Cine
Más
que amigos secretos...
El
tema de los amigos con derechos que tendrán que definir lo que en
realidad son viene a ser un tema recurrente de Hollywood. En esta ocasión
una reciente oscareada y un actor casado con una actriz mayor que
él protagonizan un trance similar. Otra cinta palomera donde puede
llevar, a su riesgo, a su mejor amigo(a)
No Strings Attached
Natalie Portman, Ashton Kutcher, Kevin Kline, Cary Elwes ...
Dirigida por Ivan Reitman
Paramount/2010
ABRIL, 2011. El grupo War grabó allá por 1975 una canción titulada "Why Can´'t We Be Friends" (¿Por qué no podemos ser amigos?) la cual causó algunas controversias pues si bien hablaba de la intención por alcanzar la armonía racial, las difusoras blancas le ponían los signos de interrogación y los DJs de las difusoras negras lo pronunciaban como una
afirmación, dando a entender que las heridas por tanto años de esclavitud aún no habían cerrado.
Pero sin afán de entrar hoy en tales vericuetos, bien podríamos aplicar ese paralelismo a esta cinta dirigida por el veterano Ivan Reitman (Ghostbusters, Twins), una comedia que se plantea la pregunta que ya hemos visto anteriormente en producciones como "When Harry Met Sally", de Rob
Reiner: ¿es posible que un hombre y una mujer sean amigos o, más aún, amigos con derechos, sin llegar a enredarse
sentimentalmente?
Kutcher, actor que se hizo famoso a partir de la serie televisiva That 70's Show, ha incursionado con más frecuencia en la comedia aunque no parece haber encontrado aún el papel que lo defina totalmente en el género. En la reciente
Killers (ver comentario aquí) se supone que es un agente secreto que oculta su identidad aun a su esposa. Aquél fue un caos argumental donde lo mismo había ocurrencias que disparos y traiciones hechas como si se tratara de escenas del cine mudo. Portman, en el otro extremo, apareció en esta película antes (sí,
antes) de The Black Swan, que le dio el Óscar a mejor actriz hace algunas semanas. ¿Por qué se atrasó tanto pues la aparición de
No Strings Attached? Fácil, para que la Academia no fuera a creer que la Portman era una actriz más enfocada a las comedias... o quizá para evitar lo del año pasado, que Sandra Bullock recibió igualmente la estatuilla que el Razzie, y asistió a las dos ceremonias.
No Strings Attached --algo así como "sin ataduras", aunque el título el español de "Amigos con derechos" también la define bien-- es entretenida pero muy lejos de constituir una novedad. Muchos críticos piensan que Portman debería alejarse del género y que Kutcher debería buscar algo que lo haga madurar artísticamente, pero por el momento la química funciona y cumple su cometido. Él es Adam, hijo de un célebre productor de comedias televisivas (Kevin Kline en un divertido
cameo) y ella es Emma, una estudiante que tras una serie de decepciones amorosas decide que, si bien va a mantener sus relaciones sexuales, nunca volverá a involucrarse sentimentalmente con su (ocasional) pareja. Ambos son buenos amigos pero una noche y aunque no están en Las Vegas, cometen el pecado de convertirse en amantes. A la mañana siguiente abundan los remordimientos y la pregunta de si
su amistad logrará sobrevivir a tan inesperado trance.
Como suele pasar en este tipo de comedias, ambos tienen a sus amigos confidentes quienes los conminan a llegar a la conclusión de que si ambos están de acuerdo en ser amigos con
derechos ¿cuál es el problema? Cada vez que lo deseen, podrán pedirse aquello que necesitan, compartir su intimidad y en público ni siquiera dirigirse la palabra. Ella es muy atractiva y él bien parecido y, dice Emma, "muy bueno en la cama". Así pues logran el acuerdo con la premisa, por parte de él, de que todo terminaría si alguna vez él encuentra otra pareja.
Pero como supondrá el lector, las cosas no son tan sencillas. Primero, hay que lidiar con lo que opinan los amigos, en especial el de Adam, quien suelta la frase "¡no puedo
disfrutar mi película porno con todo ese sexo que tienen ustedes!" y que seguramente brincará a la historia., ni tampoco el veredicto de dos amigas lesbianas, el tema de moda hoy en Hollywood. Así pues y como llegó a escribir el
genial Enrique Jardiel Poncela, la intimidad es algo que no se puede ocultar... como tampoco los
sentimientos, agregaríamos.
Cuando Emma anuncia que está atrasada en su menstruación la película cambia de giro y de consideraciones: ya no es la comedia con la cual quizá al amigo invitó a su amiga al cine a ver si también ellos se lanzan a la aventura; en vez de ello Adam concluye que él la ama y ya no hay
marcha atrás. Emma coincide en ello --si bien no lo aceptará de
inmediato-- máxime porque le brota su instinto maternal y la necesidad de un padre aunque nos
abstendremos aquí de señalar si ella realmente está encinta o no pues es éste un momento clave de la película, (En la vida real a Portman le habían confirmado su embarazo a los pocos días de iniciar este rodaje).
A partir de ese momento Adam inicia el proceso de seducción al cual le irán unidos los clichés del género. Para ese momento nos cae el veinte de que estamos viendo un reciclaje, aunque con formas muy bien cuidadas, de aquella
Zack and Miry make a Porno (Kevin Smith, 2009) donde se plantea algo similar a lo de No Strings Attached aunque desde la perspectiva de las películas XXX.
La lección a aprender aquí, pues, es que es difícil escapar a una relación sentimental si habitualmente acudimos al sexo ya que después de todo la atracción física es el primer paso para conocer mejor a la otra persona. Es una línea que paradójicamente se cruza con facilidad pero que no sabemos exactamente dónde se
halla. Son amigos con derechos aunque nosotros, también espectadores con derechos, debemos apuntar que esta película será olvidada pasados los 30 minutos de abandonar la sala.
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