Al final, un clon de otras películas...

Para un actor que ya lleva varios fracasos acumulados como Tom Cruyise, la ciencia ficción parece haber sido, hasta ahora, su salvación en taquilla. Esta película recicla lo que hemos visto en el género y difícilmente podremos decir que perdurará en la mente de los espectadores. Oblivion es buena, aunque dejémoslo así

Oblivion
Tom Cruise, Morgan Freeman, Olga Kurylenko, Andrea Riseborough
Dirigida por Joseph Kosinki
Universal/2013

ABRIL, 2013. Si finalmente los planetas vuelven a alinearse, con esta película se terminará la racha de fracasos cinematográficos de Tom Cruise, como Jack Reacher, tan infumable y con mala suerte que se estrenó la misma semana que ocurrió una masacre en una escuela de Connecticut, y más tarde Rock of Ages, un bodrio que quiso recrear a una estrella de rock ochentera. Con algo que ya se está convirtiendo en tendencia, Oblivion se estrenó primero fuera de Estados Unidos, donde habrá de exhibirse días después, quizá para ver si Cruise aún puede ser considerada una estrella taquillera, o ya sería siendo hora de enviarlo a que dé conferencias de Cienciología de tiempo completo.

Con esta cinta, Tom Cruise regresa al género de ciencia ficción con un título preparado ex profeso para los fans de Avatar, Terminator, Star Wars, Star Trek, The Matrix y, en general, todos los pesos pesados. Al terminar de ver Oblivion, la sensación que persiste es la de una mescolanza de historias de las cuales sale esta resultado, adicionado, claro, con los libros de "ficcion" de Lafayette Ronald Hubbard (cómo olvidar esa chafez absoluta estelarizada por John Travolta); no es casualidad que Joseph Kosinski, quien dirigió esta película, también haya escrito la historia y hubiera estado detrás de cámaras en Tron: Legacy.

Hay que advertir que Oblivion es una historia de espejos, donde el engaño, las apariencias y lo que parecen verdades sólidas son destruidas con un segundo asomo a la realidad. Quienes busquen acción no quedarán defraudados: Kosinki nos enseña claramente que, si se quiere filmar una película que eleve la adrenalina con los efectos especiales, la tercera dimensión es un aliado invaluable. Sin embargo ¿basta ello para hacer de esta una película que valga recordar?

Nos encontramos en el 2070 y la tierra lleva décadas sin ser habitada luego que unos extraterrestres, llamados Scavs, invadieron el planeta para explotar sus recursos naturales. Los sobrevivientes huyeron al Tet, unas ciudades en el espacio que sirven de refugio temporal mientras se busca emigrar a una de las lunas de Saturno. Cruise encarna a Jack Harper, un experto en reparar los drones, unos robots encargados de cazar y destruir a los Scavs que aún quedan en la tierra y por tal motivo "baja" seguido al planeta. Harper está a las órdenes de Vica (Riseborough), quien desde el Tet le indica hacia dónde debe ir y encontrar los drones, de los cuales ya quedan muy pocos.

Aunque es un trabajo del que no se puede quejar, Harper tiene dudas respecto a su propia identidad pues no recuerda nada de su pasado, tan solo los ocasionales flashazos de Julia, una novia que tuvo hace años. Pero en otra de sus misiones --todas ocurren, en algo que ya parece cliché del género, en los restos de una Nueva York devastada-- encuentra una nave estrellada, un descubrimiento que le hará cambiar todos los conceptos en torno a su vida, también se hallará de nuevo con Julia, y será capturado por los Scavs, liderados por Beech (Freeman). Pero, sorpresa, ellos son los humanos y quienes se encuentran en el Tet, comandados por Vica, en realidad son los extraterrestres. Harper ha sido una pieza de ajedrez en un juego maquiavélico por el poder del planeta.

Lo que prosigue es obligarlo a que coopere con ellos y ayude a infiltrar a un dron reprogramado que ayude a desmoronar las intenciones del Tet. No será fácil pues, aparte de tener la duda si realmente lo que le han dicho es verdad, deberá enfrentarse con un clon de sí mismo aunque más viejo. ¿Cómo se dio eso? Es parte de la historia que hay que descubrir viendo la película.

Por supuesto, siempre resulta un agradable toque visual la presencia de Kurylenko, ex chica Bond en la regular A Quantum of Solace, lo mismo que el carismático Freeman. El guión de Oblivion dista mucho, años luz, de ser original, pero presenta una historia entretenida que, sin embargo, se evaporará de nuestra memoria a las pocas horas. Pero si asumimos que este es un intento de los estudios para mantener vigente a Tom Cruise, puede decirse que han completado la encomienda

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