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CINE
Mejor
Guión Original Mejor
Actor
Un vuelo de
ambivalencia moral
Denzel Washington, gran actor
donde los haya, encarna a un piloto que súbitamente se convierte en
héroe de talla mesiánica aunque luego surge un pasado que atormenta su
reputación. En esta película, Robert Zemeckis nos ofrece una película
que, por lo menos, se presta a la controversia una vez que salimos del
cine
Flight
Denzel Washington, Nadine Velázquez, Carter Cabassa, Adam C. Edwards, Don Cheadle
Dirigida por Robert Zemeckis
Paramount/2012
DICIEMBRE, 2012. La encrucijada moral es un tema que
Flight nos remacha en sus casi dos horas de duración. ¿Debe aceptar un sacerdote la fortuna que un millonario deja a su la Iglesia pese a que en vida fue un mafioso? ¿La persona que salva su familia en un naufragio queda libre de toda culpa pese a que le arrebató el salvavidas a alguien que pereció ahogado? La respuesta parece clara excepto, decía un maestro en la secundaria, cuando el caso le toca directamente a uno.
Robert Zemeckis --uno de los directores favoritos de quien esto escribe-- pasó a la leyenda desde hace rato gracias a
Back to the Future, Castaway y, cómo olvidarlo, Forrest Gump. El alumno más aventajado de Steven Spielberg nos tiene varias sorpresas reservadas en esta cinta que lo mismo combina drama y acción, así como efectos especiales que simplemente lo dejarán sin aliento. La principal es ver a Denzel Washington como quizá muchos espectadores no lo conocen, mujeriego, en escenas un tanto candentes y una caracterización que, le garantizamos, Washington le caerá mal a los 10 minutos de iniciada la película. Ese factor, naturalmente, nos llevará a otra sorpresa.
Zemeckis está urgido de una cinta de éxito pues hasta hoy en Estados Unidos
Flight ha tenido recibimiento regular, sin duda domada por James
Bond,
hasta hoy el amo absoluto de la taquilla de ese país. Flight quizá sea una reivindicación ahora que se estrene en buena parte del resto del mundo, México incluido. Si lo consigue, habrá una buena razón: además de Washington el elenco cuenta con Don Cheadle, otro excelente actor de color, así como John Goodman, alguna vez Pedro Picapiedra.
Ya hemos tenido otras películas de heroes accidentales, una de ellas con Dustin Hoffman y Geena Davis allá en los noventa. Nuevamente se da esa casualidad cuando el capitán Whip Whitaker (Washington), piloto comercial, realiza un viaje con 120 pasajeros que parece totalmente normal, pero súbitamente sufre un desperfecto en el ala que pone en peligro a la nave y la conduce directamente a tierra, a una zona densamente poblada. La pericia y la experiencia de Whitaker --junto con el enorme colmillo de Zemeckis para crear una escena que nos quitará el aliento por su dramatismo-- hacen que la nave aterrice, y si bien queda
inservible, ningún pasajero sufre heridas de consideración. Sin embargo Whitaker pierde el conocimiento y lo recobra en una cama de hospital. En ese lapso se ha convertido en una figura mediática, un héroe de la prensa y de la televisión.
Y al igual con la cinta de Hoffman, el capitán Whitaker llega a adquirir alcances de mesias: políticos, maestros de escuela, celebridades, todos quieren estar con él. Sin embargo hay algo que ensombrece aquel panorama idealista, y es el hecho que los exámenes médicos indican que antes del vuelo, Whitaker había ingerido alcohol y aun se le encuentran residuos de droga en su organismo. "Usted sabe que esto puede llevarlo a prisión", le advierte el abogado Hugh Lange (Cheadle). Más tarde todos se enteran, horrorizados, que Whitaker es un alcohólico y la admiración pasa a convertirse en reproche Y es ahí donde suirge el conflicto moral que referíamos al principio: Whitaker realizó una acción heroica ¿pero hay que enviarlo a prisión por sus antecedentes? ¿Habría salvado a los pasajeros un piloto que hubiera estado completamente sobrio? Para lograr que lo absuelvan, Lange se convierte de perseguidor, en su defensor.
Otro personaje que sugerimos se tome en cuenta es a la azafata Katerina Marquez, encarnada por la actriz Nadine Velázquez, y cuya relación con Whittaker resultará clave para el final de la cinta. Si esta actriz sabe jugar bien sus cartas podría convertirse en la siguiente figura latina en el cine hollywoodense.
Algunos críticos, por cierto, han apuntado que Flight es una justificación hacia Barack Obama (Washington, de nosotros se acuerda, encarnará al presidente norteamericano en los años venideros dado el gran parecido físico entre ambos) ¿Por qué? El rodaje comenzó en momentos que la opinión pública, junto con el multimillonario Donald Trump, sostenían la idea de que el certificado de nacimiento de Obama había sido alterado, que en realidad no nació en Hawai sino en Indonesia y que por tanto, quedaba prácticamente inhabilitado para estar en la Casa Blanca. Ya apareció el documento, pero aun hay dudas sobre su autenticidad. ¿La cinta tendría como intención transmitir al público la idea de que, si el certificado fuera falso, de cualquier manera Obama es la persona indicada para ese puesto? La idea no es descartable del todo si asumimos que Zemeckis es un obamaniaco de cachucha colorada. Pero, de nuevo, Zemeckis no escribió el guión.
Con todo, Flight tiene un manejo impecable, cortesía de un cineasta que conoce su oficio, que sabe construir historias entretenidas y que entiende el lenguaje cinematográfico aun mejor que su antiguo maestro. Por supuesto Denzel Washington destaca por su gran forma --a ver si lo oscarean--, un actor que, decíamos atrás, se hace odioso pero que también resultará imposible no querer saber lo que ocurrirá a su personaje de Whitaker. Vaya a verla y luego la comenta. Es un vuelo garantizado de entretenimiento.
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