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Y DEMÁS/Música
Steve Miller, al
vaquero espacial aún le resta larga cabalgata
Su primera grabación la
realizó a los cuatro años de edad, y desde entonces este exponente
del rock optimista no ha dejado de trabajar. Con influencias de
blues y algo de rock británico, Steve Miller, también conocido como
el gángster del amor, sigue metido en lo suyo, para
beneplácito de sus fans
Versión impresión
SEPTIEMBRE, 2016. Nacido
en Wisconsin en una familia donde lo mismo se veneraba el jazz y el
blues, Steve Miller se ha convertido en uno de los músicos de rock
cuyas canciones tienen como único propósito el pasarla bien.
"Respeto a gente como Dylan, que suelen darle un sentido político a
sus composiciones, pero eso no ha sido lo mío", dijo Miller en una
ocasión, "para mí, es lo mismo que tras un día de mucho trabajo,
alguien escucha nuestras canciones para relajarse y en su letra se
les recuerda la tensión de estar en una oficina. La gente necesita
descansar de todo eso..."
Ese sonido, al mismo tiempo tan inconfundible y tan positivo, ha
hecho que Steve Miller tenga millones de seguidores, entre ellos el
grupo de los 90 Spin Doctors. El cantante recuerda una anécdota:
"Estaba descansando una tarde de 1992, alguien me llama al teléfono
para felicitarme por 'mi nuevo hit' y le respondo que eso no es
posible, que todavía estoy grabando mi disco y éste no ha salido a
la venta. 'Pues acabo de escuchar una nueva canción tuya en la
radio, se llama 'Two Princes', me dice. Finalmente escucho esa
canción que es de un grupo llamado Spin Doctors y quedo azorado.
Gracias a esos tipos sentí lo mismo que un fan cuando escucha algo
nuevo de Steve Miller..." Otros "alumnos aventajados" de este
guitarrista son los Blues Travelers.
Algo también de resaltar en Steve Miller es que realizó su primera
grabación... a los cuatro años de edad. No era tanto una canción
sino el sonido del futuro guitarrista rasgando las cuerdas en algo
que sin embargo tenía cierta sonoridad. El ser tan precoz tenía una
poderosa razón: un amigo de la familia era el legendario Les Paul,
un virtuoso que luego perfeccionó lo que se convertiría en la
guitarra eléctrica. Fue Paul quien aconsejó al niño Miller "seguir
practicando" para "llegar lejos".
Años después la familia se trasladó a Dallas donde Miller, ya
totalmente embebido del blues, realizaba minipresentaciones que
combinaba con sus estudios de Literatura lo cual lo llevó incluso a
pasar unos meses en Dinamarca. "El ambiente musical en esa ciudad
era sensacional pero yo quería irme a Chicago, donde se encontraba
la fuente principal", recordó el guitarrista. Dejó sus estudios y se
trasladó a la ciudad del viento donde no tardó en desilusionarse
pese a haber estado en el escenario junto con leyendas como Paul
Butterfield y Howlin' Wolf. Regresó a Texas y se volvió a inscribir
en la universidad para volver a abandonarla poco después. "Recuerda,
eran los sesenta y todo estaba muy politizado... nunca me sentí
cómodo en ese ambiente..."
La primera encarnación de la
Steve Miller Band se dio en 1966, en ocasiones como grupo de
acompañamiento de Chuck Berry hasta que finalmente apareció Children
of the World, su primer disco. En ese proyecto le acompañó Bob
Scaggs, quien más tarde iniciaría una excelente carrera en
solitario.
"Ya llevábamos tres discos y sin embargo los hits no llegaban, y
tener hits es indispensable si quieres vivir de esto", recordó
Miller en una entrevista". Tras cambios de integrantes, el agente
del guitarrista consiguió un contrato con Capitol Records, para
entonces con un alto prestigio por haber distribuido los álbumes de
los Beatles en Estados Unidos. Fue así como se intensificaron las
giras de conciertos y la grabación de canciones hoy legendarias
entre ellas "Gangster of Love" --título que luego se le convertiría
en apodo a Miller-- y "Space Cowboy" así como "The Joker", que
también fue el título de uno de sus discos.
Las canciones de la Steve Miller Band se basaban en los elementos
tradicionales del rock aunque el guitarrista nunca desechó el uso de
sintetizadores. "Hay colegas, entre ellos mi amigo Eric Clapton,
quienes desconfían de los teclados electrónicos porque le restan
virtuosismo a lo que hacemos. Pero para mí es el mismo dilema que se
dio cuando Bob Dylan comenzó a utilizar la guitarra eléctrica. Se le
atacó ferozmente pero sin ese salto no habríamos tenido a The Byrds,
a Eagles, incluso a nuestro propio grupo", dijo Miller hace años.
Por ello cuando alguien le sugirió a Miller que "costaba una
fortuna" hacer cosas interesantes con un sintetizador, el
guitarrista se hizo comprar uno de esos aparatos que costaba 40
dólares y que compró en un tienda de segunda mano. Los efectos de
ese sintetizador pueden escucharse al inicio de clásicos como "Jet
Airliner", de 1976, uno de los más importantes de esa década.
"Si tengo que ser sincero, yo sí disfrute los 70", refirió Miller.
"Por un lado las compañías disuqeras casi no le ponían peros a tu
trabajo como ahora y por el otro tenías oportunidad de conocer a
chicas muy bellas y gente que a la que en otras circunstancias jamás
te hubieras podido acercar". ¿También el guitarrista sucumbió a las
drogas, parte de ese sex-drugs and rock and all rock que
saturó aquella década? "Creo que todos llegamos a probarlas porque
pensábamos que podían expandir tu creatividad, pero más tarde te das
cuenta que ese no es el camino. Cuando era joven fumaba con
regularidad, y no eran precisamente cigarrillos. Pero luego descubrí
que, fumara o no, igual podía componer cosas buenas o cosas
totalmente malas... no eran un factor para tu inspiración..."
La aparición de su Greatest Hits en 1978 aceleró la leyenda,
al punto que es una de las recopilaciones más vendidas en la
historia, con cerca de 20 millones de unidades. Fue la manera en que
muchos fans que a principios de los 70 eran muy chicos tuvieran
oportunidad de conocerlo. Asimismo, ese álbum ese encuentra hoy
entre los más bajados en Itunes, Spotify y otras plataformas.
Abracadabra... y se rompe el hechizo
Los hits siguieron llegando, entre ellos "Jungle Love", "Rock N' Me"
y la que Miller gusta llamar "mi Sargeant Pepper", es decir,
Fly Like an Eagle, un disco cuyo tema epónimo lo catapultó al
recinto de los gigantes del rock norteamericano. En primer lugar,
esa canción cambiaba el tradicional ritmo en otras composiciones de
rock por otro acompañado de congas y que daba un sonido un poco más
exótico. "Todo empieza con un riff de guitarra inconfundible
y luego entran cosas totalmente inesperadas y un sintetizador",
refirió Miller. "Muchas personas me han comentado que, para los años
setenta, esa er un canción futurista, algo que nunca pasó por mi
cabeza cuando la compuse. Yo veo a 'Fly Like an Eagle' como un
experimento que salió muy, muy bien..."
Otra faceta que Steve Miller descubrió en el camino fue la de sus
agallas en el mundo de los negocios. El separar el segmento que se
oye al inicio de una de sus composiciones del resto de la canción le
representó a Miller ingresos adicionales por miles de dólares;
asimismo desde 1981 comenzó a negociar sin intermediarios los
contratos con su compañía disquera. Ese año apareció Cicle of
Love pero al año siguiente salió Abracadabra, cuya
canción que da nombre al disco se convirtió en hitazo mayúsculo.
Curiosamente, se ha acusado a Miller en esa canción de haber imbuido
mensajes satánicos y otro tipo de cosas.
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El Greatest
Hits de Steve Miller, originalmente aparecido en 1978,
es una recopilación que hasta hoy ha vendido más de 20
millones de copias |
"En los países de habla inglesa es más común decir hocus pocus que
abracadabra por lo que mucha gente pensó que estábamos manejando
cosas de magia negra", dijo Miller, con una sonrisa. "Ciertamente la
letra de la canción insinúa que la muchacha en cuestión maneja
pócimas y quizá sea una bruja, pero todo es fantasía que salió de mi
imaginación. Para muchos que nos escuchaban por primera vez pensaron
'ajá, estos tipos se traen algo' y comienzan a especular".
Pero lo que parecía ser otra década brillante para la Steve Miller
Band se detuvo en seco. Primero por un millonario trámite de
divorcio, pleitos internos en su grupo, un intento de grabar con Boz
Scaggs que no se concretó y al final una profunda depresión. "Debo
aceptar que los 80 no fueron tan divertidos", dijo Miller a
Rolling Stone. Sus siguientes discos, Italian X Rays, Living
int he 20th Century y Born 2B Blue decepcionaron en
ventas. "Me han dicho que esos discos no suenan optimistas ni
alegres como mis álbumes anteriores y es cierto, mi estado de ánimo
en esos años no era el mejor".
Parte del problema es que Miller quiso renovar su estilo y los fans
se mostraron reacios. Resignado, Miller volvió a sus raíces en 1993
con Wide River, aunque no ha podido igualar las altísimas
ventas y aceptación que llegó a tener en otros años.
Luego de una larga ausencia, Steve Miller regresó en el 2010 con un
disco con cóvers de temas de blues. Con todo, su Greatest
Hits sigue vendiéndose muy bien y le proporcionó a Miller
bastantes regalías como para vivir cómodamente. Por ello el
guitarrista es un ferviente opositor a que sus canciones circulen
gratuitamente en la red. "Me gustaría ver la cara de esos chicos que
se pasan ilegalmente nuestras canciones cuando a ellos les toque
jubilarse y vean que les robaron su fondo de retiro y los han dejado
sin nada. Mis canciones son un legado para mí y mis descendientes.
Si quieres escuchar gratis mi música, sintoniza la radio, pero no me
arrebates mi pensión", dijo Miller recientemente.
Apenas este año la Steve Miller Band fue admitida en el
Salón
de la Fama del Rock and Roll. Los fans esperaban que los honores de
introducción fueran hechos por los Spin Doctors, sus alumnos más
aventajados. Pero quizá con el fin de elevar el rating
presentando a artistas más "contemporáneos", los productores
escogieron en su lugar a The Black Keys. En su discurso, Miller
arremetió contra los ejecutivos de las disquera llamándolos
"payasos" y aun al recinto al que llamó "poco serio". Para los
miembros de The Black Keys tampoco la experiencia fue saludable.
Miller manifestó "no tener idea" de quiénes eran The Black Keys y
éstos, en respuesta, abandonaron el lugar antes de concluir la
ceremonia. Uno de los asistentes comentó: "Habría sido genial tener
en el mismo escenario a los Spin Doctors y a Steve Miller pues nos
habrían dado jams sensacionales. Lástima que eso ya no va a
ocurrir".
A punto de cumplir 73 años, Steve Miller aún ve lejano el retiro
pero también como algo inevitable. "El blues no te permite
retirarte. Ve cómo Muddy Waters, Howlin' Wolf y BB King siguieron en
el escenario pasados los 80 años de edad y solo la muerte les
impidió que continuaran. No lo sé, quizá haga lo mismo o mañana
mismo diga adiós a todos y apaguen las luces porque la siguiente vez
que quieran escuchar 'Jet Arliner' o 'Abracadabra' tendrá que ser en
una grabación porque yo me iré a casa a descansar..."
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