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Sin hacer el oso, es pasable...

Un tierno osito se convierte en un nini que bebe, dice palabrotas y nos muestra un inusual mensaje sobre al valor de la amistad. Si está preparado para este tipo de humor, vaya a verla, si no, réntese a Winnie Pooh; la decepción será menor

Ted
Mark Wahlberg, Mila Kunis, Giovanni Ribisi
Dirigida por Seth McFarlane 
Universal/2012

SEPTIEMBRE, 2012. Desde hace rato ha quedado claro a todos que una manera de evitar la furia políticamente correcta es tener como protagonistas a personajes animados. Ni Shrek, ni los Simpson ni South Park hubieran durado tanto tiempo de haber sido presentados en carne y hueso. Otra similitud que el oso Ted tiene con todos ellos es la clara intención de romper los estereotipos de que los niños son tiernos o que dejan de ser infantes emocionales una vez que maduran físicamente; esta es, como ya señaló un crítico, una versión perversa de Calvin & Hobbes donde si algo hay que destacarle es que el objeto de sus burlas no tiene distinciones.

Dirigida por Seth McFarlane en esta su primera película luego de estar detrás de Family Guy, Ted es de esas comedias ácidas, invariablemente escatológicas hechas para un segmento del público que se acerca a los 30 años pero que insiste en prolongar su adolescencia y le tiene cierto resquemor a la idea de contraer matrimonio. Pero como son espectadores poco exigentes los estudios suelen confiar en que llenarán las salas; en Estados Unidos Ted ha tenido un recibimiento mediocre --de hecho, parece que la mayoría de quienes la han visto son furiosos críticos-- aunque en los mercados foráneos existe la posibilidad de que se recupere pese a ser humor íntegramente gringo.... tal vez sea por eso.

La historia da inicio en un marco de profunda ternura. Estamos de vuelta en 1985 y John Bennett es un niño solitario que recibe poca atención de sus padres yuppies quienes como mayor detalle le regalaron un osito de peluche. Una Navidad el pequeño Johnny pide un deseo, que Ted, su silencioso confidente, pueda hablar y se convierta en su mejor amigo. A la mañana siguiente su deseo se concede y el osito --voz de McFarlane-- le promete que nunca se separarán.

Regresamos al presente: generalmente los niños suelen abandonar sus muñecas y sus ositos de peluche conforme se acercan a la adolescencia, pero éste no ha sido el caso del adulto John (Wahlberg) pues Ted también ha crecido y de ser un pequeño oso mide unos 40 centímetros, es rechoncho pero lo que es peor, se ha convertido en un personaje grosero, altanero, que dice palabrotas, que bebe como cosaco, fuma y además se droga. El sueño infantil ha pasado a ser una pesadilla, pero la relación entre ambos se ha hecho tan fuerte que ninguno puede prescindir del otro.

Desde hace cinco años John lleva una relación romántica con su Lori Collins (la bella Mila Kunis), su superior en la oficina y quien está perdiendo la paciencia porque él no la pide en matrimonio. La condición, naturalmente, es que John se separe de Ted. Presionado por mantener su trabajo y porque realmente quiere a Lori, Ted es enviado a vivir a un departamento de soltero. Problema resuelto ¿verdad? De hecho las cosas se complican: Ted suele contratar prostitutas --una de ellas hace sus necesidades en el piso mientras jugaba un juego de mesa--, se emborracha y, claro, le pasa la cuenta a John pues es un desempleado, un osito nini. Consigue empleo en una tienda de autoservicio pero le tira la onda a las cajeras y es despedido. 

Para colmo Ted organiza una orgía en su casa y descubierto por Lori quien da por terminada la relación. El plan entonces será hacer que John se reconcilie con ella y para el efecto contrata a la cantante Norah Jones (ella misma) quien fue amante de Ted (?). Pero las cosas siguen igualmente complicadas. Desde la infancia un niño llamado Donny (Ribisi) ha envidiado el que John tenga un osito; ya adulto, se obsesiona con raptarlo y dárselo a su hijo Robert (Aedin Minks), quien lo primero que hará con Ted es destazarlo.. En el ínter veremos peleas y disculpas entre John y Ted (la escena donde se agarran a golpes es inevitablemente graciosa), altisonantes y las infaltables flatulencias. Además que Lori ha decidido hacer caso al cortejo a Rex (Joe McHale), un hombre más exitoso que John y con mejores perspectivas económicas además de no tener amigos indeseables.

La película ofrece un abierto homenaje a los ochenta, como si Hollywood de repente descubriera que el segmento nacido en esa década ya empieza a tener hijos y ostenta fuerte poder adquisitivo. Por aquí desfilan, en papel de cameos, Sam Jones, un olvidado actor que hizo de Flash Gordon así como Tom Skerrit, quien apareció en Alien pero es más conocido por su papel en Top Gun. La voz del narrador corre a cargo de Patrick Stewart, el legendario Capitán Pickard de la serie Star Trek (En la película Jones intenta revivir su carrera; recordemos su brinco al estrellato se derruyó cuando se supo que anteriormente había sido actor en películas XXX. Cómo se transforman los tiempos: Ron Jeremy aparece hoy en muchos infomerciales y nadie se escandaliza).

Los diálogos políticamente incorrectos abundan, curiosamente todos ellos en boca de Ted, que lo mismo le pega a latinos que a negros, conservadores, ecologistas y demás activistas. Este oso es de los que no se queda callado.

Hay quienes han tachado a Ted de porquería, y otros la han alabado como obra de gran humor corrosivo. Lo cierto es que es divertida si recordamos cuántos de nosotros alguna vez pensamos, de niños, que nuestros juguetes cobraran vida; un crítico italiano mencionó que la propuesta de la película no es nada nueva, pues en el Pinoccio original escrito por Korrodi, lo primero que hace el muñeco al cobrar vida es matar a su conciencia. Tampoco es una maravilla que valga conservar en DVD o BlueRay: es sencillamente una película que emplea argumentos vulgares para hacernos reír, y para lograr eso se requiere ir a la sala con el humor apropiado. De lo contrario el lector odiará a Ted más que Jar Jar Binks. Recomendable únicamente en plan simplón. Y, por favor, no lleve a sus hijos pensando que esta es una versión realista de Winnie Pooh.

 

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