Y DEMÁS: El tonto de esta semana: Dennis Rodman

El estrafalario ex basquetbolista estuvo recientemente en Corea del Norte, habló con el dictador local y a su regreso respondió con sandeces a sus entrevistadores, entre ellas, llamar un gran tipo a su anfitrión. Su inclusión en esta sección se la ha ganado prístinamente

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MARZO, 2013. Yogi Berra proporcionó una de sus numerosas respuestas ingeniosas a un reportero que le inquirió su opinión sobre su candidato a unas elecciones presidenciales que hubo en Estados Unidos: "No sabría que decirle... ¿cree usted que alguno de ellos sepa por qué un relevista zurdo no siempre poncha al toletero derecho?" Para el legendario mánager la cosa era sencilla, no iba a dejarse engatusar en cuestiones políticas que nada tenían que ver con lo que él hacía en el diamante.

Ojalá la mayoría de los deportistas respondieran con la misma agudeza de Berra. Desafortunadamente no es así: dada la popularidad que suelen recoger, la tentación de que sean utilizados con fines políticos es grande y frecuente. ¿Cuántos deportistas no dedicaron sus triunfos al PRI o al Señor Presidente, por ejemplo? Hace como 30 años Rubén "Púas" Olivares fue postulado por un partido morralla simplemente porque era un pugilista retirado (y vapuleado). En Argentina, el ex corredor de autos Carlos Reuteman es un hoy connotado político.

Sin embargo, en la mayoría de los casos, el apoyo de estos deportistas a los candidatos se limita a unas frases aconsejadas que en realidad no representan un compromiso profundo. ¿Pero qué pasa cuando el deportista siente que, él mismo, puede convertirse en abanderado de una causa política, o peor aún, que opine de política? Damas y caballeros, con ustedes Dennis Rodman:

"Me senté a platicar con él por tres días. Lo que quiero destacar es que me pidió que le dijera algo a Obama, decirle simplemente que le llame..."

Sí, ese es Dennis Rodman, no John Kerry, el actual secretario de Estado, ni Hillary Clinton. Rodman no posee (todavía) algún puesto en el gobierno. ¿Entonces quien es ese "él" al que se refiere el ex basquetbolista? Bueno, se trata de Kim Jong-un, el tercer tirano que gobierna hoy Corea del Norte tras la muerte de su padre. Verán ustedes, Dennis Rodman fue enviado a Pyongyang como embajador de nueva voluntad, y además de entrevistarse con Jong-un, éste le confesó algo rutilante, un dejo de confianza insólito que ni doña Hillary hubiera logrado aun portando minifalda y cruzándole las piernas al sátrapa:

"(Jong-un) me dijo 'Dennis, no quiero una guerra, no quiero una guerra', eso me dijo. A él le encanta el basquetbol. Y lo le dije lo mismo 'a Obama también le encanta el basquetbol...' Empecemos desde ese punto".

Alguien se preguntará a estas alturas del párrafo, ¿a todo esto quién es Dennis Rodman? (sí los hay, creánlo). Bueno, estamos hablando de alguien que pertenece a la generación Dream Team del basquetbol, específicamente los Detroit Pistons, la de Shaquille O'Neal, Isaiah Thomas, Magic Johnson, Mark Aguire, del mánager Chuck Daly y, a menos que alguien quiera dejarlo fuera, Michael Jordan. Rodman era el payaso del clan, el que se pintaba la crespa caballera de color zanahoria, luego de amarillo, luego de rosa; no estaba a la atura de Jordan, naturalmente, pero también tenía muy bien ganado su puesto en la NBA... y, por supuesto, se ligó a Carmen Elektra, a quien habían perseguido por lo menos otra media docena de colegas de Rodman sin haber conseguido siquiera una mirada. Posteriormente Rodman grabó un disco de rap, apareció en algunas películas y hasta se dice que en algunos videos XXX, algunos de ellos con Miss Elektra (lo de Miss por su aparición en Playboy, aclarémoslo).

Desde su retiro hace casi un decenio casi no habíamos escuchado de Dennis Rodman, esto hasta el 2008 cuando habló abiertamente a favor de Barack Obama en uno de sus discursos. Pero desde entonces pensamos que seguía relamiéndose las heridas dejadas tras su rompimiento con la sensual Elektra. En vez de eso Rodman se fue de gira a Corea del Norte. Luego de eso fue entrevistado en un programa conducido por George Stephanopulos, quien alguna vez fuera uno de los principales consejeros del ex presidente Clinton.

En esa emisión Rodman no solo aplaudió a Jong-un porque le gustaba el basquetbol, algo que por supuesto no lo exime de ser un dictador y un tirano. A Castro y al recientemente fallecido Hugo Chávez les fascina(ba) el beisbol y eso jamás los hizo mejores demócratas. Pero las barbaridades de Rodman no terminaron ahí. Quizá el sátrapa norcoreano le haya caído bien luego de ponerse a ver videos de cuando Rodman jugaba en los Pistons de Detroit. Todavía hubo más una vez Rodman declara en el programa:

"Es un gran tipo. Si te sientas y platicas con (Jong-un), sabes, la percepción es percibir cómo funcionan las cosas..."

Antes de digerir la filosófica definición de Rodman de que percibir es cómo funcionan las cosas (Emmanuel Kant y Herbert Spencer, tomen nota desde el más allá, plis), y de llamar "un gran tipo" a alguien que forma parte de un régimen que ha matado de hambre a más de 10 millones de sus gobernados, Rodman responde a una pregunta, no como lo haría Yogi Berra, sino como un estúpido ligamayoresco.

Pregunta Stephanopoulos: "¿Llamar 'gran tipo' a alguien que ha enviado a 200 mil personas en campos de concentración?

Responde Rodman: "Bueno, saben qué, adivinen qué (irónicamente) es sorprendente cómo eso mismo hacemos en este país..."

Si antes nos preguntábamos porqué Carmen Elektra había botado a Rodman, ahora lo comprendíamos enteramente: su imbecilidad es sorprendente, inusitada.

Con todo lo criticable y lleno de fallas que pueda tener, el sistema penitenciario de Estados Unidos, no se llevó directamente a la cárcel a esos 200 mil reclusos --cerremos la cantidad en la cifra referida--, todos ellos fueron sometidos a juicio, tuvieron abogado defensor y sus familias estuvieron presentes durante el proceso. La mayoría de ellos fueron a dar a prisión ante la contundencia de las pruebas. ¿Puede Rodman, dentro de su asombrosa ignorancia, a mencionar a uno solo de los prisioneros en Norcorea que haya recibido una sentencia tras un juicio donde se le concediera derecho a defenderse?

Rodman pone en el mismo cajón a los presos políticos y a los presos por delitos comunes. Pero la diferencia entre unos y otros es tan grande como el sueldo que percibía jugando en la NBA a lo que gana alguien que juega basquetbol en una cancha del Harlem. ¿Dónde están los campos de concentración norteamericanos, por ejemplo? Sí, alguien por ahí brincará y gritará !Guantánamo! Y cierto, ahí se han cometido excesos, pero indudablemente no rebasan los abusos brutales a los derechos humanos cometidos por el gobierno de quien Rodman dice que es un "gran tipo". Un "gran tipo" también era Stalin, según Franklin Roosevelt, y ello no evitó que ordenara despacharse a 20 millones de rusos en las purgas, ruinosas reformas agrarias y a su larguísima lista de enemigos. Un "gran tipo" era Hitler, dijo el canciller inglés Chamberlain, y su guerra costó 60 millones de vidas. Oliver Stone y Steven Spielberg igualmente aseguran que Fidel Castro es "un gran tipo" y en las cárceles languidecen, de acuerdo a Human Rights Watch, cerca de medio millón de cubanos.

A lo mejor Jong-un se distingue porque a él le gusta el basquetbol, según la óptica de un perfecto idiota como Dennis Rodman. Eso le justificaría todo.

NOTA: Durante la reunión en la mesa de redacción, se pensó en escoger al presidente Nicolás Maduro como candidato a Tonto de esta Semana. Pero optamos por Rodman dado que Maduro, con sus declaraciones, resultaría más bien El Tonto de Cada Día.

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1 opiniones

felipillovox escribe 29.03.13

Qué se podía esperar de Dennis Rodman, los basquetbolistas no se distinguen por su inteligencia, y tan buena fue su labor que el dictador norcoroeano está amenazando con enviar sus misiles a Estados Unidos, bonita diplomacia