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Cuando Bond pasó a ser el agente 000
Cuando el mundo pensaba que por fin había surgido un digno sucesor de Sean Connery se estrenó una de las peores cintas en la historia del superagente británico. Luego que ya se anunció el rodaje de la tercera cinta con Daniel Craig, los productores harían bien en ver otra vez A Quantum of Solace y así evitar repetir las pifias de este horrible DVD
A Quantum of Solace DVD Edition
Daniel Craig, Olga Kurulenko, Judi Dench
Dirigida por
MGM Video/2009
NOVIEMBRE, 2011. Ahora que ya fue anunciada la nueva película de James Bond para ser estrenada tentativamente
dentro de un año podemos también anunciar que la encomienda será difícil. Se pueden deducir ya
desde hoy varias cosas. Una, que la historia será más oscura pues el director
es el británico Sam Mendes, quien también estuvo detrás de cintas como I am Sam y
American Beauty, que no son precisamente cajas de diversión. Segundo, que el agente
007 está agonizando no solo por los guiones más convencionales sino por lo políticamente
correcto, enemigo mucho más letal que el mismo Blofeld. ¿Sabía el lector, por ejemplo, que
Casino Royale fue acusada de "racismo" porque en ella tres hombre negros mueren violentamente? Ajora
sí que para donde se mueva, Bond, James Bond, serpa atacado por esos tipejos
sin quehacer.
A más de tres años de haber sido estrenada, A Quantum of Solace difícilmente se encuentra entre las mejores de la serie; se halla muy distante de
Goldfinger y From Russia With Love, casi al mismo nivel de
A View to a Kill pero también arribita de Diamonds are Forever. Es mediocre y decepcionante luego que Daniel Craig nos ofreciera
en su debut a uno de los mejores Bond de la historia, diferente sí, aunque también adecuado a los nuevos tiempos. Por primera vez encontraba Bond en
Casino Royale con una mujer que lo reta intelectualmente, que lo desarma en argumentos y que al final logra traicionarlo tras lograr que se enamore de ella. No era una película compleja pero eso sí, llena de personajes ambiguos que no se sabe si están del lado de
los buenos o de los malos, un éxito que difícilmente habría sido el mismo sin Daniel Craig en el rol estelar.
A Quantum of Solace es todo lo contrario. Y lo enredado se aprecia desde su título, que resultó intraducible para la mayoría de los mercados externos (en muchos casos, como en México, el título no fue cambiado por lo que muchos espectadores pensaron que
A Quantum of Solace era el nombre del villano). Su director fue Marc Foster, poco experimentado en filmes de acción por lo que ocurrió algo inevitable en casos similares, que las cosas se fueron al extremo opuesto y Foster terminó por confundir la acción con el
entretenimiento mediante el movimiento frenético de la cámara. Una escena mezcla indistintamente una persecución con una carrera de caballos en un pueblo. La idea es buena pero como ocurre casi al principio, y tras ver muchas persecuciones más, la fórmula termina por fastidiarnos.
La historia en A Quantum of Solace es exageradamente sencilla pues Bond busca vengar la muerte de Lynd, quien al final logra redimirse. Pero Bond ha roto una regla tácita del M16 que es no tomar sus misiones como
vendettas personales y apegarse únicamente a lo que deben ser sus misiones. El agente desoye a su superior M --interpretada por Judi Dench, un rol donde simplemente no logra separar lo que debe ser la autoridad con la antipatía-- ordena cancelar su pasaporte y sus tarjetas de crédito por lo que Bond pasa a ser un agente renegado. Es una hebra que nos lleva por Haití, Europa y Bolivia y donde convergen Greene, el villano, bueno es un decir, un sujeto con desplantes ecológicos --"un Al Gore con camisas de mal gusto", escribimos en la crítica de esa película-- y que difícilmente encaja como amenaza contra la humanidad por un mero conflicto de tierras, un dictador que busca volver al poder y que es apoyado por la CIA y una joven (la ucrananiana Olga Kurulenko que no sabemos de qué lado se encuentra sino hasta casi el final de la película).
Al ver nuevamente A Quantum of Solace en DVD notamos que ha envejecido muy rápidamente. Estamos casi a medio siglo que se estrenó la primera película de James Bond y quien vea hoy
Dr. No podrá reírse de sus efectos especiales que parecen sacados de películas de
El Santo pero sin duda era un villano que imponía; lo mismo puede decirse de Goldfinger. En cambio Greene aún nos deja la pregunta de qué tenía de temible... Blofeld volvería a
morirse de vergüenza si se enterara con qué clase de malvados se la ha querido equiparar.
Cuando vemos a una de las chicas Bond cubierta con petróleo, sacada directamente de una escena memorable en
Goldfinger, es inevitable concluir que A Quantum of Solace ya se había agotado en ideas. Es también claro que al final los actores el director y aun los tramoyistas sabían que se estaba cocinando un desastre, una película que no iba a ningún lado: quiso ser sería y terminó convertida en un chiste de un gusto tan deplorable como el de las camisetas usadas por Greene.
La cinta fue exitosa en términos de recaudación pues se llevó la cantidad
bastante buena de 450 millones de dólares. Pero recordemos que con excepción de las dos películas con Timothy Dalton, James Bond siempre ha sido taquillero pues sus seguidores se encuentran entre los más fieles con los que puede contar una saga. El punto aquí es que
A Quantum of Solace fue un éxito de aquellos que producen vergüenza. Si el protagonista hubiera llevado otro nombre en vez del que Ian Fleming le dio,
inspirado en el libro de un observador de aves, estaríamos hablando hoy de una cinta chafa, muy lejos de una
trama llena de ingenio y entretenimiento.
El DVD, a menos que lo adquiera en una edición especial, es austero:
escenas editadas, entrevistas con Craig, Kurulenko y el productor Michael G. Wilson quien reconoce, efectivamente, que esta película quedó por debajo de las expectativas. Tiempo de extraerse esa espina el año próximo. Ojalá lo logren.
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