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Playboy sin desnudos, ¿quién ordenó tapar a las bellas?

Pues si, obviamente, fue Hugh Hefner. Pero si analizamos un poquito el asunto, hay otro elemento  que ha presionado por años para lograr lo que ni feministas ni mochos consiguieron en décadas, todo esto aunado a un probable caso de muerte asistida en torno a la también llamada revista del conejito

OCTUBRE, 2015. Si en algo estuvieron de acuerdo alguna vez los miembros de la Liga de la Decencia y las feministas fue su exigencia de que Playboy, la icónica "conocida revista para caballeros" (definición que, en lo personal, me parece chocante) dejara de publicar fotografías de mujeres desnudas. Los primeros, casi desde el momento que la publicación apareció por primera vez en 1952, y las segundas, a partir de los años sesenta dentro de un movimiento promovido por Gloria Steinmen, quien se había hecho pasar por "conejita" para luego publicar un reportaje donde denunciaba "la humillación" que, según ella, sufrían las muchachas que eran contratadas en sus restaurantes y casinos, la mayoría de ellos ya cerrados.

Y ahora los editores de Playboy han anunciado que a partir del próximo año, sus modelos aparecerán con ropa que cubrirá sus partes íntimas y se limitará a publicar solamente fotografías en poses "sugestivas", suponemos que no muy diferentes a las jóvenes que Abercombie & Fitch ofrece en sus catálogos, o tal vez a las que comúnmente aparecen en revistas como Vogue y Cosmopolitan.

Sí se fijaron, el párrafo anterior dice "los editores", y no Mr Hugh Hefner, el casi nonagenario fundador de una revista que, decía Tom Waits, "era para leerse con una sola mano". Y es que el señor Hefner hace rato dejó de tener el edicto final en los contenidos de la revista; cierto, aún suele escoger las fotografías de las modelos --cuando lo dejan sus cinco novias ¿o ya son cuatro?-- pero ya no es el obseso de otrora que trabajaba 20 horas continuas hasta dejar listo el ejemplar, algo que es parte también de su leyenda. 

Mr. Hefner, según la nota, manifestó estar de acuerdo con una decisión que, de tajo, estaría echando a la basura las convicciones por las que tanto luchó y por las cuales incluso fue llevado a los tribunales media docena de veces.

Pero, por lo que vemos, este triunfo, que en un análisis fácil podría adjudicársele a las feministas, tiene otro insospechado triunfador (las ligas de la decencia hace mucho tiempo perdieron su peso en las revistas de alto tiraje en Estados Unidos).

¿Y quién fue el vencedor, entonces? ¿Quien logró cubrir a las chicas de Playboy?

Veamos. Los editores dicen, textualmente: "Debido a que hoy cualquiera que esté en línea puede ver imágenes de mujeres desnudas, hemos decidido presentar con ropa a nuestras modelos". Pero, momento: ¿desde cuándo Playboy se preocupó tanto por los contenidos en Internet, acaso hasta hoy, casi 20 años de que nació su página web (Hefner, todo un visionario, detectó tempranamente su potencial para atraer visitantes virtuales a hurtadillas) hasta comienza a darse cuenta de lo fácil que es encontrar mujeres sin ropa en la red? Y en todo caso, el argumento suena un tanto idiota pues se trata de una publicación impresa ¿Por qué asumir decisiones tan trascendentales comparándose con el contenido que flota en la red? 

Esto es, si hoy viéramos mujeres solo con sus aretes puestos en revistas como People, National Geographic, Newsweek o Town and Country, es decir, otras publicaciones impresas, se entendería la inutilidad de seguir publicando desnudos en la Playboy para atraer lectores. Obviamente ésta no es la razón que explique satisfactoriamente el decidir que ya no habría más pubis ni bubis que mostrar a los lectores de Playboy.

Un decisión que, en apariencia, habla de un marketing poco inteligente por parte de los editores de Playboy. La revista dejó de ser trascendente desde hace unas tres décadas, quizá más. Hubo un momento, alrededor de 1967, en que Playboy vendía hasta ocho millones de ejemplares mensuales. En los años setenta y ochenta, cuando era común que las actrices del momento se quitaran la ropa frente a la cámara de la revista, sus ventas oscilaban entre cuatro o cinco millones.

Y aunque el "yo la leo por los artículos" es una explicación devenida en cliché, lo cierto es que en determinado momento Playboy tuvo una influencia notable en los círculos políticos norteamericanos por sus plumas y sus textos. Sin embargo, según el último reporte de la misma revista, Playboy pone en circulación cada mes entre 650 y 800 mil ejemplares, como se ve, una cantidad muy baja comparada en sus años de mayor deleite visual y cuando realmente tema que abordaba era tema de revuelo y controversia. Esos días hace mucho tiempo quedaron atrás. 

En nuestros días, si por algo Playboy la compran en los estanquillos es por sus playmates, no por las loas a Barack Obama de sus colaboradores y que han adquirido un tono enfermizo. De nuevo, el poner ropa a las muchachas de nada ayudará a levantar las ventas de esa publicación, si es que esa es la idea que los editores tienen en mente.

Y es aquí a donde llegamos a sospechar quién es el posible responsable de cubrir a las muchachas del Playboy: la presión políticamente correcta que desde hace tiempo ha señalado a Playboy como publicación "sexista" y "humillante" para las mujeres. Ahora que Mr. Hefner vive, así sea con envidiable lucidez y acompañado de su inseparable Viagra, sus últimos años, ¿acaso los editores de Playboy están preparando una muerte asistida a una revista que hoy ya suena, a ojos PC, "anacrónica" y "machista"? A menos que todo sea una estrategia de Mr. Hefner de que Playboy deje de publicarse cuando él ya no está entre los vivos, existen claros indicios de que todo este asunto expide un tufillo políticamente correcto muy marcado.

Si el día de mañana Rolling Stone anunciara que dejaría de publicar artículos de música porque existen plataformas como ITunes y Spotify donde cualquiera puede escuchar música ¿no le parecería un claro intento por aniquilar a esa publicación? Eso sería lo último que haría Rolling Stone ante la brutal sangría de lectores que ha sufrido los últimos meses, por cierto.

Más curioso resulta el asunto cuando Playboy México, donde la presión PC no es tan ominosa (todavía), ya anunció que seguirá publicando fotos de mujeres desnudas. Bravo por ellos.

Esperemos pues el primer reporte de ventas de Playboy con sus playmates en poses sugerentes pero muy vestiditas (algo similar al rating que tendrá Miss Universo ahora que las participantes ya no aparecerán en bikini). No habrá buenas noticias, se los adelantamos. Excepto para los activistas gestapolíticamente correctos que han logrado algo que ni persignados ni feministas consiguieron pese a décadas de insistencia: tapar a la creación más bella e inspirada del género humano.

 

 

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1 comentarios

permanazo79 escribe 08.0.12

Qué argumento tan idiota para cubrir a las muchachonas del Playboy!! En las páginas web abundan también mujeres vestidas, ahora va a ser un catálogo de moda como el Vogue, Guácala, la revista se va a ir a la quiebra en cuestión de meses

 

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