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Todo esto pasó en 1977
Def Leppard, la energía del rock de Sheffield
Y ahora, la autoridad de Chicago
A lo mejor se
acuerda: David Cassidy
Steve Miller, al vaquero
espacial aún le resta larga cabalgata
Lo extrañaremos, Gene Wilder
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Y DEMÁS/Música
La
segunda invasión británica 1980 - 1985
La
necesidad en miles de jóvenes ingleses para ganar dinero, el
nacimiento de un canal musical y la explosión interminable
de géneros y subgéneros dieron lugar a un segundo desembarco
anglo que copó las listas de popularidad en los 80. Una
historia condensada de aquel importante movimiento
Versión impresión
FEBRERO, 2017. A diferencia de
Estados Unidos donde la música disco arrasaba a finales de
los 70, en Gran Bretaña lo punk era lo que imperaba en el
ambiente. Las calles de Londres se inundaron con decenas de
jóvenes con peinados tan coloridos como estrafalarios,
llenos de picos, imperdibles y cuero negro desgastado. Pero
una vez que los Sex Pistols se autodestruían el punk también
fue perdiendo fuerza como moda. Era el momento de buscar
algo nuevo, en primer lugar, porque los jóvenes temían que
el nuevo gobierno de Margaret Thatcher significara un
regreso al "tradicionalismo" y, por el otro, la urgente
necesidad de encontrar empleo, consecuencia, entre otras
cosas, de un gobierno laborista que despedazó la economía
con tasas impositivas superiores al 70 por ciento... así es,
setenta por ciento.
Fue entonces cuando varias organizaciones musicales que
llevaban años luchando por hacerse de un espacio vieron una
oportunidad que no podían desperdiciar dado que su estilo
oscilaba entre lo pop y otros estilos y el punk, aunque no
lo abrazaban en su totalidad. Muchos de ellos mostraban
abierta influencia del glam rock que provocó furor a
principios de los setenta. El glam rock consistía en
crear música con aspiraciones electrónicas acompañado de
harto maquillaje, mascara, imagen sexualmente ambigua con
algunos toques estrafalarios. Entre sus exponentes se
encontraban Gary Glitter, The Sweet, Marc Bolan, Roxy Music
y David Bowie.
Glitter ya iba en rampa hacia el olvido, The Sweet entraba a
terrenos del rock progresivo con su "Love is Like Oxygen" y
Bolan fallecía en un accidente automovilístico en 1977. En
cambio, Roxy Music, al mando del talentoso Bryan Ferry y ya
sin Brian Eno en sus filas, encontró el terreno fértil para
lo que se venía, primero con su "Love is the Drug" y después
con "More Than This", las cuales daban claro indicativo de
que algo interesante se estaba cocinando en el ambiente.
Roxy Music nunca había sido realmente popular en Estados
Unidos pero ahora se le presentaba una segunda oportunidad.
(Irónicamente, Bowie se integraría formal aunque tardíamente
con su Let's Dance de 1983, un discazo producido por
el ex Chic Nile Rodgers).
Y si bien Roxy Music podía considerarse veterano de esta
nueva ola, no era el caso de Soft Cell, grupo conformado por
David Bell y Marc Almond, dos jóvenes universitarios de
Leeds. Con sintetizadores y una caja de ritmos, Soft Cell
grabó su propia versión de "Tainted Love", una vieja canción
sesentera de Gloria Jones, a la que se agregó como coda
un remake del "Where Did Our Love Go" de The Supremes.
El resultado fue explosivo: "Tainted Love" se posicionó en
el primer lugar en varios países europeos, de Asia e incluso
Israel.
El punk, o más bien sus influencias, dieron algunos
importantes estertores. Uno de ellos correspondió a
Generation X, grupo que se apagó en plena efervescencia. Uno
de sus integrantes era William Michael Albert Broad, un
británico que había pasado varios años viviendo en Estados
Unidos. Broad decidió regresar allá a empezar de nuevo,
donde poco después sería conocido como Billy Idol tras
formar una nueva banda con el ágil guitarra Steve Stevens.
También con algunas barnizadas de punk pero totalmente
imbuidos de ska jamaiquino, Madness abrió camino a la
inminente invasión con su "One Step Beyond", un
semiinstrumental que ayudó a que el ska se propagara por
toda Inglaterra como si se tratara de una epidemia.
Muchos otros hits tempraneros también avizoraban lo que se
venía encima, entre ellos "Video Killed the Radio Star" de
The Buggles, "Pop Musik" de un músico de sesión llamado
Robin Scott y quien, para evitarse problemas, puso de nombre
a su grupo M, en homenaje al jefe de James Bond. Y al igual
que el "Heart of Glass" de Blondie, organización
norteamericana cuyo sonido era compatible con las tendencias
inglesas, "Pop Musik" también entraba sin dificultades como
un hit discotheque, genero qué, como se vio después, sirvió
de puente entre tantas corrientes que terminaron deviniendo
en una sola. Lo mismo, naturalmente, puede decirse del new
wave.
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También iban en la corriente los infaltables hits de
un día donde se incluía a Cabaret Voltaire, Scritti
Politti, los neozolandeses Split Enz, A Flock of
Seagulls y decenas más |
La nueva corriente no
tardó en tener a su megaexponente con Adam Ant, quien
abiertamente retomaba el lipstick y el maquillaje del
glam rock, utilizaba una curiosa indumentaria de
pirata y lanzó tres discos en cadena. Como resultado, en
1981 su imagen estaba en cada esquina de Londres; su grupo
Adam and the Ants no tardó e desbandarse pero él siguió
modelando, en ocasiones a su gusto, la corriente que pasó a
llamarse los new romantics, si bien en Estados Unidos
apenas y tuvo un par de hits, logro interesante si asumimos
que uno de ellos, "Goody Two Shoes", se apropió del primer
lugar un par de semanas.
Una revolución que se desborda vía
TV por cable
En 1980 la Ley de Comunicaciones en Estados Unidos se
modifica en beneficio de los consumidores. A los canales de
películas, deportes y shows especiales se autoriza agregar
aquellos especializados en cocina, artes plásticas,
política, noticieros y pornografía. Al año siguiente entra
el elemento música con MTV, el cual necesitaba urgentemente
de nuevo material visual para promocionar; los videoclips
apenas son un experimento entre los grupos norteamericanos o
meras presentaciones en vivo. Como contraste, en Gran
Bretaña los videoclips llevaban años alimentando programas
como Top of the Pops, del hoy desacreditado Jimmy
Savile y otras emisiones de la BBC.
Hacia fines de 1982 los nuevos románticos ya estaban
amenazando abiertamente las costas norteamericanas. Pero a
diferencia de la primera invasión de los años sesenta y que
tenía como claro estandarte a los Beatles, en esta ocasión
no había un líder visible, ya no digamos indiscutible.
Algunos estudiosos del fenómeno new romantics han
querido darle la estafeta a Duran Duran, un quinteto de
Birmingham, sin embargo éstos llevaban trabajando juntos
desde 1980 --ya habían tenido hits importantes como "The
Chauffer" y "Planet Earth", aunque lograron escasa o nula
mella e Estados Unidos-- y cuando por fin lograron que
Norteamérica los abrazara gracias al álbum Rio, ya
otros habían trazado el camino.
Uno de ellos era George O'Dowd, luego conocido como Boy
George quien junto con Culture Club llegaron a esas costas
en 1982 y tuvieron un hit monunmental con "Do You Really
Want To Hurt Me". El cálido recibimiento tenía una aparente
explicación: es una canción curtida a la medida del soul de
Gamble and Huff y Al Green, aunque a ello no debe
descontarse la presencia andrógina de su vocalista, quien
lucía prendas yiddish, un peinado tipo Bo Derek y era
demasiado bonito aun para los estándares estéticos de
los estadounidenses (Hubo incluso competencias para
determinar si O'Dowd efectivamente era hombre o mujer).
MTV permitió que la invasión se desbordara ya sin miramiento
alguno. ¿Y quiénes venían en ella? Por supuesto que abordo
iban Adam Ant, Soft Cell, Duran Duran, Madness --su mayor
hit en esos territorios fue "Our House"-- Culture Club,
Phsychedelic Furs, Paul Young y un grupo bastante
subestimado de nombre The Human League. También iban allí
los infaltables hits de un día donde se incluía a Cabaret
Voltaire, Scritti Politti, los neozolandeses Split Enz, A
Flock of Seagulls y decenas más. Sin embargo también
viajaban ahí músicos que tendrían una repercusión inesperada
una vez que amainaron los new romantics y los que a
su vez desembocarían en corrientes creadas o impulsadas por
ellos mismos.
Depeche Mode se catalogó como new romantic, pero
lejos de ser una moda rápida, como advertía su nombre, tras
incursionar con canciones electro pop bastante efectivas,
Depeche Mode fue evolucionando hacia un territorio más
oscuro que ya perfilaba a movimientos como el dark o
los emos. Algo similar podía decirse de The Cure, quienes
luego se harían de sus propias legiones. Sin embargo, para
inicios de los 80, ambas organizaciones navegaban bajo la
bandera de la segunda invasión británica.
En la misma embarcación llegaron los escoceses Eurythmics,
dueto formado por Annie Lennox y Dave Stewart, Joe Jackson,
quien llevaba batallando algunos años hasta que logró
colarse con Night and Day, un álbum por demás
excelente que incluía la jazzística "Steppin' Out", el ex
Led Zeppelin Robert Plant, The Thompson Twins, Big Country,
los canadienses Men Without Hat y su "Safety Dance", los
australianos INXS y Men at Work, el holandés Taco y su "Puttin'
at the Ritz", Bow Wow Wow, otra creación de Malcolm McLaren,
Frankie Goes to Hollywood y su "Relax" Howard Jones, Thomas
Dolby y su inmortal "She Blinded Me With Science" (1)
Se ha discutido mucho si la segunda invasión británica se
debió al repentino auge del videoclip gracias a la aparición
de MTV o su calidad musical. Pudo deberse a la combinación
de ambos elementos. Como en todas las corrientes, entre los
new romantics que encabezaron esta invasión había gente de
calidad como los Ultravox de Midge Ure hasta productos
desechables como Haircut 100 o Heaven 17. Asimismo, conforme
se videoclip se afianzó como fuerte propulsor de ventas, la
exigencia de hacerlos más atractivos y sofisticados se hizo
imperante, de ahí que luego tendríamos videoclips que en su
momento asombraron por su derroche de imaginación, entre
ellos "Take on Me" de A-ha, "Money for Nothing" de Dire
Straits y "Sledgehammer" de Peter Gabriel. Con todo,
para ese momento la canción promocionada por un videoclip
debía ser igualmente buena.
La última oleada
Los sondeos realizados por MTV mostraban cierto hartazgo de
los espectadores con la nueva invasión británica, que para
1985 ya había dejado de ser nueva. El arrebato que se tenía
con Duran Duran y Culture Club se fue diluyendo máxime por
los problemas de adicción en los que cayó el vocalista Boy
George. Y dado que la mayoría de sus exponentes ya no
pudieron repetir la fórmula se abrían dos posibilidades:
una, que la invasión languideciera en cuestión de meses o,
dos, que se presentara una última oleada. Afortunadamente
sucedió esto último con George Michael y Wham! y Tears for
Fears.
Desde que lanzaron su primer sencillo en 1981 como The
Executives, Michael y su escudero Andrew Ridgeley comenzaron
a posicionarse en las listas sin que su música alcanzara
todavía las costas americanas. Finalmente lo consiguieron en
octubre de 1984 cuando apareció Make It Big el cual contenía
la pegajosísima "Wake Me Up Before You Go Go" y que parecía
retomar las líneas del chiclebomba versión británica. Pero
cuando apareció el segundo sencillo, llamado "Careless
Whisper" (incluido en la versión americana del disco, a
diferencia del álbum que se vendió en Gran Bretaña) quedó
claro que George Michael tenía todo para llegar más lejos. Y
efectivamente, luego de grabar otro disco, Wham! se separó y
el cantante se fue al superestrellato.
Algo similar sucedía con Tears for Fears, encabezado por
Curt Smith y Roland Ozabal y cuyo disco Songs From the
Big Chair, también aparecido en 1985. La efectividad de
temas como "Shout", "Everybody Wants to Rule the World" y "Head
Over Heels" dejaba en evidencia que, sí había que despedir a
la segunda invasión inglesa, habría que hacerlo con calidad.
El manifiesto final de los invasores británicos se dio con
el concierto Live Aid, en especial el concierto efectuado en
Londres donde artistas como Simon Le Bon, Adam Ant, Midge
Ure, George Michael y Paul Young convivían con otros más
curtidos como Freddie Mercury, Elton John, Phil Collins,
Paul McCartney and The Who (ya lo habían hecho anteriormente
con Band Aid al grabar un sencillo navideño). Para entonces
MTV comenzaba a dar un giro a su formato y los artistas
norteamericanos volvían a acaparar los tiempos de un canal
que, por cierto, cada día era menos musical.
(1) Dato poco
conocido de Thomas Dolby, quien es además ingeniero en
electrónica: a él le debemos la invención del primer
ringtone
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