Cine
Donde
manda Capitán no gobiernan héroes chafas
Hartos ya de
ver superhéroes oscuros, depresivos y con mentalidad ambigua, la llegada
a pantalla de este personaje nos hace renacer esperanzas en el sentido que
no todo está perdido en Hollywood. Entretenida en su mayor parte, Captain
America es, en suma, la mejor cinta de su tipo estrenada en lo que va del
año
Captain
America: The First Avenger
Chris Evans, Hayley Atwell, Sebastian Stan, Tommy Lee Jones, Hugo Weaving
Dirigida por Joe Johnston
Universal/2011
AGOSTO, 2011. Allá por los años setenta hubo
en México una campaña para prohibir las historietas del Capitán América
por parte de un grupo estudiantil radical de aquel entonces. ¿La razón?
Parece obvio mencionarla: según ellos, este personaje de Marvel era en
realidad una "jugada" imperialista para promover la política de
aquel país en el resto del mundo. Eran los tiempos en que libros como Para
leer al Pato Donald de Ariel Dorfman y Armand Mattelart se tomaban en
serio, por lo que no extrañaba semejante reacción. De cualquier modo o
con protesta o no, el Capitán América siempre ha tenido mediocre
aceptación en este país (Y ahora menos, con la mofa que hicieron
recientemente con el "Capitán México" en un programa
norteamericano).
Pero como es frecuente entre nuestro antiyanquismo criollo, los críticos
seguramente jamás abrieron un ejemplar con la historieta del personaje,
quien ciertamente tiene como misión defender los valores norteamericanos,
algo que igualmente hicieron los cuentos de Astérix y Obélix, esto es,
defender los valores de Francia, y nadie jamás los criticó por ello.
Pero también es verdad que el Capitán América siempre tuvo en claro su perfil antifascista
además de criticar en muchas de sus historias, a los generales
norteamericanos por precipitarse en sus decisiones.
Hay que recordar que el proyecto de llevar a este Capi al cine se remonta
a finales de los 90 pero con los acontecimientos ya conocidos por todos
que ocurrieron en Nueva York, los estudios concluyeron que sería
arriesgado filmar la película en ese momento. Pero ahora que Osama bin
Laden se pudre en el infierno --razón de más para que el señor ya no se
sienta ofendido, creemos-- se estrena la cinta a la que seguramente vendrá
una segunda parte así como la integración de este superhéroe a The
Avengers, la otra cinta de Marvel que, como el Hobbit, se nos promete y
nomás no llega.
¿Pero saben qué? Captain América: The First Avenger es le mejor cinta
de superhéroes que hemos tenido este 2011. Es como si de repente Hollywood
cayera en la cuenta de que los superhéroes nacieron, entre otras razones,
para mostrarnos como seres en apariencia ordinarios son capaces de lograr
grandes cosas si se lo proponen. Un sector de los espectadores ya esta(mos)
harto(s) de esos superhéroes depresivos, traumados desde la infancia y
que ambiguamente ven el bien y el mal. Captain America retoma la idea
original que los estudios han tratado infructuosamente de torcer en estos
personajes.
Dirigida por Joe Johnston, quien estuvo también detrás de cámaras en
The Rocketeer (1991), Captain America: The First Avenger es la historia de Charles Atlas,
aquel alfeñique que decide convertirse en un portento a base de
constante ejercicio. El año es 1942, pocos meses después del ataque a
Pearl Harbor y Steve Rogers (Evans) decide enlistarse en la armada para
servir a su país. Desafortunadamente es rechazado pues es un --modificado
con computadora-- flaquito insignificante. Tras varios intentos y desesperado porque lo
rechazan una y otra vez, se encuentra en una de esas con el doctor Erksine,
quien tiene a su cargo el Proyecto Renacer, un plan supersecreto del
gobierno norteamericano. Rogers acepta ser conejillo de indias con lo cual
su cuerpo, tras ser metido a una especie de tanque metálico, adquiere un
cuerpo semiperfecto y con todas sus capacidades humanas al máximo.
Al otro lado del Atlántico, en Alemania, los nazis han obtenido copias de
ese proyecto y deciden crear su propio superhombre, ario, por supuesto,
todo llevado a cabo por HYDRA, un departamento de investigación
ultrasecreta de Hitler. El escogido es Johann Schmidt (Hugo Weaving),
quien pasa así a convertirse en Red Skull, o Cráneo Rojo. Este es
enviado a Norteamérica donde elimina al Dr. Erksine. Rogers pasa entonces
a convertirse en Capitán América, luego de ser un mero elemento de
propaganda del ejército. Su misión consistirá en enfrentar a Red Skull,
quien posee los mismos poderes y seguirá incrementándolos si no es
detenido.
Por primera vez quizá desde el primer Ironman, tenemos a un superhéroe
autosuficiente, y aunque dada la época en que transcurre la historia
necesariamente tendría que enfrentarse a los nazis, habría estado bien
que enfrentara a otros malosos más contemporáneos. Pero tampoco vale
quejarse: este es un superhéroe acompañado de un escudo que lo hace
parecer más un guerrero romano que a un combatiente de los años cuarenta
del siglo pasado.
Lo importante de Captain America es que detrás de ese tipo lleno de músculos
está alguien que hasta hace poco era un flacucho, y este contraste de su
personalidad es uno de los gozos adicionales de la película. La pelea
final entre éste y Red Skull, independientemente del 3D, es bastante
bien ejecutada; recordemos que en su tiempo, The Rocketeer también
destacó en los efectos especiales. Es inevitable pensar que todos ellos
fueron pensados como parte del inevitable videojuego que saldrá poco
después del estreno; sin embargo como elementos cinematográficos
resultan bastante convincentes, si bien al final llegan a saturarnos un
poquito.
Ante los mediocres resultados de Green Lantern, Captain America: The
First Avenger es una
bocanada que nos deja ver cómo Hollywood aún conserva algo de su antiguo
espíritu. Es una excelente opción de cartelera, imperdible ahora que,
como cantaba Tina Turner, ya no necesitamos otro héroe. Al menos no de
los políticamente correctos.
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