fasenlínea.com

Análisis, comentario Y Demás

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Otros textos de Medios

Tim Pool, la sangre nueva del cyberperiodismo, enfrenta a una prensa podrida y servil

Rush Limbaugh dio más a la libertad de expresión de lo que sus enemigos nunca le reconocerán

Qué hacer para luchar contra la inminente cyberdictadura mundial

¿Estamos mejor o peor que antes con las redes sociales? Dos perspectivas

A lo mejor se acuerda: el nacimiento de VH-1

El odio a Trump lleva a Andrés Oppenheimer a solapar la censura

Archivo

 

 

 

 

 

 

MEDIOS/Revistas

RIP a Contenido, crónica de una muerte inducida

A apenas dos años de cumplir seis décadas en circulación, la que fuera una de las revistas más leídas de México salió de circulación, primero ante la irremplazable ausencia de su fundador y luego por las pésimas decisiones de sus editores y directores. Un repaso de memorias a Contenido, revista que nos inspiró a crear proyectos como este sitio

Versión impresión

JUNIO, 2021. Aunque se veía como un hecho, ciertamente cayó de sorpresa la desaparición oficial de la revista Contenido el pasado mes de marzo. El que hasta hoy nos venimos enterando es claro signo del poco interés que nos despertaba hoy esa publicación que fue adquirida por el grupo Carso hará unos 15 años.

Sin embargo ese sentimiento de pérdida no se refiere tanto al pasado reciente de Contenido, sino lo que alguna vez llegó a representar esa revista en nuestras vidas.

Gracias a mi padre, ávido lector, fue como en casa supe de la existencia de Contenido. Eran los finales de los 70 aunque en casa luego llegué a encontrar ejemplares de 1973, quizá porque mi progenitor procuró tener la publicación fuera de nuestro alcance dado que en casa éramos unos niños y muchos de los temas abordados por Contenido no eran precisamente infantiles.

De cualquier modo, recuerdo perfectamente cómo para mediados de 1978 y cuando tendría yo unos 11 ó 12 años, me hice igualmente lector asiduo de Contenido. Entre algunas portadas de aquel entonces recuerdo una titulada "La naquiza se travoltiza" donde hablaba del auge de las discotheques en la ciudad de México y cómo esa moda había pegado en el país de manera tal que hasta Televisa, reacia a las corrientes de "música extranjerizante" --según Raúl Velasco-- llegó incluso a tener su propio programa titulado Fiebre del 2. Recuerdo asimismo otros artículos, éstos más adelante en el tiempo, cómo cuando se advertía del peligro, esto en 1980, de lo que representaría para México una petrolización, factor que dos años más tarde nos llevaría a una crisis económica sin precedentes.

Lo que hacía más que degustable a Contenido era su sabor periodístico único en México. Cierto, su formato y su concepto eran una copia del Selecciones del Reader's Digest, que también leíamos en casa. Pero mientras esta publicación rara vez publicaba temas sobre México --como notable excepción, una entrevista, por demás vergonzosa, con el entonces presidente José López Portillo-- Contenido abordaba temas no solo de la farándula, ciencia, tecnología, moda e historia, sino de política, pero con un tono muy diferente al que existía entre los columnistas y editorialistas donde solo había de dos sopas, los oficialistas y los de tendencia socialista/comunista.

Contenido no estaba en el mismo espectro de la derecha como estaba, por ejemplo, Impacto, la cual años después Bartlett se encargó de hundir al promover un golpe de Estado a su consejo de administración. Pero tampoco era de esa izquierda que lleva décadas monopolizando el periodismo latinoamericano.

Una de los artículos que publicó Contenido que me ayudó a abrir los ojos sobre lo que realmente representaba el socialismo fue "Como viven los cubanos bajo Fidel Castro", publicado en 1976. No era un texto que hubiera alegrado mucho a esos anticastristas radicales que entonces pululaban en Miami, pero tampoco a esos tipos que en ese entonces le encendían velitas al barbudo líder. De hecho, el autor entrevistó no solo a gente opuesta al régimen, sino también recopiló la opinión de varios castristas para quienes, indudablemente, la revolución cubana le cayó como bálsamo a sus vidas. (De hecho, todavía en ese momento no todo era malo en la isla; el castrismo terminó por convertirse en una tiranía completa hacia fines de esa década).

El director y fundador de Contenido fue Armando Ayala Anguiano, un genuino aventurero que estudió en California y en La Sorbona, viajó por medio mundo y más tarde se dedicó al periodismo lo que más tarde lo llevó a fundar su propia revista, como ya dijimos, inspirada en el Selecciones. Ayala Anguiano necesitaba de inversionistas poderosos y los encontró en Rómulo O'Farrill, director del desaparecido diario Novedades; más tarde se unirían a la aventura Miguel Alemán Velasco, hijo del ex presidente, y Fernando Canales.

Desde su primer número en 1963 y rápido fue un éxito editorial al punto que a mediados de los 60, Contenido vendía en promedio entre 40 y 60 mil ejemplares. "Contenido llenó ese espacio de electores a quienes el Selecciones no les decía nada y buscaban información más en relación con el entorno más mexicano que, al mismo tiempo, la prensa oficialista de ese tiempo no les proporcionaba", señala el especialista en medios Ayala, "al mismo tiempo Ayala Anguiano proporcionaba textos de información internacional, enfocada en nuestros vecinos sudamericanos, lo cual le abrió mercado por allá, aunque relativamente pequeño. Esto le dio enorme proyección a una publicación que sus críticos pronosticaban solo duraría un par de años. Contenido dejó en claro que, con una buena idea, un pequeña publicación puede competir con esos gigantes que invierten millones de dólares".

60 mil ejemplares era muchísimo para un país donde supuestamente no había lectores, a lo que Ayala Anguiano refirió en una ocasión: "Ese tipo de afirmaciones insultan la inteligencia de los mexicanos, la prueba está en que desde el primer ejemplar, Contenido trabajó con números negros... de no haber habido lectores, las crisis económicas de 1982, 1988 y 1994 nos habrían sacado de circulación". A ello se añadía un hecho pocas veces contemplado en el campo de la publicidad, dice Javier Ayala: "Está no solo el lector que compra la revista sino su cónyuge, los hijos y hasta los hermanos que también leían Contenido al verla en la casa, sus lectores mensuales quizá superaban los 80 mil lectores".

Para fines de los sesenta Contenido dio dos giros decisivos. Uno, lo ocurrido en Tlatelolco, algo que Ayala Anguiano reconoció la revista optó por no cubrir dado que muchos anunciantes temían represalias por parte del gobierno federal y advirtieron que dejarían de publicar si en la revista si salía algún artículo crítico, y dos, al asociación con Editorial Novaro para lanzar la Librería Contenido, que incluyó obras de, entre otros, Marco A. Almazán y demás autores contemporáneos. Sin embargo, una vez pasado el trago de Tlatetolco y aprovechando la supuesta "apertura" del echeverrismo, Contenido comenzó a publicar más artículos de crítica política, algo que hizo que las ventas se incrementaran aún más.

Un texto de Ayala Anguiano que cimbró a ese sexenio fue su aseveración de que los Niños Héroes eran "un mito"; si bien los seis cadetes habían existido, escribió Ayala, la heroicidad que se les atribuye carece de fundamento histórico y posiblemente los restos que luego el oficialismo afirmó eran de los "Niños" ("en realidad adolescentes, el más joven pasaba de los 12 años de edad") pertenecían a huesos de soldados norteamericanos muertos en el combate. Los Niños Héroes desaparecieron temporalmente de los libros de texto pero luego, por presiones de la Secretaría de Defensa, los cadetes "reaparecieron" con loas agregadas, sin duda por lo encrispada que se encontraba la relación entre Echeverría y el ejército cuando el presidente dejó el poder el diciembre de 1976.

La historia de la tensa relación Contenido-Estado es muy larga pero uno de sus más duros encontronazos se dio cuando la revista publicó varias fotografías del nefasto José López Portillo en actitudes que demostraban excesiva virilidad. El mandatario estalló en cólera y ordenó que dejara de publicar textos sobre política. Cuando O´Farrill y Alemán, ambos muy conectados al gobierno priísta, lanzaron la advertencia a Ayala, en protesta éste dejó la dirección del modo que al siguiente mes Contenido no estuvo en circulación. Los inversionistas optaron por dejar al editor en paz.

Hubo muchos otros logros, ente ellos el serial México de Carne y Hueso que incluía la biografía de héroes de la historia oficial  o de presidentes y en donde se les revelaba como seres humanos más que como "estampitas", según llegó a decir Ayala Anguiano. Sin embargo, la labor del incansable periodista se detuvo tras sufrir una apoplejía en el 2006 seguida de una complicación por diabetes. La revista pasó a ser propiedad de Grupo Carso, afiliado al multimillonario Carlos Slim.

Previsiblemente, el colmillo de crítica política de Contenido le fue extraído con la ausencia de Ayala. La dirección fue asumida por Jimena Cárdenas, quien trató de darle una imagen más "cool" a la revista, incluida la portada de una niña "millenial" vestida con ropas de dominatrix. Curiosamente, y debido a las protestas y cancelaciones de suscriptores, la sección "Opinión de los lectores" desapareció definitivamente.

Hubo varias pifias durante la historia de Contenido, como cuando se optó por pasar del formato de bolsillo al tamaño tabloide, situación que por fortuna duró un año pero causó un daño en ventas.

Ayala Anguiano falleció en el 2013 a los 85 años, y sin duda para nada le daría gusto ver el rumbo que tomó Contenido los siguientes años, en especial por la inclusión de columnistas deportivos, como André Marín, dado que la información sobre una temporada de futbol no tendrá utilidad informativa meses más adelante. Hoy es posible leer artículos de Contenido publicados hace décadas y aún resuman actualidad.

Mucho menos le habría parecido la portada de julio del 2018 donde se le rinden flores desmedidas a López Obrador. Enemigo jurado de la izquierda demagoga y de todo lo que huela a lopezobradorismo, Ayala Anguiano habría anunciado el fin de Contenido si alguien lo hubiera obligado a publicar basura propagandística como ésa, igual que otro artículo donde Peña Nieto aseguraba muy orondo que "no gobierno pensando en el 2012", un texto lleno de lisonjas hacia Peña Nieto que más bien apestaba a inserción pagada.

Pero de acuerdo con en también analista de medios Antonio Felius, mucho tuvo que ver en la debacle de Contenido el que Grupo Carso hubiera puesto en la dirección a "Jimena Cárdenas Estandía, cuya familia ya había quebrado a El Financiero y ella repitió la misma hazaña con Contenido: no vendió nada a pesar de contar con uno de los mejores y más competitivos productos del mercado mexicano", y posteriormente a Paulina Veitez, quien "intentó editar una revista de publicidad, de la que incluso se editaron 10-12 números en tamaño tabloide, pero que al final quebró por la impericia de Doña Paulina que dizque era 'la directora'".

En conclusión, Contenido fue de esas publicaciones, como Playboy --que hoy vive en estado vegetativo..- que no pueden sobrevivir sin el genio ni la tenacidad de su creador. Muchos de sus ejemplares siguen siendo hoy de consulta obligada. Y aunque por lo menos va par dos años que no nos asomábamos a sus páginas, queda claro que Contenido solo prolongó su agonía y hoy es otro capítulo cerrado dentro del periodismo mexicano, pero el de las páginas que dan brillo y orgullo a esa profesión.

 

Textos relacionados

A la revista Contenido se le acaba el ídem [Febrero, 2010]

 

 

 

 

Activista político desde su adolescencia, este veinteañero es hoy uno de los vlogueros más influyentes de la red por sus posturas, invitados a su programa en vivo y sus argumentos, todo dentro de un país que hasta hace poco se enorgullecía de su libertad de expresión. El combate es desigual, pero Pool y otros vlogueros siguen avanzando

 

Tim Pool, la sangre nueva del cyberperiodismo, enfrenta a una prensa podrida y servil

Activista político desde su adolescencia, este veinteañero es hoy uno de los vlogueros más influyentes de la red por sus posturas, invitados a su programa en vivo y sus argumentos, todo dentro de un país que hasta hace poco se enorgullecía de su libertad de expresión. El combate es desigual, pero Pool y otros vlogueros siguen avanzando

 

 

 

 

¿Desea opinar sobre este texto?

[email protected]

[email protected]  

 

 

0 opiniones

 

 

Inicio

Nacional

Internacional

Cibernética

Literatura

Cine

Medios

Y demás