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En España también se agudiza la guerra liberticida

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ENERO, 2021. El constante bombardeo de los medios, las universidades, los medios electrónicos y la censura de las principales redes sociales sin duda ha dado resultado para borrar entre millones de norteamericanos, o al menos dejarles una idea borrosa y confusa, de lo que representan términos como congruencia, sensatez y la diferencia entre la personalidad de un político y las acciones favorables que pueda realizar mientras se encuentre en el cargo.

Si alguna vez en el futuro esos conceptos retoman su significado real, los biógrafos de entonces verán en la segunda década del siglo XXI un acto tan inconcebible hoy como lo que en 1920 se hubiera aprobado la enmienda Volstead, aquella que prohibía la venta y comercialización de alcohol y que hoy es vista como un error histórico monumental (y donde tuvo mucho qué ver, algo que se suele olvidar, que fue una consecuencia indirecta por haber otorgado el voto a las mujeres, quienes lo hicieron abrumadoramente a favor de esa iniciativa).

El que se haya echado de la Casa Blanca a un mandatario que no solo trajo de vuelta el millón de empleos que Obama dijo que "nunca volverían" --y de paso les agregó millón y medio más año y medio-- que por primera vez desde el gobierno de Jimmy Carter, Washington no envío tropas a combatir a otro país, que sacó a los efectivos de Afganistán, sempiterna exigencia de la izquierda de ese país pero que recibió la noticia con más insultos hacia el presidente) que consiguió dos acuerdos de paz de Israel con los Emiratos Árabes Unidos, algo que el ex secretario de Estado John Kerry había dicho que era "algo imposible", que haya reducido la enorme losa fiscal por Impuesto Sobre la Renta que se tradujo en mayor inversión --edicto que vence en el 2022 y que el actual gobierno seguramente cortará, algo que los contribuyentes resentirán de inmediato-- adicional a que en sus cuatro años de gobierno los atentados terroristas bajaron notablemente en el mundo e ISIS, que en tiempos de Obama se veía imbatible, desapareció del mapa, aunque ahora, con Biden al poder, amenaza con regresar.

Así pues, y su asumimos que su desempeño como presidente se cuenta entre los mejores de la historia de ese país, ¿cómo fue que Donald Trump no consiguió la reeleccion?

Si repasamos todos los momentos cuestionables con que se desarrolló la elección de noviembre, es imposible descartar la posibilidad de un fraude electoral que haya afectado las aspiraciones de Trump para reelegirse. Asimismo, si los demócratas y sus lamebotas están tan seguros que Biden ganó la elección ¿por qué han asilenciado las cuentas de los usuarios de twitter y en facebook que se han atrevido a expresar que no les convence el resultado de los comicios? ¿A qué le temen?

Pero todo esos ya quedó en el pasado: Trump se fue a su casa en Florida, aunque los demócratas, no conformes con haberlo echado, lo sometieron a otro "juicio político" que difícilmente prosperará y, más aún, Nancy Pelosi, con un odio hacia el ex mandatario rayano en la patología, aseguró que también piensa iniciar ¡otro juicio político por la conexión de su gobierno con Rusia!

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Y en la "cobertura" que los medios dieron a la toma de posesión de Biden, la zalamería rebasó a la que Pravda mostraba en su momento: ni una sola crítica, ni un solo recordatorio de cómo Biden "besuqueaba" a las mujeres, inclusive niñas-- videos que, por supuesto "desaparecieron" de las redes sociales --dando una vez más la razón a Orwell, mucho mejor clarividente que Nostradamus-- de cómo Biden prácticamente llamó cocainómano a un reportero que le hizo una pregunta válida, de cómo suele Biden responder con un "man" sin que nadie de la prensa lo tache de "sexista".

Es curioso, adicionalmente, cómo esos medios, y muchas personas que hoy ven a Biden como un político capaz y decidido, se hayan abstenido de mencionar que Biden fue senador desde 1973 hasta que Obama lo invitó a ser vicepresidente en el 2008. ¿Cómo es posible que cínicamente se cite a Biden como un "gran hombre" y "capaz de grandes cosas" si en casi cuatro décadas como senador no hizo absolutamente nada destacable?

Atrás quedó también el reprobable comportamiento de su hijo Hunter Biden. Hoy son nimiedades el que éste haya embarazado a una bailarina al poco tiempo de haberse casado con quien había sido su cuñada, que lo hayan expulsado de West Point por consumir crack y que en la laptop que "olvidó" en un taller de computadoras hubiera información altamente comprometedora sobre su relación con Ucrania.

No es bueno votar con las entrañas. A los norteamericanos quizá habría sido bueno recordarles lo que sucedió en España en el 2003 cuando, indignados por lo que la prensa de ese país llamó "ineptitud" del entonces jefe de gobierno José María Aznar tras los atentados del 3 de marzo, los votantes lo hicieron a favor de un absoluto incompetente y dieron al traste con la inmejorable situación económica por lo que atravesaba ese país en el 2002.

Pero dadas las tempraneras metidas de pata que ha cometido Biden, es seguro que dentro de muy poco, los norteamericanos comenzarán a extrañar a Donald Trump, incluso muchos que votaron por él. Al tiempo.

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