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Cine

De vuelta en el territorio de Aslan

Los chicos Pevensie vuelven de modo insospechado a la legendaria Narnia en una tercera entrega que pudiera ser la última, todo depende de la taquilla. Es una historia optimista y con efectos espectaculares aunque sin llegar a saturarnos. The Voyage Treader refleja muy bien, por cierto, la idea original del libro de C.S. Lewis

The Chronicles of Narnia: the Voyage of the Dawn Treader
Will Poulter, Georgie Henley, Skandar Keynes, voz de Liam Neeson
Dirigida por Michael Apted
Walden Media-Disney/2010

DICIEMBRE, 2010. Hace ya un lustro que The Narnia Chronicles, basada en la serie de libros del inglés C.S. Lewis, fue llevada a la pantalla. Eran momentos que el cine estaba empapado por el pesimismo y la secularización de manera que ante una película con claras alusiones religiosas muchos críticos reaccionaron horrorizados, como si en la cinta se hubieran hecho comentarios racistas. Años después Hollywood quiso contraatacar con The Golden Compass, parte de una serie de libros "ateístas" escritos por el inglés Phillip Pullman, aunque lo único que consiguió fue enviar a la quiebra a los estudios New Line, que produjeron la cinta.

The Chronicles tuvo un éxito espectacular --750 millones de dólares tan solo en Estados Unidos-- pero a los dos años que se estrenó la segunda parte la recaudación llegó apenas a la mitad, con lo cual Disney sugirió abandonar futuros rodajes. Pero Walden, con quienes están asociados, no se amilanó tan fácil: ésta es una editorial especializada en publicar títulos que promueven los valores familiares por lo que acordó abrorber las pérdidas si éstas llegaban a darse en una tercera parte. Cuatro años después aquí estamos por lo que hoy toca turno a The Voyage of the Dawn Treader, título de una de las novelas más sólidas de la saga y, por cierto, llena de aventuras sin perder su mensaje central.

La última vez que supimos de los niños Pevensie éstos aún seguían viviendo en dos mundos, uno, el de los bombardeos a Londres durante la segunda guerra mundial y, otro, en la legendaria Narnia donde combatieron al lado del Príncipe Caspian. Los mayores ya no están aquí y hoy toca al rebelde y impulsivo Edmund (Keynes) asumir el rol de liderazgo. Su hermana, la vivaracha Lucy (Georgie Henley), sigue preguntándo si alguna vez volverán a Narnia pues el ropero de las otras historias ya no está disponible. Todos han sido llevados a casa de su primo Eustace (Poulter), cuya antipatía hace del primo de Harry Potter un modelo de carisma. C.S. Lewis no esconde su intención de retratar en Eustace a la comunidad atea que se burla de todo aquello que no ve o no considera lógico, aunque también ahí se retrata el mismo autor en aquellos días de apóstata como estudiante universitario cuando llegó a decir que escribir Dios era una "superchería" pues "cuando tu hablas y no nadie te contesta terminas por concluir que se sufre algún grado de locura".

Es así como Eustace considera "locos" a sus parientes y señala estar "harto de sus historias". "Lo último que debemos perder es la capacidad de creer", le espeta Lucy. Todo cambia cuando se encuentran en la habitación de ella y ven un cuadro cuyas aguas parecen moverse y el barco que se mece, todo con resemblanzas extrañas con las tierras de Narnia. Una de esas tardes el cuadro empieza a soltar chorros de agua salada e inunda la habitación. Y contra la lógica reacción de morir ahogados, es ésta la manera en que Aslan (la voz de Liam Neeson) les da la bienvenida a "sus majestades" en una playa. La misión esta vez será una travesía ante lo cual Aslan, cual Moisés, abre las aguas con un rugido. Eustace piensa que todo es producto de su imaginación y se burla del leon. pero esa no la intención de Aslan. En el viaje les acompañará el ahoras Rey Caspian.

No será una travesía fácil a bordo del Dawn Treader (Viajero del Alba), pues deberán recorrer un mar lleno de peligros, tentaciones --imágenes de la Bruja Blanca que provocan sentimientos encontrados en Edmund). Ahí tocarán tierra y se encontrarán con una banda de traficantes de esclavos que tomarán a Lucy como rehén y a su primo, así como luchas contra dragones y otras bestias marinas. Pero lo más importante de la cinta ocurre en alta mar, cuando no se depende de nadie más; esta es una manera que C.S. Lewis ofrece como sinónimo de la vida, la cual viene a ser un recorrido incierto y al cual sólo podremos llegar si vamos acompañados de la fe; en este entrega de Narnia hay mucho de Jasón y los Internautas y también mucho de ciné de matiné que disfrutábamos hace muchos años, pero también es parte del mensaje de los libros y que Apted evita caiga en el sermoneo; el otro gran objetivo de la película es entretener, y lo hace de gran manera.

Al final Aslan sabe que Eustace ha sido convencido y que los hermanos mayores ya no estarán presentes, una vez que los Pevensie han logrado reestablecer el equilibrio en una tierra donde dominaban los vellocinos de oro.

Asimismo y fiel a la tradición actual de Hollywood, The Voyage of the Dawn Treader fue filmada en tercera dimensión, algo que realmente era innecesario pues si bien los efectos especiales son espectaculares (y no se abusa de ellos, algo que se agradece), la trama se teje más en el diálogo que lo que pasa en la pantalla. Pero así es la modalidad 3-D y ni modo, hay que aguantarla.

En apariencia, con esta tercera película se cierra la trilogía de Narnia, y dependerá de la taquilla si se continúa el proyecto. Por lo pronto, lo que aquí tenemos es un producto lleno de aventuras y retos aunque con cierto toque infamtil dada la ausencia de los mayores Pevensie. En la segunda entrega se cayó en el tedio y el convencionalismo, lo cual pudiera explicar su baja recaudación; esta ocasión claramente se ha atendido la pifia por lo que difícilmente habrá ganas de bostezar en la sala. En momentos la trama es algo complicada de seguir (recordemos que está basada en un voluminoso libro), pero al final su director logra dar el salto convicente. Sin llegar a ser obra maestra, consigue al menos encender una charla una vez que abandonamos la sala.

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