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Lo extrañaremos, Phillip Seymour Hoffman

Víctima de una sobredosis, este actor  no fue muy prolífico, pero casi todas sus personificaciones le valieron el reconocimiento, desde sus roles en Boogie Nights hasta Capote, que sería su único Óscar. Recordamos a Phillip Seymour Hoffman, un ligamayorista de los sets cinematográficos

FEBRERO, 2014. Eres famoso, reconocido, tienes todo lo que has buscado en la vida y ésta acaba cuando, desesperado, te metes la aguja de la jeringa en una vena. La heroína se llevó la vida de varias figuras del rock (ver artículo al respecto aquí) pero hace tiempo no sabíamos de un caso que involucrara a un actor ligamayorista de Hollywood. Porque Phillip Seymour Hoffman siempre jugó en lo más alto de su juego como actor. Para muchos sonaría exagerado decir que fue el mejor de su generación, pero sin duda se encontraba entre los cinco primeros. Por ello esta pérdida es grande, porque no hablamos de un actor del montón, de ésos que se reemplazan por la decisión de un director y hasta días después todos en el set se dan cuenta de esa ausencia.

Todos imaginamos a Phillip Seymour Hoffman como esos gorditos rubicundos y cachetones, algo tímidos, que traen algunas buenas ideas en la cabeza pero que no se atreven a dar el gran paso para desarrollarlas, o el salto de fe, como el nombre de una de las películas en que participó. También daba la apariencia un tanto gay, que no lo era, y tuvo ocasión de representarse como tal en dos de sus cintas más conocidas, una como Scotty, en Boogie Nights, dirigida por Paul Thomas Anderson. Esta cinta tenía un elenco de primera línea que incluía a Juliane Moore, a Dan Cheadle, a Burt Reynolds y a Mark Wahlberg, quien resultaría ser mucho mejor actor que rapero. "Estaba nervioso pero el director Paul me advitió 'Phil, con haber llegado a esta película ya es imposible que me decepciones' y me metí al personaje", dijo en actor en una entrevista con Rolling Stone. 

El reto de caracterizar a Scotty, encargado de levantar el micrófono durante la filmación de unas películas porno, era enorme, sobre todo porque al interpretar a un gay secretamente enamorado del protagonista, "se corre el peligro de caer en la caricaturización", agregó Seymour Hoffman. No tuvo porqué preocuparse; ese rol le fue aplaudido y Thomas Anderson volvió a reclutarlo en el rodaje de Magnolia, otra de las mejores cintas de los 90.

Su rol que le valdría el Óscar fue, naturalmente, el de Truman Capote, un papel doblemente complicado y que muchos actores, conscientes del riesgo por hacerlo mal, habían declinado. "El reto era enorme, lo reconozco. Cuando leí el guión me asustaba la sola idea de caracterizarlo pero poco a poco comprendí que era un personaje tan complejo que no podía dejar ir esta oportunidad". Estudió los ademanes y hasta los tics del controvertido escritor. Cuando Capote fue estrenada en el 2005 fue recibida con elogios unánimes, al punto que quienes habían conocido en persona al protagonista se sorprendieron al ver la película: "Era Truman el que estaba en la pantalla, no era Phillip Seymour Hoffman, fue un shock", dijo Deborah Harry, vocalista del grupo Blondie, quien conoció en persona al autor de A Sangre Fría.

Ese rol le valdría la nominación al Óscar a Mejor Actor, que ganó en el 2005. Era, además, su primer protagónico luego de varias apariciones como actor de reparto, aparte de las ya mencionadas Boogie Nights y Magnolia apareció en The Big Lebowski, de los hermanos Cohen y En Perfume de Mujer al lado de Al Pacino y Chris O'Donnell, actor que a finales de los noventa se perfilaba para cosas grandes aunque posteriormente se fue apagando. Cameron Crowe lo llamó para que caracterizara al crítico de rock Lester Bangs en la magnífica Only Famous, del 2001. De nuevo, su transformación es total: "Estos tipos --re refería a los editores de Rolling Stone-- están matando al rock" se convirtió en la frase de batalla de esta película. Encarnar al acelerado Bangs, quien fumaba un cigarrillo detrás de otro, fue un logro que mostraba el talento camaleónico de Seymour Hoffman. Irónicamente, Bangs falleció en 1982 por una sobredosis de barbitúricos. 

Otra ironía se dio en Que el Diablo No Sepa que Estás Muerto donde Seymour Hoffman es un millonario adicto a la heroína que planea un robo contra sus propios padres. Y en una de sus raras incursiones como villano, en el 2006 apareció junto con Tom Cruise en otra entrega de Mission:Impossible

El actor reconoció en otra entrevista que desde que sus años de universidad se había "enganchado" con la heroína, "quizá para superar mis propios temores". Los reportes de varias agencias indican que siguió consumiéndola hasta principios de esta década cuando, desesperado, decidió someterse a rehabilitación donde logró superar el hábito que había tenido por más de 22 años. Sin embargo hace algunos meses sufrió gripe y le recetaron un medicamento que lo llevó a caer nuevamente en las drogas.

Curiosamente, tras el enorme éxito de Capote, la carrera de Seymour Hoffman comenzó a abajar de perfil y se le vio en menos papeles protagónicos.

Dado que en el brazo del cuerpo del actor se encontró enterrada la aguja de una jeringa, existen pocas dudas sobre la causa de su muerte. La heroína se habrá llevado, así, a otro grande del entretenimiento norteamericano. Extrañaremos a Phillip Seymour Hoffman. sobre todo porque nos dejó a deber mucho de su talento.

 

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2 Opiniones

felipillovox escribe 12.02.14

Una de las películas que más recuerdo de Phillip Seymour Hoffman es Boogie Nights a la que aquí le pusieron el rimbombante título de noches de placer, su personaje fue el único que no consumió drogas por lo que no deja de ser irónico que las drogas se hayan llevado su enorme talento a la tumba

andres_malestra escribe 05.02.14

¿Cómo que Phillip Seymour Hoffman no fue muy prolífico si filmó 52 películas y dejó inconclusa la 53 además de haber participado en teatro y televisión? Quizá esperaban que tuviera en su haber 300 películas para comenzar a ser prolífico.

 

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