fasenlínea.com

Análisis, comentario y demás

 
Inicio Nacional Internacional Cine DVDs Medios Literatura Y Demás

Cine

Las fantasías de Oliver Stone que nunca duermen

Ubicado a la altura de otros villanos sofisticados como Hannibal Lecter, Gordon Gekko merecía otra oportunidad. El detalle es que la historia es enredada, débil y con los villanos que-usted-ya-sabe. Si algún mérito tiene Wall Street 2, éste radica en la gran actuación de Michael Douglas

Wall Street: Money Never Sleeps 
Michael Douglas, Shia LaBeouf, Josh Brolin, Carey Mulligan
Dirigida por Oluver Stone
Pressman Film/2010


OCTUBRE, 2010. Hace ya 23 años ocurrió una otro extraño caso donde la realidad imitaba al cine, y el protagonista era también Michael Douglas, quien anteriormente había aparecido en una película que abordaba el tema de la fuga en un reactor nuclear semanas antes que éste se diera en Three Mile Island, en Filadelfia. Al encarnar al villano Gordon Dekko en Wall Street pocos imaginaban que el mundo se encontraba a semanas del crack bursátil que se dio en 1987 y al que el mundo achacaba a las reaganomics, es decir, al haber dejado manos libres a los especuladores que hicieron enormes fortunas en la bolsa de valores. Fue un fenómeno mundial que duraría por lo menos los siguientes seis meses.

Y entonces, como ahora, el director era Oliver Stone. Pero en esos años se trataba de un cineasta aún prestigiado, no el amigote de regímenes totalitarios como el de Hugo Chávez ni autor de un "documental" sobre éste y otro acerca de Fidel Castro y donde poco faltó para que Stone barriera el sendero por donde caminaban ambos autócratas. Y por supuesto que la legislación financiera actual es diferente, misma a la que el gobierno de Obama recientemente acaba de meterle por lo menos 9 mil regulaciones más. Sin embargo Dekko es un villano del que emana mucho olor a dólares por lo que la filmación de una segunda parte de Wall Street ya se había atrasado bastante. Es irónico cómo una de las cintas más anticapitalistas del año se filmó porque, bueno, el dinero nunca duerme.

Esto no quiere decir que Wall Street II sea una mala película: más bien, si la comparamos con la original, registra un nivel pasable, pero sólo eso. Es innegable que Dekko (un Michael Douglas más envejecido pero con una frialdad en su personaje que en verdad nos atemoriza) es de esos villanos sofisticados, del gran mundo y emocionalmente complejos, como Hannibal Lecter; amante de la buena vida, los lujos y los autos último modelo, casi podríamos decir que Dekko es el prototipo del "capitalismo salvaje" (y de los directores como Stone, quien en su garaje posee un par de Jaguares).

Nos encontramos en el 2001. Gekko por fin sale de prisión y, en una de las escenas más divertidas, se le entregan sus pertenencias antes de marcharse, entre ellas un celular de esos de "ladrillo", hoy totalmente obsoletos. Se suponía que alguien lo esperaba a la puerta pero no hay nadie, señal inequívoca de que es momento de comenzar de cero. La escena avanza ocho años: Gekko es ha convertido en un importante motivador, aparentemente alejado de las prácticas ilícitas, además que está a punto de publicar un libro sobre el valor de la avaricia. Cuando aparece en televisión, un joven ejecutivo, Jake Moore (LaBeouf) quiere ver la entrevista pero su novia se lo impide y estrella el control remoto en el aparato. ¿La razón? Ella es Winnie Gekko, su hija, incapaz de perdonar a su padre. Lo que ella quiere es inversionistas para su revista política que publica en la red.

Jake tiene en mente echar a andar un proyecto de energía alterna pero, para su sorpresa, cuando acude a Keller Zabel, una institución bancaria, le niegan financiamiento. Lewis Zabel, el gerente, manifiesta su desilusión con el rumbo que está tomando la econmía y la empresa para la que trabaja por lo que le facilita millón y medio de dólares a Jake, y de paso le sugiere que se case con Winnie, pues el tiempo corre y con ello disminuye la oportunidad de formar una familia.

Poco después la empresa entra en problemas financieros y Jake teme que Zabel, quien ha decidido salirse de la jugada, está arriesgando su vida. El Departamento del Tesoro le niega un rescate bancario debido a al intervención de Bretton James (Josh Brolin) como venganza contra Zabel, quien, desesperado opta por arrojarse a las vías del tren una mañana tras despedirse de su esposa. Winnie acepta la propuesta de Jake y terminan casándose. Mientras tanto Gekko advierte en sus conferencias que la crisis financiera es inminente. Jake asiste a una de esas pláticas. La relación se afianza al punto que Gekko investiga a Bretton James y descubre que éste se benefició económicamente por la caída de Keller Zebel. Con ayuda de Gekko Jake pone a circular un rumor que hace que esa empresa pierda 140 millones de dólares. Bretton le ofrece trabajo a Jake el cual no podrá rechazar "pues si no lo haces te será muy difícil conseguir empleo en otro lado", le dice veladamente.

Pero eso no es todo, recordemos que la cinta es dirigida por un amante de las teorías conspiratorias como lo es Oliver Stone de modo que Gekko le proporciona más información en el sentido de que otro ente corporativo también buscaba eliminar a Keller Zabel. Pero al final Jake descubre que Gekko sigue siendo un mercenario. ¿Pero qué hacer, intentar destruir a su suegro a lo que debe asumirse otro hecho que complica todo, el embarazo de Winnie?

Y, efectivamente, la burbuja especulativa estalla y todo se va al carajo. Bretton James hace lo posible para impedir que el proyecto de energía alternativa de Jake no prospere pues lo considera inviable. Naturalmente que es descubierto, se le obliga a testificar ante el Congreso y por fin Gekko logra redimirse.

Quien debió haberse redimido aquí fue Stone. En vez de ofrecernos a los chicos malos de Hollywood que tanto le gusta representar como tipos que visten de traje y corbata habría sido interesante ver una película sobre Fannie Mae y Bernie Mack, esos dos monstruos de la especulación, dos brazos del Estado norteamericano y donde se acumuló bastante pus, o bien esas regulaciones absurdas cortesía de la llamada "acción afirmativa" que obligaron a los bancos a prestar dinero aunque el solicitante no tuviera solvencia comprobada. En vez de ello lo que tenemos en Wall Street 2 es lo mismo, sólo que con unas canas más, de lo visto en 1987, si bien en aquel entonces el cómplice era el gobierno norteamericano y, claro, en esta era de Obama implicarlo en sucias jugarretas financieras no suena muy políticamente correcto. 

Sabemos de antemano que ello no ocurrirá. Stone ama demasiado a los mitos y sigue aferrado a sus fantasías de adolescente. Cree que Hugo Chávez es un gran estadista. no un populista irresponsable, e igualmente ha aplaudido la mediocridad de Jimmy Carter como presidente. No tiene, pues, remedio. Sin embargo, en caso que usted guste de ver villanos exquisitos, Wall Street 2 es un platillo que le agradará sin indigestarlo. O al menos, no tanto como dos cubetas con palomitas.

Copyright 2010 Derechos reservados

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Otros textos de Cine

No eres tu, soy yo

Fuego

Inception

Killers

Shrek 4

Toy Story 3

Robin Hood

Iron Man 2

A Back Up Plan

Hot Tube Time Machine

Archivo

 ¿Desea opinar sobre este artículo?

[email protected]

[email protected]

0 comentarios

 

Inicio

Nacional

Internacional

Cibernética

 

Literatura

Cine

Medios

Y demás