Otros
textos de Y Demás
Los que se
fueron este 2017
La
tonta de esta semana: Chelsea Handler
Bryan
Adams, una carrera de valles y planicies
La idiotez
imparable vs. el genocida Cristóbal Colón
La
interesante lección que nos dejó el
Trolololo
El tonto de esta
semana: Michael Moore
Archivo
|
|
Y DEMÁS/Música
The Human League: sigue
la fascinación
El
retorno del pop ochentero británico es un hecho, si es que
alguna vez se ha ido. Un ejemplo de ello lo tenemos con un
grupo que desde entonces no ha dejado de estar activo y hoy
encabeza ese regreso. Con ustedes, The Human League y sus
tres principales columnas
Versión impresión
ENERO, 2018. Tenía que
suceder: Los años ochenta están comenzando a manifestar su
regreso, sin duda atizado por la pérdida física de varios de
sus principales exponentes, entre ellos
Prince. Michael Jackson y
George Michael. Y en ello
tiene que ver, por un lado, la tremenda sequía de talento
que hoy existe en comparación y, segundo que quienes fueron
jóvenes en los 80 hoy tienen importantes puestos de trabajo,
están relativamente lejos de su jubilación y, sobre todo, ya
poseen un fuerte poder adquisitivo.
El mensaje ha sido detectado por los artistas mismos de
aquella época quienes han comenzado a reunirse para explotar
la veta. En ocasiones el efecto no es el esperado. Hace unos
años VH1 presentó un programa con varios de esos regresos,
entre ellos el de Kajagoogoo y el de A Flock of Seagulls. En
el primero no lograron zanjarse las diferencias personales
con el vocalista Limahl y en el segundo, la imagen que
ofrecían entonces y la que tienen ahora es de un doloroso
contraste.
En otros casos ha sido afortunada, como ocurrió con Boy
George y el regreso de Culture Club y el de The Human League,
grupo inglés nacido en Sheffield y que se cuenta entre los
pocos que desde que terminaron sus días de fama no han
dejado de trabajar.
"Cuando comienzas en este negocio siempre debes tener en la
cabeza dónde te vas a emplear una vez que termine la ola",
dice el vocalista Phil Oakley, "afortunadamente, para
nosotros aún no nos llega esa disyuntiva". El "nosotros" se
refiere a Susan Sulley y Joanne Catherall, las dos
vocalistas de Human League que militan ahí desde principios
de los 80.
"Al comenzar la década hubo una explosión musical que no se
veía desde los sesenta y eso con frecuencia ha sido
subestimado", refiere Sulley, la morena del grupo. "No
negamos que nos dé gusto que esté regresando todo eso, no
para hacer de lado a las nuevas corrientes musicales y a los
nuevos artistas, sino como una forma de reconocimiento a la
década donde
Madonna, Michael Jackson,
Bruce Springsteen y Prince se convirtieron en
superestrellas".
Para quienes vivieron (vivimos) los 80, es imposible
extirpar de la memoria a The Human League. Armados de
sintetizadores y claramente inspirados en gente como Ian
Curtis y sus Joy Division, el grupo tuvo un hit monumental
en Gran Bretaña en 1981 llamado "Don´t You Want Me". Cuando
la pegajosísima canción fue lanzada en Estados Unidos al año
siguiente y de ahí al resto del mundo comenzó lo que Oakley
llama "el inicio de una fuente de trabajo que continúa hasta
hoy", a lo que Catherall afirma "a esa canción le debo el
tener una bonita casa".
El éxito de "Don't You Want Me" debe atribuirse en mucho al
auge que
MTV comenzaba a tener no
solo en la música sino como fenómeno social. "A MTV le urgía
transmitir videos para llenar las horas y como había una
enorme oferta de grupos ingleses entramos fácilmente en su
programación, aunque debo confesar que sí llegué a sentirme
un poco cansado de que en un momento apareciéramos ahí hasta
6 ó 7 veces al día".
Apenas unos años antes Oakley trabajaba como portero en un
hospital de Sheffield. Y aunque carecía de experiencia
musical, un amigo lo invitó a unirse a un grupo de nombre
The Future, todo esto en 1977. Luego de varios intentos
fallidos y de cambiar de nombre --algo que originó serias
disputas entre sus miembros-- Oakley se quedó de repente con
los derechos de The Human League. Tuvieron que pasar unos
años de ganarse la vida en varios trabajos y aun como DJ en
lugares de mala muerte (aunque, siendo francos ¿existen
lugares de buena muerte?) hasta que conoció a Sulley y a
Catherall, dos muchachas que no tenían más aspiraciones que
el bailar en las discos.
|
"Nunca podríamos dejar de interpretar Don't You
Want Me en nuestros conciertos", dice Oakley,
"esa canción fue para nosotros el billete
ganador de la lotería..."
(Sulley,
Catherall y Oakley en el 2017) |
"Don't You Want Me" fue
grabada a inicios de 1981 bajo el sello EMI, dentro de un
disco titulado Dare. El éxito llegó tan pronto que no
tuvieron tiempo de disfrutarlo dado que deberían pensar en
su siguiente producción que no podía ser solo igual sino
superior al Dare, y eso no era fácil. Con todo
lograron su cometido cuando temas como "(Keep Feeling)
Fascination" y "Mirror Man" tuvieron buena aceptación. Una
composición, controvertida para su época llamada "The
Lebanon" ha sido hasta hoy la única oferta abiertamente
política de The Human League.
"Para muchos fans y amigos ["The
Lebanon"] fue un error, para otros era algo necesario dadas
las cosas terribles que estaban ocurriendo en el Líbano a
principios de los 80", refirió Oakley, y agregó, "en lo
general, nuestras canciones tratan de dar un mensaje
positivo".
Oakley hoy padece calvicie casi total por lo que decidió
pelarse al rape. Y como sus compañeras en el
grupo, su acento británico es muy marcado, algo que
contrasta con las letras, cantadas con claro acento
americano. Actualmente Oakley tiene 56 años.
"Obviamente, en los 80 ni de
broma creías que 35 años después ibas a estar cantando 'Don't
You Want Me', pero creo que nosotros y los fans hemos hecho
un pacto tácito. Sabemos lo que nuestras canciones
representan para ellos, al mismo tiempo que nosotros sin su
apoyo hace mucho que hubiéramos tenido que dedicarnos a otra
cosa".
Algunos artistas, entre ellos
Billy Joel,
Bryan
Adams y Madonna han manifestado que han dejado de
interpretar algunos hits en sus conciertos por estar hartos
de ellos o porque ya no les representan nada en sus vidas o
les traen recuerdos poco agradables. ¿Es ese el caso de The
Human League?
"Afortunadamente ninguna de esas canciones nos trae malos
recuerdos, por el contrario", argumenta Sulley, "aunque sí
puede ocurrir que ya no quieras interpretar determinada
canción prefiero no mencionar algún título. A mí me habría
desilusionado mucho si Robert Palmer hubiera dicho que
odiaba cantar 'Addicted to Love' ¿sabes? Es una de mis
canciones favoritas de toda la vida..."
Los tres coinciden en que "Don't You Want Me" no se
encuentra entre las canciones de The Human League de las que
se han cansado. "¡De ninguna manera!", respondió Oakley,
"ese tema fue nuestro billete ganador en la lotería; puedo asegurarte
que el 90 ó el 100 por ciento de quienes van a vernos
conocen esa canción y desean escucharla en vivo. Sería
decepcionante para ellos si no la cantáramos... igual de
inconcebible que asistir a un concierto de Culture Club y
que Boy George se abstenga de interpretar 'Do You Really
Want to Hurt Me?'"
"No me molestaría en absoluto interpretar esa canción los
siguientes 50 años", remata Catherall.
Adicional a ello, el grupo
sigue empleando un sintetizador Moog y las cajas de ritmos
como lo hacía en los 80 de modo que el sonido de The Human
League sigue inalterado. "Alguna vez lo hicimos hace muchos
años y la gente salió muy molesta", dice Sulley. "Los fans
no quieren que a esas canciones las transformemos en hip hop
o les agreguemos ruidosos requintos, quieren la versión
íntegra que escucharon por primera vez... es parte de sus
recuerdos y nosotros tenemos que respetar eso; esas
canciones dejaron de pertenecernos hace tiempo..."
Los artistas ochenteros ingleses han formado una comunidad
bastante numerosa donde la mayoría se frecuentan y han
formado fuertes lazos entre ellos. "En aquellos años
competíamos unos con otros pero jamás dejamos de ser
amigos", dice Oakley. Entre éstos incluye a Howard
Jones, Paul Young, Allison Moyet, Ronald Orzabal (Tears for
Fears), Simon Le Bon (Duran
Duran) y decenas más. Algunos ya se han estrenado
como abuelos al tiempo que abundan las cabezas canosas o
calvas. "Pero detrás de esa fachada seguimos siendo los
mismos adolescentes entusiastas que se ponían nerviosos al
pararse sobre un escenario".
"Para mí los ochenta nos dejaron ese don a quienes los
vivimos, el de envejecer más lentamente. Y quizá al hecho de
que nuestra música, si bien era ejecutada casi en su
totalidad con sintetizadores, fue hecha con el corazón..."
Textos
relacionados
La
segunda invasión británica 1980 - 1985 [Febrero, 2017]
¿Desea opinar
sobre este texto?
[email protected]
[email protected]
0
opiniones |