Cine
A ver si a la otra no se derrite
El elenco es casi similar al de la primera parte lo mismo que el grado de emoción y efectos especiales. Pero donde cojea esta nueva cinta protagonizada por Robert Downey Jr. es en el guión y en su incapacidad por darnos villanos creíbles, palpables. Se trata, en suma, de otra simple película palomera
Iron Man 2
Robert Downey Jr, Don Cheadle, Scarlett Johansson, Gwyneth Paltrow
Dirigida por Jon Favreau
Paramount Píctures-Marvel/2010
MAYO, 2010. Bastante conocida es la historia de Ronert Downey Jr., uno de los actores más talentosos de su generación y quien debido a sus problemas de drogas cayó en prisión y perdió varios contratos por lo que la posibilidad que terminara como piltrafa de lo que alguna vez fue se antojaba inevitable. Otro actor con similares características es Mickey Rourke, quien en los ochenta se antojaba como el sucesor natural de Robert DeNiro pero a causa de
su alcoholismo y pésimas decisiones fílmicas--¿cómo olvidar la infumable
White Orchid?--, aunado a sus poses de diva, terminaron por aislarlo aunque el año pasado regresó y se ganó su nominación al Óscar, lo que apenas hace uno par de años sonaría a chiste cruel en su carrera.
Con una historia similar y posterior reivindicación, se veía inevitable que Downey y Rourke
compartieran escena en una película, y eso es lo que tenemos con Iron Man
2, la película que abre la temporada de grandes estrenos de este 2010. Por supuesto que para que ello ocurriera primero tuvimos el impresionante éxito de la primera cinta. Y es que en ese
entonces Downey J,r se veía como el único actor digno de representar a este legendario personaje de Marvel., de
quien se dice surgió cuando un lector sugirió a Stan Lee que creara un personaje que reivindicara a los discapacitados, o como ahora se dice, personas de capacidades distintas. De hecho esta es la primera cinta que esa editorial produce casi en su totalidad, y seguramente no será la última.
Para quienes no hayan visto la primera parte de Iron Man (por ahí deben andar algunos) esta cinta representará un smorgashboard de entretenimiento, escenas de acción y una historia donde el orgullo norteamericano logra sobreponerse ante la adversidad sin tener que acudir a la venganza bruta. Pero para quienes sí la vieron/vimos, este es un platillo que degustarán con alegría únicamente los fans más incondicionales de
Iron Man, no sólo porque la trama es en exceso anodina y con una calamidad de cabos flotantes sino porque tanto Downey Jr. como Rourke, por no hablar de Don Cheadle, el extraordinario actor que vimos en
Boogie Nights, se ven desperdiciados, como si a los estudios interesara más el producto que la madurez de sus personajes ¿Dónde habremos leído eso antes?
Cuando empieza la película han pasados seis meses que terminó la primera historia, aunque en la vida real haya sido año y medio. Tony Stark, el multimillonario que alguna vez era fabricante de armas, se ha convertido en paladín pacifista. A todo mundo simpatiza, menos al ejército norteamericano, su antiguo socio, quien le exige que los proyectos y prototipos de Stark le sean cedidos --nuestro protagonista es un libertario, algo poco frecuente en el Hollywood del cliché blanco-negro-- y por ello también un senador lo presiona a través del apoyo a su archirrival Justin Hammer (Sam Rockwell). Lo que pocos saben
es que el marcapasos que salvó la vida Stark contiene ciertos metales que lo están
envenenando paulatinamente.
La tranquilidad se rompe cuando aparece en escena Ivan Danko (Rourke) quien es hijo de un físico ruso que había hecho negocios con el padre de Stark pero al final las cosas no salieron bien. Danko ha desarrollado un reactor que desea utilizar como venganza La misión ahora de Stark es combatir a su enemigo y evitar que pueda robarse la armadura que permite desarrollar sus poderes a Iron Man.
Danko es el villano principal pero están también Nathalie Rushman (Johansson), quien suplió a Pepper Potts (Paltrow) como la asistente del protagonista y ahora se encuentra en el puesto máximo de Stark Industries y por tanto tiene acceso a información que podría derrotar a su jefe pues en realidad es Natasha Romanoff, espía de Danko. Total, que aquí contabilizamos tres enemigos aunque
ciertamente podría prescindir de dos de ellos y la historia no se habría alterado gran cosa: de hecho hubiera estado más sabroso incluir aquí a un villano islámico pues desde que cayó el Muro de Berlín los malosos comandados desde el Kremlin son una
caricatura de proporciones similares a la de Boris Malosnov, el que salía con Rocky, y el de su amiga, que no casualmente también se llama Natasha.
En la primera historia de Iron Man las cosas funcionaron mejor pues el héroe estaba mucho más decidido a tomar acción (en otras palabras, los héroes pacifistas no cuajan en el mundo del cómic) pero esta vez lo vemos com o alguien ensimismado, elevado a la
categoría de rock star que bien podría tener su propio reality-show si se le pegara la gana. Eso no quiere decir que las capacidades histriónicas de Downey Jr, hayan disminuido, por el contrario, se mantienen inalteradas y, como se dijo antes, desaprovechadas. El problema radica en un guión confuso, carente de firmeza y sustento y con algunas escenas de acción que se perciben forzadas o reiterativas, aunque algunas de ellas, todo hay que decirlo, bastante impresionantes.
¿Habrá tercera parte? Downey Jr. se siente claramente identificado con Stark dado que ambos se hundieron esn desgracia antes de violver a ser admirados. Y ojalá así sea: lo que se requiere ahora es un guión más consistente y creíble; la taquilla que ha tenido
Iron Man 2 se la debe a la inercía de la primera cinta. Hay que reforzar el lado argumenta, de lo contrario nuestro Hombre de Hierro terminará por derretirse indefectiblemente.
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