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Cuando The Monkees finalmente fueron tomados en serio

Surgieron al calor de la popularidad de los Beatles, los críticos nunca se cansaron de detestarlos y por años quedaron en el olvido. Pero luego gozaron de un inusitado retorno, breve pero significativo. Eran The Monkees y hoy recordamos cómo estuvo el asunto

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MARZO, 2018. Pese a que ya pasó más de medio siglo que su primer disco salió a la venta, The Monkees siguen sin ser tomados en serio; se les ve como un chistorete, un grupo creado al vapor para ganar dinero rápido al amparo de la fama de los Beatles. "Se nos veía como embaucadores, como sinvergüenzas, todo porque en nuestros primeros discos nosotros no éramos quienes tocábamos los instrumentos", recordó hace años el vocalista Mickey Dolenz. "Se nos acusó de artificiales cuando buena parte de la música que se hizo después fue totalmente artificial. Nosotros nunca hicimos playback en nuestros conciertos".

"En el fondo, no existe ninguna diferencia entre el modo en que se formaron los Monkees como luego sucedió con los Bay City Rollers o los New Kids on the Block", dijo Peter Tork, el otro ex Monkee, durante una entrevista. "Quizá nos hemos convertido en los villanos porque con nosotros fue la primera vez que se llevó a efecto esa estrategia comercial".

De hecho "estrategia comercial" es lo que mejor definiría a The Monkees, pues más que cuatro músicos, se les vio como un producto. Dolenz está de acuerdo pero agrega: "Sí, éramos un producto, como también fueron un producto los Beatles, se hacen pósters de ellos, figurines, cuadernos para dibujar, lápices y demás afiches, lo que hicimos no fue nada inusitado. ¿Cuál fue al diferencia? ¡Ah, se supo que no tocábamos nuestros instrumentos! Luego eso sería común peor en los sesenta muchos lo consideraban un pecado, creo que injustamente".

Queda claro que los Monkees nacieron como una "respuesta americana" a los Beatles. Ha habido varias teorías sobre el origen del nombre; algunos lo atribuyen a que "monkey" es el nombre que se daba en los años 40 a los músicos adictos a la heroína, otros a que la palabra monkeys tal cual los llevaría a comparaciones embarazosas. Lo más probable es que el nombre haya seguido la misma secuencia de cambiar beetles por beatles. Don Kirchner, un ávido empresario ("y un maravilloso oportunista", llegó decir de él Nesmith) lanzó una convocatoria para crear un grupo vocal. A esa convocatoria asistieron más de 500 aspirantes, entre ellos algunos que luego serían figuras del rock. Desde el principio Kirchner estableció que entre los miembros debería haber uno de origen inglés, por lo que el agraciado fue David Jones, nacido en Manchester y quien anteriormente había sido, debido a su pequeño tamaño, jockey y actor incluso nominado al Premio Tony, el equivalente a los Emmys en Estados Unidos. Desde joven Jones emigró a Norteamérica y asistió a la convocatoria a instancias de su agente.

Después entrarían al grupo Mickey Dolenz, Peter Tork y Michael Nesmith (Jones se cambió el nombre para evitar que lo confundieron con David Jones, un cantante británico muy popular en aquel entonces. El otro David Jones que pasó a la historia, por supuesto, fue alguien que luego se cambió de nombre a David Bowie).

Los músicos de sesión de The Monkees no eran poca cosa, naturalmente. Todos ellos eran aspirantes a la fama y quienes estaban muy cerca de conseguirla o ya estaban dentro de ella, entre ellos Carole King, Neil Sedakka y Neil Diamond, autor de "I'm a Believer", uno de los primeros hits de The Monkees. Cuando el tema se convirtió en hit Diamond grabó su propia versión que igualmente se fue al tope de las listas. "Neil insistía en que nuestra versión era igual o mejor que la suya", recordó Nesmith. "No estaba tomándonos el pelo, se los aseguro".

Los hits siguieron llegando para The Monkees, sin duda por su estilo, inspirado totalmente en los Beatles. Respecto a "Last Train to Clarskville", otro de sus éxitos, Era inevitable que la fama de The Monkees llegara a oídos de los Beatles. Paul McCartney opinó años después: "Conozco a Davey y a Michael Nesmith desde antes que comenzara ese proyecto. Me agrada la forma en que vocalizan y sus canciones son muy efectivas. No me molesta en absoluto si alguien dice que The Monkees son nuestros imitadores. En lo absoluto", dijo McCartney en una entrevista.

De hecho Nemsith era el miembro que tenía más agallas musicales. Había participado en varias sesiones con diferentes grupos que se perdieron en la historia y poseía aptitudes musicales antes de unirse a The Monkees (los otros tres miembros apenas y sabían tocar un instrumento). Las primeras canciones del grupo eran creadas artificialmente pero luego se dio oportunidad Nesmith de expresar su propio talento, al igual que los otros miembros de la banda y quienes también ya estaban aprendiendo por su cuenta. Desafortunadamente la imagen que ya se tenía del grupo chocaba con esos esfuerzos.

"Recuerdo cuando salió a la venta el single 'Daydream Believer' que interpreta Davy, cierto crítico lo comparó 'con un cachorro empapado, tembloroso, tiritando de frío, ansioso por causarnos ternura', lo cual me parece injusto y prejuiciado pues David era un gran cantante", dijo Dolenz. Lo cierto es que pese a la inquina que los críticos les tuvieron desde el principio, The Monkees tuvieron una popularidad monumental, en especial por los sencillos "Pleasant Valley Sunday", "A Little Bit Me a Little Bit You". Luego vendría la serie televisiva la cual, irónicamente, rescataría el recuerdo de su carrera años después.

El olvido... y el rescate

"Creo que un error fue habernos presentado al público con una canción donde mencionamos nuestro propio nombre", dijo Dolenz. "Ni los Beatles, ni los Stones, ni Led Zeppelin se mencionaron a sí mismos en ninguna de sus canciones. Nosotros sí lo hicimos y por ello luego se nos quería comparar con los Banana Split o los Osmond. Nosotros nunca quisimos ser así, dijo Tork.

También se tiene la idea de que The Monkees y otros grupos que luego serían llamados parte de la moda bubblegum no consumían drogas, algo que desmintió el mismo Tork: "Todos en ese ambiente lo hacíamos, eso te daba un sentido de pertenencia. Si conocías a un músico y éste te ofrecía un carrujo, si le respondías 'no, gracias' equivalía a rechazar su trabajo, su obra artística que ese músico quería compartir contigo. El problema es que la mariguana te llevaba a consumir luego cosas más peligrosas".

El dramático giro en el estilo de los Beatles al grabar Sgt. Pepper puso en la lona a imitadores y a seguidores del grupo en general. Había que hacer algo, y como se dice en el argot de la música, algo se hizo: los productores comenzaron a promocionar cosas que ya nada tuvieran que ver con el pop ligero que incluía a the Monkees. "Es desafortunado, realmente", dijo en una entrevista Davy Jones hace varios años. "Canciones como las que interpretábamos tenían letras románticas y música bastante pegajosa. Su asumimos que la mayoría de nuestro público eran adolescentes, queda claro que nos escuchaban para sentirse mejor y para hacer más llevaderos los problemas quienes están pasando por ese periodo tan difícil en la vida. Cuando las letras se hicieron más conceptistas y la música más sofisticada, ello tuvo un claro efecto en los jóvenes de entonces".

Kirchner decidió dar las gracias a The Monkees para dedicarse a otros proyectos, entre ellos Steam ("Sha nah na nah) Hey Hey Goodbye" y The Archies ("SugarSugar"). De todos modos los cuatro grabaron un par de discos, ahora sí, tocando sus instrumentos. Pero sin la máquina publicitaria de Kirchner se hizo más difícil que vendieran de modo anunciaron su disolución en 1971. Durante los siguientes años Jones volvió a la actuación --apareció en series como La Pandilla Brady-- al tiempo que Nesmith, el que era realmente músico, grabó varios discos de rock, incluso progresivo.

"Cuando dejas de pertenecer a un grupo como The Monkees estás en libertad de interpretar la música que realmente te interesa", dijo Nesmith. "No quiero decir que no disfruté la época con The Monkees pero es como cuando disfrutas una película de un género que no es precisamente tu favorito".

Fue inevitable. el encasillamiento post Monkee hizo que los cuatro fueran incapaces de ofrecer propuestas nuevas, y de nuevo con el mismo argumento: ninguno de ellos en realidad tocaba sus instrumentos, por lo tanto, alegaban los críticos, no era posible tomar en serio a los ex miembros de ese grupo.

En 1986 y ya pasada la euforia original de MTV, el canal se encontraba en busca de nuevas propuestas. Alguien encontró en el baúl todos los episodios de la serie sesentera de televisión de The Monkees y se transmitió un capítulo diario, luego dos, luego bloques hasta que se llegó a un fin de semana completo con episodios de The Monkees. El rating se fue a lo más alto. Los jóvenes de ese entonces tuvieron oportunidad de conocer a un grupo que por bastante tiempo había sido despreciado y su calidad bastante cuestionada. Sus videos musicales comenzaron a ser presentados con regularidad: la monkeemanía había resucitado con enorme fuerza.

De inmediato se localizó a los cuatro Monkees; todos aceptaron con excepción de Nesmith, quien no veía sentido alguno en volver al grupo. Pronto regresaron al estudio de grabación y promocionaron el sencillo "That Was Then, This Is Now". Su recibimiento no fue espectacular, pero tampoco malo.

"Cuando mi agente llamó para decirme que los MOnkees planeaban regresar quedé desconcertado", recordó Dolenz. "¿Quien quiere ver sobre el escenario a un cuarentón que podría ser padre de esos chicos? Millones de ellos, respondió mi agente".

La Monkeemanía de los 80 duró muy poco y los miembros regresaron a sus labores habituales. De ellos Jones fue el que se mantuvo más activo; aparte de prestar su voz en varias series de televisión y de aparecer en una película de La Familia Brady, Jones se dedicó de tiempo completo a atender una granja que tenía en Florida. El 29 de febrero del 2012 Jones se levantó con un fuerte dolor en el pecho y falleció poco después cuando ya estaba internado en el hospital. Tenía 66 años de edad.

"David fue el ídolo juvenil por excelencia de los sesenta, antes de Donny Osmond, antes de David Cassidy, mucho antes de Leif Garret", dijo su compañero Dolenz. "Sin él, los Monkees difícilmente habrían despegado como lo hicieron".

Igualmente difícil se ve el día en que The Monkees ingresen al Salón de la Fama del Rock and Roll, pero eso no parece preocupar a los tres miembros sobrevivientes. "Entramos a los libros de historia del rock and roll y nadie podrá arrancar esas páginas", dijo Peter Tork. "También entramos en el gusto de millones de personas. Si algún día nos nominan, estaremos muy agradecidos. Pero no nos preocupamos mucho por ello, de hecho nada".

 

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1 opiniones

juan_carlos_hinojosa escribe 11.03.18

Los Monkees fueron el preámbulo a esos grupos artificiales que luego proliferaron em América latina, desde Menudo hasta Magneto y otras cosas de pésimo gusto, los Monkees no nos dejaron el mejor legado, de plano

 

 

 
 

 

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