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El tonto de esta semana: Luis Videgaray

Según lo dicho por el secretario de Hacienda, el alza a las gasolinas solo afecta a quienes tienen automóvil. Bienvenido al club de los tontos, señor Videgaray

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SEPTIEMBRE, 2016. Uno de los mejores secretarios de Hacienda que ha tenido este país se llamó Antonio Ortiz Mena, autor de lo que luego se conocería como milagro mexicano. Su labor fue tan loable, que ese puesto lo ostentó durante dos sexenios consecutivos. Más asombroso aún era el hecho que don Antonio no era economista sino abogado: en sus Memorias, el ex funcionario refirió que no hubo tal "milagro" sino la aplicación del sentido común al tomar decisiones, resumido todo en su frase "al analizar la situación y había que hacer cambios, éstos se hicieron". Pero luego llegó Echeverría al poder y el "milagro mexicano" se evaporó en el recuerdo. Y es que con aquél mandatario llegaron también los economistas, supuestamente capacitados dados los flamantes títulos de prestigiadas universidades nacionales y extranjeras bajo el brazo.

Pero a diferencia de Ortiz Mena, lo que ha faltado a esa pléyade de economistas ha sido el sentido común: lo detestan tanto cuando se les planta frente a sus dogmas, entonces optan por expresar sandeces para justificar el desastre que están cometiendo.

Con ustedes, ergo, Luis Videgaray, el secretario de Hacienda del actual gobierno, y nuestro tonto de esta semana.

Veamos lo que dijo Luisín en la Tercera Reunión Plenaria de los diputados federales priístas: "Las gasolinas las consumen fundamentalmente las personas de mayores ingresos en este país, les comparto un dato: el 40% del consumo de gasolinas lo realiza el 10% de mayores ingresos de la población, el 70% de la población, lo realiza el 30% con mayores ingresos, por lo tanto, cuando se hace, como se hizo en la administración pasada, a pesar de los constantes incrementos en la gasolina, se subsidiaba el precio de la gasolina".

Traducción de esta cantinflada, mejor dicho, tontería, por respeto a don Mario Moreno: "Quienes más consumen gasolina en este país son los que tienen coche, es decir, los ricos, y como el resto están tan jodidos que ni auto tienen y deben utilizar el servicio público, entonces qué les deben preocupar las alzas al combustible. Que se preocupen los que sí tienen para comprarse un coche y echarle gasolina".

Si los ricos son quienes consumen más gasolina entonces no le encontraríamos sentido a la reforma energética que el presidente Peña propuso hace poco más de un año pues con ella, decía el mandatario, "bajaría el precio de las gasolinas". ¿Ello quería decir que la intención del gobierno federal era seguir subsidiándole precio a los más ricos? Porque eso es lo que prácticamente declaró nuestro tonto de esta semana. La cacareada reforma que se nos vendió, sostenían esos spots que costaron millones de pesos, sería benéfica para el bolsillo. Total, más adelante en la reunión, Videgaray dice que poco a poco se le va ir quitando el subsidio al precio, ya que "en la administración anterior y a pesar de los constantes incrementos en la gasolina, se subsidiaba el precio de la gasolina". Sí, claro, estimado tonto de esta semana: échele la culpa a Calderón del desastre que ha resultado su desempeño como secretario de Hacienda.

¿Qué pasó? En primer lugar, que la Reforma Energética, con tantas cláusulas, trabas sindicales y restricciones, no logró atraer inversionistas extranjeros para venir a un país con tan poca seguridad jurídica, al punto que lo más que logró fue que a partir del año próximo se acabe la exclusividad del charrito Pemex en los expendios de gasolina para darle entrada a que la distribuyan Shell, Exxon y Mobil (ya lo hace cierta cadena de tiendas de autoservicio). Esa difícilmente calificaría como una proeza de la reforma energética.

En segundo lugar, las cuentas no le salen al gobierno federal que realizó sus cálculos presupuestarios de acuerdo al precio del barril en alrededor de 70 dólares y hoy ronda en los 36, casi 50 por ciento menos. Hay muchos gastos y poca lana --bueno, excepto en los abultados salarios de Videgaray y sus cantaplaches del gabinete-- lo que obliga a subir el precio de las gasolinas. Así es: en México la lógica actúa a la inversa, pues si el precio del barril del petróleo va a la baja, la consecuencia sería que lo mismo ocurriera con el precio del combustible. Aquí, por el contrario, aunque baje el precio del barril el precio sigue subiendo.

Pero lo que ha dado lugar a que Luisín Videgaray reciba el título de Tonto de esta semana radica en creer que los tontos somos nosotros y no él. Para Videgaray, son los ricos quienes consumen más gasolina ¿el resto de nosotros de qué nos preocupamos? El argumento, como se ve, es idéntico al de otros funcionarios que han dicho que el alza del dólar solo afecta a quienes deben comprarlos antes de viajar a Estados Unidos, como si la devaluación no tuviera efecto alguno en el precio de los artículos que aquí consumimos.

Solo que aquí hay un detallito, señor secretario de Hacienda: prácticamente todos los insumos que consumimos deben ser transportados, y el 99 por ciento de ellos --a menos que alguien todavía utilice burros y jamelgos-- lo hace a través de vehículos que requieren combustible, y éstos se reabastecen de la gasolina cuya venta monopoliza el Estado mexicano. Y cuando éste aumenta su costo, los artículos que son transportados deben subir de precio para compensar el incremento.

Señor secretario, ahí le van unas preguntillas: ¿cuántas cosas que se transportan en este país lo hacen en vehículos que consumen combustible? ¿A poco todos los propietarios de estas unidades son millonarios? ¿Nadie le ha dicho que, en consecuencia, al subir la gasolina su efecto repercute en el costo final del producto que es transportado?

De hecho sucede lo contrario a lo que opina nuestro tonto de este texto: el aumento a las gasolinas no afecta a los ricos pero sí a los pobres, paradójicamente, a quienes no disponen de vehículos que usan gasolina pero sí consumen alimentos que son transportados en automóviles, tráilers o camiones propulsados por gasolina o que debe pagar más cuando le aumentan el pasaje de autobús. ¿No le explicaron esto en la Universidad donde se graduó de economista?

Realicemos un comparativo para ver el grado de tontez en el argumento de nuestro secretario de Hacienda: imagine que en la ciudad donde usted vive de repente cae una nevada con varios grados bajo cero de temperatura. ¿Este hecho hará que usted gaste menos que los demás si decide quedarse encerrado en casita? Por supuesto que no: igualmente necesitará de energía para no congelarse, la cual tiene un costo, y en determinado momento deberá usted salir de casa para abastecerse de comida, lo cual implica un gasto adicional. Si en ese momento alguien le dijera a usted que no debe preocuparse por una nevada porque los ricos gastan más combustible que usted para calentarse ¿qué le contestaría? Imagine que, en esta historia, el clima es el gobierno federal y verá hasta dónde llega la tontería argumental del secretario Videgaray.

He ahí pues, lo que nos llevó a llamar Tonto de esta semana a Luis Videgaray. Y hay quienes lo han manejado como presidenciable. Líbrenos Dios.

 

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1 opiniones

felipillovox escribe 02.09.16

Acaba de salir un video en las redes de Pedro Ferriz de Con donde afirma que el secretario de Hacienda Luis Videgaray fue el que hizo que Donald Trump viniera a México, pasándose por alto las gestiones que en ese sentido debiera hacer la Secretaría de Relaciones Exteriores a través de Claudia Ruis Massieu. Doble razón para acusar de tonto a Videgaray, lo que reafirma lo que escriben ustede sobre el tonto de esta semana.

 

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