NACIONAL: Conclusión: Estado mexicano obeso, corrupción grandota

Los argumentos para explicar la corrupción nacional suelen ser tan enormes como la corrupción misma. En opinión de estos tres colaboradores, hay que dirigirse a su fuente principal, y no hacia los sitios donde salpica

Versión impresión

JUNIO, 2016. Recientemente apareció en la prensa una nota que produce retortijones en torno a un hombre que lleva tres años en prisión por querer robar un paquete de carne de un centro comercial: el guardia detuvo al individuo y éste fue encerrado sin derecho a fianza, todo esto al tiempo que hay ex gobernadores, funcionarios y políticos que sustrajeron millones de pesos de dinero público y continúan impunes.

"Este es un vergonzoso acto de injusticia producto de la corrupción", señala Miguel Moreno, un abogado a quien solicitamos su opinión sobre el principal aspecto que marcará al sexenio del presidente Peña Nieto. "Si México es un país corrupto es por este tipo de leyes que solapan y apapachan a los corruptos. En un país normal quien roba un litro de leche recibe una amonestación y sale libre".

Añade el abogado Miguel Moreno: "Más que lo de Ayotzinapa, este gobierno pasará a la historia como uno de los más corruptos que ha habido en México, y vaya que tenemos un gigantesco historial al respecto. Lo peor del caso es que en los casos de corrupción, ya se sabe, las casas del presidente y del secretario Videgaray y la protección que se le ha dado al ex gobernador Moreira, mandaron al resumidero una oportunidad que tuvo el PRI para redimirse".

Por su parte la sicóloga Verónica Celis enfatiza: "Dado que la corrupción tiene dos extremos, cuando un extremo deje de cooperar con el otro comenzaremos a experimentar una mejoría como país. Otros países ya lo han hecho, yo no veo porque los mexicanos no podamos hacerlo... nos falta voluntad.

fasenlinea pidió a tres de sus colaboradores que fuera, así sea en forma sintetizada, a lo que representa la corrupción en México y si es en realidad, parte de la "idiosincrasia nacional" y por tanto no tiene remedio. Los tres coinciden en un punto: la relación, que se da en otros países con niveles similares o mayores de corrupción, es que padecen de un gigantismo en su sector público el cual a su vez produce un brutal centralismo que alimenta ese fenómeno.

"Mientras más dependamos de un Estado, lo cual va de la mano con un bajo nivel educativo, la corrupción seguirá entre nosotros", refiere José Luis Hernández. "Por favor, seamos maduros y dejemos de seguirle echando la culpa a la conquista de que somos corruptos".

José Luis Hernández: Déjenme contarles algo de este país que en su tiempo llegó a ser el más corrupto del mundo, donde había filas burocráticas para todo pero con una corta podías acelerar el trámite, donde los políticos no le rendían cuentas a nadie y donde el gobierno podía detenerte arbitrariamente, donde los jueces estaban vendidos, la gente tenía miedo a los policías los cuales a su vez estaban coludidos con los delincuentes. ¿Saben a qué país me refiero? ¡a la Inglaterra del siglo XVIII!

Hoy sin embargo es difícil ubicar a ese país con los niveles de corrupción que existen en México o en Argentina. ¿Y cómo lo lograron? Haciendo lo contrario que estamos haciendo hoy, esto es, quitándole poder al gobierno que estaba totalmente centralizado. Hubo un tiempo en que para cualquier trámite, por más pequeño que fuera, tenías que ir a la capital inglesa. Conforme se le fue quitando este enorme poder de decisión al gobierno ese poder se fue democratizando y la corrupción comenzó a ceder. Existe una relación directa entre los niveles de intervención del Estado en nuestras vidas y sus niveles de corrupción. Lo que ocurre es que nos negamos a verla porque criticar la actividad de un gobierno se ha convertido en tema tabú, insensible incluso. Eso me parece absurdo.

Verónica Celis - Se nos ha dicho desde siempre que la corrupción ya viene en nuestros genes y que es parte de nuestra cultura, por lo tanto ya no se puede erradicar de este país. ¿Pero por qué entonces no escuchamos de escandalosos casos de corrupción de mexicanos que han emigrado a Suiza, a Suecia, a Australia, a Singapur o a Dinamarca donde existe un total o casi total cumplimiento de la ley? Si somos corruptos por naturaleza creo que igual cantaríamos en cualquier gallinero. Esa aseveración por tanto es falsa... yo la veo más como parte de "el vivir en México" que el de ser mexicanos en sí. Y con eso me refiero a unas leyes permisivas que no se acatan por la misma barrera de intereses creadas por esa corrupción. Éste es un monstruo que se alimenta de sí mismo.

Miguel Moreno - La corrupción emana de un Estado omnipotente que dispensa favores discrecionales. No le demos más vueltas a la hoja; ya basta de echarle la culpa a Cortés, a la Malinche. Comparemos cualquier estadística y veremos que los países con estados obesos y gigantes tienen altísimos niveles de corrupción, y esos países casualmente, presentan bajos niveles de educación, que es la mejor medicina para combatir la corrupción. Si seguimos dependiendo de un Estado que pone trámites para todo y nos ofrece pésimos niveles educativos en sus planteles seguiremos siendo corruptos.

Textos relacionados

Previo

La Lady y el Gentleman, otra plaga en el mapa nacional

La altanería y la prepotencia de funcionarios y mirreyes parece haberse acelerado los últimos años. Solo una recomendación, por favor, evitemos pedir autógrafos a estos claros representantes de la mediocridad, el despotismo y el racismo a la mexicana

¿Desea opinar sobre este texto?

[email protected]

2 opiniones

pelacas_moreno escribe 11.06.16

Por lo visto desde los tiempos de López Portillo en que su lema de campaña la solución somos todos terminó transformado en la corrupción somos todos, pocas cosas han cambiado en este México, a excepción de que la corrupción está peor que nunca. Pobre país

luisfabian75 escribe 10.06.16

Mientras exiasta en México la intención de vivir del presupuesto público y llevar ahí a toda la familia e incluso la amante, seguiremos siendo un país jodido, tenemos un estado obeso porque somos un pueblo sin iniciativa