Cine
Por deducción, regular
A los puristas no hará muchas gracia ver al detective arriba de un ring o persiguiendo a sus enemigos en un altísimo puente, pero son pasajes también incluidos en las novelas. Pero esta versión actualizada de Sherlock Holmes queda lejos de darnos una pista que nos permita recordar la historia a los pocos días de haberla visto
Sherlock Holmes
Robert Downing Jr, Jude Law, Rachel McAdams, Marc Strong
Dirigida por Guy Ricthie
Warner/2010
FEBRERO, 2010. Un aburrido Arthur Conan Doyle decidió escribir una serie de historias sobre un detective que podía
resolver casos aparentemente indescifrables gracias a la observación, a los detalles en apariencia insignificantes. La literatura inglesa aportó así a Sherlock Holmes, quien ha sido llevado a la pantalla alrededor de 60 veces, con los clichés que ello indica, entre ellos la gorra, la lupa, la nariz aguileña y aun la frase "Elemental
querido Watson", que no aparece en ninguna de las novelas pero sí en muchas películas. Lo que rara vez se menciona es que Holmes era además un excelente boxeador y poseía una excelente condición física, que le permitiría sobrevivir tras su batalla con el doctor Moriarty en las cataratas del Niágara, donde el detective supuestamente había muerto hasta que Conan Doyle se vio obligado a resucitarlo una vez que las historias apócrifas, y las protestas, crecieron tangencialmente.
En tal sentido se entiende que los estudios lleven al cine a un Sherlock Holmes distinto al que habíamos conocido, lo cual no significa una libertad abierta de los productores sino algo respaldado en las
historias publicadas, quizá las menos conocidas, pero que ahí están para la referencia. Sin embargo esta película presenta importantes modificaciones, entre ellas un Dr. Watson menos pasivo y más avispado
quien incluso llega a golpear a Holmes en la cara, algo impensable dado el respeto que se profesaban. "El detective cerebral es algo ya muy visto, por eso decidimos darle a este Holmes mucha más acción", ha dicho el director Guy Ritchie. Cierto, aunque hay otra razón que ni Ritchie ni los estudios harán pública pero que brilla por lo obvio: la
inevitable aparición de un videojuego basado en esta película.
Si lo que se busca es entretenimiento, Sherlock Holmes cumple a secas y nos levanta la adrenalina; las escenas de acción abundan
pero tampoco queda descartado de todo el Holmes analítico, aunque lo haga en el momento de estar participando en una pelea. Robert Downey Jr. logra otra actuación sobresaliente al punto no imaginamos a nadie más en el Hollywood actual que pudiera haber llevado exitosamente la encomienda: por su parte Jude Law como el Dr. Watson se confirma como uno de los mejores actores ingleses de su generación, al igual que otra agradable sorpresa, la canadiense McAdams, a quien esperamos ver pronto nuevamente.
Sherlock Holmes no está basada en ninguna de las historias de Conan Doyle. La "actualización" de Holmes se da, pues, de manera refrescante. Nos encontramos en la Inglaterra victoriana. El Londres de ese entonces es una ciudad con varios sitios lúgubres y otros más acomodados. En uno de ellos vemos a Holmes que toca el violín para inspirarse pero también para vanagloriarse de su inteligencia. Después de todo ha logrado que Lord Blackwood, un tipo temible que había asolado a la capital por bastantes tiempo, fuera ahorcado.
Pero es una alegría que le durará poco pues resurgen los asesinatos que se creía ya no ocurrirían más, y lo que es desconcertante es que que llevan la marca de Lord Blackwood. Aunque en un
principio la conclusión es disparatada, resulta cierta: gracias a sus conocimientos de magia negra,
Lord Blackwood logró resucitar. Con ello inicia la persecución y una batalla en un puente que sirve de mero pretexto para presumir de efectos especiales, sin olvidar que se trata de una copia abierta de una escena de James Bond en
Casino Royale.
La premisa suena interesante, el problema es que no alcanza a terminar el recorrido como se hubiera esperado.
Por ello y aunque la frase le es falsamente atribuida al inmortal
detective: Mi querido Watson, la deducción de que esta nueva película es
poco menos que regular resulta elemental.
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