en tan elástica y oscilante noción de idea, pensamiento y razón!

BRAHMA. Sí... ¡trabalenguas mentales bicheros!... condenan la existencia de las ideas en nombre de su inexistencia... según a quien pertenecen. Pero a mí, a decir verdad, no me parece que este juego haya dado todo lo que puede de sí. La misma elasticidad con la que los bichejos juzgan el papel de las ideas, ¡hablan hasta de "intenciones no confesas"!, me tiene lleno de curiosidad por saber qué es lo que sinceramente piensan sobre ese delicado problema del "inconsciente" que les hemos concedido...

ADONAÍ. Sí, y más curiosidad tengo yo aún por ver cómo relacionan eso con su "realidad bichera"...

MARDUK. ¡Forcemos pues el juego sobre esa pauta!


TERCERA REALIDAD BICHERA: LO INTERNO MUY INTERNO

[Otra vez en la oscuridad total se oyen repentinamente las voces juntas de Adonaí, Marduk, Thot y, Brahma: "¡Qué vuelva a ser la luz, a filosofar bichejos, esta vez sobre nuestro yo interno muy interno!" Aparece la claridad débilmente intensificándose a cada instante más y más. Después una pirámide monumental y antiquísima. Frente a ella, más que sentado aplastado sobre sus patas, hay un bichejo escuálido, flaco, macilento, con taparrabos y turbante. Diríase un anacoreta a la oriental. Frente a él, sentado como puede y visiblemente incómodo, otro bicho. El bicho anacoreta tiene una pequeña pirámide en las manos, brillante, transparente y al mismo tiempo opaca, eso según la mueve. Como de cristal de roca de mil colores. Ambos conversan.]

BICHO ANACORETA. Has atravesado medio mundo buscando esta reliquia para encerrarla en un museo del que tú llamas mundo bichero desarrollado, occidental. No te la puedo dar. No es cuestión de precio ni de ofertas materiales. Para mi pueblo y para mí es un símbolo de valor inestimable, la personificación de nosotros mismos.

EL OTRO BICHO. ...no te entiendo...

BICHO ANACORETA. Una civilización tan materialista como la tuya no puede entenderme... pero, ¡quién sabe, quizás sí! Escúchame bien... ¿Ves esta reliquia? Ahora es transparente. Pero según la muevo aparecen mil colores, cambiantes, unas veces opacos y otras no. Como algo que se crea y recrea bella e infinitamente. Es sólida además, más sólida y verdadera que todo lo que la rodea... no obstante lo cual no se parece a nada, como si la reliquia, por voluntad propia, hubiera renunciado a todo lo exterior, pues la trascendencia está en lo muy íntimamente interno, al renunciar a lo externo...

EL OTRO BICHO. ¡Vosotros los bichos orientales parecéis arcanos! Sigo sin entenderte...

BICHO ANACORETA. Ten paciencia, una virtud rara en tu materialista civilización. A imagen y semejanza de esta reliquia, nuestra civilización ha alcanzado su plena realización al encerrarnos cada uno de nosotros en nosotros mismos, en un mundo infinitamente creador de pensamientos, lo que produce nuestra superación. Este rico mundo interno no contaminado por el mundo material externo. Vuestra civilización corre al desastre... olvida que, dentro de sí mismo y muy en lo interno hasta la inconsciencia, hay un mundo ideal y anímico, mental, inmenso, infinitamente más trascendente que lo que vosotros llamáis "realidad concreta"... que es sólo una ilusión. ¡Qué pequeñez mental!...

EL OTRO BICHO. ...ya empiezo a entenderte, es el discurso de todas las religiones que niegan a los bichos, sólo que con aroma oriental... una civilización basada en el culto al subconsciente, ajena y extraña a la realidad a la que por tanto renunciáis. ¡Claro que sabemos lo que es eso! Estudiamos profundamente esos problemas porque son una dimensión esencial de ser bicho a controlar. La psicología, nuestras preocupaciones por la llamada conciencia interna, los problemas oníricos y de la desconocida personalidad que subyace en ellos, todo eso es objeto de análisis, de investigaciones, en universidades, en mil sitios... pero, a diferencia de vosotros, lo hacemos para liberar al ser bicho de falsos problemas internos, para preparar a cada bicho a afrontar la verdadera realidad y luchar en ella, no renunciar a ella. ¡Enseñamos al ser bicho a vencerse a sí mismo, a someter a las sombras de su subconsciente, a encadenar a éste!

BICHO ANACORETA. Para lo cual, claro, construís hospitales psiquiátricos, manicomios, clínicas de terapia para eliminar el "yo desconocido"... ¡una forma bien diferente a la nuestra de vencerse a sí mismo!... Eso de vosotros se llama represión... se reprime entre vosotros la demencia por el hecho de que no coincide con la vuestra...

[Otra vez todo empieza a apagarse lentamente. Los bichejos desaparecen y llega la oscuridad total. Vuelven a oírse las voces de Adonaí, Marduk, Thot y Brahma.]

MARDUK. Brahma quiso que observáramos este último y sofisticado comportamiento bichejo. Toca pues a él juzgar lo que ha pasado.

BRAHMA. ¡Nada de particular!... casi en un proverbio se resume todo: "Si quieres respetar el orden bichero / al subconsciente has de reprimir primero, / pero si hacerlo intentas con cierta discreción / aísla el subconsciente de toda bichera relación".

THOT. Sí... para los bichejos tal realidad es el "yo del subconsciente" que, o bien lo reprimen, o bien se aíslan en él... una "realidad interna e íntima" que temen como reflujo de la mala conciencia que crea su propio orden bichero...

ADONAÍ. Bichitos que, o bien reprimen "lo interno", o bien en él se aíslan de lo "externo"... igual da, pues se trata de una guerra civil entre su conciencia enferma y la desagradable realidad externa que crearon... pero seamos justos, yo deseo serlo puesto que propuse el juego... todas esas deformaciones bicheras surgieron porque les impusimos jerarquías, castas, un "orden jerárquico verticalizado" en el que más cuenta el que más tiene... debíamos, en cambio, haberles dado valores éticos elevados...

BRAHMA. Tienes razón, Adonaí... en otro juego habría que cambiar las reglas.

THOT. ¿Creamos ahora ese nuevo juego?

MARDUK. ¡No!... La elevación de un bicho sólo debe de ser hija de su propio esfuerzo y libre albedrío. Dejemos el juego como está.

BRAHMA. De ellos depende todo ya... tuvieron, de soslayo, aun si no apareció directamente, un bicho disidente anunciador de un cambio... ¿se elevarán o caerán? De ellos depende todo ya...

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oximoron, enero 2005
seminario autónomo
[teoría de redes y sistemas complejos]

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