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INTERNACIONAL/Especial elecciones EUA

Era un presidente "racista", pero fue el republicano más votado por las minorías raciales

Durante cuatro años la prensa machacó con terquedad que el presidente norteamericano era un "racista", cosa que nadie había detectado en Trump mientras fue una celebridad que recibió infinidad de reconocimientos por parte de esa misma gente que después lo repudió. Sin embargo ningún candidato republicano ha recibido más votos que él por parte de las minorías raciales de Estados Unidos. Veamos porqué

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NOVIEMBRE, 2020. Casi desde el inicio mismo que anunció sus aspiraciones presidenciales, comenzó a circular la moneda verbal de que Donald Trump era un "racista", opinión muy difundida sobre todo en México donde los medios difundieron, falsamente, que el millonario neoyorquino odiaba a los mexicanos cuando en un discurso lo que en realidad dijo que impediría que México enviara para allá "sus narcotraficantes, violadores y delincuentes que cruzan ilegalmente la frontera. Este país da la bienvenida a los inmigrantes, pero quienes deseen llegar aquí deberán hacerlo legalmente".

Igualmente se atacó el "racismo" de Trump debido a las llamadas "jaulas" donde eran detenidos los inmigrantes ilegales. Pero no fue el "racista" Trump sino Obama quien aprobó la construcción de esos centros, algo que no preocupó gran cosa a los demócratas, precisamente hasta el 20 de enero del 2017 cuando Trump asumió la presidencia. (Como tampoco les pareció un "abuso a los derechos humanos" que Obama ostente el título como "campeón" de la deportación de inmigrantes ilegales, muy por arriba de Trump).

Y vaya cosas: fue hasta que Trump entró a la política cuando súbitamente Hollywood, los medios y los activistas políticos se dieron cuenta que Trump era un "racista". El "reverendo" Jesse Jackson le entregó un reconocimiento por su apoyo a la comunidad afroamericana en Chicago y el también "reverendo" Al Sharpton ofreció una cena en su honor en Nueva York. Extraño cómo nadie tampoco percibió el "racismo" de Trump como par impedirle que apareciera unos segundos en la película Mi Pobre Angelito, que hiciera lo mismo en este comercial de Pizza Hut, que nadie lo denunciara por "racista" mientras tuvo su cargo el concurso de belleza Miss USA y condujera el programa The Apprentice (producido por Jeff Zucker, actual director general de CNN, una cadena "informativa" que le tomó un odio enfermizo a Trump. Cosa rara que Zucker tampoco hubiera denunciado el "racismo" de Trump mientras trabajaron juntos).

Es curioso cómo la historia registrará las elecciones norteamericanas el 2020 no como una de las más grandes paradojas de la historia sino el momento en el que el discurso contra el "racismo" de Trump quedó hecho añicos ante el voto récord de las minorías raciales, pues si Trump fuera tan "racista", habrían sido increíblemente estúpidas y masoquistas como para votar por él.

De acuerdo a este reporte publicado por la Associated Press --una agencia a la que nadie cometería el arrojo de ubicarla como simpatizante del mandatario-- Trump ha sido el candidato presidencial republicano más votado por las minorías raciales en toda la historia de Estados Unidos. De acuerdo al reporte, 18 por ciento de los hombre afroamericanos votaron por Trump, esto es, cinco por ciento más de quienes lo hicieron por John McCain, y un 11 por ciento de quienes votaron por Mitt Romney cuatro años después.

No deja de llamar la atención cómo este "supremacista blanco" consiguió un récord de latinos que votaron por el, un 35 por ciento, que un 59 por ciento de lo nativoamericanos también votaran a su favor y que un 59 por ciento de los nativos hawaiianos (un estado dominado por los demócratas desde los años 60) hayan votado por Trump, lo mismo que el 59 por ciento de los nativoamericanos de Alaska.

El condado de Hialeah, Florida, por muchos años un bastión demócrata, éste sufrió un fuerte revés pues un 58 por ciento de los cubanoamericanos votaron por Trump, un contraste con el 30 por ciento que el copetudo mandatario recibió ahí hace cuatro años.

El reporte indica asimismo que Trump duplicó el número de votos que entre la comunidad gay pese a que, no lo olvidemos, aparte de "racista", se ha machacado que igualmente Trump odia a las minorías sexuales "no binarias".

Más ilustrativo aún, el "antimexicano" Trump consiguió una votación récord en el condado de Zapata, Texas, una comunidad fronteriza con Tamaulipas, cercana a Laredo donde el 96 por ciento de sus habitantes son de origen mexicano y votaron 53-47 por Trump. En contraste, en las elecciones del 2016 ese mismo condado votó 65-32 a favor de Hillary Clinton.

Concluir que estas minorías fueron "engañadas" por el discurso de Trump sugiere que se trata de seres humanos incapaces de pensar por sí mismos. ¿Cómo fue posible que hayan votado por un mandatario al que los periódicos, la televisión, Hollywood, las celebridades, Silicon Valley y la comunidad intelectual atacaban sin cesar las 24 horas diarias?

Hay esencialmente dos razones. Una, la mayoría de quienes han emigrado a Estados Unidos procedentes de otros países lo han hecho forzados por la pobreza que los experimentos socialistas han traído a esos países, casos específicos, los de Cuba, Venezuela y, por supuesto, México, donde el tamaño del Estado y su injerencia en la economía sigen siendo enormes.

Es comprensible que muchos de esos inmigrantes, a quienes se han estado sumando los venezolanos y quienes mostrarán su poder político en las elecciones del 2024, cuando todos ellos se hayan naturalizado, no quieran saber nada de economías planificadas que tanta miseria ha traído a sus país de origen.

En segundo término, estas minoráis raciales difícilmente habrían votado por un "racista" como Trump si no se hubieran visto beneficiadas económicamente durante sus cuatro años de gobierno. El pasado agosto, la encuestadora Gallup arrojó que un 53 por ciento de los norteamericanos sentían que la situación económica del país era mejor que en los años de Barack Obama.

Esa es la razón que inclinó a millones de estos miembros pertenecientes a las minorías raciales a votar por Donald Trump. En el caso de los inmigrantes latinoamericanos, obligados a asumir infinidad de sacrificios para sacar adelante a sus familias en su nuevo país y quienes se han visto beneficiados con la reforma fiscal de Trump, no se vieran muy entusiasmados a votar por Biden, quien ya prometió no solo echar abajo esa reforma sino aumentar la tasa impositiva a quienes ganen más de 300 mil dólares anuales, cantidad que percibe holgadamente cualquier propietario de un establecimiento o empresa de regular tamaño.

Llamar "traidores" o "Tío Tom" a los latinos y a los negros que votaron por Trump evidencia un desprecio y un racismo inocultable por parte de las huestes demócratas. Pero lo más importante, esos grupos han demostrado a los demócratas que no son sus marionetas y que bajo ninguna circunstancia deben ser amonestados o castigados por haber votado por quien se les pegue la gana, un derecho  garantizado en la Constitución de ese país.

 

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