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Y ese fue Cantinflas, chatos

La vida del inmortal peladito mexicano, encarnada por un actor español, constituía el mayor reto de este filme que, al final de todo, nos demuestra una notable madurez narrativa y de calidad dentro del cine mexicano producto de efecto Cuarón. Entretenida y sin caer en cantinfladas argumentales, esta película cumple felizmente su cometido

Cantinflas
Óscar Jaenada, Michael Imperioli, Ilse Salas, Bárbara Mori, Ana Layevska, Adal Ramones 
Dirigida por Sebastián del Amo
Kenio Films/2014


OCTUBRE, 2014. Parece sencillo, pero las películas biográficas sobre los cómicos suelen ser bastante complicadas, y si no habría que preguntarle a Jim Carrey cómo le fue con la que hizo de Andy Kaufman. Hace algunos años Robert Downey Jr. caracterizó a Charlie Chaplin e hizo un gran trabajo pese a encontrarse en ese momento dentro de un serio problema de drogas. Pero bueno, el actual Iron Man ya nos demostró hace rato que posee un talento excepcional.

Imaginemos ahora que la historia sea acerca de un cómico mexicano cuyos monólogos son prácticamente intraducibles y quien debe pasar de escenas chuscas a otras dramáticas sin caer en el sentimentalismo barato. Y agreguémosle a eso que el protagonista no es mexicano sino español, lo que ha dado motivo en la red a una serie de protestas idiotas dado que, se ha dicho muchas veces, el buen arte no tiene nacionalidad. Ver la historia de Cantinflas en pantalla es en sí un logro, todo dentro de un cine nacional que está demostrando un gran crecimiento pese a que hace apenas unos años se le consideraba un apestado. Son síntomas agradables del Óscar otorgado a Alonso Cuarón el pasado marzo.

Cantinflas viene a ser una saludable sorpresa. La ambientación del México de los años 30 y 40 está más cerca de la realidad que ese falso "realismo mágico" que ya soportamos en Como Agua para Chocolate y Zapata. Asimismo nos muestra a actores mexicanos hablando muy buen inglés y un desarrollo argumental que inicia en dos polos equidistantes que se van acercando conforme avanza la película, una hábil treta para atraer a dos públicos distintos, el hispanohablante y el del resto de mundo, todo hecho en previsión de que a un espectador norteamericano, por ejemplo, podría importarle poco o nada que Cantinflas hubiera iniciado en una carpa. ¿Qué mejor que interesarlo a través de seguirle la historia a un avezado productor de Hollywood?

Las primeras imágenes que vemos corresponden a la planeación en Hollywood de la mejor película jamás filmada a cargo de Mike Todd (Imperioli), un productor que ya ha logrado la firma de, entre otros Elizabeth Taylor (Mori) con quien años después contraería matrimonio. Minutos después retrocedemos en el tiempo hacia 1931 donde el todavía Mario Moreno (Jaenada, a quien conocimos en la saga Piratas del Caribe) consigue un modesto trabajo de barrendero en una carpa luego de frustrarse sus deseos de convertirse en boxeador y en aplazar sus ímpetus de ser un torero. Un breve flirteo involuntario con la hija del dueño lo pone en la calle --más bien sobre el lodo-- pero sirve para que conozca a Chilinsky (Luis Gerardo Méndez, el pirruris insoportable en Nosotros los Nobles), un emigrado ruso que trabaja en la carpa Valentina de la ciudad de México. Moreno conoce ahí a Valentina Ivanova (la bella Ilse Salas), cuñada de Chilinsky y de quien se enamora para casarse con ella poco después. 

Por ese entonces y gracias a la casual intervención de un borrachín durante uno de sus monólogos, Moreno pasa a convertirse en Cantinflas y asume su vestimenta de peladito que incluye un rebozo deshilachado, pantalones remendados por doquier y un mecate como cinturón junto con su bigotito que habría de inmortalizarlo. Es su pase a la fama pese a que en un principio irrita a los productores por su afán de improvisar y no apegarse a los diálogos del guión.

Mientras tanto, en Hollywood Todd sigue batallando para conseguir la firma de Cantinflas, convertido ya en una estrella en América latina pero que en Estados Unidos apenas y se tiene una remota idea de quién es el "peladito" mexicano. Vendrá una entrevista de Todd en persona con el Cantinflas que ya posee una oficina de lujo, fuma cigarrillos de marca, pone sus condiciones de filmación y rechaza participar en la propuesta dado que le ofrecen un papel secundario. Pero Todd no desiste, máxime cuando un vecino de mesa suyo que ha escuchado la conversación que tuvo con el pedante Maurice, se acerca y la aconseja que "hable con Cantinflas, no con Mario Moreno". Todd tarda en reconocer al personaje, un envejecido Charlie Chaplin quien se aleja del lugar balanceando su característico bastón.

De vuelta a los años treinta, las películas de Cantinflas logran superar en fama a un pesado Manuel Medel aunque también se distancia de Chilinsky, resentido por no atreverse a dar también el paso en grande. Con la fama llegarán los problemas, entre ellos enfrentamientos con las mafias sindicales de la CTM al interior de la ANDA --la imagen de Fidel Velázquez es antológica-- y el sentimiento de soledad cada vez más grande de Valentina, quien recibe la dura noticia de que no puede concebir hijos.

Todd, para quien el rodaje de La Vuelta al mundo en 80 Días se convierte en obsesión, persigue a Cantinflas hasta que se consuma el acuerdo gracias, por cierto, a una ayudadita del gran Chaplin. Curiosamente, Mario Moreno entrará a Hollywood no mediante su personaje inmortal sino como el ayudante que habla inglés con fuerte acento francés combinado con mexicano. La película es un éxito mundial y le dará a Cantinflas una de las preseas más importantes de Hollywood.


Entre los logros del director Del Amo está el desterrar los clichés que se tienen en torno a México al punto que el reflejo de esos tiempos se consigue claramente (si bien, hay que decirlo, Del Amo no logra escapar a uno: el que Cantinflas salga al jardín de la casa en pleno aguacero tras enterarse de la imposible maternidad de Valentina y el trueno que se escucha al recibir la devastadora noticia). Por otra parte el ritmo es ágil, el balance entre las dos cronometrías del guión también se da satisfactoriamente y los personajes se perciben auténticos. Por supuesto que quien se lleva el mayor blasón es Jaenada, quien incluso tiene la misma voz del extrañado cómico. Sus gestos, sus piernas moviéndose nerviosamente y la dicción prácticamente resucitan a Moreno Reyes, algo que, como señalábamos al principio, era dificilísimo de encarnar en pantalla, pero Jaenada lo ha logrado de muy buena forma (pese a la envidia de nuestros xenófobos compatriotas, quienes deberían estar orgullosos que un actor de otras latitudes hubiera puesto tanto empeño en encarnar a una leyenda del cine internacional).

El final de la película, y que obviamente no revelaremos aquí, es muy hollywoodense pues no representa necesariamente el punto máximo de Cantinflas en su carrera profesional aunque bien sabemos que es una estrategia de marketing para los mercados de otros países. Tampoco se incluye nada posterior a la muerte de Valentina en 1966, ni de Mario, el hijo adoptivo de Cantinflas, ni de otras broncas, tanto legales como personales, que Mario Moreno enfrentó hasta el fin de sus días. Y en cierto modo ello es bueno. La cinta llega a su cúspide en un momento aleccionador y que deja optimistas y con magnífico sabor de boca a los espectadores.

La película representará a México como Mejor Película Extranjera, pero podemos predecir sus escasas posibilidades dados los criterios de Hollywood en torno a esta producción es que no se define como un drama total ni como una comedia, un estilo que rara vez suele llevarse preseas. Como sea, este es el mejor filme de la cinematografía nacional en lo que va de este 2014. Lo recomendable, por tanto, es ir a verla cuanto antes si es que, chatos, aún no lo han hecho.

 

 

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3 Opiniones

permanazo79 escribe 16.10.14

ROBERT DOWNEY JR INTERPRETÓ A CHARLIE CHAPLIN ¡¡QUE HORROR, POR QUE NO LE DIERON EL PAPEL A UN INGLÉS!! ANTHONY HOPKINS, UN INGLÉS, DIO VIDA A RICHARD NIXON, UN NORTEAMERICANO ¡¡NO SE VALE!! HUGO STIGLITZ INTERPRETÓ A HERNÁN CORTES ¿¿PERO COMO SE ATREVE SI CORTES ERA ESPAÑOL?? ANTONIO BANDERAS ENCARNÓ A PANCHO VILLA ¡¡DESGRACIADO, POR QUE UN ESPAÑOL MANCHA ASÍ LA REPUTACION DE UN BANDOLERO MEXICANO!! MARLON BRANDO LA HIZO DE EMILIANO ZAPATA ¡¡MEXICANOS AL GRITO DE GUERRA, SAQUEMOS EL CUERPO DE BRANDO DEL PANTEÓN PARA DARLE DE PATADAS!! 

¡¡POR FAVOR, SEÑORES, YA BASTA DE PENDEJADAS!! EL ARTE NO TIENE NACIONALIDAD COMO DICE ESTE TEXTO

felipillovox escribe 16.10.14

¿Qué nos falta, el hashtag #noalcantinflasespanol en twitter?Por favor ya dejemos atrás ese nacionalismo absurdo, si Oscar Jaenada se ganó el rol fue luego de hacer casting con muchos otros aspirantes, tanto así que si no supieramos que Jaenada es español quienes lo critican estarían celebrando su actuación. Lo más increíble es que esas críticas contra un actor español ¡las hacen en español personas que se apellidan López, González o Martínez! ¿Por qué esos mismos quejosos que despedazaron a Jaenada en Youtube no hicieron tanto escándalo cuando Gael García interpretó al argentino Che Guevara?

belton.situs escribe 09.10.14

Muy buena película y sobre todo se aleja de los clichés del cine mexicano, ya muy alejada de la porquería de churros de ficheras, dramones fingidos y temas hiperviolentos, yo soy de los que están de acuerdo en que Oscar Jaenada hizo un gran papel, ya quitemosnos nuestra ridículo odio a los extranjeros excepto cuando traen dolares

 

 

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