3.1 EL FACTOR HISTORICO-DEMOGRAFICO Y LA SALUD DE LOS TRABAJADORES
3.3 LA POBLACION TRABAJADORA DEL PAIS
* Población ocupada por
categoría de ocupación
3.4 LAS CONDICIONES DE TRABAJO DE
LOS TRABAJADORES
3.4.1 INGRESOS
* El empleo
por algunos sectores
3.4.3 POBREZA
3.1 EL FACTOR HISTORICO-DEMOGRAFICO Y LA
SALUD DE LOS TRABAJADORES
La
revisión histórica de la evolución demográfica peruana permite contextuar el
momento crucial en el que nos encontramos en la búsqueda de nuestro camino de
desarrollo y permite valorar la salud en el trabajo. Como en otros campos, una
visión histórica es necesaria no con
ánimo academicista, sino como aprendizaje del pasado y recuperación de ciencia
y tecnologías locales también en salud de los trabajadores, base para nuestro
aprendizaje e integración adecuada del conocimiento universal ([1]).
Durante
milenios, y en la era actual hasta fines del siglo XIX, la población peruana
tuvo una estructura de edades cuasi-estacionaria. Es decir que los nacimientos
y las muertes eran muy cercanos por lo que la población apenas crecía y la
estructura poblacional se mantenía similar ([2]).
En
el siglo XII, durante el llamado por Macera ([3])
etapa del desarrollo autónomo, la población de nuestro territorio actual era de
unos 2 millones de habitantes que, con una tasa de crecimiento de 0.03%, llega
a 5.2 millones hacia el año 1500 para el territorio actual. Esto correspondía a
una sociedad fundamentalmente agrícola y rural, a excepción de algunos centros
administrativos y religiosos, con actividades artesanales y terciarias
secundarias.
La
conquista y el asentamiento de la nueva sociedad que trajo, ocasionaron la
caída brutal de la población indígena. De unos 10 millones de personas
indígenas en todo el imperio en 1525, se llegó
a 8 millones en 1570 y a 612 mil en 1754 ([4]).
Kapsoli,
menciona que las causas de este despoblamiento fueron múltiples: la lucha entre
los propios indígenas, el transporte violento de poblaciones, las enfermedades
(como la viruela), el reclutamiento de naturales (mujeres y niños). Pero
también de manera importante el trabajo forzado en las minas y obrajes
(especies de manufacturas artesanales), donde los indígenas no contaban con la
experiencia, ni las condiciones físicas necesarias para soportar el régimen
compulsivo al que eran sometidos.
También contribuyeron al despoblamiento las formas de sometimiento no
conocidos como las cuotas de indígenas para adscribirlos a las encomiendas, a
los servicios de las iglesias y de los
cabildos.
Wicht,
por su parte indica que la colonia modificó la estructura económica y social,
introduciendo, por ejemplo, un mayor desarrollo urbano, la minería intensiva,
el comercio monetario, además de todas las implicancias de una economía
colonial. Durante su primera época, por las guerras, los maltratos, el trabajo
forzado, las epidemias, la población indígena se redujo drásticamente hasta a
1.9 millones hacia 1650, pero sin modificar significativamente ni la estructura
poblacional ni la tasa de crecimiento.
"Durante todo este pasado antiguo, incluyendo el convulsionado
siglo XIX, nuestro verdadero progreso económico y social fue casi mínimo. Bajo
el Inca, el Virrey, o el Presidente, la mayoría del pueblo peruano se mantuvo
en un precario estado de salud y de vida, muy cercano al de subsistencia: la
orfandad y la viudez crea situaciones normales en una población cuya esperanza
promedio de vida al nacer era 30 años"([5]).
Desde 1890 hasta mediados de la década del 40, en cinco
décadas, la población peruana pasó de 2.9 millones a 6.44 millones, con una
tasa de crecimiento de 1.6%. Comparativamente con nuestra actual situación y
con otros países de aquella época
tuvimos una positiva pero muy lenta evolución, con una imagen de país
rural, atrasado y pobre, donde destaca su ciudad-capital, con estructuras
sociales tradicionales y rígidas, una difícil geografía y una tradición
histórica antigua y colonial. A diferencia de otros países la inmigración no
fue importante y no se observan cambios significativos en indicadores
socioeconómicos. Por ejemplo, la Esperanza de vida al nacer sube sólo
ligeramente de 30 años a fines del siglo XIX a 35.7 años en la década del 40.
Precisamente es en este contexto que Mariátegui realiza las
reflexiones siguientes comentando un Libro de los médicos sociales de entonces
Sebastián Lorente y Flores Córdova. "La verdad de nuestra situación
sanitaria emerge del libro precisa y categórica. Los índices de la mortalidad y de la morbilidad son en el Perú
excesivos. El capital humano se
mantiene casi estacionario. En la
costa, el paludismo y la tuberculosis; en la sierra, el tifus y la viruela; en
la selva, todos los morbos del trópico y el pantano, minan la población exigua
de la República. Pero la cifra,
comúnmente aceptada, de cinco millones, basta para constatar la debilidad y la
lentitud de nuestro crecimiento demográfico, la mortalidad infantil es uno de
sus más terribles y trágicas guerras.
En Lima y en el Callao mueren antes de llegar a un año de edad la cuarta
parte de los niños. En los pueblecitos
rurales de la costa el índice de la mortalidad infantil es mayor aún. Tengo a la vista la estadística demográfica
del distrito de Pativilca del primer semestre del año en curso que acusa una
mortalidad superior a la natalidad (...)[6]"
Pero la notable explosión demográfica peruana se da posteriormente,
de mediados de los 40 a 1965. La tasa de crecimiento anual se incrementa en más
de 70% llegando a 3.0% a mediados de la década del 60, el su nivel más alto
hasta ahora alcanzado, se modifica la pirámide ampliándose la base. Este es un
fenómeno único en nuestra historia, que es casi improbable que se repita.
De acuerdo a Wicht las explicaciones a este fenómeno están en
el crecimiento del producto total por el desarrollismo económico, el descenso
drástico de la mortalidad (de 27 por mil a 13 por mil, es decir lo que Europa
consigue en 150 años, se logra en 25), pese a que la tasa de natalidad se
mantiene en lo fundamental.
Uno de los efectos notables de este fenómeno es el incremento
sustancial de demanda de trabajo y de demanda de bienes esenciales. Se presenta
la contradicción entre un aumento grande del "capital humano" y las
escasas posibilidades de utilizarlo adecuadamente. Y ello tiene que ver
fundamentalmente con adecuado desarrollo económico, pero de manera fundamental
con adecuadas políticas sociales.
En los últimos años la tasa de crecimiento ha descendido
ligeramente a 2.6%, que es menor al de otros países latinoamericanos,
actualmente la tasa de crecimiento está en 2.0%. Pero se estima que para el año
2020 la población peruana será de 38 millones.
Este crecimiento en un siglo de la década de 1920 a la década
del 2020 de 5 millones a 40 millones, no ha sido acompañado de un crecimiento
equivalente de adecuadas condiciones de vida y trabajo, incluso el porcentaje
de los que tendrían adecuada calidad de vida cada vez es menor, reduciendo la
masa demográfica con adecuada calidad de vida.
(Ir al principio)
La población nacional el día del censo en 1993 ascendía a
22,639,443 habitantes. La población peruana estimada para 1997 era de
24,310,043 habitantes[7],
con una tasa de crecimiento intercensal nacional de 2.0% anual[8],
inferior al período intercensal anterior 1972-1981 que fue de 2.6% anual, lo
que expresa una reducción importante en el ritmo de crecimiento
poblacional. Por datos del INEI, para
el Censo Nacional de Población de 1993 se estimaba que el 52 % de la población
nacional se encontraba en la costa, el 36% en la sierra y el 12% en la selva
del país. Así mismo, el 50.3% eran mujeres y el 49.7% hombres, la población
urbana era el 70% y la rural el 30%. Por edades, de 0 a 14 años eran el 36% ,
de 15 a 64 el 59%, y mayores de 64 el 5%. La población minusválida era el 10%
del total.
En Lima Metropolitana, la población en 1993 era de 6,434,323
habitantes y la tasa de crecimiento anual durante el último período Intercensal
llegó al 2.4%, bastante superior al promedio nacional. La diferencia se explica
en buena parte por el flujo migratorio, que continúa siendo importante.
La población de Lima Metropolitana, al igual que la del resto
del país, es predominantemente joven. En 1993, alrededor de la tercera parte
(31.3%) tenía menos de 14 años y 38.4% tenía menos de 18 años, es decir que
eran legalmente menores de edad. Estas mismas proporciones habían descendido
notablemente con respecto a los niveles de 1980, debido a la reducción en el
ritmo de crecimiento de la población: en ese año 35.8% tenía menos de 14 años y
43.1% menos de 18. (Ir al principio)
La población económicamente activa (PEA) y la población
ocupada (PO) permiten un acercamiento a la identificación de la población
trabajadora peruana, su distribución territorial y sectorial, sin embargo,
debemos mencionar que estos indicadores tienen limitaciones.
Por ejemplo, se considera PEA a la población que estaba
trabajando, que se encontraba en busca de trabajo o que deseaba trabajar al
momento del censo. Por ello se considera No PEA a las amas de casa, sectores rurales
de trabajo familiar, entre otros. Además los cambios en la estructura laboral
como consecuencia de los cambios en la estructura productiva y administrativa
privada y del estado está modificando la estructura laboral. Con estas
reservas, veamos la PEA del país.
La evolución de la estructura económica y el proceso de
migración y urbanización, condicionó
cambios en la composición de la fuerza laboral peruana en las últimas décadas.
En la década del 20 se mencionaba que 4 de cada 5 peruanos eran campesinos
indios, en la década del 40 la agricultura ocupaba alrededor del 60% de la PEA.
Entre 1970 y 1990 los cambios han continuado. En 1970 el
48.1% de la PEA era agrícola y en 1990 sólo el 34%, es decir la PEA agrícola
que era 1 de cada 2 trabajadores, pasa a ser 1 cada 3. Sectores de uso
intensivo de tecnologías, que ocupan poca mano de obra, como la minería casi
duplican su participación en la PEA, de 1.4% en 1970 a 2.4% en 1990, fenómeno
similar ocurre con los establecimientos financieros, que pese a la constante
modernización de sus tecnologías que requieren menos fuerza laboral, casi ha
duplicado su participación en la PEA nacional por que el sector ha crecido
notablemente. La manufactura disminuye ligeramente, situación explicada por la
recesión y estancamiento de la industria nacional, algo similar ocurre con la
construcción. El crecimiento de la participación de Comercio y Servicios
-particularmente este último que crece een 10%- en la PEA es notable, pasan del
11.4% y 16.4% en 1970 a 15.5% y 26.7% respectivamente.
CUADRO 9
PEA ACTIVA DE 15 Y MÁS 1970-1990 POR ACTIVIDAD
ECONÓMICA
(CIFRAS RELATIVAS Y TOTAL ABSOLUTAS)
|
1970 |
1980 |
1990 |
|
|
|
|
AGRICULTURA |
48.1 |
39.8 |
34.0 |
MINERIA |
1.4 |
2 |
2.4 |
MANUFACTURA |
12.6 |
11.6 |
10.5 |
ELECTRICIDAD |
0.2 |
0.3 |
0.3 |
CONSTRUCCION |
4.2 |
3.9 |
3.7 |
COMERCIO |
11.4 |
13.1 |
15.6 |
TRANSPORTE |
4.1 |
4.4 |
4.4 |
ESTABL. FIN. |
1.4 |
2.5 |
2.4 |
SERVICIOS |
16.6 |
22.4 |
26.7 |
|
|
|
|
TOTAL |
100 |
100 |
100 |
|
(4188.6) |
(5586.3) |
(7334.4) |
Fuente:
INEI. Perú: Compendio Estadístico 1995-1995.
1996.
La población en edad de trabajar, es decir la población entre
15 y 64 años, representa el 61% de la población total, en las estimaciones de
1997.
En el cuadro anterior se visualiza la actual estructura de la
fuerza laboral peruana, aunque esta estructura está cambiando. La agricultura
representa el 34% (un tercio) de la PEA. Las actividades de producción como
minería, manufactura, electricidad, y construcción, ocupan a 16.9% . El
transporte ocupa al 4.4%. El comercio, servicios y establecimientos financieros
representa el 44.7% de la PEA.
Si bien es cierto que todas las actividades laborales
entrañan riesgos para los trabajadores, algunas son de mayor riesgo. Por ello
es importante tomar nota de los datos anteriores, diríamos que más del 55% de
trabajadores se encuentran en trabajos de alto riesgo, si consideramos que el
último grupo mencionado (comercio, servicios y establecimientos financieros)
tienen menores factores de riesgos, por lo menos en cuanto a accidentes.
La PEA de 15 y más años estimada para 1995 es de 7.814.809,
lo que representa el 33.2% de la población total. En el cuadro siguiente se observa cómo la PEA femenina ha subido
de 1981 a 1993 del 12.9% al 15.22% de la población total mayor de 15 años. Así
mismo podemos mencionar que de 1981 a 1993, la composición masculina de la PEA
bajó del 75.4% al 70.4%, en tanto que la PEA femenina subió del 24.6% al 29.6%.
Esto mostraría un incremento de la fuerza laboral femenina al mercado de
trabajo.
Otra interpretación sería que la población femenina acepta
cada vez más abiertamente que “está buscando trabajo” o “desea trabajar”. Este
dato pone en cuestión los criterios de calificación de PEA, no PEA y otras
categorías, ya que se estaría ocultando el trabajo femenino, el trabajo de los
familiares no remunerados, el trabajo campesino de la mujer y los menores, por
ejemplo, pero ahora no nos detendremos en esto.
CUADRO
10
PERÚ:
POBLACIÓN DE 15 AÑOS Y MÁS, SEGÚN CONDICIONES DE ACTIVIDAD Y SEXO
1981
Y 1993 (PORCENTAJES)
CONDICION DE ACTIVIDAD Y SEXO |
1981 |
1993 |
Total |
100 (9923417) |
100 (13892980) |
PEA hombres mujeres |
52.3 (5189660) 39.4 12.9 |
51.2 (7109527) 36.0 15.2 |
NO PEA hombres mujeres |
47.7 (4733757) 10.0 37.7 |
48.8 (6783453) 13.0 35.8 |
Fuente: INEI, 1995. Censos Nacionales de 1981 y 1993.
Es decir la PEA masculina es el 70% y la femenina el 30% de
la PEA total mayor de 15 años. El
siguiente cuadro parece confirmar la tendencia creciente de PEA Femenina en la
última década del siglo, que sube del 33% en 1990 al 36.1% en el 2000, en
términos absolutos son más de 1.2 millones de mujeres, en tanto que los hombre
bajan relativamente del 67% en 1990 al 63.9% en el 2000, siendo en términos
absolutos 1.4 millones de varones más.
1990 |
1995 |
2000 |
||||||
TOTAL |
HOMBRES |
MUJERES |
TOTAL |
HOMBRES |
MUJERES |
TOTAL |
HOMBRES |
MUJERES |
7786009 |
5214384 |
2571626 |
8906009 |
5816530 |
3089479 |
10387225 |
6638989 |
3748236 |
100.0 |
67.0 |
33.0 |
100.0 |
65.3 |
34.7 |
100.0 |
63.9 |
36.1 |
FUENTE: INEI. Perú: Estimaciones y
Proyecciones de la Población Económicamente Activa, 1970-2015
Por grupos de edad, se
advierte un ligero incremento de la PEA entre 35 y 64 años, decreciendo al PEA
entre 19 y 34 años. Esto sugiere un cambio de la PEA hacia este grupo de edad
“madura”. Se estima que en América latina en los siguientes veinticinco años la
población entre 20 y 65 años será el 60% del total, situación que es única en
nuestra historia con la mayor proporción de la población en edad óptima de
trabajar ([9]).
CUADRO 12
PERU: PEA DE 15 Y MAS AÑOS POR GRUPOS DE EDAD,
1990, 1995, 2000
<!-- ------------------------- --><!-- FIN DE
CONVERSIÓN --><!-- ------------------------- -->
|
1990 |
1995 |
2000 |
TOTAL |
100.00 (7786009) |
100.0 (8906009) |
100.0 (10387225) |
19-34 |
54.2 |
53.4 |
52.8 |
35-64 |
41.9 |
42.6 |
43.3 |
65 + |
3.9 |
4.0 |
3.9 |
FUENTE:
INEI. Perú: Estimaciones y Proyecciones de la Población Económicamente Activa,
1970-2015
El
siguiente cuadro permite observar las características de la población
trabajadora urbana del país.
La
población en edad de trabajar, es decir todas las personas aptas para el
ejercicio o funciones productivas, es de 10.9 millones de personas, que
representa el 80% de la población total., El 52.2% de ellos son mujeres. Sin embargo, sólo el 47.2% de las mujeres en
edad de trabajar pertenecen a la PEA y
el 35.1% tienen empleo, contra el 73.1%
de hombres en edad de trabajar que pertenecen a la PEA y el 54.1% que tienen
empleo. El subempleo afecta al 50% de
mujeres y al 38% de varones.
Estos
datos muestran que si bien la participación laboral de la mujer aumenta, existe
una situación de mayor precariedad en el trabajo femenino. Por ejemplo, en el sub empleo por horas, las mujeres
superan a los varones, lo que además mostraría su dificultad para trabajar
horarios completos.
También el desempleo
afecta más a las mujeres.
CUADRO 13
PERU URBANO: POBLACION Y FUERZA DE
TRABAJO, SEGUN SEXO
III TRIMESTRE - 1996
POBLACION Y FUERZA DE TRABAJO (miles) |
TOTAL |
HOMBRES |
MUJERES |
Población Total |
13.716 |
6.630 |
7.086 |
Población en Edad de Trabajar |
10.962 |
5.242 |
5.720 |
Población Económicamente Activa |
6.534 |
3.834 |
2.700 |
Ocupados |
6.077 |
3.589 |
2.488 |
Subempleados |
2.789 |
1.440 |
1.349 |
Por ingresos |
1.626 |
908 |
718 |
Por horas |
1.163 |
532 |
631 |
Adecuadamente Empleados |
3.289 |
2.149 |
1.140 |
Desocupados |
457 |
245 |
212 |
Población Económicamente Inactiva |
4.428 |
1.408 |
3.020 |
Indicadores (en porcentaje) |
|
|
|
Tasa de Actividad |
59,61 |
73,14 |
47,20 |
Ratio Empleo /Población |
44,31 |
54,13 |
35,11 |
Tasa de Subempleo total |
42,68 |
37,56 |
49,96 |
Por ingresos |
24,89 |
23,68 |
26,59 |
Por horas |
17,80 |
13,88 |
23,37 |
Tasa de Desempleo |
6,99 |
6,39 |
7,85 |
Fuente: Ministerio de Trabajo y Promoción Social.
Boletín de Economía Laboral - Octubre 1997
([10])
En
el Cuadro Nro. 14 se detalla aún más el
cuadro de la PEA por actividad económica.
CUADRO
14
PEA
(MAYORES DE 14 AÑOS ) POR RAMA DE ACTIVIDAD
RAMA DE ACTIVIDAD |
TOTAL |
% |
Agric. Gan. Caza y
Silv |
1'852,817 |
26.1 |
Pesca |
48,403 |
0.7 |
Explot. Minas y
Cant. |
72,170 |
1.0 |
Ind. Manufacturera |
783,853 |
11.0 |
Sumin. Elec, gas,
agua |
18,710 |
0.3 |
Construcción |
254,997 |
3.6 |
Comer. Rep auto
Eject. Per |
167,024 |
2.3 |
*Vent. Mant. y Rep. Veh. Aut |
129,642 |
1.8 |
*Comercio por mayor |
132,483 |
1.9 |
*Comercio por menor |
904,899 |
12.7 |
Hoteles y
Restaurant |
130,132 |
1.8 |
Trans. Almac y
Comunic. |
347,452 |
4.9 |
Intermediac.
Financiera |
56,152 |
0.8 |
Actividades
inmobiliarias |
227,502 |
3.2 |
Adm.pública,
defensa y SS |
321,051 |
4.5 |
Enseñanza |
352,305 |
5.0 |
Servicios sociales
y salud |
114,258 |
1.6 |
Otras activi. Y
serv. Comunit |
116,258 |
1.6 |
Hogares Priv. y
Serv Domest |
238,412 |
3.4 |
Organiz y Org.
Extraterr |
1,303 |
0.2 |
No especificado |
726,619 |
10.2 |
Buscando Trab.
Prim.Vez |
243,467 |
3.4 |
TOTAL |
7'109,527 |
1020 |
Fuente:
INEI. Compendio estadístico 1995-1996.
La
PEA del Departamento de Lima concentra el 33.6% de la PEA Nacional. La PEA urbana
ha pasado del 66.5% en 1981 al 73.7% en 1993 y la PEA Rural del 33.5% descendió
al 26.3% en 1993 de la PEA total.
CUADRO
15
PEA
ACTIVA DE 15 AÑOS Y MÁS NACIONAL Y POR DEPARTAMENTO. 1993.
DEPARTAMENTO |
PEA |
% |
AMAZONAS |
102,276 |
1.4 |
ANCASH |
272,546 |
3.8 |
APURIMAC |
96,604 |
1.4 |
AREQUIPA |
307,802 |
4.3 |
AYACUCHO |
131,435 |
1.8 |
CAJAMARCA |
355,372 |
5.0 |
CALLAO |
231,580 |
|
CUSCO |
317,440 |
4.5 |
HUANCAVELICA |
103,724 |
1.5 |
HUANUCO |
183,794 |
2.6 |
ICA |
170,836 |
2.4 |
JUNIN |
311,970 |
4.4 |
LA LIBERTAD |
381,885 |
5.4 |
LAMBAYEQUE |
269,812 |
3.8 |
LIMA |
2,390,949 |
36.9 |
LORETO |
200,259 |
2.8 |
MADRE DE DIOS |
27,091 |
0.4 |
MOQUEGUA |
46,479 |
0.7 |
PASCO |
64,477 |
0.9 |
PIURA |
400,080 |
5.6 |
PUNO |
319,917 |
4.5 |
SAN MARTIN |
195,139 |
2.7 |
TACNA |
81,367 |
1.1 |
TUMBES |
49,189 |
0.7 |
UCAYALI |
97,504 |
1.4 |
Total |
7109527 |
100.0 |
(*) Incluye Callao |
|
|
Elaborado en base a: INEI Compendio
estadístico 1995‑1996 |
La
evolución y distribución de trabajadores de acuerdo a categoría de ocupación, lo
podemos ver en el siguiente cuadro.
CUADRO
16
PERU:
POBLACION OCUPADA DE 15 Y MAS AÑOS,
SEGUN
CATEGORIA DE OCUPACION, 1981 Y 1993.
CATEGORIA DE OCUPACION |
1981 |
1993 |
TOTAL |
100 (4733364) |
100 (6357177) |
Obrero Empleado Trabajador independiente Empleador o patrono Trab. Familiar no remunerado Trabajador del
hogar |
23.5 22.0 44.3 1.1 5.5 3.6 |
20.9 26.1 36.4 2.6 10.3 3.7 |
La
PEA asalariada (obreros y empleados) representa 47% , en tanto que los trabajadores
independientes y empleadores o patronos, representan el 39%. (Ir
al principio)
Los
salarios reales promedio en el sector moderno de la economía aumentaron en el
Perú, siguiendo la tendencia de la Región entre 1990-1997 ([11]). El salario industrial en ese período se
elevó en el Perú en 3.1.%, y el salario mínimo real aumentó en 4.3%. Los principales
factores para esta recuperación han sido el control de la inflación y una
política activa de incremento de salarios mínimos.
Sin
embargo, los salarios siguen siendo bajos comparados con otros países y con los
salarios de inicios de los 80s. En Perú el salario por hora trabajada en la
industria manufacturera es de $2, en Argentina es de $4, en Chile y Brasil de
$3, en Alemania es de $16, en USA $13, en Corea $7. Comparado el salario actual promedio y el salario mínimo es
inferior a los salarios del año 1980.
Pero
por otro lado, sigue siendo alta la proporción de asalariados que perciben
menos del salario mínimo. Se estima que el 2% de asalariados del Perú perciben
menos de un salario mínimo. En las microempresas, este porcentaje sube a 6%.
Por
segmentos, el ingreso de los informales en la Región es el 62% del ingreso de
los ocupados en el sector moderno de la economía, en la mayoría de países esta
brecha ha crecido en los últimos 6 años.
Según
Encuesta de Sueldos y Salarios de Lima Metropolitana, en el período 1991- 97,
ha habido una relativa recuperación del poder de compra de las remuneraciones
en el sector privado, mientras el PBI real se incrementó en 45,8%, las
remuneraciones crecieron 35,8% en términos reales[12].
El
análisis de las remuneraciones por categoría ocupacional, revela que los
empleados y ejecutivos han incrementado su poder de compra en 56,5% en el
período 1990 - 97. Este crecimiento fue bastante acelerado en el período 1990 -
94, mientras que desde 1995 los sueldos han crecido sólo ligeramente. En el
caso de los obreros la recuperación ha sido bastante menor, ya que los salarios
reales crecieron 2,4%. Este resultado es consistente con la desventaja que
enfrentan los trabajadores menos calificados actualmente.
Por
rama de actividad, los sectores comercio, manufactura y servicios concentran
aproximadamente el 85% de los trabajadores dependientes del sector privado en
Lima Metropolitana. El índice de las remuneraciones en la actividad comercial
tiene una tendencia ascendente desde 1992. De esta forma, dicho índice ha
experimentando una recuperación de su poder adquisitivo de 72,2% entre 1991 y
1997. Las remuneraciones en la actividad manufacturera aumentaron su poder de
compra en 33% entre 1991 y 1997. También cabe señalar que la manufactura se
constituye como el único sector con crecimiento continuado en sus
remuneraciones reales desde 1993. Por su parte, el sector servicios, que
concentra al mayor número de trabajadores de la actividad privada, ha mostrado
un incremento en sus remuneraciones reales del 31,9% entre 1991 y 1997.
Por
otro lado, la Encuesta Nacional de Sueldos y Salarios[13]
está dirigida a empresas privadas de 10 y más trabajadores, con el objetivo de
obtener información de remuneraciones a partir de las planillas de pago de las
empresas, según categoría ocupacional y rama de actividad económica. Desde
1996, esta encuesta se realiza bajo el Convenio MTPS-INEI con cobertura
nacional urbana. Los resultados de la última encuesta mostraría una
recuperación de remuneraciones respecto a las canastas básicas respectivas.
También indica que los resultados señalan que los trabajadores en empresas
grandes (100 y más trabajadores) ganan, en promedio, 25% más que quienes
laboran en empresas pequeñas y medianas (de 10 a 99 trabajadores). Esta
diferencia en las remuneraciones se explica por la concentración de las
empresas de menor tamaño en actividades con reducidos niveles de tecnología lo
que determina menores niveles de productividad y, por lo tanto, remuneraciones
inferiores a las percibidas en las empresas grandes. (Ir al principio)
Los
niveles de empleo se miden en cantidad, medido a través de la tasa de
desempleo, y calidad, medido a través del subempleo. Ambos dependen de la
relación entre oferta y demanda de trabajo.
De
acuerdo al Censo de 1993, la Tasa de actividad nacional era de 51.2 [14],
siendo en el área urbana de 51.3 y el área rural de 50.7. en tanto que el
desempleo siendo en promedio de 7.1.,
en la zona urbana alcanza al 8.5% y en la zona rural al 3.3%, es evidente que
las condiciones de empleo son diferentes, en las zonas rurales existe mucha
actividad de subsistencia.
CUADRO
17
TASA
DE ACTIVIDAD, EMPLEO Y DESEMPLEO
PEA
15 AÑOS SEGUN AREA DE RESIDENCIA
|
|
EMPLEADOS |
DESEMPLEADOS |
TOTAL |
51,2 |
92,9 |
7,1 |
URBANA |
51,3 |
91,5 |
8,5 |
RURAL |
50,7 |
96,7 |
3,3 |
Fuente:
INEI Censo 1993
La evolución de estos indicadores en Lima
Metropolitana, muestra que de 1970 a la actualidad, el problema de calidad del empleo
se ha ido agravando, por lo que el problema de déficit en la cantidad de
empleos ha pasado a segundo plano.
PERU:
NIVELES DE EMPLEO URBANO *
(En
porcentajes)
NIVEL DE EMPLEO |
Tercer Trimestre 1996 |
Tercer Trimestre 1995 |
Adecuadamente empleada |
50,4 |
50.0 |
Sub empleo |
42,6 |
42.4 |
Visible (por horas) |
17.9 |
15.6 |
Invisible (por ingresos) |
24.7 |
26.8 |
desempleo |
7,1 |
7.6 |
Total |
100.0 |
100.0 |
Fuente: Encuesta nacional
de Hogares. Niveles de empleo.
Convenio MTPS-INEI[15]
* Cifras preliminares
La
tasa de desempleo abierto ([16])
en Lima Metropolitana no ha sido históricamente muy alta nunca ha sobrepasado el
10%, oscilando entre 4.8% y 9.9% durante el periodo 1980-1993. Afectando más a
los jóvenes, a los menos capacitados y a las mujeres. Así, entre 1980 y 1993 la
tasa de desempleo femenino oscilo entre 6% y 12.5%, mientras que la tasa de
desempleo masculino fluctúo entres 4% y 8.3% ([17]).
Los migrantes también presentan menores tasas de desempleo que los nativos.
Pero
también existe el desempleo oculto que son las personas que desean trabajar,
pero no buscan trabajo porque, dadas las condiciones del mercado laboral o
simplemente por razones personales, piensan que no o van a conseguir.
Estas
personas, no son considerados como parte de la PEA, ni son considerados como
desempleados, aunque posiblemente estuvieron buscando trabajo antes o tienen la
voluntad de trabajar. Si agregamos estas personas a la PEA, el desempleo
alcanza tasas que oscilan entre 14% y 23% durante el periodo 1984-1993,
bastante más altas que las tasas de desempleo abierto, que no han superado el
10%. De acuerdo a ello, por sexos también las mujeres consideradas en situación
de desempleo en 1993 alcanzan el 34%, mientras que sólo el 13% de los hombres
se encontraban en esa situación. En 1993, el 67% de los hombres que no buscaron
trabajo por razones personales lo hicieron porque estaban estudiando, mientras
que el 51% de las mujeres no buscaron porque atendían labores domesticas, lo
que adicionalmente significa que los hombres tendrían en el futuro mejores
oportunidades de desarrollo[18].
Estudios
del Ministerio de Trabajo ([19])
mostrarían que la duración completa promedio del desempleo urbano en el Perú es
relativamente pequeña (2 meses y medio), gran parte del desempleo abierto se
explica por fricciones en el mercado laboral, derivados de problemas de
información. La gran mayoría tiene periodos, probablemente estacionales,
intermitentes que hacer particularmente sensibles las tasas de participación
laboral. Este grupo está compuesto mayoritariamente por mujeres, jóvenes,
dependientes en el hogar y con bajo nivel educativo. La capacitación laboral
tiene influencia bastante significativa en la probabilidad de estar empleado.
El
subempleo en Lima Metropolitana, ha
crecido progresivamente desde la década del setenta. En 1970 era inferior al
10%, en 1987 llegó a 35%, en 1989 subió a 73% y ya en la década del noventa se
ha estacionado por encima del 75% de la PEA.
El
subempleo, tal como lo mide el Ministerio de Trabajo, esta muy asociado a la
evolución de los niveles de ingreso.
Se
observa que afecta más a las mujeres: entre 1980 y 1993 la proporción de
subempleadas subió de 37.2% a 81.0%, mientras que los subempleados 21.7% y
77.5%. En 1993 dos de cada tres mujeres
subempleadas y uno de cada tres hombres se encontraban en una situación de
subempleo agudo ([20]).
El
también subempleo afecta más a los jóvenes y a los menos instruidos, aunque
dichas diferencias tienden a desaparecer con la crisis, en la medida que la
proporción de subempleados alcanza niveles superiores al 70%.
El
empleo en el sector público se ha reducido entre 1990 y 1994, de 714 mil a 632
mil personas, es decir son más de 80 mil personas que han salido del sector. En
el gobierno central son más de 240 mil, en las instituciones públicas 131 mil.
Sólo en los gobierno regionales se ha incrementado el empleo en cerca de 160
mil nuevos puestos de trabajo.
CUADRO
19
|
1990 |
1991 |
1992 |
1993 |
1994* |
Gobierno Central |
543682 |
323476 |
306545 |
299247 |
315537 |
Instituciones Públicas |
23813 |
16944 |
18319 |
10076 |
10710 |
Org. Descentra. Autónomos |
32464 |
34554 |
33930 |
33659 |
33780 |
Gobiernos Regionales |
114449 |
312267 |
285791 |
286785 |
272714 |
Total |
714408 |
687241 |
644585 |
629767 |
632741 |
* Mayo.
Fuente: Ministerio de Economía y
Finanzas ([21])
De
acuerdo a una encuesta a empresas mayores de 100 trabajadores, el 56% eran
empresas con menos de 200 trabajadores y ocupaban al 20%, mientras que el 44%
eran empresas con 200 y más trabajadores, que ocupaban al 80% del total.
CUADRO 20
EMPLEO Y TAMAÑO DE EMPRESAS
TAMAÑO DE |
DIST. % DE |
DIST. % DE |
EMPRESAS |
EMPRESAS |
TRABAJADORES |
Cifras Absolutas |
684 |
183,818 |
|
100 % |
100% |
90 - 149 |
44,9% |
12,8% |
150 -199 |
11,3% |
7,3% |
200 -299 |
19,4% |
17,6% |
300 -499 |
13,2% |
18,7% |
500 - + |
11,3% |
43,4% |
Fuente: Encuesta
Mensual de Variación de Empleo a empresas de 100 y + trabajadores en Lima Metropolitana.
Dirección Nacional de Empleo y Formación Profesional. MTPS. 1996.
Los desempleados, asimismo, padecen de
problemas de salud mental por su situación de inseguridad laboral y de posibilidades de ingresos ([22]). (Ir al
principio)
En
los últimos años se ha mostrado preocupación por la política social ([23]).
Sin embargo, la visión que prima no la relaciona con los problemas de la
producción, la política macroeconómica, las inversiones o la acción empresarial.
Se la confunde con programas sociales y con programas compensatorios o de
alivio a la pobreza. Y ello no es así, porque la política social se refiere a
la responsabilidad del Estado de garantizar, a través de políticas públicas, el
bienestar básico de la población a partir del derecho que todos tenemos a la
igualdad de oportunidades en nuestra condición de ciudadanos y, por lo tanto,
de iguales. De esta manera el Estado
corrige lo que el mercado no puede garantizar, cumpliendo así una función redistributiva.
La política social entonces no tiene como objetivo solo a los más pobres, ni
atiende únicamente los casos extremos. La política social garantiza objetivos
sociales y calidad de vida para todos. Además, las políticas sociales son una
conquista de los trabajadores.
·
Los sectores claramente definidos o identificados
antes como obreros, mineros, campesinos y pobladores parecen difuminados y
debilitados en su organización, presión y propuesta, así como subsumidos bajo
la categoría “pobre”.
·
Se confunde a la política social con programas
sociales y con programas compensatorios o de alivio a la pobreza. Y ello no es
así porque la política social se refiere a la responsabilidad del Estado de
garantizar, a través de políticas públicas, el bienestar básico de la población
a partir del derecho que todos tenemos a la igualdad de oportunidades en
nuestra condición de ciudadanos y, por lo tanto, de iguales.
·
La disminución del gasto social es parte de la
política de ajuste, y no un hecho fortuito o una muestra de poca sensibilidad y
emoción social. * Es necesario evaluar a Foncodes, en primer lugar, como
generador de ingreso temporal. Y en este terreno su impacto es bastante pobre,
dado el monto del ingreso y la pequeña duración del mismo. Además, se han construido
escuelas sin maestros que le den funcionamiento. Con las postas ha pasado lo
mismo. (Ir al
principio)
Se
considera jornada de trabajo, al tiempo en que el trabajador se encuentra a
disposición del empleador; el horario de trabajo comprende la hora de inicio y
de término de cada jornada ([24]).
El Convenio Nº 1 de la OIT, estableció en 1919 que la duración del trabajo del
personal de una empresa no podría exceder de ocho horas por día y de cuarenta y
ocho por semana, salvo en el caso de las personas que ocupen un puesto de
inspección, de dirección o de confianza. El citado Convenio prevé que en el
caso de trabajos por equipo, la duración del trabajo podrá sobrepasar de ocho
horas al día y de cuarenta y ocho por semana, siempre que el promedio de horas
de trabajo, calculado para un período de tres semanas, o un período más corto,
no exceda de ocho horas diarias ni de cuarenta y ocho por semana.
El
país el Decreto Ley 26236 y El Decreto Legislativo 854 ([25])
, Ley de Jornada de Trabajo, Horario y Trabajo en Sobretiempo, cuyo reglamento
fue aprobado mediante Decreto Supremo Nº 008-97-TR, norman las jornadas y
horarios de trabajo y el trabajo de sobretiempo. Se establece una jornada
máxima de 8 horas diarias o de 48 horas semanales, pudiendo establecer por ley,
convenio o decisión del empleador una jornada menor. La última norma da mayores
facultades a los empleadores para determinar jornadas y horarios. No se
considera el refrigerio como parte de la jornada de trabajo, salvo acuerdo de
partes o decisión del empresario. Se considera trabajo nocturno al trabajo
realizado entre 10 p.m. a 6 a.m. del día siguiente, por lo que se recibe una
remuneración adicional equivalente al 30% de la remuneración mínima vital.
Actualmente
se discute la reducción de la jornada para reducir el desempleo. Por ejemplo,
en Francia, la jornada semanal a partir del año 2000 no será mayor a 35 horas,
en toda empresa que tenga más de veinte trabajadores.
[1]
Pese a todo el avance de las ciencias históricas y antropológicas, están pendientes
estudios integrales sobre las condiciones de vida, trabajo y salud de los antiguos trabajadores de este
territorio, hoy conocido como Perú. Aquí sólo esbozamos una pincelada,
[2] Wicht, Juan. Realidad demográficca y crisis de la sociedad peruana. En:
Problemas Poblacionales Peruanos II. AMIDEP. 1986.
[3] Macera, Pablo. Historia del Perú. 1er. Año.
Editorial Bruño. Lima, 1984.
[4] KAPSOLI,
Wilfredo. Los Movimientos indígenas. En: Ensayos de Nueva Historia.
Kapsoli-Gonzáles Editores. Lima, 1983.
[5] Wicht, Juan. Realidad demográfica y crisis de la
sociedad peruana. En: Problemas Poblacionales Peruanos II. AMIDEP. 1986.
[6] Mariátegui, José Carlos. Aspectos
económico-sociales del problema sanitario. En Peruanicemos el Perú. Empresa
Editora Amauta. Lima. 1970.
[7]
INEI Perú: Estimaciones y proyecciones de Población por Edades simples y años
calendarios 1970-2025.
[8] INEI.Compendio de estadísticas sociales 1994/1995.
Dirección Técnica de
Demografía y Estudios Sociales. 11995.
[9]
León, Francisco. Salud Ocupacional. Una agenda legislativa para iniciar el
milenio. CEPAL. Comisión de Salud del Parlatino. Sao Paulo, Noviembre de 1998. P. 2.
[10] PROMUDEH /ODE. Unidad de
Planeamiento y Estadística. La Mujer en el mercado laboral peruano. En
http://www.promudeh.gob.pe…/LA%29MUJER%20EN%20EL%MERC_LABORAL.htm
[11]
Tokman, Víctor. Condiciones de trabajo en América Latina. En Revista de
Trabajo. Ministerios del Trabajo del Perú.
Http://www.mtps.gob.pe/revista/num_7-98/rev7_3_2.htm
[12] Convenio
MTPS - INEI, Encuesta de Sueldos y Salarios. INEI - Compendio Estadístico 1996
- 97.
[13] Ministerio
de Trabajo. En:
http://www.mtps.gob.pe/principal/informe/informe25/inf25_4.htm
[14] Es decir la PEA entre la población en edad de trabajar.
[15]
Informe Laboral. Suplemento de Análisis laboral. Vol.XII, No. 132. Enero de
1997.
[16] Desempleo
abierto: porción de la PEA que desee a
trabajar y que está buscando trabajo activamente.
[17] GARATE U.,
Werner y FERRER G., Rosa Ana. En qué trabajan las mujeres. Compendio
estadístico 1980-1993. ADEC/ATC., Lima, 1994. Pp. 29-35.
[18]
Idid.
[19] Ministerio
de Trabajo y Promoción Social. En:
http://www.mtps.gob.pe
[20]
Estrato con menores ingresos entre los subempleados.
[21]
Saavedra Chanduvi, Jaime, Perú: Apertura Comercial, Empleo y Salarios. OIT. Documento
de Trabajo 40. 1996. pp. 9.
[22]
El Batawi. Unemployment and Health. The
Swedish Health services in the 1990s. HS 90.
[23] Huamán, María Josefina. Política Social, se necesita. En:
[25] El impacto
del nuevo contexto mundial en la jornada de trabajo
[25]
Cortés, Juan Carlos. Jornada, horarios y sobretiempos. En: Coyuntura Laboral
Nro. 107. DESCO. Noviembre de 1996.