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Galeria para odiar con gusto: Michael Buble

Ser comparado con Michael Bolton no es precisamente un blasón edificante, pero es un cetro que este canadiense parece estar reclamando desesperadamente. Amo actual de cover con el trillado argumento que hay que rescatar los hits de otrora, Michael Buble es un caso donde habría sido preferible que se quedara en casita

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OCTUBRE, 2012. Recientemente hablaba con una persona en torno a Michael Buble. Este conocido, a quien llamaré Santiago, enfatizaba que Michael Buble era algo así como "el Luis Miguel gringo", por lo que me atreví a refutarlo: Michael Buble sería en todo caso el "Luis Miguel canadiense" dado que nació en Vancouver.

La palabra intérprete aquí es, a saber, muy generosa en lo que toca a Michael Bublé. Es un oportunista que recalienta éxitos probados en las listas de popularidad. Es un caso que suele presentarse desde que la música pop adquirió catadura hará más de medio siglo y desde que alguien descubrió que los covers, o nuevas versiones de hits garantizados, también producían dinero después de ser exhumadas. Estos intérpretes sienten la urgencia, la necesidad, de grabar nuevamente esas canciones porque creen que es un legado que se está "perdiendo" y es necesario "rescatarlo". Por lo menos eso es lo que dicen, y lo que en varias ocasiones ha expresado el mismo Buble: "Cuando era niño y visitaba a mi abuelo, éste ponía discos de las grandes bandas. Lo que hoy busco es rescatar la esencia de gente como Glen Miller, Frank Sinatra, Tommy Dorsey, y presentárselas a las nuevas generaciones", refirió a la revista Entertainment Weekly en el 2008.

El truco que está empleando Michael Buble ya huele a viejo desde hace tiempo. Vayamos solo a un puñado de ejemplos. En los ochenta tuvimos a Harry Connick Jr., quien también prometió "rescatar los clásicos" ante el rock and roll que, dijo, "no requiere de mucha inteligencia para interpretarlo" --como tampoco se requiere de mucho cacumen para hacer lo que él hacía-- o qué tal Kenny G, un clarinetista que tras unos hits aislados sacó varios discos con covers realmente cuestionables.

La lista, por supuesto, quedaría incompleta sin incluir a Michael Bolton, el antecesor directo de Michael Buble. Bolton utilizaba también la cantaleta de querer "rescatar" canciones que nunca han dejado de transmitirse en la radio como "To Love Somebody" de los Bee Gees o "My Way" de Sinatra. Tanto Connick Jr. como Kenny G. y como Michael Bolton han sido ridiculizados hasta el hastío --en la película Serendipity se hace una brutal mofa del clarinetista-- pero ellos siguen en su juego como si nada, incapaces de intuir que hace mucho el truquito quedó expuesto ante el público como taponera a la falta de talento.

Y es que, claro, lograr que una carrera despegue es más fácil con los covers que con talento propio. Ello no es malo en sí, como recordó alguna vez Eric Clapton: "Tocar los éxitos conocidos es el recurso usual para hacerte popular, pero también para foguearte. El siguiente paso es escribir tu propio material y asimilar tus influencias". Y ese es el problema, precisamente, con Michael Buble. Aparte de su necedad por "rescatar" clásicos que, como tales, no tienen necesidad de ello, como "Me and Mrs Jones" de Billy Paul, se ha atorado ahí al punto al que temas que sean realmente de Michael Buble son contadísimos, o al menos no conozco uno. ¿Y por qué no da entonces el siguiente paso, que sería dejar atrás los refritos?

Una parte importante son los intereses de las disqueras, hoy a punto de sufrir el destino de los dinosaurios. Así como Hollywood apuesta a géneros económicamente seguros como los superhéroes, las disqueras no piensan arriesgar su futuro con composiciones desconocidas de autores salidos de quién sabe dónde. Eso es válido, lo enfatizamos, cuando alguien debuta con un álbum. Pero si supuestamente Michael Buble ya está cimentado, ¿por qué le sigue dando cuerda a los covers? ¿No sería ya hora de cambiar la propuesta?

Los "rescatistas" de canciones viejas no son tontos, aceptémoslo. Lo que quieren "rescatar" no son títulos patéticos, horripilantes, infumables, como "Achy Breaky Heart" de Billy Ray Cyrus (conocidísima en México como "No rompas más mi pobre corazón") o "Toy Soldiers", de Martika. Lo que buscan "rescatar" son temas de éxito comprobado como "Mack the Knife", de Bobby Darin, "Moon River" de Henry Mancini o "Can't Take my Eyes Off You", de Frankie Valli

Y aquí quizá algún lector brinque, indignado, en defensa del canadiense: ¿Que acaso Rod Stewart no ha grabado canciones viejitas con el fin de "rescatarlas", igual que Buble? Pues sí, los Great American Songbooks de Stewart no contienen un solo minuto de música nueva, pero el inglés, que comenzó su carrera grabando covers de Sam Cooke, se convirtió después en un icono con canciones propias, es decir, evolucionó una barbaridad en su casi medio siglo de carrera. El día en que Michael Buble alcance las mismas proporciones de talento de Rod Stewart podremos volver a tocar el punto.

Pero como sabemos que Michael Buble difícilmente será considerado un sucesor de Rod Stewart, el canadiense está condenado, como pasó con Bolton y con Kenny G., a una temprana obsolescencia. Eso es lo bueno del asunto, que Michael Buble terminara convertido en footnote, en mera referencia para los aficionados a las trivias. Eventualmente aparecerá otro que se quiera "rescatar la música de otros tiempos" pero su destino de ignominia estará igualmente garantizado, y no por otra cosa más que lo obvio y evidente: nadie se ha atrevido, y ni se atreverá, a "rescatar" la carrera de Michael Bolton. No vemos aquí el porqué su tocayo Buble escape a semejante destino.

 

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1 opiniones

lidia_hinojosa escribe 07.09.12

Me considero fan de Michael Buble pero este texto me dio mucha risa y siento que se hizo más con intención humorística, yo en cualquier momento prefiero a Michael Buble que a Luis Miguel, saludos desde Cuernavaca,  Morelos

 

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