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La kilométrica, exitosa... y despreciada carrera de Paul Williams

Su catálogo de éxitos es más que abultado pero, de algún modo, se le sigue menospreciando por la crítica. Con todo, nadie mejor que Paul Williams, quien cedió canciones a artista consagrados y admirados, sabe que es más un asunto de envidias. Ya octogenario, el legendario compositor hoy ya no cosecha hits, pero sí sus buenas regalías

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SEPTIEMBRE, 2022. Toda persona que escuchara una estación de canciones pop en inglés a principios de los 70 difícilmente sospechaba que muchos de esos éxitos habían sido escritos por el mismo autor. Igualmente, este compositor también hizo pininos en la actuación y es recordado especialmente por su participación en una película de culto, estrenada el mismo año que Star Wars, y también escribió el tema de una de las series de televisión más populares en toda la historia e incluso se ganó una nominación al Óscar. Sin embargo, Paul Williams sigue siendo desdeñado, considerado un chiste por la mayoría de los críticos, aquellos que muchas de las veces, irónicamente, han alabado a grupos que grabaron muchas de sus canciones y al convirtieron en éxitos mundiales.

"Evidentemente te duele ese trato de gente que te detesta sin siquiera tener idea de cómo eres en la realidad", recordó Williams en una entrevista. "Supongo que esa gente te odia porque estás creando algo que a ellos no les gusta y tienes éxito. Al principio esos comentarios me molestaban pero luego vi que en lo mínimo afectaban mi carrera y por el contrario, económicamente me estaba yendo mejor cada día. Hasta hoy sigo sin encontrar sentido a que alguien te aborrezca por las canciones que has escrito... a esa gente jamás la tuve en mente cuando me ponía a componer".

Paul Williams ha escrito temas que lo mismo han dado campanazos a las listas pop, country y temas de películas, entre ellas "Evergreen" de la película Nace una Estrella, protagonizada por Barbra Streisand, la cual le valió a Williams un Grammy y un Óscar a Mejor Canción. La recientemente fallida Helen Reddy, The Carpenters, Three Dog Night, The Monkees, Anne Murray, la ya mencionada Barbra Streisand y hasta un tema interpretado por la Rana René. Williams también apareció en series televisivas como Baretta, La Isla de la Fantasía, BJ McKay, Hawaii 5-0, Mujer Policía y por si la lista no fuera suficiente, ha prestado su voz en Dexter, las series animadas de Batman y hasta una aparición en las películas The Doors de Oliver Stone y en La Batalla del Planeta de los Simios se encuentran entre su amplio currículum artístico.

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Hoy Paul Williams es un octogenario retirado que vive plácidamente disfrutando de sus regalías y luce de mucho menor edad. "Esa situación viene de familia, recuerdo que cuando falleció mi abuela a los casi 100 años parecía de 70, y también de ese lado de la familia heredé mi corta estatura... quizá eso tenga algo que ver con la longevidad", refirió en la misma entrevista.

Williams nació en 1940 en Omaha, Nebraska cuando la ciudad todavía tenía cierto sabor a pueblo chico dedicado a la agricultura pero que también fue escenario de fuertes encontronazos raciales en tiempos de la Gran Depresión. Su padre falleció cuando Williams era adolescente por lo que fue llevado a vivir con una tía al sur de California para tenerlo ocupado. Su tía, maestra de música, lo puso a estudiar piano clásico lo que lo llevó más tarde a estudiar formalmente en una academia.

Por ese tiempo Williams conoció a un tal Biff Rose con quien comenzó a escribir sus primeros temas. "Las tonadas comenzaban a surgir no sé de dónde y procuraba escribirlas rápidamente para que no se perdieran otra vez en mi mente", recordó. Uno de sus primeros temas fue grabado por Tiny Tim pero más tarde se enteró con sorpresa que desde la lejana Gran Bretaña, David Bowie había grabado el mismo tema en uno de sus discos.

Pero mientras llegaba el éxito en grande resultaba muy difícil sobrevivir al día por lo que Williams se decidió a componer temas para comerciales de televisión. Uno de ellos fue escuchado por Richard Carpenter quien le pidió que lo transformara en una canción completa. El resultado fue "We've Only Just Begun" (Apenas Acabamos de Empezar). La colaboración con el famoso dueto siguió con "I Won't Last a Day Without You" y "Rainy Days and Mondays".

Por cierto, esta última canción, que muchos suponen reflejaba la tristeza interior de Karen Carpenter, en realidad surgió durante un periodo de depresión de Williams. "Ya comenzaba a ganar bien dinero en ese tiempo pero me sentía vacío, como que mi vida no tenía rumbo. Esa canción fue una manera de desahogarme para sentirme mejor; obviamente cuando Karen interpreta "Rainy Days and Mondays" la hizo enteramente suya al punto que mucha gente piensa que ese sentimiento de tristeza que transmite la letra estaba basado en su propia experiencia".

Parte de esa depresión se debió, sin duda, a su corta estatura, poco más de 1,65 metros. "Cuando era yo un estudiante lo que hoy conocemos como bullying era considerado algo normal que tenías que soportar como quien soporta una tormenta a bordo de un barco. Aguanté muchas burlas por ser el 'enano' de la clase y creí que había dejado atrás todo eso, pero al momento de ser más famoso y conocido toda esa inseguridad volvió a aflorar", explicó Williams en esa entrevista. Esa inseguridad quizá explique que, como compositor, Williams prefiriera trabajar "tras bambalinas"  y que, en otro intento para superar esa inseguridad, más tarde comenzara a hacer sus méritos como actor, muchas veces apareciendo como Paul Williams.

Después  de The Carpenters vinieron otros hits grabados por Helen Reddy y Three Dog Night a lo que seguiría su incursión en el cine con temas musicales y actuaciones. Willias siempre ha sido un pianista bastante diestro de manera que tomó como inspiración para entrar en el mundo de los soundtracks a otro pianista de enorme talento llamado Marvin Harmlisch y quien musicalizó la cinta The Sting (El Golpe) con  canciones originalmente escritas por Scott Joplin, un talento afroamericano al que se atribuye la creación del género ragtime, muy empleado en el cine mudo. Harmlisch popularizó por todo el mundo la canción "El Anfitrión" de Joplin, algo que reivindicaba la brillantísima trayectoria de Joplin --tras su renovada fama, sus descendientes lograron salir de una apretada situación financiera gracias al pago por derechos de autor-- y a quien Williams también admiraba profundamente.

Poco después de ganar un Óscar por A Star is Born, la cinta estelarizada por Streisand y Krist Kristofferson, Williams aceptó un papel en la película Dos Pícaros con Suerte (Smokey and the Bandit). En el set Williams conoció a Burt Reynolds, quien hizo una broma pesada sobre su corta estatura mientras se filmaba la escena, una línea de diálogo que no estaba incluida en el guión. "Recuerdo que al principio me molestó esa broma, es decir apenas nos conocíamos y Burt ya me estaba faltando al respeto. Pero luego deduje que esa era la manera que Burt tenía de romper el hielo con los demás actores, de querer congeniar con nosotros para que no lo viéramos como una estrella intratable. Eso sirvió mucho para que el rodaje de la película no fuera tan desgastante".

Lo que sí resiente un poco Williams es no haber participado en una escena junto a Jackie "Smokie" Gleason en esa película. "Me habría encantado, pero nuestros personajes no coincidían en la historia". La afinidad tenía otro elemento: al igual que Wlliams, Gleason también era un compositor y arreglista.

"La cámara estaba filmando la escena cuando Burt (Reynolds) hizo una broma sobre mi corta estatura que no venía en el guión", recordó Williams (derecha).  "Esa era la manera que él tenía de romper el hielo con los demás actores para hacer que el rodaje no fuera tan desgastante"

Y aunque Williams compuso canciones para artistas venerados por la crítica como Barbra Streisand, mucha gente del medio se ha negado a darle parte del mérito. Williams no lo percibe como algo personal, aunque sí ve otros factores dentro de ese desdén: "Con excepción de Paul Anka, poca gente habla de quienes escribieron las canciones que cantó Frank Sinatra, y es algo hasta cierto punto normal. Quizá les parece que mis canciones eran muy superficiales o, ya más francamente, no les parecía buena idea tomarse fotografías al lado de alguien cuya estatura es menor al promedio... no lo sé con certeza".

Con todo, Williams agradece que algo lo siga recordando: las regalías. "Como dije, esa compensación me hace olvidar ese tipo de actitudes: si las regalías siguen llegando, ello indica que el público sigue apreciando mi trabajo".

Algo que Williams ha tratado de impedir es que sus canciones sean utilizadas en filmes o emisiones televisivas con temas denigrantes. "En cierta ocasión se acerca un productor muy amable para decirme que piensa utilizar parte de mi repertorio para incluirlo en una película. Era una oferta bastante jugosa pero cuando leo el guión trataba acerca de alguien que estaba obsesionado con mis canciones, las escuchaba todo el día y por la noche le servían de inspiración para cometer asesinatos y violaciones, era la historia de un asesino serial. ¿Cómo esperaban que estuviera yo de acuerdo con eso?" Y si bien varias de sus composiciones se han empleado en programas que se burlan de los años setenta, Williams no objeta ello si el asunto se trata con humorismo:

"Había muchas cosas ridículas en ese entonces. Por ejemplo, yo jamás volvería a ponerme un traje sanforizado con estampados rosas y verdes acompañado de una corbata violeta. Varios segmentos de mis canciones aparecieron en series como That 70's Show y me pareció genial que las nuevas generaciones tuvieran acceso a esas composiciones. Pero tampoco me parece buena idea un guión donde diga que esas canciones sirven de inspiración a un asesino serial".

No siempre Williams lo ha conseguido: "Alguien me dice que mi canción 'Rainy Days and Mondays' sería incluida en una película para musicalizar escenas sumamente violentas y perturbadoras. Los abogados de esa productora habían sido muy ágiles para salirse con la suya pues yo ni siquiera estaba enterado. Por fortuna la película se estrena, es un fracaso enorme y ahí termina el asunto", refirió Williams con una sonrisa.

Asimismo, poca gente sabe que Williams compuso el tema de El Crucero del Amor, quizá la tonada más recordada de las series televisivas de los años 70. "Así como el tema de La Isla de Gilligan se ubicó como más recordado de la televisión de 60, algó así ocurrió con "The Love Boat", refirió Williams, aunque la tonada que escuchamos la intepreta alguien más, Williams fue invitado varias ocasiones a participar en el popular programa.

"En aquellos tiempos las cosas eran más sencillas que ahora. El productor hablaba a tu agente para invitarte a un episodio, ibas al set, practicabas tus diálogos, actuabas, recibías tu pago y listo. Más recientemente,  y antes de cualquier negociación, tienes que contratar abogados que te hacen firmar cerros de documentos que te inviten a un programa de TV. Lamento que la predicción del Dr. Brown no se hiciera realidad", dijo Williams con humor en otra entrevista. (Como saben los fanáticos de la cinta Regreso al futuro III, el excéntrico científico explica que dado que se abolieron los abogados, todo trámite legal en el 2015 apenas y toma unos minutos para darse un veredicto).

Con todo, hay un mérito para Williams: hoy es el presidente de la Asociación  de Compositores de Estados Unidos, un título más bien honorario pero que Williams ostenta con orgullo. Pero también persiste el sentimiento encontrado por ser uno de los pocos sobrevivientes de una talentosísima generación de compositores y arreglistas que enriquecieron sobremanera la música norteamericana. "Ya no están Marvin (Harmlisch), ni Henry (Mancini) ni Harry Nilsson ni Hal David, pero quienes seguimos aquí tenemos el compromiso de mantener vivo todo ese legado. Y ello produce tanta responsabilidad como satisfacción", concluye.

 

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