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Y DEMÁS/Música

La segunda invasión británica 1980 - 1985

La necesidad en miles de jóvenes ingleses para ganar dinero, el nacimiento de un canal musical y la explosión interminable de géneros y subgéneros dieron lugar a un segundo desembarco anglo que copó las listas de popularidad en los 80. Una historia condensada de aquel importante movimiento

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FEBRERO, 2017. A diferencia de Estados Unidos donde la música disco arrasaba a finales de los 70, en Gran Bretaña lo punk era lo que imperaba en el ambiente. Las calles de Londres se inundaron con decenas de jóvenes con peinados tan coloridos como estrafalarios, llenos de picos, imperdibles y cuero negro desgastado. Pero una vez que los Sex Pistols se autodestruían el punk también fue perdiendo fuerza como moda. Era el momento de buscar algo nuevo, en primer lugar, porque los jóvenes temían que el nuevo gobierno de Margaret Thatcher significara un regreso al "tradicionalismo" y, por el otro, la urgente necesidad de encontrar empleo, consecuencia, entre otras cosas, de un gobierno laborista que despedazó la economía con tasas impositivas superiores al 70 por ciento... así es, setenta por ciento.

Fue entonces cuando varias organizaciones musicales que llevaban años luchando por hacerse de un espacio vieron una oportunidad que no podían desperdiciar dado que su estilo oscilaba entre lo pop y otros estilos y el punk, aunque no lo abrazaban en su totalidad. Muchos de ellos mostraban abierta influencia del glam rock que provocó furor a principios de los setenta. El glam rock consistía en crear música con aspiraciones electrónicas acompañado de harto maquillaje, mascara, imagen sexualmente ambigua con algunos toques estrafalarios. Entre sus exponentes se encontraban Gary Glitter, The Sweet, Marc Bolan, Roxy Music y David Bowie.

Glitter ya iba en rampa hacia el olvido, The Sweet entraba a terrenos del rock progresivo con su "Love is Like Oxygen" y Bolan fallecía en un accidente automovilístico en 1977. En cambio, Roxy Music, al mando del talentoso Bryan Ferry y ya sin Brian Eno en sus filas, encontró el terreno fértil para lo que se venía, primero con su "Love is the Drug" y después con "More Than This", las cuales daban claro indicativo de que algo interesante se estaba cocinando en el ambiente. Roxy Music nunca había sido realmente popular en Estados Unidos pero ahora se le presentaba una segunda oportunidad. (Irónicamente, Bowie se integraría formal aunque tardíamente con su Let's Dance de 1983, un discazo producido por el ex Chic Nile Rodgers).

Y si bien Roxy Music podía considerarse veterano de esta nueva ola, no era el caso de Soft Cell, grupo conformado por David Bell y Marc Almond, dos jóvenes universitarios de Leeds. Con sintetizadores y una caja de ritmos, Soft Cell grabó su propia versión de "Tainted Love", una vieja canción sesentera de Gloria Jones, a la que se agregó como coda un remake del "Where Did Our Love Go" de The Supremes. El resultado fue explosivo: "Tainted Love" se posicionó en el primer lugar en varios países europeos, de Asia e incluso Israel.

El punk, o más bien sus influencias, dieron algunos importantes estertores. Uno de ellos correspondió a Generation X, grupo que se apagó en plena efervescencia. Uno de sus integrantes era William Michael Albert Broad, un británico que había pasado varios años viviendo en Estados Unidos. Broad decidió regresar allá a empezar de nuevo, donde poco después sería conocido como Billy Idol tras formar una nueva banda con el ágil guitarra Steve Stevens.

También con algunas barnizadas de punk pero totalmente imbuidos de ska jamaiquino, Madness abrió camino a la inminente invasión con su "One Step Beyond", un semiinstrumental que ayudó a que el ska se propagara por toda Inglaterra como si se tratara de una epidemia.

Muchos otros hits tempraneros también avizoraban lo que se venía encima, entre ellos "Video Killed the Radio Star" de The Buggles, "Pop Musik" de un músico de sesión llamado Robin Scott y quien, para evitarse problemas, puso de nombre a su grupo M, en homenaje al jefe de James Bond. Y al igual que el "Heart of Glass" de Blondie, organización norteamericana cuyo sonido era compatible con las tendencias inglesas, "Pop Musik" también entraba sin dificultades como un hit discotheque, genero qué, como se vio después, sirvió de puente entre tantas corrientes que terminaron deviniendo en una sola. Lo mismo, naturalmente, puede decirse del new wave.

 

También iban en la corriente los infaltables hits de un día donde se incluía a Cabaret Voltaire, Scritti Politti, los neozolandeses Split Enz, A Flock of Seagulls y decenas más


La nueva corriente no tardó en tener a su megaexponente con Adam Ant, quien abiertamente retomaba el lipstick y el maquillaje del glam rock, utilizaba una curiosa indumentaria de pirata y lanzó tres discos en cadena. Como resultado, en 1981 su imagen estaba en cada esquina de Londres; su grupo Adam and the Ants no tardó e desbandarse pero él siguió modelando, en ocasiones a su gusto, la corriente que pasó a llamarse los new romantics, si bien en Estados Unidos apenas y tuvo un par de hits, logro interesante si asumimos que uno de ellos, "Goody Two Shoes", se apropió del primer lugar un par de semanas.

Una revolución que se desborda vía TV por cable

En 1980 la Ley de Comunicaciones en Estados Unidos se modifica en beneficio de los consumidores. A los canales de películas, deportes y shows especiales se autoriza agregar aquellos especializados en cocina, artes plásticas, política, noticieros y pornografía. Al año siguiente entra el elemento música con MTV, el cual necesitaba urgentemente de nuevo material visual para promocionar; los videoclips apenas son un experimento entre los grupos norteamericanos o meras presentaciones en vivo. Como contraste, en Gran Bretaña los videoclips llevaban años alimentando programas como Top of the Pops, del hoy desacreditado Jimmy Savile y otras emisiones de la BBC.

Hacia fines de 1982 los nuevos románticos ya estaban amenazando abiertamente las costas norteamericanas. Pero a diferencia de la primera invasión de los años sesenta y que tenía como claro estandarte a los Beatles, en esta ocasión no había un líder visible, ya no digamos indiscutible. Algunos estudiosos del fenómeno new romantics han querido darle la estafeta a Duran Duran, un quinteto de Birmingham, sin embargo éstos llevaban trabajando juntos desde 1980 --ya habían tenido hits importantes como "The Chauffer" y "Planet Earth", aunque lograron escasa o nula mella e Estados Unidos-- y cuando por fin lograron que Norteamérica los abrazara gracias al álbum Rio, ya otros habían trazado el camino.

Uno de ellos era George O'Dowd, luego conocido como Boy George quien junto con Culture Club llegaron a esas costas en 1982 y tuvieron un hit monunmental con "Do You Really Want To Hurt Me". El cálido recibimiento tenía una aparente explicación: es una canción curtida a la medida del soul de Gamble and Huff y Al Green, aunque a ello no debe descontarse la presencia andrógina de su vocalista, quien lucía prendas yiddish, un peinado tipo Bo Derek y era demasiado bonito aun para los estándares estéticos de los estadounidenses (Hubo incluso competencias para determinar si O'Dowd efectivamente era hombre o mujer).

MTV permitió que la invasión se desbordara ya sin miramiento alguno. ¿Y quiénes venían en ella? Por supuesto que abordo iban Adam Ant, Soft Cell, Duran Duran, Madness --su mayor hit en esos territorios fue "Our House"-- Culture Club, Phsychedelic Furs, Paul Young y un grupo bastante subestimado de nombre The Human League. También iban allí los infaltables hits de un día donde se incluía a Cabaret Voltaire, Scritti Politti, los neozolandeses Split Enz, A Flock of Seagulls y decenas más. Sin embargo también viajaban ahí músicos que tendrían una repercusión inesperada una vez que amainaron los new romantics y los que a su vez desembocarían en corrientes creadas o impulsadas por ellos mismos.

Depeche Mode se catalogó como new romantic, pero lejos de ser una moda rápida, como advertía su nombre, tras incursionar con canciones electro pop bastante efectivas, Depeche Mode fue evolucionando hacia un territorio más oscuro que ya perfilaba a movimientos como el dark o los emos. Algo similar podía decirse de The Cure, quienes luego se harían de sus propias legiones. Sin embargo, para inicios de los 80, ambas organizaciones navegaban bajo la bandera de la segunda invasión británica.

En la misma embarcación llegaron los escoceses Eurythmics, dueto formado por Annie Lennox y Dave Stewart, Joe Jackson, quien llevaba batallando algunos años hasta que logró colarse con Night and Day, un álbum por demás excelente que incluía la jazzística "Steppin' Out", el ex Led Zeppelin Robert Plant, The Thompson Twins, Big Country, los canadienses Men Without Hat y su "Safety Dance", los australianos INXS y Men at Work, el holandés Taco y su "Puttin' at the Ritz", Bow Wow Wow, otra creación de Malcolm McLaren, Frankie Goes to Hollywood y su "Relax" Howard Jones, Thomas Dolby y su inmortal "She Blinded Me With Science" (1)

Se ha discutido mucho si la segunda invasión británica se debió al repentino auge del videoclip gracias a la aparición de MTV o su calidad musical. Pudo deberse a la combinación de ambos elementos. Como en todas las corrientes, entre los new romantics que encabezaron esta invasión había gente de calidad como los Ultravox de Midge Ure hasta productos desechables como Haircut 100 o Heaven 17. Asimismo, conforme se videoclip se afianzó como fuerte propulsor de ventas, la exigencia de hacerlos más atractivos y sofisticados se hizo imperante, de ahí que luego tendríamos videoclips que en su momento asombraron por su derroche de imaginación, entre ellos "Take on Me" de A-ha, "Money for Nothing" de Dire Straits y "Sledgehammer" de Peter Gabriel. Con todo, para ese momento la canción promocionada por un videoclip debía ser igualmente buena.

La última oleada

Los sondeos realizados por MTV mostraban cierto hartazgo de los espectadores con la nueva invasión británica, que para 1985 ya había dejado de ser nueva. El arrebato que se tenía con Duran Duran y Culture Club se fue diluyendo máxime por los problemas de adicción en los que cayó el vocalista Boy George. Y dado que la mayoría de sus exponentes ya no pudieron repetir la fórmula se abrían dos posibilidades: una, que la invasión languideciera en cuestión de meses o, dos, que se presentara una última oleada. Afortunadamente sucedió esto último con George Michael y Wham! y Tears for Fears.

Desde que lanzaron su primer sencillo en 1981 como The Executives, Michael y su escudero Andrew Ridgeley comenzaron a posicionarse en las listas sin que su música alcanzara todavía las costas americanas. Finalmente lo consiguieron en octubre de 1984 cuando apareció Make It Big el cual contenía la pegajosísima "Wake Me Up Before You Go Go" y que parecía retomar las líneas del chiclebomba versión británica. Pero cuando apareció el segundo sencillo, llamado "Careless Whisper" (incluido en la versión americana del disco, a diferencia del álbum que se vendió en Gran Bretaña) quedó claro que George Michael tenía todo para llegar más lejos. Y efectivamente, luego de grabar otro disco, Wham! se separó y el cantante se fue al superestrellato.

Algo similar sucedía con Tears for Fears, encabezado por Curt Smith y Roland Ozabal y cuyo disco Songs From the Big Chair, también aparecido en 1985. La efectividad de temas como "Shout", "Everybody Wants to Rule the World" y "Head Over Heels" dejaba en evidencia que, sí había que despedir a la segunda invasión inglesa, habría que hacerlo con calidad.

El manifiesto final de los invasores británicos se dio con el concierto Live Aid, en especial el concierto efectuado en Londres donde artistas como Simon Le Bon, Adam Ant, Midge Ure, George Michael y Paul Young convivían con otros más curtidos como Freddie Mercury, Elton John, Phil Collins, Paul McCartney and The Who (ya lo habían hecho anteriormente con Band Aid al grabar un sencillo navideño). Para entonces MTV comenzaba a dar un giro a su formato y los artistas norteamericanos volvían a acaparar los tiempos de un canal que, por cierto, cada día era menos musical.

 

 

 

(1) Dato poco conocido de Thomas Dolby, quien es además ingeniero en electrónica: a él le debemos la invención del primer ringtone

 

 

 

 

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