En la comarca del Andévalo y perteneciente
al Partido Judicial de Ayamonte, el término municipal de El Granado
se extiende a lo largo de una superficie de 9.775 hectáreas.
Este núcleo de 685 habitantes constituye el límite más
occidental de la provincia de Huelva, haciendo de frontera con Portugal,
país del que se encuentra separado por los límites naturales
del río Guadiana y la ribera del Chanza.
Existen motivos fundados que hacen suponer la presencia del hombre en
períodos prehistóricos. La extensión que hoy se
denomina "Carabisaltos", "Carabisbajos" y "Aguzaderas"
se encuentra sembrada de sepulturas practicadas a pie de olivos. Las
tumbas están agrupadas en cuatro y seis, presentando forma rectangular
y fácilmente localizables por estar constituidas por piedras
de gran tamaño clavadas en el suelo. De las excavaciones se han
obtenido cuchillos de piedras, recipientes de barro herméticamente
cerrados, útiles de cobre y cerámica, etc. Estos datos
nos llevan a hablar de dólmenes de cabecera plana del III milenio
a.C.
Avanzando en el tiempo podemos decir que tradicionalmente ha sido identificado
con la Praesidio, primera villa romana del Itinerario Antonino en el
tramo que comunicaba la desembocadura del río Guadiana con Mérida.
Sin embargo, las investigaciones recientes apuntan a que esta villa
estaba situada en el actual municipio de Sanlúcar de Guadiana.
Como quiera que fuere, la existencia de restos de una calzada con dirección
al Cerro de la Divisa, en Cabezas Rubias, confirma la presencia romana
en estas tierras.
Durante la etapa musulmana estuvo bajo la jurisdicción de la
cora de Beja. El origen más cercano de la localidad parece ser
la concesión de fueos y privilegios al señorío
de Gibraleón , el cual es conocido como el más antiguo
dentro de la zonz occidental del Reino de Sevilla, fue donado por D.
Fernando IV, junto a los bienes raíces y señoríos,
al Infante Alfonso de la Cerda a cambio de la renuncia de éste
a sus derechos al trono.
Durante la etapa musulmana estuvo bajo la jurisdicción de la
cora de Beja. El origen más cercano de la localidad parece ser
la concesión de fueros y privilegios al señorío
de Gibraleón , el cual es conocido como el más antiguo
dentro de la zona occidental del Reino de Sevilla, fue donado por D.
Fernando IV, junto a los bienes raíces y señoríos,
al Infante Alfonso de la Cerda a cambio de la renuncia de éste
a sus derechos al trono.
El Granado se consolidó definitivamente en 1547, cuando doña
Mª Teresa de Zúñiga, duquesa de Béjar y marquesa
de Gibraleón dona las tierras de las dehesas Boyal y de las Veras,
que incluyen el lugar conocido como El Guijarrillo, para su explotación
conjunta con la vecina Sanlúcar de Guadiana, lo cual dá
lugar a"segundas reploblaciones".
La consolidación de El Granado trajo consigo la aparición
de las primeras construcciones artístico-religiosas existentes
en la villa, una de ellas es la Iglesia Parroquial en Honor a Santa
Catalina y debido al aumento demográfico se construye en el siglo
XV en estilo gótico mudéjar la Ermita de la Santísima
Trinidad.
La escasa fertilidad de las tierras hizo que la población se
dedicara a la agricultura marginal de los cereales, vides y naranjos.
En el s. XIX la vida económica sufrirá un gran cambio
debido a la explotación de la mina de manganeso de Santa Catalina
y la construcción del Puerto de La Laja al cual llegaría
tanto el manganeso como minerales traidos en ferrocarril desde las minas
de La Herrería en término municipal de la Puebla de Guzmán.
Todo este cambio económico con la crisis minera de los años
1950-1960 desapareció, volviéndose a la dedicación
agropecuaria y produciéndose en éxodo rural que haría
disminuir a la población a la mitad.