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Tim Pool, la sangre nueva del cyberperiodismo, enfrenta a una prensa podrida y servil

Activista político desde su adolescencia, este veinteañero es hoy uno de los vlogueros más influyentes de la red por sus posturas, invitados a su programa en vivo y sus argumentos, todo dentro de un país que hasta hace poco se enorgullecía de su libertad de expresión. El combate es desigual, pero Pool y otros vlogueros siguen avanzando

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ABRIL, 2021. La labor de ir a contracorriente es difícil estos días en el periodismo norteamericano, sobre todo en la red. Los buscadores como Google invariablemente siguen tomando como "fuentes serias" al The New York Times, CNN y las principales cadenas televisivas mientras al periodismo independiente simplemente lo bloquean o si se tiene suerte, lo mandan al fondo del directorio en los buscadores.

Sin embargo y pese a esas enormes e injustas ventajas de que gozan esos gigantes prototalitarios, existe por lo menos una veintena de vlogueros que luchan contra esta imposición, con resultados más que satisfactorios, por cierto: uno de ellos, de nombre Steven Crowder, tiene 5 millones de suscriptores tan solo en YouTube, y en cada video que "sube" recibe en promedio 900 mil visitas. En contraste y pese a ufanarse de tener 12 y medio millones de suscriptores, un video de CNN es visto aproximadamente por 75 mil personas.

"El que un vloguero invierta en equipo unos 3 mil dólares para construir un miniestudio y abrir su canal y tenga muchos más visitantes y suscriptores que una cadena como CNN cuyas instalaciones cuestan millones de dólares, es más que representativo de la falta de credibilidad de esos medios", afirmó el vloguero Tim Pool en una entrevista. "Y es también una muestra de que la gente está urgida de escuchar la verdad de lo que está sucediendo... ya están hartos de tanta mentira y tanta desinformación que los medios tradicionales difunden sin parar".

El mundo de los vlogueros independientes ha experimentado un considerable boom al mismo tiempo que las cadenas tradicionales abrazan la causa woke y se convierten, de la manera más abyecta, en voceros del Partido Democrata, un servilismo que habría sonrojado a los mismos editores de Pravda, el órgano oficial del Partido Comunista de la URSS.

"Así como esos medios criticaban ferozmente hasta el peinado de Donald Trump, no encontraron nada de censurable que Joe Biden llamara 'cara de perro' a una mujer que le hizo una pregunta válida o que llamó 'cocainómano' a un periodista", refiere Ben Shapiro, otro vloguero quien también administra la página web The Daily Caller, y coincide con Tim Pool: "La gente exige informarse, no quiere loas ni justificaciones ante la ineptitud del presidente. Por ello los vloguers, sobre todo los de tendencia conservadora y libertaria, cada día tenemos más suscriptores. Esos medios tienen su público hecho, es un número que no desciende, pero ya tampoco va a a subir".

De todos esos vlogueros, uno que incluso ha sido entrevistado por la cadena Fox, es Tim Pool, quien diariamente publica por lo menos cuatros segmentos donde comenta la noticia del día y por la noche tiene una emisión en vivo que transmite por YouTube. Dependiendo de los invitados, con regularidad la emisión sobrepasa los 30 mil espectadores.

Pool maneja tres canales en esa plataforma, timpool, timcast y timcastrl, donde realiza sus transmisiones en vivo. Hasta hace seis meses solo tenía un canal pero poco a poco sus seguidores fueron creciendo al punto que hoy se le considera uno de los vlogueros más importantes de la red.

Nacido en Chicago y producto de un matrimonio birracial --por un lado es coreano y por el otro tiene ascendencia alemana e irlandesa-- Pool fue reportero y parte del movimiento Occupy Wall Street que a principios de la década pasada se posesionó de varias calles adyacentes a ese centro de las finanzas. Pool reconoció que en aquel entonces "era yo un joven izquierdista, lleno de ideales, con la justicia social como centro de todas mis actividades". No tardó en detectar que el movimiento Occupy Wall Street había sido copado, dijo, "por intereses muy diferentes a quienes teníamos que pasar todo el día ahí"; los líderes llegaban por la tarde, daban arengas "revolucionarias", les exigían "resistir a la opresión" y antes del anochecer se iban a dormir a sus casas. "Muchas veces solo dormí sobre una banca un cobertor ligero para cubrirme de temperaturas bajo cero", recordó Pool en esa entrevista, "todo eso mientras nuestros líderes dormían plácidamente en sus casas con la calefacción encendida".

El movimiento decayó a las pocas semanas pero ello solo atizó el activismo político del futuro vloguero. Con sus ahorros y un préstamo familiar Pool decidió viajar primero a Corea del Sur, la tierra de sus ancestros, luego Japón y de ahí se fue a Europa. En Suecia tuvo el primer encontronazo con sus ideas: "Se suponía que Suecia era un paraíso socialista pero al llegar veo que ahí continúan los problemas de armonía, que persiste la desigualdad y que lo último que piensan hacer los inmigrantes es integrarse a la sociedad sueca", dijo Pool. Sin embargo concluyó que todo era "un proceso" y que las desigualdades se debían a que aún existían resabios capitalistas en la economía sueca".

Parte de esa terquedad a aceptar la realidad se debía, admitió Pool, a su profunda admiración por el senador Bernie Sanders. "Bernie era para mí como una especie de faro a mitad de la oscuridad. Respetaba mucho el hecho de que no renegó de sus convicciones y que cuando cayó la URSS él siguió considerándose socialista".

El cambio de perspectivas de Pool se dio durante el proceso electoral presidencial del 2016. En primer lugar le escandalizó que los demócratas postularan a Hillary Clinton,"una mujer corrupta, que mintió al Congreso, que proporcionó información clasificada a personas no autorizadas" y en segundo lugar, que súbitamente la gente que la había criticado ferozmente dentro del partido comenzaran a aplaudirle. La desilusión total llegó cuando Sanders, uno de sus principales críticos, se unió al coro y apoyó la candidatura de Hillary.

"En ese momento me convencí que Bernie era un político más, sin verdaderas convicciones y un obsesionado por el poder. Sentí que nos había traicionado a muchos de nosotros que creímos en su causa". El siguiente paso de Pool para expresar su descontento luego de abandonar su empleo en la revista Vice fue crear su propio canal en YouTube. No tardó en descubrir que miles de personas coincidían con su punto de vista o, quizá sin coincidir totalmente, fueran parte de sus visitantes asiduos.

La relación con YouTube no ha sido fácil ni para Pool ni para otros vlogueros que difieren del "discurso" cada vez más totalitario en Estados Unidos. "Muchos de mis videos no son censurados pero sí demonetizados, que para el caso práctico es lo mismo", dijo Pool. "Los reglamentos que te impone esa plataforma son muy ambiguos y confusos, y muchas de las veces no se aplican aunque los términos y condiciones te den la razón". Con todo, Pool ha sabido capotear los embates, más ahora que ya cuenta con 100 mil suscriptores.

"Alguien muy cercano a esa plataforma y cuyo nombre no pienso revelar me dijo que cuando llegas a esa cifra de suscriptores es más difícil que te echen de YouTube. Pero eso no quiere decir que no deba ser extremadamente cuidadoso: hay palabras que no puedo decir, referencias que no puedo usar; incluso si yo o alguien dice una altisonante puede ser suficiente para que cierren el acceso a mi programa en vivo".

En un principio, el programa en vivo contaba con la presencia de Adam Kiegler, un ex woke de aguda inteligencia y cuya química con Pool se transformó en oro puro en cuestión de días al punto que un mes después, cada emisión recibía 40 mil visitantes, cifra que otros vlogueros tardan meses, incluso años, en conseguir. Aparte de comentar las notas del día, contaban anécdotas y los viernes ofrecían una sesión musical.

Pero a los dos meses Kiegler súbitamente dejó de aparecer en el programa y su nombre se retiró de toda referencia en los títulos, lo que desató una serie de especulaciones, que se habían peleado, que uno quiso cooptar al otro, etc. Pool se ha limitado a "desearle lo mejor" a Kiegler pero ha declinado dar razones debido al acuerdo de confidencialidad para terminar la asociación, aunque se especula que las dicrepancias se dieron cuando Kiegler exigía su sueldo en partes iguales por su participación en el programa. Timcastrl es hoy responsabilidad básicamente de Pool y de su asistente y productora Lydia Foster, una bella veinteañera de finos modales y ex woke como Kiegler.

Hace unos meses Pool mudó su centro de operaciones de Nueva Jersey a una mansión a mitad del bosque en el estado de Maryland. Ahi también mandó construir un área de patinaje, la que sigue siendo su pasión: "Cada día necesito subirme a una patineta, sentir el aire, el estar vivo... estar todo el día hablando de política sin tener otras distracciones termina por afectar tu salud y tus facultades".

Por supuesto, a Pool le sobran enemigos quienes no lo bajan de "derechista", de "traidor" y de ser un "conservador con disfraz de progresista". "Por supuesto no deja de ser altamente irónico que llamen 'nazi' o 'derechista' a quien reporta la verdad, pero más irónico aún es que esos medios que se dicen ultrapoderosos e influyentes están tan obsesionados por hundirnos y destruirnos. Chris Cuomo (de CNN) dijo alguna vez que nosotros no llegamos ni siquiera a ser una amenaza para ellos. ¿Entonces por qué esa obsesión por sacarnos de las redes sociales? Por supuesto, es una pregunta retórica".

"A Tim la gente lo siente auténtico y, sobre todo, alguien que se disculpa cuando esta consciente que se ha equivocado", dijo el vloguero Shapiro. "Sus seguidores lo perciben como alguien con quien se podría pasar una tarde de agradable charla con una taza de café, no como un dios del olimpo que jamás se disculpa aunque sus mentiras y torcimiento de la verdad queden totalmente en evidencia".

Muchas convicciones han cambiado desde sus días como manifestante en Wall Street. Por ejemplo, Pool defiende hoy el uso de armas de fuego como elemento de defensa, y siente que la injerencia del Estado en áreas que no le competen provoca más perjuicios que beneficios y está convencido que los partidos políticos de la tendencia que sean "son absoluta basura. Pero por eso mismo no debemos dejarlos que manejen a su antojo la política".

Pool se considera ideológicamente "un libertario de izquierda" aunque siente que sus planteamientos lo acercan más a los demócratas de hace 20 años.

Finaliza en la entrevista; "Estados Unidos se encuentra ante una disyuntiva histórica: o dejamos que el totalitarismo nos devore o luchamos para mantener nuestros derechos y nuestras libertades. Desafortunadamente veo mucha falta de conciencia y mucha desinformación. Tengo amigos a los que les advierto el peligro y me piden que los deje en paz porque están entretenidos con el videojuego de moda. Si no pareciéramos tanta desinformación, Joe Biden aun sería senador y no nos estaría llevando directamente a un colapso histórico".


 

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