El Almendro

El Almendro

Andevalo- Huelva

Historia del Almendro

Los pormenores de la ocupación romana de esta zona están aún por investigar y definir, a excepción de un pequeño asentamiento rural del siglo IVd.c denominado Alto de Alfayate, localizado en los alrededores del vecino pueblo de El Granado. En cualquier caso, parece que la zona fue de vital importancia para comunicar la desembocadura del Guadiana con los cotos mineros del Andévalo occidental, lo que indica que deberían existir poblamientos, aunque posiblemente pequeños y diseminados.

En época islámica si se ha localizado un asentamiento de reducidas dimensiones en la llamada Cabeza del Buey, en el término municipal de El Almendro, de segura cronología medieval, a juzgar por la falta de elementos de construcción romanos y la abundancia de tejas medievales de bordes digitados. Se especula que este antiguo núcleo de población se corresponde con un precedente medieval de OSMA, aldea que dará origen al actual Almendro a principios del S.XVI.
Jurisdiccionalmente, lo más probable es que toda esta zona estuviese sujeta a la ciudad de Niebla (Iqlim Madina Labla) hasta aproximadamente el 1240. A partir de esta fecha, y con la conquista de gran parte del Andévalo Occidental por D. Pelay Pérez Correa, comendador de la Orden de Santiago, éstos poblamientos perdurarían como aldeas mudéjares, primero bajo soberanía portuguesa y luego como parte del concejo de Sevilla, antes de que pudiera efectuarse la repoblación cristiana del alfoz de Niebla a finales del siglo XIII. Es precisamente en estos momentos, con los esfuerzos repobladores de Alfonso X en la Sierra de Niebla, cuando debió surgir la aldea de Osma como tal (entre 1284-1290), con la gran suerte de su pervivencia durante largos años bajo una coyuntura en la que este hecho se hacía francamente difícil.

La vida económica de los primeros años de Osma giraría en torno al aprovechamiento pastoril de sus dehesas, y a tenor del nombre por la que se le paso a conocer lo más probable es que su población fuese en gran medida de origen castellano-soriano.

Ya en el siglo XIV, es imprescindible tomar en consideración la conjunción de los siguientes factores para entender la historia de Osma: por un lado, su ubicación estratégica sobre el Camino de la Raya, que regulaba el comercio con Portugal desde la Tierra Llana de Huelva; y por otro lado, su adscripción al concejo de Niebla en contínua pugna con el señorío de Gibraleón, en poder de la familia de la Cerda, que aspiraba adueñarse de gran parte de las tierras de Niebla y controlar de este modo el comercio con Portugal.
En virtud de estas disputas entre Niebla y Gibraleón, la aldea de Osma sufriría la pérdida de parte de su término y se encontraría rodeada de fortalezas pertenecientes a los señores de Gibraleón, como es el caso de El Castillo de El Castro localizado en el denominado Cerro Pié del Castillo. En consecuencia, Osma hubo de buscar apoyo en las vecinas aldeas de Niebla, entre ellas la mejor protegida Alfayat de la Peña, donde se encontraba el Castillo del Aguila, a cuyo mantenimiento aún contribuía en el sXVI.
Sobre el transfondo de estas buenas relaciones mutuas de protección debió surgir la leyenda que emparenta a la Virgen de Piedras Albas, patrona de Osma (actualmente de El Almendro), con la Virgen de la Peña, patrona de La Puebla de Guzmán.

En la segunda mitad de siglo XIV Niebla dejó de ser tierra realenga para convertirse en un poderoso Condado perteneciente a la familia de los Guzmanes. Llegarían nuevos tiempos para la tierra de Niebla que viviría un nuevo impulso repoblador y una mayor seguridad de sus términos de la que había podido conseguir el concejo de Niebla, agobiado e impotente ante las apetencias de los señores de Gibraleón.
Pero a partir de la segunda mitad del siglo XIV también trajo cambios para el señorío de Gibraleón, que ahora en poder de la familia de los Stuñiga, afianzó su control sobre el Camino de la Raya con el repoblamiento de la aldea de Villanueva de los Castillejos, y la fundación de la aldea de El Granado en la segunda mitad del siglo XV.
Bajo este panorama, el entonces Conde de Niebla y Duque de Medina Sidonia, ordena el traslado de Osma al lugar de El Almendro, a fin de contrarrestar al enclave de Villanueva de los Castillejos, alegando problemas de salubridad, si bien, es claro que el objetivo era meramente estratégico. Esto ocurría en el año 1519.

A partir de esta fecha Osma forma parte del pasado de aquéllos que la habitaban y El Almendro se transforma en la nueva realidad que ha llegado hasta nuestros días.

Durante la traumática guerra con Portugal (1640-1668) la zona estuvo muy castigada por las continuas incursiones que provocaron una gran emigración, la muerte de algunos de sus habitantes y un clima psicológico de terror. A ello se debe añadir la peste del año 1649 y la disminución de los terrenos cultivados, que provocaron frecuentes hambrunas. Sin embargo, en 1693 observamos cierta recuperación, al contar la aldea con una población de 118 vecinos (470 habitantes).

Con el discurrir del tiempo El Almendro se ha definido como un pueblo de jornaleros. En el siglo XVIII constituyen casi toda la población, sin embargo la proximidad con Portugal era un factor determinante en la vida económica de la localidad, "...la principal entrada es el tráfico de harriería, especialmente con Portugal, trayendo pieles y cera para labrarla y conducir a venderla a otras partes..." (Bendala, Collantes, Falcón y Jiménez, 1992). Por este motivo, en aquella época se encontraban en la localidad cuatro lagares o molinos de cocer cera en amarillo, que anualmente labraban dos mil arrobas, siete cererías para blanquearlas, once molinos de viento especiales para trigo y otras semillas que molían 2.500 fanegas anuales, y un batán de vestir, que batanaba con facilidad las bayetas que manipulaban y tejían las mujeres del lugar y de las cercanías.

Desde su traslado a la Fuente de El Almendro la estructura urbana se ha ido definiendo. Una vez construidos el Ayuntamiento y la Iglesia la población crece centrífugamente, dibujándose una arquitectura popular de casas blancas y cuidadas. A finales del siglo XVIII -1786- sus vecinos siguen perteneciendo al señorío del duque de Medina Sidonia, constituyendo su población 260 vecinos (unos mil habitantes).

Durante la Guerra de la Independencia El Almendro se convirtió en cuartel general y teatro de operaciones de las tropas españolas que actuaban en la frontera con Portugal. Esto reportará grandes sufrimientos a sus vecinos que debían alojar y mantener a los ejércitos; para ello, tanto su ayuntamiento como vecinos debieron arrendar a la fuerza la única dehesa de propios que poseían, con lo que se quedaban sin una de sus principales fuentes de financiación.
En el primer tercio del siglo XIX El Almendro sale del señorío y pasa a formar parte de la nueva provincia que se crea, Huelva. A mediados del siglo ha perdido población con respecto al siglo XVIII, consecuencia de la huida masiva a Portugal durante la Guerra de la Independencia, contando con unos 800 habitantes que viven en un término con escasa vocación agrícola donde se siembra casi exclusivamente trigo y avena. El paisaje está salpicado de caminos de herradura en pésimas condiciones, pero ya se bosqueja un modesto sector industrial de sombreros calañeses, lagares de cera, molinos de viento y telares.

En el siglo XX se produce una cierta recuperación económica, auspiciada por la actividad minera que generó abundante mano de obra y permitió que se produjera un considerable crecimiento poblacional. Una vez finalizada esta etapa, con el desmantelamiento de las explotaciones de mineral, la ausencia de movimiento económico produce una emigración masiva hacia países como Alemania, que finalizaría con el retorno de gran parte de los emigrados en los últimos años de la década de los ochenta y siguiente.

 

Lugares de Interés

Molino Pie de Castillo
Se trata de uno de los pocos molinos de trigo que perduran de los construidos en el S.XVIII, época en la que éstos proliferaron en la localidad. Actualmente está en fase avanzada de rehabilitación para su nueva puesta en funcionamiento, reproduciendo la maquinaria originaria. Su visita presenta el interés añadido de deleitarse con las estupendas vistas que ofrece la cumbre del cerro donde se sitúa, que alberga además las ruinas de un antiguo castillo.

Ermita de Ntra. Sra. de Piedras-Alba

Está situada en el bellísimos paraje de Prado de Osma a 6 Km. de El Almendro. La Iglesia data del S.XV y es de una sola nave cubierta con bóveda de cañón con cuatro lunatos y un presbiterio escasamente diferenciado. Cabe destacar que la ermita está rodeada de montes, cañadas y al frente se alza el cerro denominado Cabeza del Buey, que en su día albergó el primer asentamiento localizado en el municipio.

Iglesia de Ntra. Sra. de Guadalupe

De planta rectangular, está formada por tres naves, con la cabecera compuesta por un crucero y tres capillas en el presbiterio. Algunas de sus partes, como las naves y columnas se piensa que se pudieron levantar en el último cuarto del s.XVI. Ha sufrido múltiples reformas hasta llegar al estado actual. En 1936 fue saqueada, destruyéndose sus 12 retablos y 43 imágenes. A pesar de todas estas pérdidas su visita guiada se hace muy interesante por el cúmulo de anécdotas y curiosidades que albergaron sus muros a lo largo de su historia.


Peña Maya


El paraje conocido como Peña Maya, situado en el linde norte del casco urbano de El Almendro, consiste en una formación geológica de época cuaternaria, de unos 100 metros de altura y abrupta configuración.
Este lugar emblemático en el municipio, ha sido tradicionalmente parada ineludible de todos aquellos que nos han visitado, ya que su privilegiado emplazamiento ofrece desde su cumbre excepcionales vistas de los dos pueblos (El Almendro y Villanueva de los Castillejos) , proporcionandole un encanto especial a la localidad que, con un trayecto ascendente de sus calles, cada vez más empinadas, queda coronada por esta peña.
Antiguamente, sobre este lugar descansaba la Ermita de San Sebastián y dos molinos, de los que a penas quedan restos. Actualmente, durante el mes de agosto, se celebran distintas pruebas de Bike Trial, puntuables para el Campeonato de Andalucía.

Sierra Abuela

Se trata de uno de las cumbres más elevadas de El Andévalo cubierta de densos pinares. Para su uso y disfrute se la ha dotado de un merendero con barbacoas y de un mirador desde donde se divisan los pueblos de la comarca y hasta Portugal en los días claros.

Minas de La Isabel, Cantinas y Parador


Se trata de tres pequeñas aldeas mineras situadas a unos 15 kms de la población. A esta zona van asociados varios proyectos: la construcción de una granja escuela y de la Presa de El Andévalo, donde se ejecutarán intervenciones enfocadas al turismo rural (adecuación medioambiental del entorno, dotación de infraestructura para el desarrollo de deportes naúticos, etc).

Via Verde Ferrocarril del Guadiana


Aprovechando el antiguo trazado el ferrocarril del mineral, se ha establecido una ruta de baja dificultad ideal para recorrerla tanto a pie, como a caballo o bicicleta. Además del atractivo de un paisaje forestal que se abre al Guadiana, muy distante de la circulación de personas y coches, podemos visitar antiguas aldeas que nos acercarán a una realidad histórica de la provincia de Huelva: la explotación minera.

 

Fiestas Populares


Fiestas Patronales en honor de San Sebastián

A lo largo del fin de semana se desarrolla un nutrido programa de actos culturales, lúdicos y deportivos que varían cada año, manteniéndose como tradición la coronación de la reina de las fiestas la noche del sábado que da paso a la popular verbena. Por último, el domingo, tras la misa el Santo es sacado en procesión escoltado por Los Cirochos, danza típica de la localidad.

Muerte de Judas

Judas representado mediante un muñeco de trapo es transportado en un burro desde una huerta cercana hasta el centro del pueblo, aquí lo cuelgan y lo queman. Termina la fiesta con un magnífico castillo de fuegos artificiales.

Tradicional y popular Romería de Nuestra Sra. de Piedras Albas


Romería en honor y exaltación de Santa María de Piedras Albas, patrona de El Almendro y Villanueva de los Castillejos. Esta celebración profano-religiosa se lleva a cabo tras la Semana Santa, comenzando el Domingo de Resurrección y concluyendo el miércoles siguiente (Miércoles de los Burros, que hoy prácticamente ya no se celebra).
El día principal es el Martes de Pascuas, día de Piedras Albas. En estas fechas los romeros, llamados aquí piedralberos, acuden hasta el lugar conocido como Prado de Osma, antiguo asentamiento de El Almendro, donde está enclavada la Ermita de Piedras Albas, regresando cada noche a sus localidades de origen. El camino de los romeros suele hacerse a caballo o haciendo uso de algún tipo de carruaje, la duración de este trayecto es corta, de aproximadamente unas dos horas.

San Juan


En las Vísperas de San Juan, a las doce de la noche, es tradición ir a lavarse la cara en una fuente para lograr el amor. El fin de semana más cercano se celebran los bailes típicos alrededor del "mastro" (fuste de madera adornado con flores).

Jornadas Culturales


A lo largo de una semana tienen lugar numerosas actividades cuyo objetivo es dar a conocer la riqueza cultural de este municipio: teatros, exposiciones, conciertos, reproducción de escenas de la vida cotidiana en el mundo rural: matanza, trilla..., galería de artesanía, exhibiciones ecuestres, degustaciones gastronómicas y un largo etcétera.

Misa de la Paz


También llamada "Pascuas chicas", conmemora la expulsión del ejército francés de estas tierras en 1811. Básicamente consiste en una comida en el campo, a la sombra de las encinas.

Gastronomía


Conejo en Salsa:

En una cazuela se calienta un poquito de aceite. Se pela una cabeza de ajo y se fríe junto con unos trozos de pimiento. A continuación, se le añade el conejo troceado, se rehoga un poco y se le echa el vino dejándolo hervir un ratito. Para terminar le agregamos el agua y dejamos cocer hasta ponerse tierno

Pollo con almendras:

En primer lugar se corta el pollo a trozos y se fríe hasta dorarlo. Se coloca en una cazuela. Con el aceite resultante de haber frito el pollo, freir los ajos y las almendras picadas. Añadirlo todo al pollo, conjuntamente con el vino y el agua. Sazonar con sal y pimienta. Antes de servir, batir la yema y una cucharada de agua para agregárselo al pollo.

Coscaranes:

Se bate todo muy bien hasta conseguir una masa que se pueda trabajar con las manos. Seguidamente se van cortando trozos y dándole la forma. Se fríen en abundante aceite caliente y se les añade la miel.

Tarta de zanahorias:

Se cuecen las zanahorias y junto con los demás ingredientes se pasan por la batidora. A continuación, colocamos todo en un molde y lo metemos en el frigorífico

Tarta de pan:

Precalentar el horno. En el molde que se va a utilizar se pone la mantequilla con un poco de azúcar, se corta la fruta en láminas finas y se rehoga hasta que esté un poco blanda. En un bol aparte se baten los huevos con el azúcar, se echa la nata y se añade leche hasta completar dos tazas. Se corta el pan duro (sin corteza)en finas láminas y se añade a la mezcla así como la fruta, se deja reposar para que se ablande el pan y se echa en el molde que ya está untado de mantequilla y se mete al horno a temperatura media durante 45 minutos.

Revoltillos:

Se toman uno a uno los revoltillos y se rellenan con la hierbabuena, la cebolla, perejil y jamón. A continuación se vuelven a atan y nos disponemos a preparar la salsa. En una cazuela se fríen unos dientes de ajo, añadiéndole el vino y los revoltillos, la pimienta y el azafrán. Se cuecen hasta dejarlos tiernos.

 

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