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Pensándolo bien: Rattle and Hum, de U2

Cuando salió a la venta, ese disco doble parecía celebrar a quienes habían inspirado al carrera de estos cuatro irlandeses pero, ya en retrospectiva, nos queda claro que todo fue un ejercicio de presunción y egolatría,  documental incluido, que se desinfló rápidamente. Por fortuna supieron cambiar el rumbo para su siguiente disco. Volvamos a esos momentos cuando pensábamos que Rattle and Hum era un disco antológico

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(En esta sección repasamos algunas canciones, discos, películas y modas que en su momento nos parecieron sensacionales y hoy... bueno no tanto, especialmente cuando nos vemos forzados a aceptar que sus autores nos vieron la cara. Hoy abordamos el asunto con un álbum emblemático de los años 80)

MAYO, 2020. Luego del fenomenal éxito de The Joshua Tree, el grupo irlandés U2 parecía ya haber conseguido lo que buscaba, esto en contraposición al título de una de las canciones incluidas en ese disco. Sin embargo los seguidores del grupo y quienes no lo somos tanto nos equivocamos: el cuarteto liderado por Paul Hewson, originalmente apodado Bono Vox para luego quedarse simplemente en Bono, tenía en mente algo más, esto es, no solo inspirarse en sus héroes de la música norteamericana sino ser ellos mismos parte de ese olimpo.

Suena raro pero así es. Es el equivalente a que, por ejemplo, grupos estadounidenses, canadienses y de Australia inspirados en los Beatles un día decidieran irse a grabar a los legendarios estudios Abbey Road. En efecto, es un abierto acto de egolatría por parte de Bono, esto es, el de querer compararse, de insinuar que él también merece la reputación de los gigantes y que para su infortunio, a Bono le tocó ser famoso décadas más tarde.

Por supuesto que nadie, incluidos nosotros, vimos a Rattle and Hum dentro de esa idea: pensábamos que U2, luego del The Joshua Tree, tenía suficiente madera para ir creciendo aunque (y espero coincidir con muchos otros aficionados a su música) tampoco llegamos a pensar que los irlandeses ya estaban al nivel de los Beatles, de los Stones, de Zeppelin y de otros monstruos del rock. Tampoco lo pensaban Bono, Larry Mullen, Adam Clayton y The Edge, por cierto: hoy concluimos que los cuatro estaban convencidos que estaban mucho más arriba que toda la alineación más prestigiada del rock británico; U2 pensaba que su sitio no estaba al lado de ellos sino en la fuente original del rock y del blues. ¿Qué otra explicación existe para que se hayan ido a grabar buena parte de este disco a Memphis, y más específicamente, a los estudios Sun?

Como se sabe, en esos legendarios estudios creados por Sam Phillips grabaron gente como Jerry Lee Lewis, Johnny Cash y, por supuesto, Elvis Presley. U2 ya no se conformaba con tener a estos talentos como meros ídolos, querían ser ellos. La verdad sorprende cómo lograron engañarnos a todos con la idea de que Bono y sus muchachos querían homenajearlos. Pero obviamente tenían que irse a la fuente original dado que la competencia eran meros grupos imitadores. ¿Cuál si no es esa la razón por la que hayan invitado a BB King a grabar con ellos?

También  nos damos cuenta, más de tres décadas después, que Rattle and Hum es un disco mediocre, bueno, discos, dado que se trata de un álbum doble... prueba más del enorme grado de egolatría que U2 se cargaba por aquellos años... y quién quita si hasta la fecha.

De hecho, Rattle and Hum abre con "Helter Skelter", algo que definitivamente levanta cejas. No cualquier grupo se atreve a incluir como su primer tema él cóver de uno de los grupos musicales más influyentes de la historia. Ahí no para el asunto, naturalmente: unos tracks más adelante tenemos otro cóver, el "All Along the Watchtower" de Jimi Hendrix, a su vez una canción escrita por Bob Dylan. Fue grabada en vivo, por cierto. Luego tenemos la versión en vivo de  "I Still Haven´t Found What I'm Looking For" parte de su Joshua Tree, aparecido apenas dos años atrás. U2 se tomó muy en serio aquello de creerse su propia leyenda.

Hay dos temas más grabados en estudio: "Angel of Harlem", el cual es cuna copia del estilo que distinguió a los legendarios estudios Stax --el mismo donde grabaron leyendas como Isaac Hayes y Ottis Redding, el otro, la ya referida "When Love Comes To Town". Y es precisamente en esa canción donde ocurre la más grande paradoja del Rattle and Hum: ansiosos por equipararse con una de las máximas leyendas del blues, U2 exhibió sus limitantes: el solo de guitarra del maestro King que escuchamos en esa composición deja en la lona cualquier trabajo que The Edge había hecho en U2 desde su fundación. Por lo menos Eric Clapton, quien también grabó un disco con el maestrazo King, sabía cuál era su lugar en la historia de ambos: en la portada, éste último viaja cómodamente en la parte trasera mientras Clapton es su chofer.

Quizá Rattle and Hum sea uno de los discos más pretenciosos de los años 80 dentro del rock anglo. En un principio el disco se vendió bien pero las ventas fueron descendiendo conforme sus fans iban descubriendo cómo sus ídolos estaban lejos de ser una organización musical perfecta al querer ponerse al tu con tu con quienes parten el mejor queso del rock y del rock and roll. Estos cuatro músicos perdieron la apuesta máxime porque ningún trabajo previo de U2 había presentado un objetivo tan descarado y petulante como éste.

Muchos de esos fans igualmente quedaron hartos del ejercicio egocentrista del grupo pues además del Rattle and Hum se estrenó su respectiva película para documentar tan histórica grabación. Esta no es una conclusión aventurada: Paul McGuiness, el mánager del grupo, reconoció que ese disco quiso abarcar más allá de sus posibilidades. Pero más molesta aún fue la idea de que U2 quiso dar la idea de que el disco y la película eran proyectos espontáneos. Claro que en su momento no nos dimos cuenta. Otros más culpan al productor Jimmy Lovine, quien había trabajado con Stevie Nicks, The Pretenders y Meatloaf. Pero si tenemos idea del ego que Bono lleva a cuestas, lo más seguro es que Rattle and Hum fue un proyecto donde éste siempre tuvo la vara alta.

Por fortuna U2 aprendió la lección que le dieron las leyendazas del blues norteamericano y optó por traer de vuelta a los productores Daniel Lanois, quien trabajó en The Joshua Tree, y a Brian Eno. El resultado fue Achtung Baby!, indudablemente una de las obras maestras de estos irlandeses a quienes, aparentemente, los humos que se cargaban ya habían caído a la superficie. Con todo, su siguiente disco llamado Zooropa, cierra con un tema interpretado por Johnny Cash, quien pese a ya estar entonces muy enfermo y aquejado de diabetes, barre en sentimiento y fuerza interpretativa a los cuatro dublineses.

U2 siempre ha sido mejor cuando explora las posibilidades del rock europeo. Lamentablemente, luego del enorme éxito del The Joshua Tree, se subieron a un block de concreto y se marearon. U2 siguió grabando discos,  muchos de ellos han sido tan cuestionados --y mediocres-- como el Rattle and Hum. Pero casi no saben dudas qué este fue el más grande de sus tropiezos.

 

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