Cine
Nominada
Segunda
tanda de un buen panda
Tras
varios años, el panda de las artes marciales regresa en una aventura
tridimensional cuyos efectos no se superponen a una historia sumamente
entretenida. El reto ahora corresponde a los estudios rivales Pixar, lo
que avizora un verano muy degustable dentro del cine animado
Kung Fu Panda 2
Voces en inglés de Jack Black, Angelina Jolie, Dustin Hoffman, Gary Oldman, Jackie Chan
Dirigida por Jennifer Yuh
DreamWorks/2011
JUNIO 2011. Allá a mediados de los setenta hubo una canción famosísima llamada "Kung Fu Fighting", interpretada por el jamaiquino
Carl Douglas. Se trata de un hit de un día que lo hemos visto en infinidad de películas, comerciales y escenas de películas donde
aparecen temas orientales. Aquella composición fue consecuencia de la serie televisiva
Kung Fu, la cual continuó la marejada de temas sobre artes marciales que Bruce Lee había traído al continente americano. Olvidémonos que "Kung Fu Fighting" fuera más bien una mofa a todo el asunto; su trascendencia ha sido tal que
esperamos que Douglas --no sabemos dónde se encuentre actualmente-- en caso de vivir, esté disfrutando de las cuantiosas regalías.
Kung Fu Panda 2 no olvida ni a la canción ni a la serie. Ya desde la primer parte la escuchamos como fondo y esta vez vemos
cómo Po y sus amigos caminan por el desierto con el sol de fondo, algo que el fallecido David Carradine hacía en la cortinilla de presentación
del programa televisivo. Aparte de la acostumbradas referencias a modas actuales como
American Idol, hay otra novedad: desde el estreno de la primera parta, hace ya casi un lustro, se impuso el 3D por lo que la película está inevitablemente firmada ese formato. Sólo que aquí los efectos no se ven desperdiciados ni redundantes; es como si la tercera dimensión hubiera hecho un trato de perfección con quienes elaboraron la película. Y hay otra diferencia con
Avatar, considerada la mejor película 3D realizada hasta hoy:
Kung Fun Panda II es menos predecible y más entretenida, de lo mejor que ha hecho DreamWorks recientemente. (Y, por favor, ya tire a la basura la nueva, inservible versión de
Karate Kid II).
Recordamos cómo en la primera parte Po (voz de Jack Black) anhelaba convertirse en
guerrero dragón. Hoy disfruta esa posición como protector del Valle de la Paz junto con sus amigos, los Cinco Furiosos. Sin embargo la tranquilidad es interrumpida con la noticia de que un villano tiene en su poder un arma para conquistar China y acabar con el kung fu. Nuestros
protagonistas deberán recorrer China y al mismo tiempo buscar desentrañar de quién se trata y cómo enfrentarlo.
El villano es Lord Shen (voz del gran Gary Oldman), heredero de la dinastía
Pavorreal que gobernó Gongmen City y que se ha hecho de una sofisticada arma con la que busca
recuperar el poder. Cuando la pitonisa (Michelle Yeoh) le asegura que su enemigo es "un guerrero vestido de
blanco y negro" y que terminaría por derrocarlo, Shen decide exterminar a todos los pandas para evitar
que se cumpla la profecía. Pero sus padres lo mandan al exilio. Treinta
años después Shen ha regresado, ansioso de venganza.
Así llegamos al presente: Po aún está lejos de conseguir la paz interior. Durante una pelea con una pandilla de lobos Poh encuentra en el medallón que lleva uno de ellos una serie de imágenes de su padre. Como sabemos, Pop es un huérfano que fue adoptado desde chico, o al menos eso
creemos.
¿Logrará Lord Shen someter a Gongmen City luego que Thundering Rhino, maestro kung fu, la sido eliminado por un poderoso cañón? No sería justo revelar más, solo agregaremos que en el camino encontraremos peleas y
efectos sorprendente que en ningún momento se sobreponen al argumento, lo cual es un logro enorme por parte de la directora Jennifer Yuh, quien realiza aquí su primer
trabajo importante con unos estudios norteamericanos.
Por supuesto, también, que hay referencias no tan infantiles a lo largo de la película. La decisión de Lord Shen de exterminar a los pandas
está claramente basada en el Rey Herodes y la suerte de Po tiene mucha relación con otros héroes huérfanos que desconocen sus orígenes, ya sean Luke Skywalker, Harry Potter o Frodo Baggings. Pero al final se trata de entretenimiento puro: Black logra con su voz que Po no pierda la inocencia y que al mismo tiempo adquiera más valentía, ciertamente hay algunas escenas innecesariamente violentas, especialmente para una cinta dirigida al público infantil, y sin embargo no caen en la exageración.
Kung Fu Panda 2 consigue ese balance tan difícil que es indigestarse con la
tecnología en detrimento de la historia... es algo que le pasó al último
Shrek, también de DreamWorks, quizá la película más débil de toda la saga.
El reto ahora corresponde a Pixar, que dentro de unos días estrenará la segunda parte de
Cars, también, por supuesto, en tercera dimensión. La pelea quizá no sea de kung fu, sino de propuestas fílmicas animadas interesantes, quizá el único terreno hasta hoy no contaminado por lo políticamente correcto y donde, por tanto, se da hoy la mayor explotación del ingenio hollywoodense. Ojalá la sana competencia entre ambos estudios continúe por bastante tiempo.
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