Cine
Nominada
Harry: yo (casi casi) soy tu padre...
Si bien incluye
algunas fórmulas hollywoodenses, el encuentro definitivo entre Haryy
Potter y Lord Valdemort convence y entretiene, tanto así que el formato
tridimensional en ocasiones sale sobrando. Terminan así ocho filmes
condensados en una década, ello si a la autora no la convencen para que
se aviente la precuela sobre los padres del mago de Hogwarts
Harry Potter and the Deathly Hallows Part II
Daniel Radcliffe, Ralph Fiennes, Michael Gambon, Alan Rickman, Rupert Grint, Emma Watson
Dirigida por David Yates
Warner/2011
JULIO, 2011. Cuando se es fan de algo no existe producto malo. Así, quienes adoran a los Beatles encuentran en
Let It Be una obra maestra cuando para los demás se trata de un disco muy inferior a sus trabajos anteriores. Los miembros del club de amigos de Bart Simpson nos dijeron que su película era una maravilla, cuando lo cierto es que no fue más que un mediocre capítulo de hora y media. Lo mismo pasa con la legión que sigue enamorada de las
andanzas de Harry Potter, que con este cierre pasa a convertirse en el mayor éxito cinematográfico de todos los tiempos (el editorial lo consiguió desde hace algún tiempo). Ante ello y ahora que la historia finalmente llega a su fin --no se dude que Warner presionará a la autora para que escriba una "precuela" sobre los padres del mago-- vale mencionar si el cierre es lo que pudiera esperarse.
Para quienes no somos incondicionales de Harry Potter lo que aquí tenemos es un producto que cierra bien, que logra ir preparando el ambiente para la última confrontación entre el protagonista y Lord Voldemort, que esta serie desde hace rato dejó de ser para niños y que los efectos tridimensionales roban buena parte de las escenas que pudieron haber resultado mejores en versión bidimensional.
Será difícil decir adiós a unos personajes que nos han acompañado por más de 10 años, y si bien habrá quienes
suspiren aliviados porque ya terminó esta saga, sin duda extrañaremos el consabido estreno del verano que nos llegaba desde Hogwarts cada año. Va a ser difícil suplir esa costumbre, si bien algunas de esas propuestas -- en especial las dos anteriores, dirigidas por Yates, quien también se encuentra detrás de ésta-- fueron bastante flojas en términos artísticos.
La cinta comienza exactamente donde terminó la anterior. Hogwarts es un sitio semidestruido y en tinieblas. En su afán de conseguir el poderío sobre la muerte, Lord Voldemort (Fiennes) profanó la tumba de Dublemore (Gambon) y arranca de sus manos la vara de Saúco. Los fans recordarán que junto con la Piedra de la Resurrección y la Capa de la Invisibilidad (la cual vimos en la segunda parte), la Varita de Saúco conforman las tres reliquias de la muerte, y su posesión convertirá a Voldemort en onmipotente. Fue la advertencia que en el primer episodio le hiciera el vendedor de varitas a Harry, "pues si aquel que no puede ser nombrado la obtiene nada podrás hacer contra él". Sin embargo y como Luke Skywalker, Harry deberá encontrar su destino y el cual consiste, además de derrotar a Valdemort, en destruir a los tres horrocruxes restantes los cuales
le confieren la invencibilidad al inombrable. En el camino deberá ponerse a prueba la lealtad y amistad con Hermoine y
Ron, así como decidir algunas cuestiones románticas en este triángulo
que ya urgía ser definido.
Para prepararse para el encontronazo definitivo, Harry recibe mensajes y consejos de Dublemore pero, al igual que Luke y Obi Wan Kenobi, el primero enfatiza que no puede intervenir directamente. Lo que casi y que consume el resto de la mitad de esta película (la más corta en toda la serie) son los
combates y enfrentamientos, hechizos y un equilibrio de poderes entre ambos.
Sin embargo la máxima sorpresa de esta película --no; no es que sea tridimensional-- es saber realmente quién era Severus Snape, quizá el
personaje más ambiguo de todos los que aquí aparecen. Recordamos cómo en entregas anteriores Snape parecía odiar en Harry pero en otras lo salvó de varios peligros. ¿Quién era en realidad? Ello se sabrá al ver la película, sin embargo podemos señalar que Voldemort se da cuenta que Snape vale más muerto que vivo y lo manda liquidar. Harry llega justo después que éste ha sido picado una serpiente, tiempo suficiente para que le confiese la
verdad y decirle "tienes los mismos ojos de tu madre". Una caracterización magnífica que dio como resultado que los fans de la saga
escogieran a Snape como el mejor de todos, algo que se debe, sin duda, al talentoso Alan Rickman, el actor que lo interpreta.
Cuando llega el final cuando Harry finalmente quita los poderes a Voldemort le suceden una serie de situaciones poco convincentes, una de ellas incluso bastante absurda. Pero como mencionamos al principio, los fans saldrán encantados aunque algo tristes porque éste fue el episodio final. Para el resto, habremos presenciado una película entretenida aunque con referencias obvias a otros héroes que ya hemos visto en el cine.
Lo que sigue y ya concluida la saga, será ver cuál o cuáles de estos actores lograrán sobrevivir al éxito de Harry Potter. Por lo pronto Radcliffe tiene ya puestas las gafas en Broadway. Será difícil escapar al encasillamiento, máxime porque esta fue una serie de películas, algunas buenas, otras malas y la mayoría regulares. La mina de oro se ha cerrado. Veremos si los estudios vuelven a convencer a la autora que la descubrió. Francamente, esperamos que no: Harry Potter y sus amigos ya dieron todo de sí.
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