GEOMETRIA RECREATIVA
PARTE PRIMERA
GEOMETRIA AL AIRE LIBRE
Cap�tulo Segundo
Geometr�a Junto al R�o
Contenido:
1.
Medir la anchura de un r�o.
2.
Con ayuda de una visera.
3.
Longitud de la isla.
4.
Un peat�n al otro lado.
5.
Los tel�metros m�s ordinarios.
6.
La energ�a de los r�os.
7.
La velocidad de la corriente.
8.
Cu�nta agua pasa por el r�o.
9.
La rueda de agua.
10.
La placa irisada.
11.
Los c�rculos en el agua.
12.
Un ob�s fant�stico.
13.
La ola de quilla.
14.
La velocidad de los proyectiles.
15.
La profundidad de un estanque.
16.
El cielo estrellado en el r�o.
17.
Un camino a trav�s del r�o.
18.
Construir dos puentes.
1. Medir la anchura de un r�o.
Sin atravesando el r�o nadando, medir su anchura es tan f�cil, para quien
conoce la geometr�a, como determinar la altura de un �rbol sin subir encima.
Una distancia inaccesible mide a trav�s de los modos, anteriormente descriptos,
como la medici�n de la altura inaccesible. En ambos casos un trayecto buscado
lo substituimos con la otra medida, la cual es f�cil de medir inmediato.
Entre los muchos modos de solucionar esta Problema, distinguimos algunos m�s
sencillos.
1.� Para el primero necesitamos un "aparato" ya conocido por
nosotros, como tres alfileres sobre los v�rtices del tri�ngulo rect�ngulo
is�sceles (Figura 25).
Necesitamos encontrar la anchura
AB
de r�o (Figura 26), estando en aquella orilla, donde se encuentra el punto
B
, y sin atravesar al otro lado. Estando sobre el punto
C,
mantenga el aparato cerca de los ojos as�, cuando mira con un solo ojo a trav�s
de dos alfileres, se ve como ambos est�n tapando los puntos
B
y
A
.
|
Figura 25. Medici�n de la anchura de un r�o con el aparato de alfileres
|
Esta claro que cuando conseguimos esto, nos encontraremos justo en la
prolongaci�n de la l�nea
AB.
Ahora, sin mover la tablilla, mire a lo largo de los otros dos alfileres
(perpendicular a la direcci�n anterior) y fijemos un punto
D
, tapado con estos dos alfileres, es decir est� situado en la recta,
perpendicular a
AC.
|
Figura 26. La primera posici�n del aparato de los alfileres.
|
Despu�s clavamos un jal�n en el punto
C,
dejamos este sitio y nos instalamos con el instrumento a lo largo de la recta
CD,
hasta que no encontraremos un punto
E
sobre ella (Figura 27), de donde es posible al mismo tiempo alinear el alfiler
b con
la p�rtiga del punto
C
, y el alfiler
a,
con el punto
A.
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Figura 27. La segunda posici�n del aparato de los alfileres.
|
Esto significa que hemos encontrado el tercer v�rtice del tri�ngulo
ACE
, sobre la orilla, donde el �ngulo
C
es recto, el �ngulo
E
es igual al �ngulo agudo del aparato de los alfileres, es decir
�
del �ngulo recto. Evidentemente que el �ngulo
A
es igual a un �ngulo recto, es decir
AC = CE.
Si medimos la distancia
CE
a trav�s de los pasos, encontraremos la distancia
AC,
y quitando
BC,
el que es f�cil de medir, encontraremos la anchura buscada de r�o.
Es bastante inc�modo y dif�cil tener en la mano el aparato sin moverlo; mejor
fijar la tablilla sobre un palo con una punta para mantener verticalmente sobre
la tierra.
|
Figura 28. Utilizando las propiedades de igualdad a los tri�ngulos.
|
2.� El segundo modo es parecido al primero. Aqu� tambi�n se encuentra un punto
C
a lo largo de
AB
y se marca con ayuda del aparato de los alfileres la l�nea recta
CD
bajo �ngulo recto sobre el
CA.
Pero despu�s se act�a de otra manera (Figura 28). Sobre la l�nea recta
CD
se medir� dos distancias arbitrariamente iguales
CE
y
EF
y marcamos los puntos
E
y
F
con sendos jalones.
Despu�s estado con el aparato en el punto
F,
marcamos la direcci�n
FG,
perpendicular sobre el
FC
. Ahora vamos a andando a lo largo de la
FG,
buscando sobre la l�nea el punto
H
, desde el cual el jal�n
E
parece que est� tapando al punto
A.
Esto significa, que los puntos
H, E
y
A
encuentran sobre una l�nea recta.
La Problema esta solucionada: la distancia
FH
es igual a la distancia
AC,
desde cual es suficiente quitar
BC,
para encontrar la anchura buscada de r�o ( los lectores, evidentemente,
adivinen el mismo, porque
FH
es igual a
AC
).
Este modo necesita m�s sitio que el anterior; si un lugar lo permite hacer de
ambos modos, es �til comprobar un resultado con el otro.
3.� En el modo ahora descrito, es una modificaci�n del anterior: medir sobre la
l�nea
CF
distancias no iguales, donde una es tantas veces menor que la otra.
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Figura 29. Utilizando las propiedades de semejanza a los tri�ngulos.
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Por ejemplo (Figura 29), hacemos
FE
cuatro veces menor que
EC,
despu�s actuamos como siempre: a la direcci�n
FG,
perpendicular sobre
FC,
se busca el punto
A.
Pero ahora
FH
no es igual a
AC,
es menos de esta distancia en cuatro veces: el tri�ngulo
ACE
y
EFH
aqu� no son iguales, son semejantes (tienen los �ngulos iguales sobre los lados
no iguales). De la semejanza de los tri�ngulos tenemos la proporci�n
AC : FH = CE : EF = 4 : 1.
Entonces, midiendo
FH
y multiplicando el resultado por
4,
obtenemos la distancia
AC,
y quitando
BC,
encontraremos la anchura buscada de r�o.
El modo, como podemos comparar, no necesita mucho sitio y por eso es c�modo
para llevar a la pr�ctica.
4.� El modo cuarto b�sicamente es utilizando las propiedades del tri�ngulo
rect�ngulo, cuando uno de los �ngulos agudos es
30�,
entonces el cateto inverso equivale a la mitad de la hipotenusa.
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Figura 30. Cuando el cateto es igual a la mitad de la hipotenusa
|
Asegurarse que la posici�n es exacta es muy f�cil: sea que el �ngulo
B
del tri�ngulo rect�ngulo
ABC
(Figura 30, a la izquierda) es
30�;
demostraremos que en este caso
AC = � AB.
Hacemos girar el tri�ngulo
ABC
sobre
BC,
quedando sim�tricamente ubicado con respecto a su postura anterior (Figura 30,
a la derecha), creando una figura
ABD;
la l�nea
ACD
es recta, por que ambos �ngulos sobre el punto
C,
son rectos.
En el tri�ngulo
ABD
el �ngulo
A = 60�,
el �ngulo
ABD,
como est� formado con dos �ngulos de
30�
tambi�n es
60�.
Entonces,
AD = BD
como dos lados estando frente a los �ngulos iguales. Pero
AC = � AD;
es decir,
AC = � AB.
Deseando a utilizar esta caracter�stica de tri�ngulo, necesitamos colocar los
alfileres encima de tablilla formando un tri�ngulo rect�ngulo, donde el cateto
es la mitad de la hipotenusa.
Con este instrumento se ubica en un punto
C
(Figura 31) As�, con la recta
AC
coincide con la hipotenusa de tri�ngulo de los alfileres.
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Figura 31. Esquema del uso el tri�ngulo rect�ngulo con un �ngulo de 30�
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Mirando a lo largo del cateto corto de este tri�ngulo, marcamos la direcci�n
CD
y sobre cual encontraremos un punto
E,
donde
EA
es perpendicular a
CD
(lo construimos con la ayuda del mismo aparato de los alfileres). Es f�cil de
comprender, que la distancia
CE,
cateto enfrente al �ngulo de
30�,
es
igual a la mitad de
AC.
Entonces midiendo
CE,
doblando esta distancia y rest�ndole
BC,
tenemos la anchura buscada
AB
de r�o.
As� son los cuatro modos f�ciles de utilizar, con ayuda de los cuales siempre
es posible, sin atravesar el r�o, medir la anchura del mismo con resultado
plenamente satisfactorio. No vamos a examinar los modos dif�ciles, los que
necesitan aparatos especiales para hacer las mediciones.
Volver
2.- Con ayuda de una visera
.
Un modo, que fue muy �til para el coronel mayor Kuprianov, estando en una
situaci�n de guerra. Le mandaron medir la anchura de un r�o, a trav�s de cual
necesitaba organizar un pasaje�
�Acerc�ndose furtivamente la subdivisi�n de Kuprianov hasta el arbusto al lado
de r�o, se escondieron, pero �l junto con el ayudante Karpov salieron a poca
distancia del r�o, de donde se ve muy bien a la orilla enfrente, donde se
escondi� el enemigo. En estas condiciones necesitaba medir la anchura,
confiando a su vista.
��A ver, Karpov, cu�nto mide el ancho del r�o? � pregunt� Kuprianov.
�Penso, no m�s que 100 a 110 metros, - se respondi� el Karpov.
�El coronel estuvo de acuerdo con su ayudante, pero para la seguridad decidi�
medir la anchura de r�o con ayuda de su "visera".
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Figura 32. Por debajo de una visera deberemos notar un punto en la orilla
apuesta.
|
�El modo es el siguiente. Necesita ponerse enfrente al r�o y calar la gorra
sobre los ojos as�, para poder ver justo bajo de la visera la l�nea de orilla
opuesta (Figura 32).
�La visera la podemos substituir con la palma de la mano o con una agenda,
situando el canto en la frente. Despu�s sin cambiar de posici�n la cabeza, gira
a la izquierda o a la derecha, o atr�s (en aquella parte, donde el campo es m�s
llano, accesible para medir la distancia) y observamos el punto m�s lejano,
visible bajo de la visera ( de la palma o de la agenda).
�La distancia hasta este punto es la anchura del r�o aproximadamente.
�Este es el modo que utiliza el coronel. R�pidamente se levant�, llev� la
agenda al frente, r�pidamente dio la vuelta y ubic� el punto lejano. Despu�s �l
con el ayudante Karpov, arrastr�ndose llegaron hasta el punto, midiendo la
distancia con una cuerda. El resultado fue
105 metros.
Kuprianov dej� el resultado a sus ayudantes.�
Problema
Dar la explicaci�n geom�trica al modo de la "visera".
|
Figura 33. Sobre el mismo modo, marcar el punto en la orilla donde estamos
|
Soluci�n
El rayo de la vista, tocando el borde de la visera ( palma o agenda), es
primero apuntado a la l�nea de la orilla apuesta ( Figura 32). Cuando la
persona da vuelta, pues el rayo de vista, lo mismo que la pata de comp�s,
describe la circunferencia, entonces
AC = AB
, como los radios de la circunferencia (Figura 33).
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3. Longitud de la isla.
Problema
Ahora tenemos un problema m�s dif�cil. Estando en la orilla de un r�o o de un
lago, vemos una isla (Figura 34), cuya longitud deseamos conocer sin dejar la
orilla, por supuesto. �Es posible hacer la medici�n?
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Figura 34. Como encontrar la longitud de una isla.
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Aunque en este caso para nosotros ambos extremos de la l�nea medida, son
inaccesibles. La Problema se solucionara, adem�s sin aparatos especiales.
Soluci�n
Necesitamos saber la longitud
AB
(Figura 35) de la isla, permaneciendo en la orilla durante la medici�n.
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Figura 35. Utilizando las propiedades de igualdad de los tri�ngulos rect�ngulos
|
Eligiendo dos puntos
P
y Q arbitrarios, se marcan con jalones y se buscan sobre la recta
PQ
los puntos
M
y
N
as�, cuando los sentidos
AM
y
BN
formaban con la direcci�n
PQ,
�ngulos rectos (para esto utilizaremos el aparato de los alfileres).
En el centro
O
del trazo
MN
se marca con otro jal�n y se busca a lo largo de la l�nea
AM
el punto
C,
donde el jal�n
O
parece que est� tapando el punto
B.
Igualmente a lo largo de la
BN
buscan el punto
D,
donde el jal�n
O
parece esta tapando el extremo
A
de la isla. La distancia
CD
es la longitud buscada.
Demostrar esto no es dif�cil.
Cogemos dos tri�ngulos rect�ngulos
AMO
y
OND
; sus catetos
MO
y
NO
son
iguales, adem�s los �ngulos
AOM
y
NOD
son iguales, entonces, los tri�ngulos son iguales entre s�, y
AO = OD.
De igual manera podemos deducir que
BO = OC.
Comprobando despu�s los tri�ngulos
ABO
y
COD,
deducimos que
AB = CD.
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4. Un peat�n al otro lado.
Problema
A lo largo de un r�o est� paseando una persona. Al otro lado Ud. precisamente
distingue sus pasos. �Podemos, sin movernos, encontrar la distancia aproximada
entre el peat�n y Ud., sin tener ning�n instrumento a mano?
Soluci�n
No tenemos ning�n aparato, pero hay ojos y manos, y eso es suficiente.
Estiraremos la mano hacia el peat�n y miramos al fin del dedo con un solo ojo,
el derecho si el peat�n esta andando a mano derecha, el izquierdo, si el peat�n
esta andando a mano izquierda.
|
Figura 36. Como encontrar la distancia hasta el peat�n, andado por la orilla
apuesta.
|
Inmediatamente que el dedo tapa al peat�n (Figura 36), cierre el ojo con el
cual observan, y abren el otro: el peat�n aparece alejado un poco hacia atr�s.
Contaremos, cuantos pasos hacia delante �l da, antes que se junte otra vez con
el dedo. Ahora tenemos todos los datos necesarios para tener un resultado
aproximadamente.
Explicaremos c�mo utilizar estos datos. En la Figura 36, sean
a b
nuestros ojos; el punto
M,
fin del dedo de la mano estirada; el punto
A,
primera medici�n de la distancia al peat�n y
B,
la segunda.
Los tri�ngulos
aBM
y
ABM,
son semejantes (deberemos dar la vuelta hacia el peat�n cuando
ab
sea paralela a la direcci�n de su movimiento).Entonces,
BM
´
bM = AB
´
. ab
es la proporci�n, donde se desconoce el miembro
BM,
todo el resto lo podemos medir inmediatamente. Efectivamente,
bM
es la longitud de la mano;
ab
es la distancia entre las pupilas de ojos,
AB
lo medido con los pasos de peat�n (el paso tomaremos �
� metros
).
Por lo tanto, tenemos la distancia desconocido entre el observador y el peat�n
en la orilla apuesta
Si, por ejemplo, la distancia entre las pupilas
(ab) es de 6 cent�metros,
la longitud
bM
desde el fin de mano hasta los ojos,
60 cent�metros,
y el peat�n hizo desde
A
hasta
B,
digamos,
14
pasos, entonces la distancia desde �l hasta el observador es
MB = 14
´
60 / 6 = 140 pasos,
�
105 metros.
Es suficiente conocer la distancia entre las pupilas y
bM,
la distancia desde los ojos hasta el extremo de mano estirada, y recordar su
proporci�n
bM/ab,
para encontrar r�pidamente la distancia a objetos inaccesibles. Solo falta
multiplicar
AB
por la proporci�n. La mayor�a de las personas, tienen
bM/ab m�s
o menos igual a
10.
La dificultad es encontrar, de cualquier manera, la distancia
AB.
En nuestro caso estamos utilizando los pasos de peat�n. Pero podemos utilizar
otros datos tambi�n.
Si por ejemplo, necesitamos encontrar la distancia hasta el tren, entonces la
longitud
AB
podemos tener comprobando con la longitud de un vag�n, el que conocemos (
7,6 metros
entre los topes). Si necesitamos buscar la distancia hasta la casa, entonces
AB
podr�a ser el ancho de una ventana o el tamaño de ladrillo, etc.
Este sistema lo podemos utilizar para determinar el
tamaño
de los objetos lejanos, si sabemos la distancia hasta el observador.
Probaremos utilizar diferentes "tel�metros", los cuales describimos
enseguida.
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5. Los tel�metros m�s ordinarios.
Anteriormente, en el capitulo primero, hemos descrito un aparato bastante
sencillo para medir las alturas, el alt�metro. Ahora describimos un
instrumento, para medir distancias inaccesibles y se llama tel�metro. Un
tel�metro muy ordinario lo podemos preparar de una cerilla. Unicamente
suficiente marcar las divisiones milim�tricas, blancas y negras, uno a trav�s
de otro (Figura 37).
|
Figura 37. Cerilla � tel�metro
|
Imaginaremos, los vemos a lo lejos una persona y formaremos una problema,
encontrar la distancia hasta �l.
En este caso la cerilla � tel�metro es muy �til. Manteniendo en la mano
estirada y mirando con solo un ojo, llevaremos su extremo a coincidir con la
parte superior de la persona.
|
Figura 38.
|
Despu�s, despacio movemos la uña del dedo pulgar sobre la cerilla,
fijando el punto donde se proyectan los pies de la persona. Los queda por
saber, acercando la cerilla, sobre qu� divisi�n se fij� la uña, y ya
tenemos los datos para resolver el problema.
Es f�cil de asegurarse que la proporci�n es correcta:
Desde este momento ya no es dif�cil calcular la distancia buscada. Si, por
ejemplo, la distancia hasta la cerilla es
60 cent�metros,
la estatura de una persona es
1,7 metros,
y la parte medida de cerilla es
12 mil�metros,
entonces la distancia es:
Llevando a la pr�ctica, para tener un mejor conocimiento, utilizando este
tel�metro podemos medir la estatura de un amigo, o proponiendo alejarse,
encontrar en cuantos pasos �l se alej� del observador.
Con el mismo modo podemos encontrar la distancia hasta el jinete (la altura
mediana es
2,2 metros
), hasta la bicicleta (el di�metro de rueda es
75 cent�metros
), hasta el poste telegr�fico a lo largo de ferrocarril (la altura es
8 metros,
la distancia entre los aisladores son
90 cent�metros
), hasta el tren, la casa y etc. las medidas de los que no es dif�cil de
encontrar. Durante una excursi�n podemos utilizar el modo tambi�n.
Podemos hacer a mano un aparato muy c�modo del mismo tipo, el que sirve para
encontrar la distancia a trav�s de la altura de una persona que est� lejos.
El instrumento los podemos ver en las figuras 39 y 40.
El objeto observado coloca en el espacio
A,
el que se alinea con la parte alta de instrumento.
El tamaño del espacio se determina por las divisiones en las partes
C
y
D
de tablilla. Para librarse de la necesidad de hacer los c�lculos, podemos en
la parte
C
señalizar, enfrente las divisiones, las distancias correspondientes a
ellos, si el objeto observado es la figura de una persona (mantenga el
instrumento enfrente los ojos con la mano estirada).
|
Figura 39.
|
En la parte derecha
D
puede señalizar las distancias, calculadas antes para cualquier
necesidad, cuando se observa la figura del jinete (
2,2 cent�metros
). Para el poste telegr�fico (altura �
8 metros
), el aeroplano con alas es
15 metros
y para otros objetos podemos utilizar la parte libre de los
C
y
D
. Al final, nuestro instrumento va a tener un aspecto presentado en la Figura
40.
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Figura 40. La estructura del tel�metro sobresalido
|
Evidentemente, la distancia as� determinada es siempre exacta. El ejemplo que
examinamos anteriormente, donde la distancia hasta la persona fue valorada en
85 metros
, un error en solo
1 mil�metro
durante la medici�n con la cerilla da una equivocaci�n de resultado en
7 metros (1/12 de 85).
Pero si la persona estuviera en cuatro veces m�s lejos, medimos con la cerilla
no
12,
si no
3 mil�metros,
entonces el error ser� solamente en
� mil�metro
se cambia el resultado en
57 metros.
Por eso, nuestro ejemplo es seguro �nicamente para distancias m�s cercanas,
100 a 200 metros.
Para las distancias m�s largas tenemos que buscar los objetos m�s grandes.
Volver
6. La energ�a de los r�os.
Un r�o cuya longitud no es m�s que
100 kil�metros
, tomamos como pequeño. �Sabe cu�ntos r�os as� hay en nuestro pa�s?
�Muchos,
43.000
!
Si pusi�ramos todos los r�os en una l�nea, tendr�n una cinta de longitud
1.300.000 kil�metros.
Con esta cinta podemos ceñir el globo terrestre treinta veces sobre el
ecuador (la longitud ecuatorial es
40 000 kil�metros).
La corriente de agua de un r�o se mueve lentamente, pero �l mantiene en secreto
una reserva de energ�a inagotable. Especialistas est�n pensando, si fuera
practicable sumar las posibilidades ocultas de todos los r�os pequeños,
los que corren por nuestras tierras, �recibimos una cantidad considerable de
43 millones de kilovatios
! Esta energ�a gratis deber�a ser utilizada para la electrificaci�n econ�micas
de las localidades situadas cerca de los r�os.
Sabemos que la realizaci�n es posible con la ayuda de las centrales
hidroel�ctricas y todos pueden demostrar iniciativa y ayuda real sobre la
preparaci�n y la construcci�n de una central. La verdad, a los constructores
les interesa todo, a qu� sistema pertenece el r�o: su anchura y velocidad de
corriente ("consumo de agua"), la superficie del corte transversal
del lecho ("corte vivo") y cual es la presi�n de agua bajo las
orillas. Todo esto es posible de medir con los medios a mano y aqu� mismo
presentamos una Problema geom�trica, pero no muy complicada.
Ahora empezaremos a solucionar esta Problema.
Pero antes tienen que conocer algunos consejos pr�cticos de parte los
especialistas ingenieros V. Yaros y I. Fiodorov. Como elegir el sitio para
construcci�n futura.
�"Una central no grande, ellos recomiendan construir no m�s cerca de 10 a
15 kil�metros y no m�s lejos que 20 a 40 kil�metros desde la fuente de r�o,
porque el alejamiento trae consigo el encarecimiento de la presa y abre gran
afluencia de agua. Si se construye la presa m�s cerca que 10 a 15 kil�metros
desde la fuente, la central hidroel�ctrica, por la pequeña afluencia de
agua y sin la presi�n suficiente, no puede proveer a la potencia necesaria. La
parte elegida de r�o no debe de ser de gran profundidad, ya que aumenta el
valor de la construcci�n, necesitando un fundamento muy pesado".�
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7. La velocidad de la corriente.
�Cuanta agua corre durante el periodo de veinticuatro horas en este sitio?
El c�lculo no es dif�cil: La medici�n la realizan dos personas. Uno con un
reloj en la mano y el otro con la boya o, por ejemplo, con una botella bien
cerrada con una banderilla. Eligen un trozo de r�o rectil�neo y colocan a lo
largo de r�o dos jalones
A
y
B
a la distancia
10 metros
uno del otro. (Figura 41).
Sobre las l�neas, perpendiculares al
AB,
colocan otros m�s jalones
C
y
D.
Uno de los observadores con el reloj esta detr�s del jal�n
D.
El otro, con la boya va hacia arriba del jal�n
A,
tira la boya al agua, y se pone detr�s del jal�n
C.
Ambos miren a lo largo de sentidos
CA
y
DB
sobre la superficie de agua. En el momento, cuando la boya est� cruzando la
prolongaci�n de la l�nea
CA,
el primero observador levanta la mano. Con esta señal el otro observador
empieza a medir el tiempo y detiene la medici�n cuando la boya cruza la l�nea
DB.
Por ejemplo, supongamos que la diferencia de tiempo fue de
20 segundos.
Entonces, la velocidad de corriente del r�o:
10 / 20 = 0,5 metros / segundo.
Usualmente, las mediciones se repiten un par de veces, tirando la boya en
puntos diferentes de la superficie de r�o. Despu�s suman las velocidades
obtenidas y se dividen en la cantidad de medidas. Esto determina la velocidad
media que lleva la superficie del r�o.
Las capas m�s profundas corren m�s despacio, y la velocidad mediana de todo el
torrente es como
4/5
de la velocidad superficial, en nuestro caso, entonces,
0,4 metros / segundo.
Podemos encontrar la velocidad superficial con otro modo, pero menos seguro.
|
Figura 41. La medici�n de la velocidad al corriente de un r�o
|
Montamos una lancha y flotamos un kilometro (marcado en la orilla) contra la
corriente, despu�s volverse e irse con la corriente, remando con la misma
fuerza.
Supongamos que recorremos los
1000 metros
contra la corriente en
18 minutos,
y a favor de la corriente, en
6 minutos.
Designando la velocidad buscada del r�o a trav�s de
x,
la velocidad de nuestro movimiento en el agua estancada a trav�s de
y
, formemos una ecuaci�n
La velocidad de agua corriente sobre la superficie es
55 metros / segundo,
es decir, la velocidad media ser� cerca de
5/6 metros /segundo
.
Volver
8. Cu�nta agua pasa por el r�o.
De una manera u otra siempre es posible encontrar la velocidad de la corriente
de un r�o. Un poco complicada es la otra parte de la preparaci�n necesaria para
calcular la cantidad del agua corriente, encontrar la superficie del corte
transversal del agua. Para saber la superficie, "el corte vivo" del
r�o necesariamente hay que preparar el plano de aquel corte.
El levantamiento del corte vivo es el siguiente:
Primer m�todo
En el mismo sitio, donde los medimos la anchura del r�o, junto al agua, en
ambas orillas, clavamos dos jalones. Despu�s con un amigo montamos una lancha y
vamos desde un jal�n hasta el otro, todo el tiempo siguiendo exactamente una
l�nea recta, la que une los dos jalones. El amigo debe de ser un buen remero;
adem�s, �l debe ser ayudado por un tercer miembro de trabajo, que estando en la
orilla, observa, para que la lancha siga bien su direcci�n, y en los casos
necesarios dar unos señales al remero, hacia d�nde deber�a girar.
En el primer pasaje por el r�o deberemos contar solamente, cual es la cantidad
de los golpes con los remos �l necesitaba, y desde aqu� saber, cual es la
cantidad de los golpes necesaria para trasladar la lancha en unos
5
o
10 metros.
Cuando hacemos la segunda navegaci�n, pero ahora con un list�n apropiado para
medir, y cada
5 � 10 metros
(medidos mediante la cantidad de los golpes de remo) se hunde el list�n en el
agua verticalmente hasta el fondo del r�o, anotando la profundidad de r�o en
este sitio.
En esta forma podemos medir el "corte vivo" del r�o, si no es muy grande; para
un r�o muy ancho, con mucha agua, se necesitan unos modos m�s dif�ciles. Este
trabajo lo dejaremos para los especialistas. Los aficionados eligen las
Problemas, correspondientes a sus sencillos recursos.
Segundo m�todo.
Para un r�o estrecho y poco profundo no necesitamos una lancha. Entre los
jalones se estira perpendicularmente a la corriente, una cuerda con nudos
hechos cada
1 metro
, y bajando el list�n sobre el cada nudo hasta el fondo, medimos la profundidad
del cauce.
|
Figura 42. El "corte vivo" del r�o
|
Cuando todas las medidas est�n hechas, anotamos en el papel cuadriculado el
plan del corte transversal. Obtenemos una figura, m�s o menos, como vemos en la
Figura 42. Ahora podemos encontrar su superficie, como ella esta dividida en
numerosos trapecios (donde conocemos las bases y las alturas) y por dos
tri�ngulos extremos tambi�n con la base y la altura conocida. Si, la escala del
plano es
1 : 100,
entonces, el resultado lo obtenemos en metros cuadrados.
Ahora tenemos los todos datos para calcular la cantidad de agua corriente.
Evidentemente, a trav�s del corte vivo corre un volumen de agua en cada un
segundo, igual al volumen de un prisma, donde la base es el corte, y la altura,
la velocidad media de la corriente.
Si, por ejemplo, la velocidad media de la corriente en el r�o es
0,4 metros /segundo,
y la superficie del corte vivo, digamos, es
3,5 metros cuadrados,
entonces incesantemente cruzan a trav�s del corte:
3,5 � 0,4 = 1,4 metros c�bicos
de agua por segundo, o 1,4 toneladas (
1 m
3
de agua potable pesa
1 tonelada = 1000 kilogramos).
En una hora:
1,4 � 3 600 = 5 040 m
3
En el periodo de veinticuatro horas:
5 040 � 24 = 120 960 m
3
�m�s de cien mil metros c�bicos!
|
Figura 43. Estaci�n hidr�ulica con potencia de 80 kilovatios de una artel
agr�cola de Burmakin; da energ�a para los siete koljoces.
|
En tal caso el r�o con el corte vivo de
3,5 metros
2
es un r�o pequeño: �l puede tener, digamos,
3,5 metros
de anchura y de
1 metro
de profundidad, es posible de vadear, pero �l tiene guardada mucha energ�a
capaz de convertirse en electricidad. �Cu�nta agua corre durante el periodo de
veinticuatro horas por un r�o como el Neva, si a trav�s de su corte vivo pasan
3.300 metros
3
de agua?
Es el "consumo medio" de agua en el Neva de San Petersburgo. "El
consumo medio" de agua en el Dnepro de Kyev es de
700 metros
3
.
|
Figura 44. La medici�n del corte vertical de las orillas
|
Los prospectores j�venes y los constructores futuros de su central
hidroel�ctrica necesitan saber cual es la presi�n de agua sobre las orillas de
r�o, es decir, cual diferencia de niveles podr�a formar la presa (Figura 43).
Por eso en
5 a 10 metros
de las orillas del agua en colocan dos estacas, habitualmente sobre la l�nea
perpendicular al corriente del r�o. Pasando despu�s sobre esta l�nea, se ponen
pequeños piquetes en los sitios de la fractura litoral (Figura 44). Con
ayuda de las reglas se mide la sobresaliente a uno sobre el otro piquete y la
distancia entre ellos.
Con los datos de medici�n se hace el plano del perfil del litoral
anal�gicamente al dibujo del perfil de cauce.
Por el perfil del litoral podemos calcular magnitud de la presi�n.
Supongamos que la presa sube el nivel de agua hasta
2,5 metros.
En este caso podemos calcular la potencia posible de la central hidroel�ctrica.
Para esto los ingenieros electricistas nos recomiendan multiplicar
1,4
("consumo" del r�o por segundo) por
2,5
(la altura del nivel de agua) y por
6
(el coeficiente dependiente de la p�rdida de energ�a en las maquinas). El
resultado tenemos en kilovoltio. Entonces,
1,4 � 2,5 � 6 = 21 kilovoltio.
Como los niveles del r�o cambian a lo largo del año, el consumo tambi�n
lo hace, para el c�lculo tenemos que saber el valor t�pico de consumo de agua
anual.
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9. La rueda de agua.
Problema
La rueda provista de paletas se instala en el fondo del r�o (Figura 45). �C�mo
va girar la rueda, si la corriente toma la direcci�n hacia la izquierda?
Soluci�n
La rueda se gira contra el reloj. La velocidad de la corriente de las capas m�s
profundas es menor que la velocidad de las capas superiores de la corriente,
entonces, la presi�n sobre las paletas de arriba sea mayor, que la de abajo.
Volver
10. La placa irisada.
En un r�o, donde baja el agua desde una f�brica, podemos observar las manchas
coloradas. Aceite, bajando al r�o junto con agua de la f�brica, deja en la
superficie del r�o estas manchas ligeras. �Podemos saber, aproximadamente, la
anchura de una de estas placas?
La Problema parece complicada, pero soluci�n no es tan dif�cil. Noten que
nosotros no vamos a medir la anchura de la placa ahora mismo. La calcularemos
de manera indirecta.
Cogemos una cantidad de aceite mec�nico, por ejemplo,
20 gr
y lo echamos al agua, lejos de la orilla, por supuesto. Cuando la placa tome la
forma de un c�rculo, medimos aproximadamente su di�metro. Sabiendo el di�metro,
encontraremos la superficie. Y como sabemos el volumen (se calcula por el
peso), entonces no ser� dif�cil encontrar la anchura buscada de la placa.
Miraremos atentamente el ejemplo.
|
Figura 45. �El que sentido tome la rueda?
|
Problema
Un solo gramo de petr�leo, est� formando una charca de
30 cent�metros
di�metro
.
�Cu�l es la anchura de la placa petrolera encima de agua? Un cent�metro cubico
del petr�leo pesa
0,8 gr.
Soluci�n
Encontraremos el volumen de la placa, el cual, evidentemente, es igual al
volumen cogido de petr�leo. Si 1 cm
3
de petr�leo pesa
0,8 gr,
entonces, para un gramo es
1/0,8 = 1,25 cm3
o
1.250 mm
3
.
La superficie del c�rculo con el di�metro de
30 cent�metros,
o
300 mil�metros,
es
70.000 mm
2
.
La anchura buscada es igual al volumen, dividido por la superficie:
La medici�n directa con las medios habituales, evidentemente, no es posible.
Las placas que forman el aceite y el jab�n son las capas m�s finas, como
0,0001 mm
y menos.
�"Una vez, cuenta el f�sico ingles Boyz en su libro "Pompas de
jab�n", hice esta prueba en un estanque. En la superficie del agua echo
una cucharada del aceite de oliva. Inmediatamente se ha convertido en una
mancha grande, con el di�metro
20 a 30 metros.
�Como la mancha es mil veces mayor por su longitud y por su anchura sobre la
cuchara, pues, la capa del aceite sobre agua tiene que ser, aproximadamente,
una millon�sima parte de la anchura dentro de cuchara, o m�s o menos
0,000002 mil�metro.
"�
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11. Los c�rculos en el agua.
Problema
Mas de una vez, por curiosidad, miramos atentamente los c�rculos encima de agua
estanca, formados al tirar a una piedra (Figura 46). No es dif�cil de explicar
este fen�meno de la naturaleza: la agitaci�n extiende desde un punto principal
en todas direcciones con la misma velocidad; por eso en cada momento todos los
puntos perturbados se alejan la misma distancia del punto de aparici�n de la
perturbaci�n, es decir, sobre la una circunferencia.
|
Figura 46. Los c�rculos sobre el agua
|
�Pero qu� pasa en el agua corriente? �Tienen las olas originadas por una piedra
tirada, formar un c�rculo o su forma es alargada?
En primer lugar, parece que en el agua corriente las olas deber�an alargarse y
tomar el sentido del r�o: la agitaci�n en el agua corriente es m�s r�pida, que
en los sentidos laterales. Por eso, las partes excitadas de la superficie
acu�tica, tienen que formar una l�nea curva larga y cerrada, pero, por ninguna
manera forman la circunferencia.
En la realidad, no es as�. Tirando las piedras en una corriente del r�o muy
r�pido, podemos asegurar que las olas son circulares, son las mismas como en
aguas estancadas. �Por que?
Soluci�n
El motivo es siguiente. Si el agua no se mueve, las olas son circulares. �El
que cambie viene con la corriente? La corriente lleva cada punto de esta ola en
la direcci�n, marcada por las flechas (Figura 47, a la izquierda), adem�s,
todos los puntos traspasan por las l�neas paralelas con la misma velocidad, es
decir, sobre las mismas distancias.
|
Figura 47. La corriente de agua no cambia la forma de las olas
|
"El traspaso paralelamente" no cambia la forma de una figura.
Exactamente, al final de este traspaso el punto
1
(Figura 47, a la derecha) aparece un punto
1',
el punto
2
en el punto
2',
y etc.; el tetr�gono
1 2 3 4
se cambia por el tetr�gono
1' 2' 3' 4',
los cuales son iguales, como podemos ver, toman las formas de los dos
paralelogramos,
1 2 2' 1', 2 3 3' 2', 3 4 4' 3'
y etc. Tomando en la circunferencia m�s de cuatro puntos, obtenemos pol�gonos
iguales; por fin, cogiendo una cantidad de puntos infinita, entonces, obtenemos
una circunferencia.
Por eso el movimiento del agua no cambia la forma de una ola, en el agua
corriente ellas son c�rculos. La �nica diferencia es, que en la superficie de
un estanco los c�rculos no se mueven (sin contar que ellos se divergen desde su
centro); en la superficie de un r�o los c�rculos se mueven junto con su centro
y con la misma velocidad de la corriente.
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12. Un ob�s fant�stico.
Problema
Empezaremos con la Problema, la cual parece no tiene ninguna relaci�n con todo
que estamos investigando, pero despu�s, como los veremos, va en el mismo
sentido.
Imaginaremos una bomba de ob�s, volando hacia arriba; comienza a bajar y de
repente se hay una explosi�n; los cascos de metralla vuelan por todos partes.
Los cascos son esparcidos con la misma fuerza que vuelan, sin encontrar ninguna
resistencia en el aire. Pregunta: �Qu� destino forman los cascos pasado un
segundo despu�s de la explosi�n, antes de llegar a la tierra?
Soluci�n
La Problema es semejante a la anterior, sobre los c�rculos en el agua.
Pareciera que los cascos tienen que formar una figura, alargada hacia bajo, en
el sentido de la ca�da; porque los cascos, lanzados hacia arriba, vuelan m�s
despacio, que los lanzados hacia abajo.
No es dif�cil de demostrarlo, cuando los cascos de nuestra imaginada metralla
tomen la forma de un globo. Imaginaremos en un segundo, que la gravitaci�n no
lo existe; entonces, por supuesto, todos los cascos durante un segundo se
alejan una determinada distancia desde su centro explosivo, es decir, forman la
superficie del globo. Y si ahora incluimos la gravitaci�n, por su influencia
los cascos deber�an bajar; y como sabemos, que todos los cuerpos bajan con la
misma velocidad, entonces, los cascos durante en un segundo bajar�n la misma
distancia, y adem�s, sobre las l�neas paralelas. Por eso es que mantiene la
misma forma, la de globo.
As� es, los cascos del ob�s fant�stico deber�an formar un globo, el que parece
hincharse, en la medida que bajan con la velocidad de la ca�da libre.
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13. La ola de quilla
.
Volvemos otra vez al r�o. Estado en un puente, atentamente miraremos en el
rastro dejado por un barco. Vamos a ver como de la proa se separan, sobre el
�ngulo, dos crestas de olas (Figura 48).
�Por qu� ellas aparecen? �Y por qu� el �ngulo entre ellas cuando es m�s agudo,
m�s r�pido va el barco?
Para tener m�s claridad en la causa de la aparici�n las dos crestas, volvemos
otra vez a los c�rculos divergentes en superficie acu�tica, aparecidos por los
pedruscos tirados.
Tirando al agua los pedruscos con cierto intervalo, podemos observar en la
superficie unos c�rculos de tamaños diferentes; adem�s el pedrusco
tirado m�s tarde forma �l circulo m�s pequeño. Y si tiramos los
pedruscos a lo largo de una l�nea recta, entonces, los c�rculos formados en su
conjunto aparecer�n parecidos a las olas delante de la proa. Mientras m�s
pequeño es el predusco tirado y mayor su frecuencia mayor ser� la
semejanza. Hundiendo en el agua un palito y llev�ndolo sobre la superficie de
agua, es como substituimos la ca�da los pedruscos irregulares por algo continuo
y podemos reproducir la ola, la que vemos delante de la proa del barco.
Falta de añadir un poco para tener la claridad. Hundi�ndose en el agua,
la proa del barco en cada segundo forma la misma ola circular, como la piedra
tirada.
|
Figura 48. La ola de quilla
|
El circulo se aumenta, pero en este momento el barco tira para adelante y forma
la otra ola circular, detr�s de cual viene tercera, y etc. La formaci�n
irregular de los c�rculos, procedida por los pedruscos es substituida por su
aparici�n continua, as� como podemos ver en la Figura 49.
Encontr�ndose las crestas de olas vecinas se rompen una a otra: intocables son
aquellas dos partes de la circunferencia, los que est�n en sus partes
exteriores. Uni�ndose, estas partes exteriores forman las dos crestas
ininterrumpidas, teniendo la posici�n de los tangentes exteriores sobre todas
olas circulares (Figura 49, a la derecha).
|
Figura 49. Como aparece la ola de quilla.
|
As� es como aparecen las crestas, las que los vemos detr�s del barco, y detr�s
del cualquier cuerpo, movi�ndose sobre la superficie de agua.
De aqu� se ve, que este fen�meno es posible solamente cuando el cuerpo mueve
m�s r�pido
que las olas del agua. Si llevamos el palito sobre el agua lentamente,
entonces, no podemos observar las crestas: Las olas circulares est�n situadas
una entre otra y, entonces ser� imposible trazar la tangente com�n.
Las crestas divergentes las podemos observar en otro caso, cuando el agua corre
frente a un cuerpo parado. Si, la corriente del r�o es bastante r�pida,
entonces, las crestas aparecen en el agua, contorneando los pilares de un
puente. Adem�s esta forma de olas se ve con m�s claridad, que aquellas que deja
el barco, donde su forma no es perturbada por la acci�n de la h�lice.
Aclarada esta acci�n geom�trica, probamos a resolver otra Problema.
Problema
�De qu� depende la amplitud angular entre ambos ramas de la ola de quilla de un
barco?
Soluci�n
Dibujaremos desde el centro de las olas circulares (Figura 49, a la derecha)
los radios hasta las partes correspondientes de la cresta rectil�nea, es decir,
hasta los puntos de la tangente general. Es f�cil de comprender, que el
OB
es el camino, dejado por el barco durante de un tiempo, y
OA,
la distancia, hasta el cual en mismo tiempo se extender�a la agitaci�n.
La proporci�n
OA / OB,
es el seno del �ngulo
OBA ,
pero al mismo tiempo �sa es la proporci�n de las velocidades de la agitaci�n y
el barco. Entonces, el �ngulo
B
entre la cresta, es como el doble �ngulo, del cual el seno es igual a la
proporci�n de la velocidad corriente de las dos olas circulares sobre la
velocidad del barco.
La magnitud de la velocidad de las olas circulares en el agua, m�s o menos es
igual para todos los barcos; por eso el �ngulo de la divergencia de las ramas
de la ola de la quilla depende, principalmente de la velocidad del barco: el
seno de la mitad del �ngulo casi siempre es proporcional de esta velocidad. Y,
al contrario, por el tamaño del �ngulo podemos determinar, en cuantas
veces la velocidad del barco es mayor de la velocidad de las olas. Si, por
ejemplo, el �ngulo entre los ramos de una ola de quilla es
30�,
como para la mayor�a de los buques, entonces, el seno de su mitad (
seno 15�)
es
0,26;
es decir, la velocidad del barco es mayor que la de la corriente de las olas
circulares en
1/0,26,
es m�s o menos en cuatro veces.
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14. La velocidad de los proyectiles.
Problema
Las olas, parecidas a las que acabamos de discutir, aparecen en el aire a
trav�s de una bala disparada o de un proyectil de artiller�a.
Existen muchas maneras de hacer las fotos de un proyectil volando; en la Figura
50 son dos im�genes reproducidas por los proyectiles, circulando no con la
misma rapidez. En ambos dibujos claramente podemos ver lo que nos interesada a
nosotros "la ola de cabeza"(como se llaman a ella en estos casos).
|
Figura 50. La ola de la cabeza en el aire, creada por un proyectil volado.
|
Su aparici�n es parecida a la ola de quilla de un barco.
Y aqu� se utilizan las mismas proporciones geom�tricas: el seno de la mitad del
�ngulo de la separaci�n de las olas de cabeza, es igual a la proporci�n de la
velocidad de la agitaci�n sobre la velocidad del proyectil volado. Pero la
agitaci�n en el aire se transmite con una velocidad, cerca de la velocidad de
sonido, es
330 metros / segundo.
Teniendo la foto de un proyectil volando, encontrar la aproximadamente su
velocidad es f�cil. �C�mo podemos encontrar para estos dos im�genes?
Medimos el �ngulo de separaci�n de las dos ramas de la ola de cabeza en la
Figura 50.
En primer caso tiene ~
80�,
en otro, ~
55�
. Mitad de ellos es
40�
y
27�� .
El
seno 40� = 0,64, seno 27�� = 0,46.
Por lo tanto, la velocidad de agitaci�n de la ola de aire, es decir,
330m,
es en el primer caso
0,64
de la velocidad del vuelo, y en el otro
0,46.
De aqu� se desprende la velocidad de primer proyectiles
y del segundo:
Como vemos, bastante simples razones geom�tricas, a parte de la ayuda de la
f�sica, podemos resolver la Problema, a primera vista muy complicada: por una
foto de un proyectil volando podemos encontrar su velocidad en el momento.
(Este c�lculo es aproximado, por supuesto, porque no se han tenido en cuenta
algunas circunstancias).
Problema
A quien desea, por su propia cuenta, hacer el calculo de la velocidad de unos
n�cleos, aqu� lo tienen los tres im�genes de los proyectiles, volando con las
velocidades distintas (Figura 51).
|
Figura 51. �C�mo encontrar la velocidad de los proyectiles?
|
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15. La profundidad de un estanque.
Los c�rculos sobre la superficie de agua nos desviaron la atenci�n hacia el
asunto de la artiller�a. Volveremos otra vez junto al r�o y examinaremos una
Problema hind� sobre una flor.
De viejos tiempos viene una tradici�n india, que es proponer una Problema en
verso.
Problema
Sobre un lago tranquilo,
Tamaño del medio pie,
se levant� la flor de una maravilla.
Creci� solita, sin familia.
Y de repente vino aquel viento fuerte
Que se llevo as�, para atr�s.
No, no existe m�s flor,
Pero no, la encontr� un pescador
durante los d�as de primavera nueva
A dos pies del sitio natal
As� lo tengo la Problema:
�Cu�l es del lago la profundidad?
|
Soluci�n
Indicaremos (Figura 52) la profundidad buscada
CD
del estanque a trav�s de
x,
despu�s sobre el teorema de Pit�goras, tenemos:
BD
2
� x
2
= BC
2
,
Es decir
|
Figura 52. La Problema india sobre la flor de loto
|
Cerca de la orilla de un r�o o de un estanque no muy profundo podemos encontrar
una planta acu�tica, la que deja un material real para una Problema semejante:
sin ning�n instrumento, sin mojarnos los pies y las manos, podemos encontrar la
profundidad de un estanque en este sitio.
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16. El cielo estrellado en el r�o.
El r�o por la noche tiene para nosotros una Problema. Recuerdo como Gogol tiene
una descripci�n del Dnepro:
�"Las estrellas brillan encima del mundo y todas juntas se reflejan en el
Dnepro.
A todas ellas tiene el Dnepro dentro de su seno: Ninguna puede escaparse,
quiz�s, cuando se apague en el cielo."�
Es cierto, cuando est�s en la orilla de un r�o ancho parece que en el espejo
acu�tico se refleja toda la c�pula de estrellas. �En realidad, es as�? �Todas
los estrellas se "reflejan" en el r�o?
Haremos un plano (Figura 53):
A �
el ojo del observador, estado en la orilla de r�o, cerca de lugar cortado al
pico,
MN �
es la superficie de agua.
�Cuales ser�n las estrellas que puede ver en agua el observador desde el punto
A
?
Para contestar a esta pregunta, trazaremos desde el punto
A
una perpendicular
AD
hacia la recta
MN
y continuaremos en la misma direcci�n, hasta el punto
A'.
Si el ojo del observador est� en el punto
A'
, �l podr� ver solamente aquella parte del cielo, el cual esta dentro del
�ngulo
BA'C.
El campo visual es lo mismo mirando desde el punto
A.
Las estrellas que est�n fuera de este �ngulo, no puede ver; sus rayos
reflejados pasan fuera del campo visual de sus ojos.
|
Figura 53. La parte del cielo estrellado que podemos ver estrellas en el agua
|
�C�mo podemos asegurarnos? �C�mo demostrar, que, por ejemplo, la estrella
S
, que est� fuera del �ngulo
BA'C,
no puede verla nuestro observador en el espejo de r�o? Sigamos detr�s de su
rayo, cayendo cerca de la orilla en el punto
M;
el se refleja, de acuerdo a las leyes de la F�sica, en un �ngulo igual al
�ngulo de incidencia
SMP
y, por lo tanto, menor del �ngulo
PMA
(es f�cil de demostrarlo aprovechando la igualdad de los tri�ngulos
ADM
y
A'DM
); entonces, el rayo reflejado deber�a pasar de largo
A.
Adem�s pasar�n de largo de los ojos del observador los rayos de la estrella
S,
reflejadas en los puntos, situadas m�s distante del punto
M.
|
Figura 54. En un r�o estrecho con las orillas bajas verlo en el espejo acu�tico
de un r�o
|
Entonces, descripci�n de Gogol mantiene su vigencia: En el Dnepro no se
reflejan todas estrellas, y tal vez menos de la mitad del cielo estrellado.
Adem�s, lo curioso es que gran extensi�n del cielo estrellado no es visto en un
r�o ancho. En el r�o m�s estrecho y con las orillas bajas podemos observar casi
la mitad de cielo(es decir, m�s que en un r�o grande), sin inclinarnos cerca de
agua.
Es f�cil comprobar este asunto, haciendo la construcci�n de un campo visual.
(Figura 54)
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17. Un camino a trav�s del r�o.
Problema
Entre los puntos
A
y
B
pasa el r�o (o un canal) con las orillas m�s o menos paralelas (Figura 55)
Necesitamos construir a trav�s del r�o un puente en �ngulo recto con sus
orillas. �D�nde tenemos que elegir el sitio para el puente, para que el camino
desde
A
hasta el
B
sea m�s corto?
|
Figura 55. Donde debemos construir el puente para que el camino sea m�s corto
|
Soluci�n
Pasando a trav�s del punto
A
(Figura 56) una l�nea recta, perpendicular hacia el sentido de r�o y marcar
desde el
A
el segmento
AC
, igual a la anchura del r�o, unimos
C
con
B.
Despu�s en el punto
D
necesitamos construir el puente, para el camino desde el
A
hasta el
B m�s
corto.
|
Figura 56. El sitio elegido para la construcci�n esta bajo �ngulo recto sobre
las orillas.
|
En realidad, construyendo el puente
DE
(Figura 57) y uniendo el
E
con el
A,
obtenemos el camino
AEDB,
donde la parte
AE
es paralela al
CD
(
AEDC,
es paralelogramo, as�, como los lados enfrentados
AC
y
ED
son iguales y paralelos.) Por eso, el camino
AEDB
por su longitud es igual al camino
ACB.
Es f�cil demostrar que el cualquier otro camino va ser m�s largo. Supongamos
que existiera otro camino
AMNB
(Figura 58) m�s corto que
AEDB,
es decir, m�s corto que
ACB.
Uniendo
C
con
N
vemos que
CN
es igual
AM.
Entonces, el camino
AMNB = ACNM.
Pero
CNB,
evidentemente, es m�s que
CB;
entonces,
ACNB
es mayor que
ACB,
y
por lo tanto, mayor que
AECB.
As� vemos que el camino
AMNB
no es m�s corto, es m�s largo que el camino
AEDB.
|
Figura 57. El puente hab�a construido
|
Este razonamiento es aplicable a cualquier situaci�n del puente, si coincide
con
CD;
o sea, el camino
AEDB
realmente es m�s corto.
|
Figura 58. El camino AEDB � realmente es m�s corto
|
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18. Construir dos puentes
.
Problema
Probemos imaginar un caso m�s complicado, cuando necesitamos encontrar el
camino m�s corto desde
A
hasta
B
a trav�s del r�o, pero ahora cruzando doblemente el r�o bajo �ngulo recto sobre
las orillas (Figura 59) �En que sitios tenemos que construir los puentes?
Soluci�n
Deberemos desde el punto
A
(Figura 59, a la derecha) trazamos el segmento
AC,
igual a la anchura del r�o en la primera parte y perpendicular a sus orillas.
Desde el punto
B
se pasa el segmento
BO
, igual a la anchura del r�o en la segunda parte y tambi�n perpendicular a las
orillas. Unir los puntos
C
y
D
. En el punto
E
se construye el puente
ED,
en el punto
G,
el puente
GH.
El camino
AFEGHB
es el camino buscado m�s corto desde el
A
hasta el
B.
|
Figura 59. Los dos puentes construidos
|
Como puede ver el lector, se razona en forma semejante al ejemplo anterior.
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