© Kababelan 2005

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EL CÍRCULO DE LAS GUARDIANAS DEL GRIAL

 

PRIMER LIBRO:

LA PORTADORA DEL SECRETO

 

VI.  CICLO DEL PASEO POR EL BOSQUE

PORTAL PRINCIPAL

INTRODUCCIÓN: EL MITO GRIALIANO.

PRIMER LIBRO:      LA PORTADORA DEL SECRETO.       PRÓLOGO

CICLOS

LA JOVEN MISTERIOSA

LAS LUCES

EL ROSETÓN

EL CISNE Y LOS DOS CANES

LA CUEVA

EL PASEO POR     EL BOSQUE

LA COPA

SEGUNDO LIBRO:              EL VIAJE. INTRODUCCIÓN  Y PRÓLOGO.

TERCER  LIBRO: LAS REVELACIONES  DE LA GUARDIANA. PRÓLOGO.

EL CÍRCULO

ÍNDICE GENERAL

SINOPSIS/ PRESENTACIÓN

ENLACES WEBS

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Bajo determinados estados de conciencia seres de otras realidades pueden configurarse en nuestro espacio_tiempo. E incluso a veces pueden penetrar el mundo de nuestra conciencia ordinaria y actuar en él, para favorecernos o desfavorecernos en nuestra integridad física o mental. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

16. MÁS ALLÁ DE TODO SÍMBOLO.

Caminábamos por un ancho sendero de tierra, que discurría bellamente flanqueado a ambos lados por altos y frondosos árboles. Verdes arbustos y abigarrada vegetación brotaban abundantes y densos a nuestro alrededor. Una neblina gris cubría por completo el cielo y en el húmedo aire se olía la espléndida fragancia del campo. Eran los días tranquilos del corazón de un hermoso otoño. La tarde tenía la tenue claridad que marca el ciclo de los días cortos del año, cuando el sol del mediodía apenas se levanta hasta un tercio del arco de la bóveda celeste.

Los perros trotaban alegres unos metros delante de nosotros. Podíamos sentir el placer de disfrutar unos momentos maravillosos de dicha y magia. Paseábamos en medio de una atmósfera cargada de revitalizantes iones negativos y envueltos por la presencia invisible y acogedora de algo que no puede ser definido. La luz indirecta del sol resaltaba los intensos colores de la magnífica naturaleza que nos rodeaba. El largo cabello castaño de mi joven amiga enmarcaba su encantador rostro, y para mí era una verdadera delicia contemplarla y estar en su compañía.

- A pesar de todo lo que hemos hablado, el Grial sigue siendo un misterio que no alcanzo a comprender. -le comenté entonces a Tanit, deseoso de echar más luz sobre tan oscuro y huidizo tema.

- Hay tantas versiones contradictorias ... - proseguí- y lo que tú me has ido explicando no ha hecho sino aumentar mi confusión.

- No ha sido ese mi propósito, cielo. -repuso con su hermosa voz, casi disculpándose.

Sonreí y durante unos instantes acaricié suavemente su mejilla. Después continué con mi argumento:

- Sé que el concepto ha sido tan manipulado y simplificado que resulta muy difícil hoy en día saber cual fue su significado original. Pero lo que tú me has dicho rompe todos mis esquemas de pensamiento. Resulta tan increíble que no tengo ninguna base racional en la que apoyarme para aceptarlo, ni tampoco es posible encuadrarlo dentro de las versiones que se conocen sobre ese tema.

- Quizá esas versiones sean en algunos casos metáforas para ocultar algo que no se podía transmitir expresamente, y en otras ocasiones se trate simplemente de manipulaciones y tergiversaciones para desvirtuar el conocimiento de una tradición ancestral, opuesta a los intereses de quienes deseaban el control total de la sociedad. - adujo Tanit con sencillez, mientras caminábamos entre los árboles cogidos de la mano.

- La versión tradicional que comúnmente nos han querido transmitir es que el Santo Grial es una copa muy antigua, que fue utilizada por Jesús en la ...

- Esa es la versión cristiana. -me interrumpió con vehemencia, mientras sus enigmáticos ojos celestes resplandecían con un extraño fulgor- Una versión que pretendió adaptar su antiguo significado a los nuevos valores religiosos que se extendieron por Europa durante la Edad Media, pero en absoluto recoge el verdadero secreto que se esconde tras la vieja leyenda del grial.

Que maravillosa y asombrosa era la joven que estaba a mi lado, pensé. A veces parecía una niña inocente y dulce, y en otras ocasiones, como ahora mismo, cuando sus ojos brillaban con una intensa y transparente luz, transmitía la inquietante sensación de ser alguien procedente de otro mundo. Sin duda esa doble impresión que me causaba su fascinante personalidad era lo que la hacía tan increíblemente atractiva para mí.

- Sin embargo la versión cristiana es la única que conocemos -le repliqué- Todos los libros que se han escrito sobre el Santo Grial son cristianos.

- Sí, pero el concepto del grial ya existía miles de años antes de que se reflejara en la literatura. -me aseguró con su naturalidad de siempre.

- Sin embargo no tenemos pruebas históricas de eso.

- La historia es un periodo muy corto de la cultura humana. Antes de que se escribiera sobre las cosas, muchas cosas ya existían.

No podía objetar nada en contra de semejante argumento. Se denomina formalmente "historia" al hecho de reflejar por escrito alguna cuestión o suceso, pero ciertos asuntos pueden haber existido sin haber sido registrados nunca por la historia, o bien haber permanecido incontable tiempo previo ajenos a su constatación escrita, hasta que alguien los incluyó en algún documento. La primera obra literaria sobre el Grial aparece en la última década del siglo XII, pero eso no nos asegura que el concepto o el vocablo naciera en ese preciso momento. Es factible que pudiera haber estado ya en alguna cultura de tradición oral durante siglos e incluso milenios precedentes.

Miré el hermoso rostro de mi amiga y proseguí con la discusión, intentando aclarar la trama de tan controvertido tema.

- A veces he pensado que el Grial es sólo un concepto nacido en la literatura místico-aventurera de la cultura religiosa cristiana medieval.

Tanit de pronto se soltó de mi mano y se dobló de pura risa, que resonó entre los arbustos y los altos árboles.

- ¿Que he dicho de gracioso?

- Nada. Lo divertido ha sido la frase enrevesada que te ha salido. -repuso con chanza mientras se dejaba caer en la hierba a la vera del camino, burlándose de mi.

Cuando se cansó de bromear me eché a su lado, y la abracé en silencio durante unos maravillosos instantes. Con deleite respiré el perfume de sus fragantes cabellos, y deposité mis besos sobre su cuello y sus deliciosos labios. Tiernas caricias y amorosos juegos resonaron durante un tiempo mágico en el apacible bosque.

Por fin nos incorporamos para continuar nuestro agradable paseo. Tras andar un nuevo trecho nos deslizamos despacio entre la frondosa vegetación, apartándonos del ancho sendero. Tanit descubrió con alegría una gran haya, cuyo grueso tronco estaba adornado de yedra. En las zonas umbrías de ese paraje, tanto el suelo como las piedras se hallaban tapizadas de verde musgo, y en los rincones donde penetraba el sol estaba vestida la tierra con un manto de pequeñas hierbecillas y flores. Mi amiga se sentó junto al acogedor tronco del árbol y yo me senté a su lado.

- El cristianismo utilizó la leyenda del grial en beneficio de su propia mitología religiosa. -prosiguió explicandome con su encantadora voz- Como también lo hizo con muchos dioses antiguos, que los adaptó transformándolos en nuevos santos. La religión cristiana ha sido a lo largo de la historia un fabuloso depredador cultural, que luchó contra las otras religiones robándoles luego aquellos valores y mitos que no pudo destruir.

- Pero sin embargo los libros sobre el Grial no fueron escritos solo por monjes, sino también por novelistas medievales de variadas tendencias. -repliqué.

- Sí, pero cuando el Grial aparece en la literatura se tiene que adaptar progresivamente a los conceptos y mitos cristianos, pues de otra forma no hubiera sido ya comprendido ni aceptado. La mentalidad de la sociedad y los poderes que la gobernaban habían cambiado, y si esa antigua leyenda céltica no se hubiera adaptado no habría sobrevivido.

Lug y Sansón, que hasta entonces habían estado jugando y correteando a lo lejos, se echaron ahora a nuestro lado. Aspiraron profundamente la fragancia de la hierba hundiendo sus hocicos en el verde suelo, y se revolcaron con placer disfrutando del mullido manto vegetal.

- ¿Por qué al final ha prevalecido simbolizar el Grial con un cáliz? -pregunté sabiendo sin embargo que no éss el único símbolo que lo ha representado.

- Pues de nuevo porque a los cristianos les resultó muy fácil identificar un cáliz mítico con la copa que suponen utilizó Jesucristo en el ritual de la Santa Cena, según se relata en los evangelios oficiales.

- ¿Y cual debería ser entonces el símbolo correcto?

- Grial significa "vaso", "recipiente", "crátera", o similar. Para los celtas ese recipiente podía ser también un "caldero".

- ¿Te refieres al caldero mágico de Dagda? -mencioné siguiendo la tradición irlandesa.

- Sí, el caldero de la transformación o el caldero de la regeneración. El grial puede recibir muchos nombres o símbolos, pero lo importante no es el objeto o la palabra sino el significado de lo que representa.

- ¿Y cual es el verdadero significado? -inquirí ansioso.

- Para comprender el significado auténtico es preciso cambiar profundamente la visión del mundo y la percepción de la realidad.

- ¿Qué és lo que quieres decir? - le pregunté ahora inquieto, mientras una ligera brisa se levantaba y movía al unísono las hojas de los árboles.

- Quiero decir que con la conciencia de la realidad que se tiene ordinariamente no se puede acceder a su verdadero significado.

- Cuando te contemplé en la cueva como un ser luminoso, mi visión de las cosas no era la habitual. ¿ Me hallaba acaso entonces en un estado de conciencia diferente al ordinario?

- ¿Cómo lo puedes dudar? . Si no hubiera sido así, no habría cambiado tu percepción.

- Pero yo no hice nada para provocar ningún cambio.

- Muchas veces no es necesario hacer nada conscientemente. Hay otras áreas ocultas de tu conciencia que lo hacen por ti. O simplemente son las mismas circunstancias.

- ¿Y por qué surgía una luz tan intensa y resplandeciente de tu vulva o de tus órganos sexuales? -insistí en el tema, pues pensaba que ese detalle tendría en este caso un valor especial, aunque sólo fuera simbólico como en ciertos sueños. Al fin y al cabo, aquella visión podía muy bien ser catalogada como una extraña experiencia onírica.

- La copa es una simple metáfora de la vagina o del útero. ¿Lo entiendes ahora? -respondió Tanit sorprendiendome.

Yo me quedé en silencio procurando comprender lo que quería transmitirme, intentando relacionar algo que aún se me escapaba. Ella prosiguió.

- En la vagina se une lo femenino y lo masculino, el yin y el yang, el vacío y su contenido, la materia y el espíritu.

- Sigo sin saber qué me quieres decir.

- Cuando viste mi cuerpo resplandeciente en aquella cueva, donde por cierto no llegamos casualmente, lo que ocurrió fue que traspasaste los límites de la realidad ordinaria. Se abrió temporalmente tu "anillo" restringido de percepción, y contemplaste la manifestación misma del auténtico grial hecho carne, que se halla más allá de todo símbolo.

Mientras escuchaba a Tanit observé, por el rabillo del ojo izquierdo, cómo el cielo nublado se agrietaba de repente en un punto, y por allí se filtraba un ancho haz de luz que descendía, iluminando el aire, e incidiendo en una franja de vegetación que se hallaba muy próxima a nosotros.

- ¿Quieres relacionar el Grial con la sexualidad? -pregunté escéptico y confuso.

- No con la sexualidad simple, sino con un uso diferente y secreto de la sexualidad, por la que ésta se convierte entonces así en una puerta que conduce a otro nivel de conciencia y de vida.

- ¿Y qué tiene que ver el Grial con eso?

- El grial se mantiene dormido en tu interior, y espera que construyas el camino que le permita manifestarse en la materia.

- ¿Pero qué és el Grial en sí mismo ? ¿Se trata de una energía, una luz espiritual, un grado de conciencia, una puerta con otro mundo, ....?

- Es todo eso y aún más. De todas formas, por mucho que te diga y que tú te esfuerces en comprender, sólo podrás alcanzar intelectualmente una vaga idea, pues de lo que te estoy hablando es de la esencia misma de la divinidad.

Se produjo un silencio absoluto en todo lo que nos rodeaba. Y la asombrosa luz solar que, unos metros más allá, daba brillo al bosquecillo, se desplazó lentamente hasta nuestra posición, iluminando a la gran haya y a nosotros cuatro. Las hojas verdes y doradas resplandecieron intensamente y un calor tibio nos envolvió.

- "¿A quién sirve el grial?" - resonó de pronto en mi mente.

- "El grial sirve a todos" - contestó otra voz.

- ¿Qué és lo que he escuchado? -pregunté perplejo a Tanit.

- Algo que en estos instantes procede de un remoto pasado.

- ¿El pasado? ¿ De quién?

- De la humanidad. De ti, de nosotros. De todos.

- ¿Y por qué lo he escuchado?

- Ha sido ... un recuerdo. -dijo mi amiga con misterio.

- ¿Un recuerdo? ¿Un recuerdo del pasado? -inquirí con desconcierto- ¿De que pasado? ¿A qué pasado exactamente te refieres? ¿Cuánto tiempo significa ese pasado?

- Te vas a atragantar con tantas preguntas. El pasado es simplemente pasado. No le des más vueltas. El presente es lo que importa.

- ¿Pero por qué he escuchado ahora esas voces?

- Pues porque has conectado con una parte de tu lejano pasado.

- ¿Te refieres a un pasado de otras vidas? ¿De una vida mía anterior?

- Un recuerdo de una vida anterior que se ha unido ahora con esta vida tuya presente.

- ¿De una vida pasada que viví yo?

- No, de una vida que vivió alguien, que luego fue otro, y luego otro, y luego tú.- respondió Tanit jugando con las palabras, o intentando complicar la idea intencionadamente según me pareció en ese instante.

- ¿Quieres decir que ese alguien fuí yo en el pasado?

- No me has entendido. Tu sólo eres en el presente. Ese alguien fue otro. ¿Cómo vas a ser tú? - dijo mientras sonreía. E inmediatamente pensé que me estaba tomando el pelo, como tantas veces yo creía. Sus extraños malabarismos verbales me desconcertaban. Eran como un confuso laberinto en el que yo me perdía.

- ¿Y entonces por qué lo recuerdo?

- Por que ese otro y tú compartís el mismo espíritu. Como dos perlas de un collar que comparten el mismo fino hilo que las atraviesa, pero no obstante son diferentes. Cada uno de vosotros pertenece a un espacio-tiempo distinto.

- ¿Sólo compartimos eso?

Tanit de nuevo se rió y dijo:

- También tenéis hilos mentales que atraviesan el tiempo y os unen. Tú eres el resultado y la consecuencia de él. El és tu pasado y tú eres su futuro, pero no sois el mismo ser, sino dos seres que existen simultáneamente en dos mundos diferentes, en dos espacio-tiempos de este universo.

- ¿Por qué haces tan difícil hablar de la reencarnación ? -repliqué algo disgustado.

- ¿Quien dice que esté hablando de eso?

- ¿De qué si no?

Tanit volvió a reír y luego se calló con semblante triste. Advertí entonces que el rayo de sol que nos iluminaba había desaparecido y las nubes grises enseñoreaban de nuevo la tranquila tarde otoñal.

 

 

 

 

 

 

 

 

17. LOS TRES REINOS.

Nos hallábamos sentados sobre la verde y mullida hierba. Nuestras espaldas reposaban en el enorme tronco de la vieja haya. Lug venteaba con su nariz el aire, como si buscara la presencia de alguien que aún no se ha hecho visible. Tanit habló con su preciosa voz, y yo la escuchaba con atención, mientras sentía su cálido cuerpo rozar el mío. Una gran paz se extendía por aquel hermoso lugar.

- La conciencia humana no es en absoluto algo simple, sino que en realidad está compuesta por una compleja estructura de condicionamientos psicológicos. Esos condicionamientos son totalmente determinantes para la percepción y el significado de las cosas, pero la mayor parte de las personas apenas son conscientes de ello. -dijo como si me revelara un gran secreto- Descubrirlos y liberar a la mente de su influencia es imprescindible para cambiar la percepción del mundo, y para alcanzar a comprender el verdadero significado del grial.

- ¿Y cómo se puede lograr eso? -la interrogué, esperando que me mostrara el sistema o método de conseguir esa supuesta liberación, ya que me hablaba como si tuviera de todo ello una gran experiencia.

- Mediante un "caminar interior"-respondió-: Un proceso de transformación personal, que consiste en la búsqueda de la "pureza del espíritu" a través de la "tierra media".

Oí sus palabras, pero no fui capaz de digerir todo lo que me estaba transmitiendo en esos momentos. Tendría que pasar aún mucho tiempo para que fuera capaz de comprender el profundo significado de esos conceptos, y la estrecha relación que mantenían entre ellos. Dichas ideas eran puertas que conducían a grandes avenidas de conocimientos perdidos. Ese "caminar interior" y la "transformación personal" que mencionaba era la "alquimia interior" de los alquimistas medievales, que ella denominaba de otra forma. La "búsqueda de la pureza del espíritu" correspondía al enigmático peregrinaje de las leyendas iniciáticas del Grial, pero también de nuevo a la búsqueda arcana de los alquimistas, que perseguían poseer la piedra filosofal (lapis philosophorum) de la sabiduría y la inmortalidad. La misteriosa "tierra media", sería el campo de batalla interior, el lugar donde se producía la alquimia, la lucha, la extraordinaria búsqueda. Era también el reino perdido del Grial, estéril pero potencialmente fértil hasta el infinito. Luego, todo se manifestaría en la materia y en el cuerpo, como si fuera el descenso de un mundo mágico, de un reino celestial invisible. Tanit lo definía de otra manera, pues decía siempre que la meta era la libertad auténtica y verdadera, una libertad que transcendía el límite mismo del ego e incluso del alma, para entrar en el territorio del ser más profundo. Pero en definitiva descubrí, posteriormente, la intrincada red de conceptos que se halla oculta en las tradiciones iniciáticas de diferentes épocas y culturas.

- ¿La pureza del espíritu? -repliqué- Eso me suena a beatería moral o puritanismo religioso.

- No se trata de eso en absoluto, cielo. La pureza del espíritu a la que yo me refiero no tiene nada que ver con la moral, tal como ésta normalmente se entiende. Ten en cuenta que esa moral es sólo un convencionalismo cultural, al igual que la ética o cualquier código social de conducta. Ni siquiera pienses que existe una moral natural universal, a pesar de lo que pretende enseñar alguna filosofía. La moral es sólo una perspectiva de una determinada cultura, y ninguna cultura es universal ni absoluta ni perfecta.

- ¿Entonces? ¿Que entiendes tú por pureza del espíritu?

- La imprescindible libertad de la conciencia de todo condicionamiento psicológico o social, ya que éstos son los que determinan el mundo que concibes, sientes y percibes. Esos condicionamientos, que son casi siempre inconscientes, delimitan y crean la estructura de la realidad ordinaria, el mundo en que cada uno vive. Este mundo es la proyección visible y material del "mundo intermedio" de la conciencia. (La materia sería, según la versión de Tanit, una simple correlación en dimensiones de espacio-tiempo de campos de energía mental).

- ¿Que es eso del "mundo intermedio"?

- En la antigua tradición se le conocía también como la "Tierra Media", el espacio de nuestra conciencia del que somos conscientes.

- Parece un juego de palabras. ¿Cómo puede ser la conciencia algo inconsciente?

- La conciencia y la mente se extienden hasta el infinito, al igual que la energía y la materia. Cada uno de nosotros está conectado con la conciencia infinita aún sin saberlo, somos parte de Ella, y Ella puede potencialmente manifestarse en nosotros, aunque el ser humano ordinario bloquea siempre esa posibilidad. -me explicó minuciosamente Tanit, mientra tibios rayos de sol atravesaban las nubes transparentes y calentaban delicadamente el bello paraje donde nos hallábamos.

- Tu conciencia es en realidad un espacio infinito, al igual que tu mente, aunque tú no lo sepas- prosiguió - La Tierra Media es un concepto que pertenece al esquema cósmico del Árbol de la Vida, el Árbol de nuestro mundo interior, y que representa una visión universal del mapa del espíritu.

- ¿Te refieres entonces a la Tierra Media de las antiguas religiones nórdicas y chamánicas?-le pregunté, recordando mis lecturas sobre esos temas. Ella, con tranquilidad, me explicó:

- Nuestra conciencia completa, que como te he dicho es infinita, se encuentra integrada por tres niveles. Tres mundos internos en los que existimos simultáneamente, aunque el ser humano ordinario lo ignore. El nivel superior lo podemos denominar el supraconsciente, el inferior correspondería al subconsciente y el intermedio, o conciencia consciente, sería la Tierra Media de nuestro interior. Esta última es el campo de la conciencia donde el ser humano ha de librar la principal batalla, una batalla épica que se prolonga vida tras vida.

Escuchaba a Tanit y me parecía que me estaba contando un cuento de hadas, un relato fantástico medieval y mágico, pero que no correspondía para nada con la realidad presente.

- Todo eso resulta muy abstracto, aunque desde luego me parece muy interesante. ¿Quieres decir que algunas corrientes psicológicas modernas estarían hablando de lo mismo que las antiguas religiones chamánicas?

- Siempre se estaría hablando de lo mismo. La religión y la psicología comparten el mismo campo de atención, que es el interior del ser humano.

- Sí, pero con perspectivas muy diferentes.-le aclaré.

- Algún día las perspectivas se unirán. -me aseguró ella.

- Creo que ese día está aún muy lejano.

- Para ti no debe estar lejano. Debe ser hoy mismo.

- ¿Que debo de hacer?

- Debes tener en cuenta siempre que tu subconsciente y tu supraconsciente son universos reales, tan reales como la realidad que ahora vives. Incluso más. En ellos fluye la energía y el pensamiento, sin límite alguno, y de allí proviene la raíz de todo cuanto existe en el mundo que percibes.

- ¿Pero como me afecta eso a mí?

- Todas las creencias que tienes se reflejan en tu vida, y la mayor parte de tus creencias y prejuicios se encuentran en la parte subconsciente de tu mente. Desde allí invaden la Tierra Media continuamente, de forma sigilosa pero decisiva, y proyectan sus efectos en la realidad material del mundo físico.

- ¿Quieres decir que las cosas que nos ocurren proceden de pensamientos inconscientes que toman forma materializándose en nuestra vida?

- Se trata más bien de una influencia decisiva del subconsciente sobre el consciente, cuando tendría que ser al revés. Pero casi nadie controla ese campo escondido en la profundidad de su mente. -me explicó.

Es evidente que todos estamos pensando en forma continua, tanto despiertos como dormidos. Pero siempre he dudado que estos pensamientos, por sí mismos, tengan verdadero poder para modificar la realidad tangible. Quizás Tanit exageraba. Ella continuó hablando.

- El flujo de pensamientos que pasa por tu mente son como los hilos de un tejido que conforman la realidad. Esos pensamientos actúan de forma autónoma y muchas veces son totalmente ignorados por el consciente, pero están dotados de un poder tal que pueden, y de hecho lo hacen, crear de instante en instante las circunstancias de nuestra vida.

- ¿Debemos por tanto vigilar siempre nuestro subconsciente?

- Debes vigilar la Tierra Media y luchar contra los pensamientos negativos que la invaden. Y al mismo tiempo debes conocer y controlar el inmenso poder que se oculta en el vasto territorio de tu subconsciente. Has de crear de modo voluntario los pensamientos que quieres tener en tu interior, como quien siembra un jardín con las semillas de sus flores preferidas. Ese poder inmenso, que se esconde en tu subconsciente, es en realidad un poder que te pertenece. Tienes que aprender a controlarlo y dirigirlo. El poder del subconsciente es el dragón de las leyendas antiguas.

- ¿Y con qué podríamos identificar al supraconsciente?

- ¿No te lo imaginas? ¿Con qué lo identificarías tu?

- Quizás con ... el Reino de los Cielos. O con ... el Mundo de los Dioses de la antigüedad.

- Que más, que más. -insistió Tanit regocijada.

- Pues también podríamos identificarlo tal vez con el invisible Nagual de las religiones centroamericanas.

- Sí. ¿Y nada más?

- Pues ... ahora no se me ocurre otra cosa.

- Olvidas el Tao, el Nirvana, el Infinito.

- ¿Y como puedo llegar a contactar con mi supraconsciente?

- El supraconsciente llegará a ti cuando estés preparado. Pero tú debes estar abierto a él.

En ese instante surgió una brisa cálida. Un remolino agitó la húmeda tierra unos metros delante de nosotros. Briznas de hierba se levantaron y las ramas se movieron. Una enorme hoja seca, de color dorado, se presentó con el viento y de repente, durante unos segundos, se detuvo en el aire frente a nuestra vista, inmóvil en posición vertical, como si fuera una estrella de cinco puntas. Lo insólito del hecho llamó mi atención. Me parecía imposible que la hoja se quedara suspendida ante nuestros ojos a poco más de un metro de distancia. Lug emitió dos potentes ladridos, como si también él se asombrara. La explicación racional era sin embargo sencilla. El remolino había detenido su giro durante un instante, y por eso la hoja quedó estática de pronto en esa posición. La gravedad no tuvo tiempo de atraerla. Enseguida el viento continuó y la hoja desapareció en el bosque.

La voz tierna de Tanit me sacó de mis pensamientos.

- Existe un universo misterioso que nos rodea, pero cuya presencia ignoramos debido a los límites de nuestra percepción y nuestra consciencia. La frontera de la realidad la crea siempre el observador que percibe. -dijo como si eso fuera lo más simple del mundo.

Esas palabras consiguieron que se estremeciera mi piel. Tales conceptos me desbordaban y me inquietaban. Junto a mi amiga, a veces parecía encontrarme en un sueño.

Ella continuó:

- Todo ser humano tiene la posibilidad teórica de abrir las puertas de manifestación a su supraconsciente. Eso es lo mismo que abrir las puertas a lo divino, a la realidad que hay más allá de la realidad. La función de la conciencia humana en el universo es precisamente esa.

Yo la miraba a los ojos, que resplandecían con un azul intenso y brillante a pesar de la escasa luz de la tarde. Intentaba comprender los conceptos que sus frases revelaban, pero era como si se escapara algo de mi mente, como si las células de mi cerebro no pudieron crear o fijar nuevas conexiones, como si mis neuronas carecieran de moléculas de la calidad necesaria para establecer enlaces de una índole nueva y desconocida. Tanit prosiguió.

- Debes buscar la parte divina que se encuentra en tu interior. En eso consiste la verdadera búsqueda del grial.

Estas palabras se las escuché a Tanit muchas veces, pero hubo de marcharse ella definitivamente para que yo, al perderla, me diera cuenta de lo que realmente quería decir. Lo divino se hallaba en mi interior y también fuera de mí. Se encontraba presente en ella, que con su hechizo me hablaba, y a veces también en muchos otros lugares y personas, a flor de piel, casi en la superficie. Pero a mí me faltaba fijar de una determinada forma mi débil atención, y preparar el espacio de mi conciencia para que se estableciera allí una nueva percepción de las cosas. ¿Cómo conseguir que al menos un fino rayo del supraconsciente entre en la conciencia ordinaria?. Hay un silencio profundo y un vacío misterioso que se nos escapa y que es la llave para abrir la puerta.

Pero asimismo es necesario un diferente enfoque de la atención, una educación totalmente nueva de la conciencia y del cuerpo, y la creación de modelos cognitivos que nos permitan acceder al significado profundo del universo. Todo eso es imprescindible como preparación previa al trabajo directo con las energías dormidas que custodian el enigmático Santo Grial. Sin embargo Tanit no parecía seguir ningún método iniciático conmigo, sino que simplemente me hablaba, me acompañaba, me sorprendía, me confundía, me amaba, ... y tal vez dejaba que mi propia evolución interior fuera abriendo lentamente las grietas por donde se asoma la luz profunda del supraconsciente. Todo el proceso discurría hasta entonces de una forma muy calmada, lenta y pausada como el germinar de una semilla debajo de la oscura tierra. Quizás ella esperaba que un día se abrieran por sí solos los pétalos de la dormida flor.

- ¿Y cómo se logra esa pureza del espíritu de la que hablas y que aseguras es imprescindible para percibir el Grial?

- A través de un viaje consciente por el interior de uno mismo.

- ¿Por la tierra media?

- Sí, por la tierra media que constituye nuestra conciencia ordinaria, la tierra que existe metafóricamente dentro del espacio de nuestra conciencia. El mundo exterior en el que ahora estás viviendo y que te rodea no es más que su reflejo visible.

- ¿Y en qué consiste ese viaje interior? ¿Cómo se realiza un viaje dentro de uno mismo?

- Primero hay que despertar la "conciencia del viajero" -me explicó Tanit con su suave voz, mientras yo me perdía contemplando el brillo de sus ojos, que no disminuía a pesar de que la luz se hacía más tenue al haberse puesto ya el sol.

- ¿Qué es la conciencia del viajero?

- Una forma de decir que hay que activar un mecanismo dormido de la conciencia, por el que ésta se observa a sí misma en vigilancia de pensamientos y emociones que invaden su espacio.

- ¿A qué espacio te refieres?

- Al espacio de la conciencia que te he mencionado antes.

- ¿Pero dónde se halla en realidad ese espacio?

- Ese espacio se encuentra siempre dentro de ti, pero sólo lo puedes ver si despiertas la conciencia del viajero, la conciencia del explorador interior.

- ¿Se trata por tanto de un viaje con la imaginación?

- No cielo, se trata de explorar con la conciencia el paisaje de tu mente intermedia, la llamada Tierra Media de los antiguos, o también la Tierra Estéril de las leyendas del Grial, para así poder descubrir los enemigos y los monstruos que la dominan, expulsarlos y liberarla.

- ¿Quienes son esos monstruos y enemigos? ¿Te refieres a una alegoría de nuestros malos pensamientos e impulsos instintivos no controlados?

- Me refiero especialmente a todos los pensamientos y conceptos que invaden la mente para limitar nuestra libertad. Algunas veces esas pautas psíquicas nos las introducen otras personas desde la infancia. Pero en otras ocasiones las va creando el propio individuo. Todas constituyen formas mentales permanentes que pasan a habitar el subconsciente, y desde el cual invaden continuamente la "tierra media", condicionando y dirigiendo la vida de las personas sin que ellas se den cuenta.

- Hace tiempo que soy consciente de una serie de barreras psicológicas que me limitan. -reconocí ante mi amiga- y me resultan muy difíciles de eliminar.

- Todos los seres humanos las poseen. Nunca tendrás libertad de percepción ni de acción si no eliminas esas barreras, que son las que te confinan en una "tierra estéril y pobre". La pureza del espíritu es el requisito indispensable para alcanzar la verdadera libertad.

- Parece una tarea difícil, pues exige un cambio muy importante. -alegué ante lo que me parecía una empresa casi imposible.

- Es una tarea indispensable para encontrar tu auténtico destino en la vida. En esta vida y en todas las vidas. Y es fundamental también que transformes y dirijas tus pensamientos. Debes aprender a pensar siempre de forma positiva, con seguridad plena en ti mismo en todo momento, pues el pensamiento induce la realidad.

- Eso es algo que empiezo a reconocer su valor y que me gustaría lograr, pues en muchas ocasiones lo olvido y adolezco de la capacidad de dirigir y controlar mis pensamientos. Sin embargo es una cualidad que tú pareces poseer sobradamente. Eres el mejor ejemplo. -le confesé.

Ella continuó impertérrita con sus demandas de cambio.

- Además es preciso igualmente que transformes y profundices tu visión del mundo. Debes empezar a sentir y percibir la inteligencia del universo, una inteligencia que penetra todas las cosas y que te rodea en todo momento. -añadió, remarcando un tema del que ya habíamos hablado en otras ocasiones.

- Cariño, en ese punto tú si me ayudas bastante.

- Y por último, para comprenderme y ser parecido a mí, necesitas crearte un nuevo cuerpo y una nueva mente, con parámetros energéticos distintos a los que tienen ahora.

Tanit se refería otra vez a la Alquimia, una tradición secreta que ya era antigua antes de que se levantaran las mismas pirámides de Egipto. Pero en esa ocasión sus palabras me resultaban tan oscuras como la tarde que nos envolvía y tocaba ya a su fin.

Un aire frío recorrió la vegetación del bosque conforme desaparecía la luz. Nos levantamos y nos dispusimos a caminar.

- ¿Qué es lo divino? -le pregunté mientras nos perdíamos en la espesura de los árboles.

- Es el supraconsciente. Es una hiper-conciencia que nos envuelve. Pero no se puede definir. Lo tienes que experimentar tú mismo. No pertenece al tiempo ni al espacio, ni al ego, ni al mundo de las palabras o la razón.

La escuché atentamente, mientras apartaba las hojas de las ramas bajas, en busca del sendero que habíamos seguido para venir, y que ahora parecía esconderse de nosotros.

- Cuando llegues a ser uno con la parte divina que hay en ti, el mundo entero cobrará vida y significado.

- ¿Y qué es el subconsciente?

- La otra parte infinita de ti mismo. Tiene inmenso poder pero no tiene luz. Es una fuerza que ha de ser controlada y dirigida, o de lo contrario te verás arrastrado sin rumbo alguno. Hasta que tu tiempo, tu vida y tu cuerpo se hayan agotado.

Nos detuvimos en un calvero del bosque, porque el camino parecía haberse esfumado misteriosamente. Tanit se quedó a jugar con los perros y yo me alejé, rodeando unas grandes rocas y una densa espesura de arbustos, para explorar la dirección y orientarme.

Unos minutos después llegué a otro claro, con el suelo totalmente cubierto de hojas secas de variados colores. Una sensación extraña me paralizó. Había un silencio sobrecogedor en aquel paraje. Todo parecía estático. De repente sentí un viento frío que me rodeó, helándome la piel, y se concentró en un remolino a unos diez metros frente a mí. Observé como el aire comenzaba a levantar las hojas, y éstas se iban quedando adheridas a una forma invisible que inquietantemente parecía hallarse en aquel lugar.

Pronto las hojas, de todos los tamaños, fueron cubriendo algo que tenía una silueta humana, pero que yo no podía percibir sino fuera por el extraño fenómeno que estaba ocurriendo delante de mis ojos. Contemplé atónito y paralizado la escena, hasta que aquello que revestían las hojas alcanzó la forma y las dimensiones de una figura humanoide, de más de dos metros de altura. Pensé que estaba sufriendo una alucinación.

Sin embargo aquel ser irreal, creado con hojas que le daban visibilidad, comenzó a moverse. Giró con lentitud la cabeza a un lado y a otro, rotó alternativamente los hombros y después toda la figura se puso en marcha, como si espeluznantemente hubiera cobrado vida. Avanzaba de forma resuelta en mi dirección. No sabía como reaccionar. ¿Debía huir? ¿Debía intentar hacer desaparecer ese espejismo con la fuerza de mi pensamiento? Sentí un temor que me recorrió por dentro como si fuera una fuerza paralizante. ¿Qué se escondía realmente bajo esa cubierta de hojas secas? ¿Era esto una visión o tal vez un sueño? ¿Hay acaso seres a nuestro alrededor que en condiciones normales no vemos? ¿Estaba perdiendo mi razón ante un monstruoso ser que sencillamente no podía existir? Sin embargo aquel gigante vegetal se aproximaba inexorable y los metros que nos separaban disminuían rápidamente. Podía oír el crujido de las hojas que producía su movimiento.

En ese mismo instante escuché también a mis espaldas un fuerte ruido de vegetación y ramas que era pisoteadas violentamente. Volví rápido la mirada y vi los arbustos agitados por cuerpos pesados que avanzaban veloces. Y de pronto mis dos amigos caninos se hicieron presentes entre los matorrales, me rebasaron y se colocaron ante el sobrenatural ser forrado de hojas, gruñéndole para detenerlo. De inmediato la figura se frenó. Los perros, con el pelaje erizado, no se atrevían a atacar. Se limitaban a permanecer entre el ser fantasmal y mi persona, mostrandole sus colmillos.

Durante un minuto la escena quedó paralizada, como si se hubiera congelado toda acción: el monstruo de hojas permanecía inmóvil yante él los perros gruñendo y defendiéndome. Parecía como si yo tampoco pudiera moverme. Pero me di cuenta que era mi pensamiento el que estaba paralizado, y esa inmovilidad mental detenía y atrapaba mi cuerpo. Con lentitud la sobrenatural figura retomó su avance de nuevo, y Lug y Sansón retrocedieron, aunque sin dejar de hacerle frente. Relajé mis hombros y mis brazos que estaban rígidos, y dudé si arremeter contra aquello, fuera lo que fuese, o huir simplemente. ¿Que podía hacer ante un fenómeno imposible de catalogar? ¿Estaba enfrentándome a una prueba para medir mi valor?

Pero entonces, totalmente de improviso, surgió Tanit a nuestro lado. No la vi llegar. Nos contempló a todos con mirada penetrante. Despacio y sin decir nada avanzó unos pasos y se colocó junto a los perros. De súbito se levantó un aire cálido que nos rodeó. Pude sentirlo en la piel e incluso en mis huesos. Acto seguido el aire se desplazó con fuerza hacia la figura de hojarasca, y ésta se desvaneció interiormente como si se la hubiera llevado el viento. Las hojas se desprendieron y cayeron, igual que si aquello a lo que se habían adherido nunca hubiera estado allí.

- ¿Qué era eso? -exclamé.

- Un temor tuyo que había tomado forma. -respondió Tanit.

- ¡Pero era algo material!.-protesté.

- Más tarde o más temprano todos los miedos cobran una forma material u otra.

- ¿No se trataba de una alucinación?

- En cierto sentido si lo era. Ese ser se había escapado de tu Subconsciente, y había atravesado tu Tierra Media hasta llegar al Mundo Físico.

- ¿Por qué? ¿Cómo?

- Quien sabe. Tal vez se haya abierto una grieta en tu mente.- repuso con indiferencia.

Entre tanto los perros, ya más tranquilos y moviendo el rabo, olisqueaban las hojas del suelo en busca de algún rastro de ese ser imposible.

 

 

 

 

 

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