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Atletas mexicanos en Río 2016: logros y orgullo, o fracasos y excusas

Los dos panoramas de la delegación nacional en Río de Janeiro son de sorpresas en el medallero o una serie de derrotas acompañada con las excusas de siempre y la exigencia de más recursos federales. Se ve difícil pero ojalá estos atletas le den buenas noticias al país

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AGOSTO, 2016. A unos días que arranquen los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro se percibe poco ánimo, o tal vez muy distinto al de justas anteriores. Habrá puntos buenos, entre ellos que los horarios de las competencias tendrán solo una diferencia de dos horas y que a un par de años del Mundial de futbol tendremos oportunidad de asomarnos nuevamente, así sea a través de la TV, a ese maravilloso país que es Brasil. 

Por el otro lado, la clara desorganización del país anfitrión, el que países como Rusia llegarán muy diezmados por sus casos de dopaje y el peligro de un atentado terrorista han repercutido en el ánimo general (Ah, sí, incluyamos también la terrible situación económica y la crisis profunda que azota a ese país, y que es mucho peor a la de hace dos años).

Pero algo que presentimos no cambiará en los Olímpicos de este 2016 será la actuación del representativo mexicano... o más bien, su decepcionante desempeño. Hace cuatro años, en Londres, además de los futbolistas, clavados y el tae kwaen do, la cosecha volvió a ser pobrísima aunque eso sí, carísima para todos los contribuyentes. Desde hace rato el enviar atletas mexicanos a los Juegos se ha convertido en un barril sin final donde los recursos llegan a los altos funcionarios y burócratas y apenas migajas a los atletas. 

La inversión llega sin dar frutos, quizá, desde los olímpicos de 1984 en Los Ángeles donde "los nuestros" tuvieron un gran desempeño gracias a la ausencia de los países del entonces bloque oriental y los cuales con frecuencia los han descalificado.

Entre los prospectos para Río, contemos a los clavadistas Iván García, Germán Sánchez, Rodrigo Diego y Melany Hernández. De todos ellos Sánchez ya ganó medalla en Londres 2012 mientras García obtuvo tres preseas de oro en los Panamericanos efectuados en Toronto el año pasado.

México suele tener buena actuación en los clavados, como recordamos lo ocurrido hace cuatro años con Paola Espinosa y el futbol, pero la mayoría de las veces el asunto se queda en el "ya merito". En esta ocasión el optimismo es apenas perceptible. Esperemos que la comitiva en clavados logre refutarnos una vez que entre en acción.

Las grillas al interior del Comité Olímpico Mexicano quedaron de manifiesto hace un año durante las eliminatorias donde la nadadora Fernanda González fue expulsada por cuestiones de patrocinio y ella aprovechó el asunto pero cuando quiso denunciar la corrupción al interior del organismo. Esa mafia sigue incrustada con miras a Río lo que no nos permite ser muy optimistas.

Misael "Chino" Rodríguez tendrá su debut olímpico en Río. El pugilismo mexicano también suele hacer ruido pero también cae en el "esqueísmo" (es que los jueces, es que el clima, es que el público, es que me dio un torzón") al momento de caer la derrota. 

De hecho, con las instalaciones del Comité Olímpico cayéndose a pedazos, jineteo de recursos y abundancia de personal que con cualquier cosa menos atletas parece que, como siempre, se le acabaron los cuatro años de preparación a ese organismo y los atletas llegan verdes cuando ya es tiempo de cosecha.

Trajes ridículos, el colmo del derroche

Hace cuatro años, en Londres, el ridículo de la delegación mexicano comenzó desde el mismo día de la inauguración con unos trajes multicolores de los cuales el Daily Mail apuntó que "eran extravagantes, fuera de toda dimensión e inexplicables en contraste con la belleza y elegancia de los trajes regionales mexicanos". Y no fue una ocurrencia barata: quien los diseñó recibió 60 mil pesos (casi 100 mil de los actuales). A esto debió agregarse el costo de la tela, botonería, cremalleras y sueldos de quienes los fabricaron, todo a cuenta del erario, naturalmente. Para una indumentaria que se utilizó solo una vez y en un país con tantas carencias, aquellos atuendos ridículos resultaron francamente insultantes.

Ciertamente fue un derroche del gobierno del entonces presidente Felipe Calderón, pero hoy no hay pruebas claras en el sentido de que el dispendio al interior del COM haya disminuido.

Aquellos trajes también representaron el modo en que se gastan los recursos al interior de ese organismo. ¿Cómo olvidar a un takendoísta originario de Sinaloa, ganador de una medalla y a quien sus amigos y familiares tuvieron que costearle el viaje porque los recursos del COM nunca llegaron?

Hace dos años, la selección mexicana tuvo un buen desempeño en Brasil (así es, ya pasaron dos años del coraje del Piojo Herrera y que le valieron ser echado como director técnico) pero en esa ocasión fueron los aficionados mexicanos los que hicieron el numerito, entre ellos el presidente municipal de Naucalpan quien viajó a Sudamérica a ver los partidos del Tri sin importarle que su municipio pasara por una emergencia producto de una inundación, o los tipos esos (burócratas de la capital, por cierto) quienes estuvieron en prisión un tiempo por haberle faltado el respeto a una mujer carioca y tras haber golpeado al novio de ésta.

Ya hemos tenido suficiente con la vergüenza de nuestros atletas como para agregar a los aficionados mexicanos. Es de esperarse que en esta ocasión se comporten mejor.

Con todas estas penalidades, tenemos fe en que la delegación mexicana tenga un papel decoroso, lo mínimo, en estos Juegos Río 2016.

Todo mientras no vuelvan a presentar más atuendos ridículos en el desfile de inauguración.

 

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3 opiniones

belton.situs escribe 08.19.16

Con todo respeto para los atletas que si le echan ganas, ¿pero semejante multimillonaria inversión para dos méndigas medallas? Lo que más indigna es que el titular dala conade sigue en Brasil muy campante sin que haya presentado su renuncia, eso es lo peor, que nadie pide ni nadie rinde cuenta de estos fracasos, cada cuatro años es el mismo carrusel de excusas estúpidas como opinaba alguien aquí mismo

felipillovox escribe 12.08.16

¡Qué vergüenza de delegación la que fue a Brasil! Puro dinero tirado a la basura, dinero que el gobierno nos quita a todos vía nuestros impuestos, esta delegación es un reflejo del fracaso que ha sido el gobierno de Peña Nieto

andres_malestra escribe 10.08.16

Lo mismo de cada cuatro años, le aumentan el presupuesto a la Conade, hay reestructuraciones, se cambian funcionarios, los atletas "se preparan arduamente" para los olímpicos, los despide y los abandera el presidente, los atletas nos prometen traer medallas, dicen haber "trabajado duro", viajan a la sede, comienzan a hacer el ridículo y sueltan las excusas de siempre, de que los jueces, que el clima, que el público les silbaba, que hacía mucho calor, regresan humillados a México y nos dicen que todo se debe al poco presupuesto que se le destina a la Conade, entonces le aumentan al presupuesto a la Conade, hay reestructuraciones, se cambian funcionarios, los atletas "se preparan arduamente" para los olímpicos, los despide y los abandera al presidente, los atletas nos prometen traer medallas, dicen haber "trabajado duro", viajan a la sede, comienzan a hacer el ridículo y sueltan las excusas de siempre, de que los jueves, que el clima, que el público les silbaba, que hacía mucho calor, regresan humillados a México y dicen que todo se debe al poco presupuesto que se le destina a la Conade, entonces le aumentan el presupuesto a la Conade, hay reestructuraciones, se cambian funcionarios...

Esa ha sido la misma historia del olimpismo mexicano los últimos 50 años

 

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