fasenlínea.com

Análisis, comentario Y Demás

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Otros textos de Internacional

Perú, de país desahuciado a posible émulo de Chile

Payasos sin maquillaje: los 15 minutos de James Comey

La espantosa  y populista catástrofe inducida que amenaza a Sudáfrica

Los escándalos en Oxfam: así es como se derrumba la hipocresía

El alto costo de la eficiencia japonesa difícilmente lo hace un ejemplo para Latinoamérica

Archivo

 

 

 

 

 

INTERNACIONAL

Con Alexandra Ocasio-Cortez, lo trasnochado vuelve a ser novedoso

Tras su triunfo sorpresivo frente a un legislador del establishment demócrata, esta joven neoyorquina se convirtió en la consentida de los medios norteamericanos que, sin embargo no se molestan en preguntarle cómo financiará sus delirios socialistas. Un vistazo al trillado mundo irreal de Alexandra Ocasio-Cortez

Versión impresión

AGOSTO, 2018. Antes de la llegada del Internet era cosa común el rumor que se la pasaba recorriendo el mundo, generalmente un rumor que traía malas noticias para la humanidad. Uno de los más recordados, enormemente difundido en los 80, fue el de un bebé que, al verlo una enfermera en un hospital exclamó "¡pero qué feo está!" a lo que el bebé respondía "¡pues más feo estará este año!" y enseguida expiraba. El caso del "bebé feo" fue reportado lo mismo en hospitales de México, de Lima, de Buenos Aires, de España y hasta de Japón (otro rumor es del del chupacabras; aunque se cree que solo se le ha visto en México, existen reportes del chupacabras en Texas, en Nebraska, en Honduras, en Costa Rica, en Ecuador y hasta en Australia.

Pero llegaba un momento en que esos rumores o leyendas urbanas terminaban por perder toda credibilidad y se esfumaban nuevamente. Paradójicamente y con el auge de las redes sociales, varios rumores vuelven a recorrer el planeta, ya no para hablar de bebés capaces de hablar aunque tengan horas de nacidos, chupacabras o el Sasquatch, sino de otro rumor que se pensaba extinto, el del socialismo como alternativa de desarrollo en países de libre empresa.

Tras la caída del Muro de Berlín --y luego de un espacio de apenas 4 años-- los disparates del socialismo y las bondades que se le atribuyen realmente no han abandonado a América latina: antes bien, ahora amenazan con destruir, a partir del próximo diciembre, lo poco que hemos avanzado en México este último cuarto de siglo. Pero en Estados Unidos el auge de las ideas socialistas y el verlo como panacea, como remedio para combatir las desigualdades sociales (las cuales al final termina por profundizar) es asunto nuevo en ese país. O al menos un asunto mainstream: si bien gobiernos como el de Franklin D. Roosevelt y el de Lyndon B. Johnson manifestaron abierta o veladas simpatías por el socialismo, éste vivió un empuje tal por parte de Barack Obama que habría pasmado a sus dos antecesores.

Sin embargo, y como muestra clara de las innegables simpatías de que hoy goza el socialismo en Estados Unidos tenemos al senador Bernie Sanders, quien empezó a ganar notoriedad cuando "disputó" la candidatura presidencial a Hillary Clinton y, dicen sus simpatizantes --quienes como los republicanos también odian a Hillary-- Sanders era el único preparado para derrotar a la ex senadora por Nueva York y esposa del ex presidente Bill Clinton.

Irónicamente y, hasta hace unos años, Sanders era considerado el único legislador "socialista" de la bancada demócrata con la cual, dice Sanders, "tengo algunas coincidencias" pues se considera "independiente". "Hasta principios d de la década a Sanders se le veía por sus colegas de la Cámara como un chiflado o un excéntrico", escribió Silvio Canto Jr, en la página americanthinker.com. Canto --un norteamericano de origen cubano que en los 80 vivió en México-- agrega que "si apuntamos cómo en este momento más de la mitad de los senadores demócratas se consideran a sí mismos socialistas, nos da cuenta de esta tendencia pese a que muchos de ellos quizá ni idea tienen de lo que realmente significa el socialismo". Por ejemplo, cuando Michael Moore preguntó a Sanders cómo definiría al socialismo, éste respondió "es un sistema donde el gobierno representa a las clases medias y a la clase trabajadora, no a las oligarquías", una visión tan irreal como infantil e ignorante de sus verdaderas intenciones y objetivos.

La discípula mas popular de Sanders en este momento la tenemos con Alexandra Ocasio-Cortez, una chica de 28 años nacida en Nueva York y cuya madre es puertorriqueña --no es de ascendencia mexicana, como publicó un columnista de El Universal-- y quien tiene un leve parecido con Jennifer López cuando no trae maquillaje, aunque es más delgada. Sus ex compañeros de escuela recuerdan a Ocasio-Cortez como una muchacha extrovertida, amante de las fiestas y los zapatos, pero no tienen memorias sobre su activismo político en Yorktown, el plantel donde Ocasio estudió la preparatoria y ganó un premio por un trabajo sobre microbiología: "Alexandra era muy vivaracha y persuasiva pero no asistía a los mítines políticos", recordó una ex compañera de clases, "Alexandra se veía más enfocada en otro tipo de proyectos". De hecho varias amigas señalan que antes de entrar a la política, Ocasio-Cortez trabajó en una taquería y como cantinera del Bronx pero que su objetivo era abrir su propio restaurante. "Al primer intento no le fue bien y se vio obligada a cerrar (...) quizá de ahí le venga su desprecio a la libre empresa", escribe Canto Jr.

Sus admiradores atribuyen el despertar político de Ocasio-Cortez a la muerte de su padre, quien falleció de cáncer de pulmón. Dado que el hombre murió intestado, eso trajo consigo una fuerte división familiar de modo que la chica se propuso "combatir la burocracia que se enriquece a costa de este tipo de situaciones". Irónicamente, sus ideas socialistas llevan, al final del camino, a una mayor burocratización de la sociedad.

Ocasio-Cortez dio una sorpresa mayúscula cuando se postuló y ganó la nominación demócrata por el estado de Nueva York al senador Joe Crowley, viejo amigo de Hillary Clinton --su puesto es el que ella ocupó antes de convertirse en secretaria de Estado con Obama-- lo que le dio oportunidad de saltar a la palestra nacional. Desde entonces la chica se ha convertido en una consentida de los medios liberales de Estados Unidos: Ocasio-Cortez ha sido entrevistada por NBC, CBS, The New York Times, la revista Time, el Washington Post, etc etc.

Su discurso no varía ni una coma, y parece haber sido aleccionada por alguien más. Tampoco se trata de un discurso original: "Hay una brecha cada vez más grande entre ricos y pobres en este país", "los grandes corporativos acumulan riquezas cada vez más grandes mientras gente de donde yo provengo cada día lucha más para subsistir", "el derecho a la educación y servicios médicos debe ser totalmente gratuito para todos"... no hace falta repetir más todas esas paparruchas que hemos escuchado ad nauseaum por estos lados.

Cuando Ocasio-Cortez fue entrevistada por MSNBC dijo que la reforma fiscal de Donald Trump, "es un espejismo que solo beneficia a los más ricos quienes tendrán más dinero en sus cuentas en vez que ese dinero beneficie a los más pobres". En otra ocasión Ocasio-Cortez atribuyó esa "explotación" a lo que ella considera "un hecho incontrovertible": "donde yo vivo la mayoría de la gente tiene dos empleos para poder sobrevivir".

Llama la atención que hasta hace unos pocos años los políticos demócratas se referían a "las clases medias" y no a los "pobres" como el tronco más fuerte de su electorado. Por lo demás las declaraciones de Ocasio-Cortez están llenas de falsedades y tergiversaciones. Su discurso quizá suene nuevo a oídos de muchos simpatizantes suyos, gran parte, paradójicamente, con parentela que llegó a Estados Unidos huyendo de los experimentos socialistas en sus países de origen.

Por supuesto que hay una brecha entre ricos y pobres en Estados Unidos. Pero no se debe al libre mercado sino a una competitividad cada vez más feroz donde para entrar al campo laboral ya no basta solo el diploma universitario; se requieren por lo menos una especialización para ingresar a una empresa que ofrezca buenos sueldos, prestaciones y un fondo de retiro digno. Desafortunadamente, muchos inmigrantes carecen de esa preparación académica suficiente.

Pero hay otro factor, según Canto: "En los primeros años del siglo XX llegaron cientos de miles de inmigrantes a Estados Unidos donde muy pocos sabían leer y escribir, hablaban poco inglés y sin embargo lograron prosperar en su nuevo país, ¿Cómo ocurrió esto? Hasta principios de los años 40 era muy sencillo abrir un establecimiento comercial, lo que permitía a muchos emprendedores que carecían de estudios formales crearse un patrimonio, pero hoy los requisitos son enormes, muchas veces insalvables para quien desee abrir un negocio, en especial las grandes ciudades, como Nueva York. Esta tramitería y burocratización es la causante de que los inmigrantes ya no prosperen hoy como lo hacían antes".

La reforma fiscal de Trump, contrario a lo que cree Ocasio-Cortez,no es un "espejismo" ni beneficia únicamente a los más ricos". Los empleados están recibiendo en sus pagos una cantidad adicional que hasta el año pasado el fisco norteamericano les estaba reteniendo por concepto de Impuesto Sobre la Renta. Ese dinero que hoy reciben los empleados está lejos de ser un regalo o una "limosna", como estúpidamente le llamó la congresista Nancy Pelosi: ese dinero siempre ha sido parte del salario devengado por el trabajador y no le representa un gasto extra al Estado norteamericano, por el contrario. "Lo que sí representa es un golpe brutal a los fanáticos de que el tamaño del Estado siga creciendo en la economía, como Paul Krugman", apunta Canto Jr.

"Nadie mejor que el dueño de su propio dinero para administrarlo adecuadamante", escribió el Nóbel Frederick Hayek en los años 40. "Cuando el dinero no es de uno, como ocurre con los ingresos del Estado, generalmente se le administra mal o se le derrocha". Sigue siendo tan cierto hoy como entonces.

¿No se le ha ocurrido a Alexandra Ocasio-Cortez concluir que si mucha gente en su vecindario tiene dos empleos es porque Nueva York es una de las ciudades más caras del mundo poe la enorme cantidad de impuestos que hay que pagar para mantener funcionando cualquier negocio, impuestos cortesía de la voracidad fiscal del gobernador Cuomo y del alcalde Di Blasio?

Asombrosamente, ningún medio ha pedido a Ocasio-Cortez abundar de dónde va a salir el dinero para financiar un servicio médico gratuito para todos. A lo más que ha respondido la mujer es "para conseguir ese propósito se debe aumentar la tasa impositiva a la fortuna de los más ricos en este país". ¿Que no fue eso lo que instrumentó el ex presidente Francois Hollande en Francia y lo único que consiguió fue un éxodo de millonarios, con apenas un 22 por ciento de lo que se pensaba recaudar cargándole la mano a los más ricos?

Y ahora, sin que la prensa se atreva a protestar, Ocasio-Cortez ha ordenado que en las reuniones con la comunidad se prohíba la entrada a los medios de comunicación; no vaya a ser que la anden importunando con preguntas sobre las que no posee respuesta (ni idea) alguna.

Como muestra de la ignorancia de lo que son los Estados Unidos, cuando Ocasio-Cortez visitó Ohio prometió que ese estado "muy pronto sería rojo", cuando el rojo es el color que identifica a los republicanos y el azul el que identifica a los demócratas.

¿Son políticos como Alxandra Oasio-Cortez el futuro de Estados Unidos? Aunque se cree que la candidata ya tiene ganado su puesto en las próximas elecciones legislativas de noviembre --elecciones que, decían los demócratas hace cuatro años, no eran tan importantes y había que abolirlas-- otros candidatos a los que ha ella ha manifestado su apoyo han perdido la nominación o la elección local. Por otro lado, y a menos que Trump cometa una burrada inconmensurable o los demócratas logren llevarlo a impeachment antes de noviembre, es casi seguro que los republicanos mantendrán la mayoría.

Igualmente ningún entrevistador ha cuestionado a Ocasio-Cortez sobre el desastre que políticas como la que propone han traído a Venezuela. Y ella, contenta y feliz de que nadie se decida a preguntárselo.

Sin embargo, el que el discurso como el de Alexandra-Ocasio Cortez sea tomado en serio es preocupante, como esos rumores ridículos que recorrían el mundo décadas atrás. La diferencia es que las terribles consecuencias de este rumor son muy reales.

 

Textos relacionados

El socialismo vuelve a fracasar, ahora en Venezuela ¿y adivinen qué? Lo seguirán alabando [mayo, 2017]

Thomas Piketty y la receta que matará al paciente [Julio 2014]

 

 

¿Desea opinar sobre este texto?

[email protected]

[email protected]  

0 opiniones